Tras los cristales de una rústica ventana se ve puede apreciar como los árboles del bosque se visten con una gruesa capa de nieve, no sé en qué momento volvió a caer la nieve, por suerte la chimenea de la cabaña nos brinda una reconfortante calidez, todo es alumbrado por el resplandor del fuego que arde dentro de ella y por algunas cuantas extensiones de foquitos de navidad que guindan sobre las vigas de madera del techo; el pavo está servido sobre la mesa y junto a él una ensalada de papas y verduras, pudín navideño, piggys in blankets, botella de vino tinto, un par de latas de vodka sabor a maracuyá y unos mince pies. —Inocencia, me alegras que te animaras para venir a pasar la navidad con tu padre. —Mi padre está sentado en la cabecera de la mesa. —¿Es necesario que comas usando tu uniforme de Santa Claus? —pregunto desde el otro extremo de la mesa. —Claro, dentro de un rato es media noche y tengo que salir para ir a dejarle los regalos a los niños —responde señalando un enorme á
El área social de la mansión parece estar inspirada en locaciones propias del paraíso, la amplia piscina tiene una hermosa arquitectura ovalada con finas baldosas color turquesa, desde un extremo de la piscina se puede escuchar como el agua se desborda hasta caer a un nivel más bajo, parece ser una extensión exclusiva para niños, ya que de ese lado hay un pequeño tobogán que desciende en aguas llanas.Estoy sentada en una cómoda hamaca colgante de bambú y nilón, sus suaves cojines provocan querer dormir sobre ellos, pero ahora no es momento, ya que estoy en compañía de mi hermano menor: Ermac; ambos nos relajamos sobre un par de hamaca, bajo un translucido techado de pvc, y nos mantenemos cálido junto a una pequeña chimenea portátil mientras mantenemos nuestros ojos sobre Marisol, quien está usando su nuevo caballete para pintar el hermoso paisaje de invierno que tiene en frente.—Ermac, conozco tu historia con Antonella —digo rompiendo silencio.Mi hermano se queja exhalando aire de
Y un día verás llegar a la primera persona que, aún con sus celos, te hará sentir como alguien importante.No puedo evitar sonreírme, aquellos celos se sienten tan saludable dentro de mí. No dejó pasar ni un segundo cuando, al finalizar la llamada, con su mano encontró la mía, y la sostuvo como si presintiera que alguien podría arrebatársela en algún momento, y yo, por más que lo intentara, no pude librarme de su agarre, pues cuando me desprendí de su mano, él volvió e insistió en tomarla.Hemos llegado a la casa hogar New Hope, era este el lugar que siempre me tocaba visitar, amo estar aquí, amo a cada uno de los niños que viven en este hogar… ¿Es solo coincidencia que Dimitri se decidiera por este lugar? No lo creo, de seguro ha estado investigando a profundidad sobre mi pasado.—Sor Inocencia, es un gusto volver a verla —me saluda la monja encargada del hogar: anciana de arrugas pronunciadas y de gafas con bastante aumento; justo ahora nos encontramos en su oficina—… Señor, sea bie
Lo he prometido y ahora tengo que buscar la mejor manera para cumplirle a Liam, odié como Dimitri jugó con sus ilusiones y yo no pretendo hacer lo mismo. Lastimosamente, para poder adoptarlo, necesito estar casada a lo civil y cumplir con ciertos requisitos, ser parte de la mafia no es uno de ellos, rechazarían de inmediato la solicitud de adopción, por tal razón, Dimitri no puede casarse conmigo.Aún queda por ver eso de que mi familia es mafiosa, son altas las probabilidades, y si resultara ser cierto sería un completo problema…, y yo quiero adoptarlo, necesito hacerlo.Me pregunto: ¿Qué tendrá pensado hacer Dimitri respecto a Liam? Él dijo que iba a remediar su imprudencia, ¿será que lo dijo en serio? justo ahora se ve muy concentrado en su celular, espero y no lo haya olvidado.—¿Disfrutaron el día? —Marco nos pregunta mientras nos observa desde el retrovisor central del auto.—Disfruté cada sonrisa de esos niños —no miento, me divertí con cada uno de ellos—. Me lo he gozado basta
Narrado desde la perspectiva de doña Murgos. ¿Quién dice que las viejitas no vemos porno?... Este calor incita al pecado... ¡Anda suelto Satán! Elevemos una plegaria al cielo para que cada actor porno conserve su fornido cuerpo y para que su tronco permanezca así de vigoroso. Nunca había visto tanta salvajeza en un solo video. Espero que a Delancis no se le ocurra regresar a su cuarto; mira las cochinadas que se pone a ver cuándo nadie la ve… Salió igual de traviesa como su madre, ji, ji. —¡In your face, baby! —escucho decir a uno de los actores porno, su tono de voz es tan excitante y tan varonil. ¡Oh, santo! Caliente, caliente… La juventud… Cuanto colágeno en esos hombres, y es que son tan buen mozos… Si yo fuera igual de joven como aquella actriz tendría a la vieja coneja toda babeada, tanto que hasta podría deslizarme sobre esta plástica silla…, pero no, estoy más seca que el Sahara; incluso, cualquiera que se atreviese a echar un vistazo ahí dentro podría encontrar desde cact
Minutos antes de la cena navideña.Algo no anda bien conmigo, todos los sonidos a mi alrededor parecieran intensificarse: el estruendo que hace la chef al ordenar las cacerolas, Jennifer cortando las rodajas de zanahoria, Marisol masticando los snacks; incluso, puedo escuchar y sentir los latidos de mi corazón, mi mente se siente tan inquieta… No me estoy sintiendo bien.—Jen, voy a ir a tomar algo de aire, creo que el calor de la cocina me está afectando.—¿Quieres que te acompañe al jardín? —se escucha algo preocupada.—No, no… Yo puedo ir sola.—Ok, cualquier cosa me avisas —asiento a lo dicho por Jen e inmediatamente salgo de la cocina.Me estoy asustando, nunca me había sentido de esta manera…, es como si la oscuridad…«No, no, no…», se me hace difícil tranquilizarme, siento mucho miedo. La luz de las lámparas pareciese querer lastimarme con su intensidad.Justo ahora debo verme como misma loca corriendo por el pasillo, así que con brevedad y rudeza abro la puerta del baño, entro
Hay una parte dentro de mí que se revuelca y trata de tomar nuevamente el control, mas no puedo permitirlo, pues el mundo que nos rodea es demasiado siniestro como para permitir tanta debilidad.Lo que se viene no es fácil, necesito una dosis de demencia.Esta vez me han enseñado a inhalar aquel potente polvito blanco, su efecto es inmediato. Todo se vuelve a intensificar.—Mucho mejor, ¿no? —Mikael pregunta mientras pasa un mechón de mi cabello tras mi oreja.—Sí, me siento fantástica.Le veo reír mientras acerca sus labios a mi oreja.—Entonces, oficialmente tenemos a un nuevo consumidor en la familia Hikari.—Eso parece. —Puedo disfrutar de la música sin miedo o vergüenzas a que alguien me vea, me siento tan liberada.Nada me resulta tan importante como para sacarme de este estado de sosiego, las luces que destellan por todas partes de pronto se han vuelto tan intensas que hasta me impiden enfocar la visión hacia el fondo de la discoteca, solo puedo apreciar el delicado rostro de M
Desde un inicio he culpado de mis desgracias a un solo hombre, y al parecer siempre he sido yo quien ha llevado la perdición pegada en la suela de los zapatos.Solo bastó con que apareciera mi ángel guardián para que, de manera inmediata, se reprimiera toda aquella oscuridad.No me di cuenta en qué momento la discoteca dejó de sonar su música, aquí sólo se escucha el escándalo de las personas que están saliendo del local y las órdenes que dan los policías para despejar el lugar. Todo esto es mi culpa, me dejé llevar por la oscuridad, no pude con ella y tomó el completo control de mis acciones.—Detective Kross —es la voz de Delancis—, permítame hablar con mi hermana, a solas, antes de que se la lleve.EL detective parece dudar de las intenciones de mi hermana, así que tarda en responderle.—Bien…, esperaré aquí.No tengo el valor como para levantar la cabeza y mirar a la cara a mi familia, siento como mi hermana me agarra del brazo y con rudeza me jala hasta llevarme a una zona más il