AYYYYY QUE PASARAAAAAA
CASA DE LA PLAYA. Archie está bebiendo whisky, sentado en la orilla del mar mientras lo observa. El sonido del mar es algo que le da tranquilidad, pero no puede dejar de pensar en Kiara Watson, la chiquilla rebelde que se robó su corazón. Recuerda mucho el día que, por una equivocación, llegó a su vida, y aunque no lo aceptaba, había algo en ella tan especial que lo atrajo desde el primer momento. Por eso quería hacer lo imposible para no dejarla ir, pero su egoísmo y arrogancia hicieron que la perdiera para siempre. —Jamás te voy a olvidar, mi pequeña rebelde, mi dulce tormento, mi fierecilla... jamás —bebe de la botella, haciendo arder su garganta, y luego se desploma sobre la arena—. ¡Qué m****a, joder! Por eso no quería enamorarme. Eso del amor duele —se le salen las lágrimas—. Jamás volveré a confiar en nadie. Susana, espero que estés quemándote en el infierno. Qué asco fue besarte. Si no fuera porque tu estúpida venganza, mi hijo estaría vivo —cierra los ojos—. Lo lamento, Cl
—¿Casarnos hoy?— Ella está perpleja. —Sí… Ya han pasado muchas cosas y yo quiero aprovechar este momento, por favor—, dice arrodillado ante ella. —Cásate conmigo, preciosa, sé mi esposa, sé la esposa de este terco hombre—. Saca el anillo y extiende su mano. —Mi hermana me comentó lo que te hizo Samantha y tuviste que darle el anillo; pues aquí lo tienes, hermosa. —Dios…— Para Kiara fue imposible no llorar. —¿Cómo lo obtuviste? —Soy un Villarreal—. Le guiña el ojo y ella lo fulmina con la mirada. —Está bien… Soy un presumido. ¿Ya no te quieres casar? —¿Y qué esperas para ponerme el anillo?— Ella extiende su mano y Archie, con sus manos temblorosas y una amplia sonrisa, se lo coloca. —Jamás pensé hacer esto, pero me hace feliz que seas la mujer con la que me voy a casar—. Se coloca de pie y la abraza. —Siento como si estuviera soñando, pero… no nos podemos casar, amor. —¿Qué dijiste? —Que no nos podemos casar. —No, eso no; lo otro. —¿Amor?— Pregunta ella, sonrojada,
—Kiara…— La menciona su madre, mirándola con rareza. —Sí… soy tu hija, madre—. Quería acercarse más, pero el temor no la dejaba. —Pero estás grande, hija, y hermosa—. Sonríe ampliamente. —¿Crees, madre? Si hubiera sabido antes que estabas aquí, hubiera venido por ti—. —Mi lucero, Kiara, mi chica valiente—. Así le decía cuando estaba pequeña. —¿Y Cloe? ¿Dónde está mi otra hija?—, pregunta, y Kiara mira a Archie. Watson no la quiere lastimar. —Ella… está—. Hace silencio. —¿Modelando?—, pregunta. —Tu hermana siempre quiso ser modelo, tan hermosa niña—. Sonríe una vez más, y a Archie se le tornan los ojos llorosos. —Sí, madre—. Kiara quebranta en llanto. —Oh, mi lindo lucero, ven aquí—. Extiende sus manos, y Kiara se acerca rápidamente, tomando las manos de su madre y besándolas. —No llores, linda, tu padre te ama mucho y seguramente ya viene a verme. —Mamá, perdóname, no sabía nada de esto, no quiero separarme de ti—. La abraza. De repente, la mentalidad de la señora M
Todos los seres humanos cometemos errores, pero bueno aquellos que disponen el corazón con amor para cambiar y hacer lo correcto. Para Kiara y Archie fue un momento mágico en su boda, era algo sencillo, pero un ambiente lleno de amor y felicidad, sin falsedad. Para Watson, ver a su hermana vestida como una princesa y feliz por el amor que recibe de los Villarreal fue un momento especial. Aunque su amor con Archie sucedió de una forma cruel, ella aprendió a perdonar y darle otra oportunidad que él se ganó bajando la guardia y aceptando que se equivocó y no la quiere perder. Esa oportunidad sirvió para ambos, porque de cierta forma se necesitaban para sanar, para construirse como seres humanos. Luego de la boda y la luna de miel, tomaron la decisión de abrir su propia empresa para crecer juntos en el área de tecnología. Mientras que Lia tomaba clases y, con la ayuda de especialistas, iba mejorando. Kiara visitaba a su madre seguidamente y compartía con ella hasta que se volvía a
Kiara está en la habitación de su madre, bailando al compás de la música con el palo de la escoba. Cada vez que hay fiesta en la mansión Watson, se emociona mucho, aunque la hagan a un lado y no pueda asistir como la Watson que es, sino como una empleada más para su propia familia. A pesar de que no tiene los mismos privilegios de su hermana Cloe, su espíritu de valentía no se apaga. Ella es estudiosa y una chica amable, aunque con carácter fuerte cuando es necesario para defenderse de sus amigos de la universidad. Kiara viste como niño porque ni vestimenta le compran, así que debe ponerse lo que deja su mejor amigo.De repente, unos aplausos exagerados la sacan de sus pensamientos, donde ella imaginaba que era una princesa con un espectacular y reluciente vestido. Al abrir sus ojos café con destellos dorados, se percata de que es su hermana.—Cloe… —sus mejillas se ruborizan.—¿En qué tanto piensas, hermanita? —la mira con seriedad, dejando de aplaudir, y se acerca para apagar el equ
—¡Ups…! —Cloe deja caer el cabello al suelo y luego, muy satisfecha, se aparta de su hermana.—¿Cómo… cómo pudiste? —pregunta con los ojos llorosos, mirando al suelo donde está su larga melena esparcida.—Sabes, me he equivocado, con el cabello corto te ves horrorosa —sonríe a carcajadas—. Sigo siendo hermosa…—¿Qué está pasando aquí? —la señora Watson ingresa a la habitación de Kiara, la cual le parece desagradable.—Madre… —Cloe la mira esbozando una sonrisa de complicidad.—¡¡Kiara, te has cortado el cabello!! —la reprende—. ¡Es notable que envidias a tu hermana!—No, madre… yo no me lo corté, ella…—¡Silencio! ¡Cada vez me decepcionas más! —la mira con desdén—. ¡Cloe, ve a organizarte, tienes un compromiso por cumplir! Y tú, Kiara —la señala—, espero que por primera vez en tu vida seas una Watson —se retira sin permitirle a Kiara darle una explicación, contar la verdad de los hechos.—Aprovecha la oportunidad, hermanita —lo dijo burlona y se dirige a la habitación.—¡Cloe! —la men
Archie Villarreal, joven apuesto de cabello rubio oscuro, ojos cafés oscuros, cuerpo tonificado, está en el rincón de la habitación, sentado de manera varonil en el sillón que queda cerca de la ventana. La oscura habitación es iluminada por la luz de la luna que se filtra suavemente a través de las finas cortinas blancas. El hombre está fumando un cigarrillo para apaciguar su furia hacia la familia Watson, hacia la chica que será su prisionera. Ansioso por hacerle pagar su burla, tiene su mirada clavada hacia la puerta, su mirada es como un fuego ardiente que aumenta al verla abrirse y ver la figura de su escolta Jason, que entre sus brazos trae a Kiara inconsciente.—Señor —su respiración es agitada y el humo del cigarrillo se impregna en sus fosas nasales, sabiendo que su jefe está estresado—. He cumplido.—Adelante —ordena, y Jason dirige sus pasos hacia la cama, donde cuidadosamente acuesta a la chica y luego, al retomar su posición, Archie le dice:—¡Largo! —Jason, al escuchar la
¿Quitarse la ropa? Eso es algo que la llena de impotencia, porque recuerda a Cloe, su gemela. Y le indigna porque es ella la que siempre paga por culpa de Cloe, siempre. —no quiero se parte de su mundo— musito—si no haces lo que te ordeno, tu familia quedará en la ruina, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer contal de verte de rodillas suplicando —mi familia…— susurra y sus ojos se humedecen porque el único miembro de su familia que la quiere es su hermana menor, Lia.—dejaré a tu familia en bancarrota, no tendrán nada y morirán de hambre ¿eso es lo que quieres?— pregunta con arrogancia y ella llora en silencio. Sus lágrimas se deslizan por sus ruborizadas mejillas —si obedeces nada de eso pasara —señor… no le haga nada a mi familia, menos a mi pequeña hermana, ella… tan solo es un angelito inocente del frío corazón de los Watson, por favor…— Kiara solloza, pues su hermana es su razón de vivir en esta vida tan miserable que le ha tocado —haré lo que usted me diga…Archie se