En la mañana el neurólogo entro a la habitación para ver cómo estaba evolucionando, Elizabeth ya movilizaba ambos brazos y estaba más despierta. David llegó con el especialista en señas. —Buen día, cariño, esta es Valeria, ella es especialista en lenguaje por señas y terapia del lenguaje. —Dijo David.
De inmediato, Elizabeth comenzó a hablar por medio de señas, preguntaba por los niños, luego comenzó a hacer preguntas acerca de Amaranta, necesitaba saber si la policía la había capturado, David recordó lo que el doctor le dijo la noche anterior de no alterarla, así que mintió. Le dijo que Amaranta estaba tras las rejas y que su padre se había ido del país, por ahora lo único que importaba era que ella se recuperara y que regresara a casa al lado de sus hijos.
Alice había sido dada de alta junto con la beba, pasaron por la habitación de Elizabeth para ver cómo estaba y despedirse. —Hola, amiga me alegra que estés mejorando, aquí está tu nueva sobrina, debes ponerte bien para que regreses a casa, te quiero mucho.
Elizabeth hizo algunas señas para decirle que pronto estarían juntas, se despidió de Alice y continúo prestando atención a lo que decía el neurólogo y los doctores con los que comenzaría la terapia.
Mientras tanto Harper había llegado a su destino para su sorpresa cundo fue a registrarse en el hotel, su tarjeta fue rechazada, le insistió a la recepcionista que volviera a pasar la tarjeta, lo hizo en tres ocasiones. Luego comenzó a alterarse y a gritar maldecía e insultaba a Amaranta, sabía que solo ella tenía acceso a la cuenta.
Sin dudarlo fue al banco para solicitar un movimiento de la cuenta, allí pudo aclarar su sospecha, Amaranta había regresado todo el dinero a la cuenta del bufete a las que para su desgracia no tenía acceso.
Su respiración se aceleraba, cada vez más, estaba experimentando un ataque de pánico que haría ahora sin dinero en un país extranjero a quien acudiría, no paraba de sudar, sus manos estaban heladas, se preguntaba ¿Cómo era posible? ¿Cómo Amaranta había transferido todo el dinero si estaba tras las rejas? Se estaba enloqueciendo, su pulso se hacía más rápido, su respiración se acortaba y cuando menos pensó estaba en el suelo.
Unas personas que estaban cerca lo auxiliaron rápidamente fue trasladado al hospital y allí fue atendido, se quedaría allí mientras se recuperaba.
Elizabeth comenzó ese mismo día con la rehabilitación, no podía esperar un minuto más, quería volver a casa lo antes posible, sus hijos la necesitaban, además quería tomar las riendas del bufete y encargarse de que todo estuviera bien antes de hacer ese viaje a Jamaica.
Los días pasaban muy rápido, Amaranta continuaba en el apartamento con Tomás, Harper fuera del país ya había salido del hospital, pasaba las noches en un refugio mientras que en el día lavaba platos en un restaurante, debía hacer algo de inmediato, él no había nacido para servir.
Así que comenzó a platicar con el encargado y le hablo de su experiencia en el manejo de empresas, además de sus conocimientos en la parte legal. Como era de esperar persuadió al encargado hasta que lo pusieron al frente del negocio, era la oportunidad de su vida, debía sacar todo el dinero que fuera necesario para salir de ese país.
Elizabeth ya tenía movilidad en todo el cuerpo y su voz había regresado, era hora de regresar a casa. Cuando llego fue recibida con una enorme pancarta, globos y rosas, allí estaban frente a ella, sus hijos y sus amigos, su eterna familia está allí para ella como siempre.
Estaba tan feliz de tener a sus hijos entre sus brazos, pero ahora no tenía nada que temer, todo estaba bajo control o al menos eso suponía ella.
—Bienvenida Señora es un verdadero placer tenerla de vuelta. — Dijo Kalifa.
—Gracias, Kalifa los extrañé mucho ahora que estoy de regreso y que no corremos ningún peligro tenemos comenzar a hacer los preparativos para el bautizo de la nueva integrante de la familia.
—Elizabeth, siéntate tenemos que hablar.
—Que sucede chicos porque esa cara, ¿qué es lo que pasa?
—Lo que te dije en el hospital sobre Amaranta no es totalmente cierto. Amaranta fue capturada por la policía, la llevaron a la corte, fue condenada a cadena perpetua y luego de eso, cuando la llevaban para la cárcel de mujeres, un auto impacto la patrulla y se la llevaron. Así que está por allí en quien sabe que parte y como si no fuera poco, Amaranta confesó que mi padre fue quien la ayudo en todos sus ataques y robos y agarro sus cosas y salió del país, ahora debe estar pidiendo limosnas por qué Amaranta devolvió todo el dinero a la cuenta del bufete.
—Esto es increíble porque demonios no me contaron lo que estaba sucediendo, yo estaba tranquila pensando que mis hijos estaban seguros porque ella estaba tras las rejas y ahora me dicen todo esto. Kalifa necesito que prepares el equipaje de los niños volverán contigo a Dubái, ahora mismo llamaré para que preparen el Jet, Francis prepara tus cosas y las de Fransheska, Alice y Jackson considero que deberían aprovechar y subir a ese avión con la beba.
—Elizabeth no te dejaremos aquí. —Dijo Francis.
—Francis no es una pregunta ni una sugerencia, es una orden, quiero que arreglen sus cosas y se monten a ese Jet junto con los niños, yo estaré bien aquí, tengo toda la seguridad posible, llamaré al capitán, ustedes tienen treinta minutos para arreglar sus cosas.
—Elizabeth cariño espera un poco los niños ya pasaron tiempo sin ti ahora te están recuperando y tú los vas alejar.
—David no hay nada que esperar mis hijos estuvieron en riesgo una vez igual que todos ustedes no voy a exponer sus vidas y no hablare más del tema no debiste mentirme debiste resolver y sacar a los niños de aquí es obvio que no tenemos las mismas prioridades.
—De que hablas yo amo a los niños y si no los saque es porque no tengo el poder y los contactos que tú tienes como pretendías que los sacara. Además, no estaba con ellos porque me quede a tu lado y, aun así, me asegure de que tuvieran la protección necesaria para que nada les pasara, está claro que no tienes nada de confianza en mí.
—Chicos esperen dejen de pelear esa no es la idea porque se hacen eso van a dejar que ellos ganen que los vuelvan a separar ahora es cuando deben estar juntos todos saldremos de aquí y si ustedes dos van a quedarse es para mantenerse juntos y protegerse está claro. — Añadió Alice.
—Está bien Alice me quedare tranquila ahora por favor vayan arreglar su equipaje.
—Señora el equipaje de los niños está listo ¿necesita algo más?
—Kalifa necesito que viajes a Dubái y cuides en todo momento a mis hijos el colegio les enviara las tareas procura que sean enviadas con tiempo de todas maneras ya las vacaciones de navidad están cercas cuando todo esto pase yo iré para traerlos de vuelta.
El Jet esperaba como de costumbre en el aeropuerto Elizabeth y la familia estaba en camino ella se despidió de todos y espero que el avión despegara era difícil separarse de sus hijos pero no podía correr riesgo no los traería de vuelta hasta que Amaranta no estuviera tras las rejas.
Al llegar a casa todo estaba en calma, el vacío que habían dejado todos era grande, Elizabeth subió a su habitación y se posó sobre la cama, no soportaba la idea de tener que separarse de su familia porque la psicópata de Amaranta estuviera por allí.David no sabía qué hacer, era claro que Elizabeth seguía molesta por ocultarle la verdad, tendría que esperar a que se le pasara, mientras tanto, era mejor ir al bufete, tenía tiempo sin ir, no sabía cómo estaba marchando todo. Se subió al auto y se fue.Amaranta no aguantaba más tanto encierro, necesitaba salir, respirar aire, sentirse libre, las cuatro paredes del apartamento comenzaban a asfixiarla, ya comenzaba a discutir con Tomás, las cosas ya no eran lo mismo, él ya no iba a visitarla y cuando lo hacía terminaban en discusión.No soporto más y salió, Amaranta vivía de riesgos, amaba la adrenalina, caminaba por la calle viendo las tiendas donde solía comprar, no aguanto la tentación y entro a una de las tiendas. Tomo varias prendas
Elizabeth y David regresaron a la casa, ella sacó el celular y marco el número de Alice, quería darle la noticia para que estuviera calmada, recién había dado a luz y no era bueno que estuviera bajo tanta presión.Hablaron durante dos horas le daba todos los detalles de cómo habían detenido a Amaranta y el estado de demencia en el que se encontraba poco después pidió hablar con los niños, ellos hacían muchas preguntas, querían volver a casa.Tras finalizar la llamada, Elizabeth fue a la habitación, tomo una toalla, se colocó el traje de baño y bajo a la piscina se tendió sobre la silla, por primera vez en tantos meses sentía una sensación de bienestar y de paz.Ella se levantó y entro a la piscina nadaba de extremo a extremo, el sol cubría su cuerpo bronceado. En ese instante David llegó silenciosamente, observaba cómo nadaba, estaba relajada, libre, amaba a Elizabeth más que a nada, por primera vez sentía que su vida comenzaba a tomar forma.Solo faltaba que su padre regresará o por
Después de una larga jornada de trabajo en el tribunal, Elizabeth y David regresaban a casa, al entrar tres agentes esperaban en la sala.—Buenas noches, Elizabeth David, como están perdón por la visita sin avisar, pero los agentes Brian y James de la Interpol querían hablar con ustedes.—No se preocupe Detective Denison, agentes bienvenidos tomen asiento y quieren un café o algo de tomar o mejor aún les parece si pido que sirvan la cena y nos acompañan, esto de comer nosotros solos es deprimente.—Será un placer para nosotros, señora, disculpe que estemos aquí a esta hora, pero nos urge hablar con ustedes, en especial con usted señor David.—Bueno, pasemos a la mesa y díganos que es eso tan importante que tiene que platicar con nosotros. —Dijo David.—Es acerca de tu padre, tiene una denuncia por robo y asesinado al llegar al país estuvo deambulando por las calles, luego estuvo hospitalizado, después que salió del hospital le buscaron refugio donde paso un tiempo consiguió empleo en
David llamó de inmediato al número que había en la tarjeta que venía dentro del sobre, Harper contesto y lo sito para verse en un restaurante muy concurrido por la alta sociedad, David sentía una sanción extraña, esa voz detrás del teléfono tenía algo muy familiar.Fue a la habitación, se duchó, se vistió y salió al encuentro con aquel misterioso hombre mientras manejaba de camino al restaurante, repasaba en su mente, la voz de aquel hombre era tan parecida a la de su padre, no veía la hora de llegar al lugar, pero el tráfico estaba insoportable casi no se movía sentía ganas de dejar el auto allí en medio de todo y salir corriendo para llegar.Hora y media después estaba llegando al restaurante, un hombre muy elegante estaba en una de las mesas con una copa de vino en la mano, al verlo le hizo seña con la mano para que se acercara, a medida que avanzaba veía algo familiar en el rostro de aquel hombre su porte sus facciones hasta la manera en que sostenía la copa le parecía conocida.—
David regresó a la casa, se estacionó frente a la entrada y allí se quedó pensando unos minuto que debía hacer, si le decía a Elizabeth se iba a exponer, si iba a la policía, lo más seguro era que se apresurarían y no detendrían a su padre tenía la cabeza vuelta un desastre.Cerró los ojos y se recostó en el asiento del auto, en ese momento Elizabeth salió y le toco el vidrio, él abrió los ojos y la miro, ella lo veía con una tierna sonrisa como si le dijera que fuese lo que fuese que estuviera sucediendo todo iba a estar bien ligeramente abrió la puerta del auto y salió.—Vamos a dentro, te prepararé una ducha, necesitas descansar.Le preparo un cálido baño de burbujas y entro con él al jacuzzi, lo abrazo por unos instantes y luego comenzó a masajear sus hombros, tenía tanta presión sobre ellos que se reflejaba claramente, él estaba recostado sobre ella después de tanta locura y desastre a su alrededor volvía al único lugar que lo llenaba de paz.—Mi padre es el Señor Revete, pedí el
En la mañana el día amaneció resplandeciente, Elizabeth despertó, primero entro al baño, se duchó, se lavó los dientes, luego fue al closet y busco un jeans azul y una camisa color rosa, se puso unos tenis rosa con blanco y azul luego busco en la cómoda una visera y bajo a desayunar veinte minutos después bajo David para unírsele en la mesa.—Como dormiste yo descanse, creo que de ahora en adelante me tomaré unos tragos, haré el amor para poder dormir plácidamente.—Tranquilo amor, pronto estaremos bien y dormiremos sin nada que perturbe nuestros sueños y yo también dormí increíble, además tuve un sueño encantador donde todos estábamos juntos y felices.Después del desayuno se sentaron en el jardín a leer la prensa, en ese momento los agentes llegaron, los hicieron pasar y les ofrecieron jugo de naranja mientras platicaban.—Bueno, agentes, la respuesta es si lo haré saldré para darle la cara a Harper, ahora debe explicarme cómo lo haremos.—Genial se hará de la siguiente manera, te c
Elizabeth y David salieron de la mansión en compañía de algunos de los empleados de la casa y guardias de seguridad, al llegar a la capilla David se acercó al ataúd vi la foto de su padre y lloro el reverendo se acercó a él y le dio unas palabras de consuelo.Más tarde algunos empleados del bufete llegaban a expresar su respeto y condolencias, Elizabeth solo observaba a un lado de David los directivos y uno que otro profesor de la universidad se hizo presente los abrazó y reconfortaron en ese duro momento.A pesar de que algunos habían escuchado la noticia de lo que sucedía con Harper, todos se mostraron muy consternados e incluso nadie pregunto si todo lo que se había dicho era cierto, después de todo Harper había ayudado de una manera u otra a las personas que estaban presentes.El reverendo comenzó ofreciendo dando un largo sermón, todos escuchaban atentamente las horas pasaban y aun el reverendo está allí en frente de todos hablando de lo fugas que era la vida, después de eso come
Al regresar del cementerio, todos estaban en la sala de estar, nadie decía nada, de pronto Alice rompió el silencio. —No dijiste nada en el funeral de mi tío David, todos esperaban a que te pronunciaras, pero tú solo estabas allí inmóvil como si no estabas en el lugar, no puedes solo quedarte así sin decir que piensas que es lo que estás sintiendo.—No quiero hablar Alice, solo quiero estar tranquilo, quiero dormir, descansar, aún tengo que ver qué rayos voy a hacer con la casa.—David el que acaban de enterrar era tu padre, no puedo creer que no tengas nada que decir, solamente estás allí con tu enorme armadura pensando en los negocios y en lo que debes vender después de todo no eres tan diferente a él.—De qué demonios hablas Alice soy muy diferente a él, yo no soy un asesino y un ladrón, quizás fui o sea un tanto engreído, pero jamás seré como él, que quieres que llore y me arrastre por el piso de dolor porque no está, porque hizo que la policía acabaran con su vida. No tienes idea