Kyle está confundido, su cabeza le da vuelta y no tiene una explicación que dar.
—No sé qué hace ella aquí en mi habitación.
—Perdóneme lo que le voy a decir señor Pratt, esa que está acostada allí es nuestra hija, por lo que veo su vestido está en el suelo, y usted estaba sin pantalones, como un hombre maduro que soy, ¿Qué cree usted que puedo pensar? Además, nuestra hija es una señorita decente —con sus ojos brillosos de codicia se preguntaba mentalmente «¿De dónde conoce mi hija a este hombre?» «Le puedo sacar provecho a esta situación»
Kathen se enfureció por la suerte que tuvo la mocosa de estar acostada con el mismísimo Kyle Pratt, se acerca a Lindsey y la remueve.
—¡Lindsey levántate! Tienes muchas cosas que explicarnos.
Lindsey se remueve en la cama, abre los ojos con flojera, al primero que vio de frente es a su papá, parpadea varias veces, se aferra más a la sabana.
—¿Qué me pasó?, no me acuerdo de nada, solo que estaba mareaba e iba al baño —balbuceó con somnolencia, sentía el cuerpo pesado y un leve dolor de cabeza.
—Lo del mareo eran excusas para venir a revolcarte con este señor, —reprocho indignada Kathen.
—Este señor tiene su nombre, no olvide con quien está tratando.
—Discúlpela, señor Pratt, está molesta por encontrar a nuestra hija en este estaba que no mide sus palabras, —dijo John mientras con la mirada él dice a su esposa que mantenga la boca cerrada.
Kathen refunfuñando se acerca a su esposo, «esta mocosa me las pagarás», mastica para sí misma.
Lindsey se sobresaltó al escuchar esa voz áspera y varonil que proviene de su lado, aturdida por el sedante y su familia, no se había fijado que tenía compañía, volteo a ver a su acompañante, no podía creer lo guapo que era ese hombre, su corazón empezó a galopar a toda velocidad, su respiración se acelera, su boca se reseca al ver su desnudo y amplio tórax moreno y, esos zafiros intensos hicieron que se quedará pasmada, se alarmó y su espalda se tensó, no era capaz de emitir una palabra.
—¿Señorita, me puede explicar qué hace en mi habitación? —protestó Kyle.
En ese momento entró Freed alarmado por la situación y el abuelo al mirar la escena se sonrió divertido.
Lindsey estaba sonrojada por encontrarse en ese estado, desnuda, al lado de un hombre guapo y lo peor con su familia frente a la cama, «no sé por qué sospecho que ahora si estoy en problemas» hablo su subconsciente.
—¡No sé! Solo recuerdo que estaba mareada por tomar una copa de vino y me dirigía al baño.
—El caso es que usted está aquí en esta cama, no entiendo como entro.
Uno de los empleados que estaba rondando en el piso se acerca por el alboroto y preguntó.
—¿Qué pasa aquí? —sus voces se escuchan en el pasillo.
—¿También me pregunto lo mismo? Esta habitación está asignada al señor Kyle Pratt y al parecer en la habitación se encontraba una joven.
El empleado al ver de quien se trataba respondió con voz entrecortada:
—Señor partt creo que usted se confundió, las habitaciones asignadas a los presidentes de las empresas participantes en el evento están en el área pent house.
El abuelo se dio cuenta de lo que pasó, Freed lo había puesto al tanto del trayecto que tuvo su nieto a la habitación y el choque con aquella jovencita. Con voz tajante intervino.
—Vamos a calmarnos y salir de la habitación para que ellos se vistan y hablaremos de lo que pasó.
—Aquí no pasó nada, por muy tomado que allá estado no le pondría las manos encima a esta joven, —dice con voz despectiva.
—No seas tarado y mejor vístanse los esperamos en el pasillo —el abuelo sale de la habitación seguidos de los demás.
Cada una de las personas que salieron de la habitación estaban pensativos: Karen encrespada por la suerte de esa mocosa, John ansioso porque sabía que le puede sacar provecho a esta situación, el abuelo Hugo divertido porque es la oportunidad de darle una lección a su nieto, Freed sabe que su amigo ahora si está en problemas y su abuelo no se la va a poner fácil.
Lindsey al escuchar la forma despectiva de esas palabras, se sintió despreciada. Toma valor y se bajó de la cama con la sábana encima, recogió su vestido y caminó hacia el baño para vestirse, «no te hagas ilusiones, ese hombre es demasiado perfecto para ti, está fuera de tu alcance» mirándose al espejo continúa «Ahora como salgo de este embrollo»
Kyle no expresa ninguna emoción, no se explica cómo llegó a esa situación.
Cuando estaban todos en el pasillo, el primero en hablar fue John.
—¿Cómo resolveremos esto?, pobre de mi hija, ¡es la más agraviada!
La cabeza de Lindsey era un caos, «¿Será que pasó algo entre los dos? ¡No creo! Hasta donde se debería sentir dolor en mis partes íntimas, sentir algún dolor que provenga de mi cuerpo, aparte del dolor de cabeza no siento nada extraño, ¡entonces no pasó nada!» salió de sus pensamientos cuando escuchó hablar al anciano.
—Lo mejor que podemos hacer es retirarnos, mi hija se comunicara con usted señor, buscaremos la mejor opción para que nuestros apellidos no se vean perjudicados.
—Eso es lo que les preocupa nuestros apellidos, me parece el colmo que…—no logro terminar de hablar porque fue interrumpida.
—Lindsey puedes mantener la boca cerrada —se acercó a su hija, la agarró por el brazo mientras le dedica una mirada acecina—. No se preocupe señor Pratt nosotros ya nos retiramos.
John agarra a su hija de brazo y junto a su esposa salen del lugar.
Es lunes, Kyle está con la mirada fija al computador, cuando escucha.
—Tienes que hacerte responsable de lo que paso, me reuní con los padres de la joven y piden que te cases con ella —vociferó la madre de Kyle furiosa, por el escándalo que se puede presentar si los medios de comunicación se enteran de lo que paso en aquella habitación.
— Ofrécele dinero a esa gente, sabes que eso es lo que busca esa familia o déjalo en mis manos, si no lo resuelvo con dinero y los puedo hundir.
—¿Tú crees que todo lo puedes arreglar con dinero? O ¿Amenazar a la gente? Pues esta vez no lo vas a poder hacer, porque ya tu abuelo llegó a un trato con ellos, un contrato de matrimonio por un año es la mejor opción. Sabes que un escándalo donde se vea envuelto el apellido el Pratt llevaría a tu abuelo a la tumba —expreso Sussan molesta del otro lado del escritorio, quería lanzarle él pisa papeles que se encontraba de su lado derecho.
Kyle suelta una carcajada irónica sin apartar la vista del computador, con voz imponente, señala.
— Si tú y el abuelo piensan que obligándome a casar voy a cambiar mi vida, están equivocados, me avisas el día y la hora, debo estar en ese registro.
Sussan conoce al testarudo y orgulloso de su hijo, reza que esta jovencita no se deje intimidar y logre sacar de la vida de su hijo a la arpía de Catrina. Se levanta con delicadeza, rodea el escritorio y se despide de su hijo con un beso en la frente de su hijo.
En la casa de los Girt Rise, mientras están cenando, se presenta una discusión.—No me pueden obligar a casarme con un hombre arrogante y que se cree superior a los demás.—Claro que te vas a casar con ese hombre, quien te manda de andar de zorra como tu madre, ¿dónde te encontramos?, en una iglesia rezando o en una habitación revolcándote con nada y nada menos que con Kyle Pratt, además la empresa de tu papá está en la quiebra y en este momento tú eres la mejor opción —manifiestó Kathen con tono sarcástico.Lindsey suelta una carcajada y levantándose de la mesa grita histérica—La empresa de mi madre querrás decir y ella era una dama, no una mujer me casa con un hombre cuya esposa falleció dos semanas atrás.John se levantó de la mesa con los ojos inyectados de sangre, se aproximó a su hija y le dio una fuerte cachetada en el momento en que habla.—Eres una malcriada insolente, poca cosa, pensé que habías aprendido la lección de respetar a Kathen, sabes mocosa, esta vez usaste la cab
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lindsey, al recordar cuando hace un año, al cumplir 18 años, estaba cansada de los maltratos y humillaciones de esas tres personas, que salió sigilosamente de la casa con su moral en la espalda y unos cuantos billetes que logro reunir para el pasaje, tomó un taxi al aeropuerto, compró un boleto al extranjero donde vive su abuela materna. Se le hizo extraño que la persona que atendía la taquilla miró su pasaporte un rato, se quedó mirándola y le preguntó.—¿Usted es la señorita Lindsey Girt Rise?—¡Si soy yo! ¿Por qué?De respuesta sólo consiguió.—Espere un momento.La persona hizo una llamada telefónica que Lindsey no logró escuchar, luego de unos minutos aparecieron dos guardias de seguridad y la escoltaron a un cubículo.—Señorita, espere aquí —dice unos de los guardas y cierra la puerta a su espalda.Empezó a mirar el lugar, era blanco, con una mesa cuadrada y dos sillas, una en cada extremo, se sentó a esperar, los nervios se apoderaron de ella
La familia de la novia solo miraba en silencio, esperaban que se diera ese matrimonio para disfrutar del beneficio de ser patrocinado por las empresas Pratt.—Qué mal educado eres muchacho, esa es la educación que te hemos dado —grito el anciano por la actitud arrogante de su nieto.—Buenos días a todos, Abuelo, tengo el tiempo calculado, señor juez terminemos con esto rápido, —al terminar de hablar se sienta en la silla que está al lado de la chica.La boda fue rápida, el corazón de Lindsey estaba acelerado, sintió un sudor frío recorrer su espalda, no por su esposo, sino porque en algún momento de su vida soñaba con casarse por la iglesia con el amor de su vida y ahora ese sueño se fue por el acantilado.Kyle firmó el documento, de reojo miro a la chica quien no le generó ningún sentimiento, estaba neutro, se levanta de la silla acomodándose el traje.Con una sonrisa malévola, Kathen le susurro en el oído a su hija—. Te lo dije, este hombre va a acabar con ella.Courney solo miraba
CAPITULO 7 En un apartamento lujoso estaba una pareja disfrutando del sexo. Kyle le agarró las manos a Catrina bruscamente, la lanzó de espalda en la cama y la penetro salvajemente, ella gemía de placer, él se sintió frustrado por verse obligado a casarse con una chica insignificante. Cuando acabó, se retiró de ella, entró al baño y tiró el condón en la papelera, luego la desamarro y empiezo a vestirse. —¿Te vas?, ¡Pensé que pasaríamos la noche juntos! —Recuerda que desde hoy soy un hombre casado y tengo que cuidar mi imagen. — Estoy cansada de que tu abuelo quiera dirigir tu vida, estoy a punto de perder el control. —Pero tú no colaboras, te dije que no podías asistir contigo a ese evento, y la niña se aparece nada más y nada menos que con la competencia. Catrina hace un puchero mientras se posiciona detrás de él acariciándole el cabello, le habló coqueta —¡Ya perdóname sí! Solo fui con él a ese evento para darte celos, porque no te decides a enfrentar a tu abuelo y reclamar
Lindsey llegó a la mansión como de costumbre, cuando estaba dando unos pasos en la punta de las escaleras escuchó una voz intimidante.—¿Dónde estabas?Lindsey pone los ojos en blanco y volteo para mirarlo—. ¡Buenas noches, Kyle! ¿Cómo estás?—Para ti soy el señor de la casa, debes dirigirte a mí, como señor Kyle.A Lindsey no le gusto como él le estaba hablando, su mirada oscura la asustó, sintió miedo de ser maltratada nuevamente, sus manos empezaron a sudar, las une para agarrar fuerza, estaba cansada de ser pisoteada.«Así no salga viva de esa casa, no voy a dejar que nadie más siga humillándome» levantó las cejas y con voz irónica respondió.—Discúlpeme su majestad, como mi esposo, aunque sea por un papel, no veo la necesidad de tanto formalismo.—¡Cállate! —gritó al escuchar su tono sarcástico y la mirada retadora de la joven.—¡A mí no me gritas! ¡Que no somos animales! ¡Somos dos personas civilizadas!—¿Quiero que expliques por qué llegas a esta hora a la casa?, se supone que
En ese momento tocan la puerta, levantó la vista.—¡Adelante! — demandó una mueca de disgusto.—Permiso cuñado, podemos hablar, —entró una afligida Courney.—¿Dónde está Rebeca? ¿Por qué no te anunció? —gritó con su mirada sombría.—La vi entrar al baño, espero que no te moleste mi atrevimiento de estar aquí en tu oficina —contesto con un tono delicado.—¿Dime que quieres?—No sé cómo decirte esto cuñado —se aproximó a su escritorio y se sentó frente a él.—ya que estás aquí, habla de una vez.—Quería decirte que mi hermana no es la niña buena que le hace creer a todos con su vestimenta.—¡Courney! Si vienes a hablar mal de tu hermana, te pido que te retires de mi oficina, estoy ocupado.—Cuñado, no me trates así, para que veas que no te estoy mintiendo, estas fotos me las dio unos de sus amantes —le extiende un sobre que traía en la mano.Kyle tomó el sobre con una mano, se recostó de su silla, sacó el contenido, empezó a verlas una por una, mientras una furia iba creciendo en su int
Inmóvil por aquella mano le susurro.—¿Haría la diferencia, si te digo que lo que muestran esas fotos no es cierto? ¡No verdad! Así que cree lo que quieras y por favor suéltame.Kyle, bajo su mirada a esos labios carnosos y la besó ferozmente, le metió la lengua explorando su boca, no sabe si es por rabia o deseo, pero quería más de ese rico sabor que emanaba de su boca.Lindsey se llena de miedo, al sentir como es devora su boca, sabe que lo hacía él era por enojo, forcejea para que la suelte, en eso se le cae la toalla.Kyle se le nubla la mente, quería más de ella, la lanzó en la cama con las manos agarradas y las coloco sobre su cabeza, con la mirada lujuriosa recorrió su cuerpo, observo sus hermosos senos redondos.Lindsey entró en pánico con un hilo de voz balbuceo.—¿¡por favor no me hagas daño?Kyle reaccionó, con rapidez se levanta, ve el terror en su mirada.«¿Qué diablos estoy haciendo?» se cuestionó.—¡Perdóname! ¡No quise hacerlo! —le da la espalda y sale de la habitación
Al llegar a la casa, abrió la puerta y se quedó paralizado, observo con la mirada fría el interior de su casa, el espacio de su amplia sala fue remodelada completamente, los muebles fueron movidos, los almohadones negros fueron sustituidos por un color turquesa que hacían juego con las cortinas llamativas de flores, en cada esquina del gran ventanal había dos jarrones largos de cerámica blanca con textura, que contenían espigas doradas con flores amarillas y naranja dando un ambiente fresco y alegre, camina hacia la cocina, encuentra a Emilia quien al verlo exclamo.—¿Verdad que quedó hermosa la casa?, mi niña le dio vida.—Umm, ¿lo hizo sola?—¡Sí!, bueno, todos colaboramos, pero fue su idea —expresó encantada por la niña de corazón noble que llegó a la mansión a darle vida y trata a todos por igual.— ¿Lindsey ya ceno?—¡Sí, mi niño!, debe de estar cansada, en la mañana fuimos al centro comercial de compras, luego se puso como verás a darle vida a este hogar, te voy a preparar algo