5 meses después Courney estaba invadida por un manojo de nervios, el día de su boda había llegado, se casaría por la iglesia, sus inseguridades siempre la atacaban, ella todavía asistía a consulta psicológica.Lindsey la ayudaba a colocarse el vestido de novia que ella misma había diseñado. Era de color Beis de tirantes de encajes con motivos florales, el escote era sensual de corte V, la espalda está cubierta de unos encajes muy finos y sutil dejando entrever la piel gracias a transparencias que creaban filigranas con motivos florales. Estaba diseñado de forma de sirena que resaltaba su hermosa figura.Stefany estaba sentada en la cama de lo más cómoda llevándose una cucharada de helado cremoso de chocolate a la boca, le parecía la gloria.—¡Stefany! Por dios deja de comer tanto, mira como estas de gorda y solo tienes siete meses de embarazo —refunfuño Luan. Cada que se encontraba con su hermana estaba comiendo y eso lo sacaba de sus cabales.—¡Bueno! Tú no sabes que toda embarazada
Óscar condujo a Courney hacia un elevador privado que los llevó directo al Penthouse, él la sostenía por la cintura. —Mi amor, quiero que sepas que no te voy a obligar a nada —susurró tiernamente cerca de su oído. Courney al sentir su cálido aliento en su oreja se le erizó la piel, previo al matrimonio ella había conversado en varias ocasiones con Stefany sobre su vida sexual y también trabajó ese tema con su psicóloga. —Sabes que te amo, solo tú puedes ayudarme a borrar mi pasado de mi piel. El elevador se abrió en ese momento y él la tomó con delicadeza de las manos y las condujo por un pasillo hasta quedar frente a una puerta. Óscar la colocó delante de él y giró la manilla para que ella entrara. Courney engrandeció los ojos, su corazón empezó a galopar a toda velocidad, su impresión fue tan grande que por unos segundos se quedó paralizada con lo hermosa que estaba decorada la habitación. Toda la habitación tenía en varios espacios rosas rojos, en una esquina un carrito con un
Lindsey Girt Rise es una joven de apenas 19 años de edad, mide 1,75 cm, cabello rubio como el sol, piel blanca como la nieve y unos llamativos ojos gises verdosos, una belleza envidiable que los oculta detrás de unos lentes negros gruesos y ropa holgados.Desde hace 11 años su vida se convirtió en un calvario, a los pocos días de su madre haber fallecido su padre se volvió a casar, su madrastra siempre la ha tratado inferior a ellos, a los 8 años la obligaba a preparar su propia comida y hacer oficios en una casa amplia de 2 plantas, amenazaba a los empleados de ser despedirlos si la ayudaban. Por ser un año menor que su hermanastra, usaba la ropa desgastada y desechada de ella. Courney le hacía la vida imposible, se ponía a llorar delante de su padre diciendo: Lindsey me pegó, me jalo el pelo, me arruinó la tarea, solo le quedaba esperar gritos, castigos y encierros en su habitación sin derecho a nada. Esa habitación se volvió su refugio en aquella casa donde no tiene ni voz ni voto.
—Te he dicho que el vino se toma despacio, mírate pareces una borracha —comenta su hermana quien se dio cuenta de los efectos del líquido.—Pero si solo me tomé un trago, no entiendo, ¿por qué me da vuelta todo?—Ven, vamos, te acompaño al baño —tratando de agarrarla por el brazo.—Déjame, puedo ir sola —no se dejaba tocar.—Pero que eres terca, deja que tu hermana te ayude — susurró Kathen.—Pero pue… —no termino de hablar cuando su padre la interrumpe con frialdad.—¿Sáquenla de aquí?, antes de que haga el ridículo.Su hermana camina con ella hacia el baño, en el camino las interceptan dos jóvenes y se desvían hacia un pasillo.—Ayúdenme, ya se desmayó esta mojigata.Cada chico la tomó por un brazo y la condujo hacia el ascensor, entran y marcan el piso 09.Courney saca la cabeza para mirar, el pasillo estaba solo.—Vamos chico rápido que alguien nos puede ver — Courney casi corriendo, sale del ascensor hacia la habitación con el número 09-02, paso la tarjeta por la pantalla magnéti
Kyle está confundido, su cabeza le da vuelta y no tiene una explicación que dar.—No sé qué hace ella aquí en mi habitación.—Perdóneme lo que le voy a decir señor Pratt, esa que está acostada allí es nuestra hija, por lo que veo su vestido está en el suelo, y usted estaba sin pantalones, como un hombre maduro que soy, ¿Qué cree usted que puedo pensar? Además, nuestra hija es una señorita decente —con sus ojos brillosos de codicia se preguntaba mentalmente «¿De dónde conoce mi hija a este hombre?» «Le puedo sacar provecho a esta situación»Kathen se enfureció por la suerte que tuvo la mocosa de estar acostada con el mismísimo Kyle Pratt, se acerca a Lindsey y la remueve.—¡Lindsey levántate! Tienes muchas cosas que explicarnos.Lindsey se remueve en la cama, abre los ojos con flojera, al primero que vio de frente es a su papá, parpadea varias veces, se aferra más a la sabana.—¿Qué me pasó?, no me acuerdo de nada, solo que estaba mareaba e iba al baño —balbuceó con somnolencia, sentía
En la casa de los Girt Rise, mientras están cenando, se presenta una discusión.—No me pueden obligar a casarme con un hombre arrogante y que se cree superior a los demás.—Claro que te vas a casar con ese hombre, quien te manda de andar de zorra como tu madre, ¿dónde te encontramos?, en una iglesia rezando o en una habitación revolcándote con nada y nada menos que con Kyle Pratt, además la empresa de tu papá está en la quiebra y en este momento tú eres la mejor opción —manifiestó Kathen con tono sarcástico.Lindsey suelta una carcajada y levantándose de la mesa grita histérica—La empresa de mi madre querrás decir y ella era una dama, no una mujer me casa con un hombre cuya esposa falleció dos semanas atrás.John se levantó de la mesa con los ojos inyectados de sangre, se aproximó a su hija y le dio una fuerte cachetada en el momento en que habla.—Eres una malcriada insolente, poca cosa, pensé que habías aprendido la lección de respetar a Kathen, sabes mocosa, esta vez usaste la cab
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lindsey, al recordar cuando hace un año, al cumplir 18 años, estaba cansada de los maltratos y humillaciones de esas tres personas, que salió sigilosamente de la casa con su moral en la espalda y unos cuantos billetes que logro reunir para el pasaje, tomó un taxi al aeropuerto, compró un boleto al extranjero donde vive su abuela materna. Se le hizo extraño que la persona que atendía la taquilla miró su pasaporte un rato, se quedó mirándola y le preguntó.—¿Usted es la señorita Lindsey Girt Rise?—¡Si soy yo! ¿Por qué?De respuesta sólo consiguió.—Espere un momento.La persona hizo una llamada telefónica que Lindsey no logró escuchar, luego de unos minutos aparecieron dos guardias de seguridad y la escoltaron a un cubículo.—Señorita, espere aquí —dice unos de los guardas y cierra la puerta a su espalda.Empezó a mirar el lugar, era blanco, con una mesa cuadrada y dos sillas, una en cada extremo, se sentó a esperar, los nervios se apoderaron de ella
La familia de la novia solo miraba en silencio, esperaban que se diera ese matrimonio para disfrutar del beneficio de ser patrocinado por las empresas Pratt.—Qué mal educado eres muchacho, esa es la educación que te hemos dado —grito el anciano por la actitud arrogante de su nieto.—Buenos días a todos, Abuelo, tengo el tiempo calculado, señor juez terminemos con esto rápido, —al terminar de hablar se sienta en la silla que está al lado de la chica.La boda fue rápida, el corazón de Lindsey estaba acelerado, sintió un sudor frío recorrer su espalda, no por su esposo, sino porque en algún momento de su vida soñaba con casarse por la iglesia con el amor de su vida y ahora ese sueño se fue por el acantilado.Kyle firmó el documento, de reojo miro a la chica quien no le generó ningún sentimiento, estaba neutro, se levanta de la silla acomodándose el traje.Con una sonrisa malévola, Kathen le susurro en el oído a su hija—. Te lo dije, este hombre va a acabar con ella.Courney solo miraba