—Te he dicho que el vino se toma despacio, mírate pareces una borracha —comenta su hermana quien se dio cuenta de los efectos del líquido.
—Pero si solo me tomé un trago, no entiendo, ¿por qué me da vuelta todo?
—Ven, vamos, te acompaño al baño —tratando de agarrarla por el brazo.
—Déjame, puedo ir sola —no se dejaba tocar.
—Pero que eres terca, deja que tu hermana te ayude — susurró Kathen.
—Pero pue… —no termino de hablar cuando su padre la interrumpe con frialdad.
—¿Sáquenla de aquí?, antes de que haga el ridículo.
Su hermana camina con ella hacia el baño, en el camino las interceptan dos jóvenes y se desvían hacia un pasillo.
—Ayúdenme, ya se desmayó esta mojigata.
Cada chico la tomó por un brazo y la condujo hacia el ascensor, entran y marcan el piso 09.
Courney saca la cabeza para mirar, el pasillo estaba solo.
—Vamos chico rápido que alguien nos puede ver — Courney casi corriendo, sale del ascensor hacia la habitación con el número 09-02, paso la tarjeta por la pantalla magnética de se encontraba al lado izquierdo de la puerta.
Los chicos entran y lanzan a Lindsey en la cama, Courney se monta sobre ella y le empezó a quitar el vestido, el sostén y las botas.
—Hermanita que mal gusto tienes para vestirte —murmuró con cara de asco. Lanzó la ropa en el suelo y se bajó.
Los chicos empezaron a desvestirse quedando en bóxer.
Courney con una sonrisa maliciosa se posiciona del lado derecho de la cama para tener mejor enfoqué, mientras un chico se metió debajo de las sabanas y se colocó frente a ella, y el otro le puso una mano en su cara y disimula un beso.
—Eso chicos, tiene que ser realista —tomo 10 fotos de diferentes ángulos.
—¡Listo! Ahora si chicos a vestirse — trazando una sonrisa maliciosa empezó a brincar.
—Tienes unos labios provocativos, no podemos quedar con ella —dice uno de los chicos.
— ¡No!, la idea es que mis padres la encuentren sola y desnuda, luego yo les muestro a mi papá las fotos como si estuvieran en internet.
Los chicos se bajaron de la cama, el que estaba encima de Lindsey dijo:
—Que no se te olvide el trato, después de este teatro, nos tienes que complacer.
—Claro que si chicos, hoy le doy su recompensa, —comenta mordiéndose los labios y dedicándoles una mirada lasciva.
Mientras esto pasaba en la habitación. En el gran salón del evento está Kyle Pratt, un hombre frívolo y arrogante, a sus 32 años es el CEO de una de las empresas de modas más importantes del país, estaba con las cejas entre cerradas y con un vaso whisky escocés en la mano.
—Deja de tomar tan seguido, las personas se están dando cuenta de tu enojo —susurro bajito Freed, el asistente y mejor amigo de Kyle.
—Como se atreve aparecer con ese tipejo, haciéndome quedar en ridículo, —masculló Kyle mientras se lleva otro trago de whisky a la boca.
—Catrina lo está haciendo para darte celos, —Freed vociferó mirando a la mesa donde se encuentra el abuelo Hugo—. El abuelo te asesina si haces un escándalo.
El teléfono de Freed vibra en el bolsillo del pantalón, mete la mano y saca el móvil, se lo lleva a la oreja y contesta:
—Hola.
—Saca a mi nieto de aquí y llévalo a descansar a la habitación asignada para él, desde aquí lo observó tambalear y no quiero escándalos de borrachos —exclamó Hugo el patriarca de la familia Pratt un hombre de 75 años.
—Ok, abuelo Hugo. —Cuelga la llamada.
—Vamos camina campeón, te acompaño a tu habitación.
—Ya sé quien te llamo, como siempre dando órdenes —En ese momento sintió la vista borrosa, era una señal que debe retirarse y empiezo a dar torpes zancadas dejando a su amigo detrás.
—A veces no sé quién es peor de arrogante, si tú o tu abuelo — Moviendo la cabeza lo alcanzó y caminaron hacia el ascensor—. Mejor dame la tarjeta de tu habitación.
Kyle se mete la mano en el bolsillo trasero de su pantalón, saca la cartera y busca la tarjeta, se la extiende a Freed. Cuando este la agarra se abre el ascensor y sale tres chicos a toda prisa.
Courney trae su tarjeta en la mano, al salir choca con Freed y las dos tarjetas caen al suelo.
—Vean por donde caminan —grito un furioso Kyle.
Courney al reconocer de quién se trataba, se puso nerviosa y se agachó a agarrar unas de las tarjetas.
—Perdón señor Pratt —sale a toda prisa desapareciendo por el pasillo.
—Vamos campeón, no pasó nada, mejor entra al ascensor —dijo Freed mientras se agachó a recoger la tarjeta.
Freed marcó el número del piso que se visualizó en la tarjeta, al llegar los dos salieron a pasos firmes del ascensor, luego Freed paso la tarjeta por el aparato magnético, cuando iba a entrar Kyle lo detuvo.
—No me digas que también me vas a quitar la ropa y me vas a acostar —gruñó enredando las palabras, lo apartó para entrar y cerró la puerta a su espalda.
Freed soltó una carcajada, al ver cerrar la puerta se da media vuelta, camina hacia el ascensor, al llegar al salón se sienta junto a Hugo.
—Listo el león debe de estar roncando.
—Eso espero —expresó el anciano.
Kyle entró a la habitación, sin encender la luz se sentó en la punta de la cama y empezó a desvestirse, luego se lanzó a la cama boca abajo.
Una hora después entras tres personas a la habitación, uno de ellos prendió la luz.
—Niña estúpida ¿qué hacer revolcándote con este hombre? — dice John molesto.
Kyle al escucharlo se voltea y grita como un demonio:
—Quien se atreve a interrumpir mi sueño, largo de mi habitación —no se ha fijado que tiene un huésped a su lado, solo quiere seguir durmiendo.
Las tres personas al ver de quien se trataba quedaron petrificados, Courney trago en seco al acordarse del incidente en el ascensor, como pudo retrocedió el paso y salió de allí corriendo por las escaleras para no ser reconocida.
—Disculpe señor Pratt, pero vinimos a buscar a la sinvergüenza de nuestra hija —rezongo Kathen, está furiosa por como salieron las cosas, la idea era que estuviera sola, no acompañada y menos con el Kyle Pratt, como haría para traer a este hombre a su cama.
Kyle giró la cabeza y se sobresaltó al mirar a la mujer recostada a su lado, boca arriba con el cabello alborotado y unas horribles gafas de monturas negras.
De inmediato rebuscó en su pantalón y sacó su teléfono.
—Hola —contestó Freed al otro lado de la bocina.
—Ven de inmediato a la habitación —gruñó con los ojos entrecerrados.
—¿Ahora qué pasó?
—No preguntes, ¡ven ya!
—Salgo para allá —cuelga la llamada.
El abuelo que había escuchado todo, declaró.
—Te acompaño.
Kyle está confundido, su cabeza le da vuelta y no tiene una explicación que dar.—No sé qué hace ella aquí en mi habitación.—Perdóneme lo que le voy a decir señor Pratt, esa que está acostada allí es nuestra hija, por lo que veo su vestido está en el suelo, y usted estaba sin pantalones, como un hombre maduro que soy, ¿Qué cree usted que puedo pensar? Además, nuestra hija es una señorita decente —con sus ojos brillosos de codicia se preguntaba mentalmente «¿De dónde conoce mi hija a este hombre?» «Le puedo sacar provecho a esta situación»Kathen se enfureció por la suerte que tuvo la mocosa de estar acostada con el mismísimo Kyle Pratt, se acerca a Lindsey y la remueve.—¡Lindsey levántate! Tienes muchas cosas que explicarnos.Lindsey se remueve en la cama, abre los ojos con flojera, al primero que vio de frente es a su papá, parpadea varias veces, se aferra más a la sabana.—¿Qué me pasó?, no me acuerdo de nada, solo que estaba mareaba e iba al baño —balbuceó con somnolencia, sentía
En la casa de los Girt Rise, mientras están cenando, se presenta una discusión.—No me pueden obligar a casarme con un hombre arrogante y que se cree superior a los demás.—Claro que te vas a casar con ese hombre, quien te manda de andar de zorra como tu madre, ¿dónde te encontramos?, en una iglesia rezando o en una habitación revolcándote con nada y nada menos que con Kyle Pratt, además la empresa de tu papá está en la quiebra y en este momento tú eres la mejor opción —manifiestó Kathen con tono sarcástico.Lindsey suelta una carcajada y levantándose de la mesa grita histérica—La empresa de mi madre querrás decir y ella era una dama, no una mujer me casa con un hombre cuya esposa falleció dos semanas atrás.John se levantó de la mesa con los ojos inyectados de sangre, se aproximó a su hija y le dio una fuerte cachetada en el momento en que habla.—Eres una malcriada insolente, poca cosa, pensé que habías aprendido la lección de respetar a Kathen, sabes mocosa, esta vez usaste la cab
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lindsey, al recordar cuando hace un año, al cumplir 18 años, estaba cansada de los maltratos y humillaciones de esas tres personas, que salió sigilosamente de la casa con su moral en la espalda y unos cuantos billetes que logro reunir para el pasaje, tomó un taxi al aeropuerto, compró un boleto al extranjero donde vive su abuela materna. Se le hizo extraño que la persona que atendía la taquilla miró su pasaporte un rato, se quedó mirándola y le preguntó.—¿Usted es la señorita Lindsey Girt Rise?—¡Si soy yo! ¿Por qué?De respuesta sólo consiguió.—Espere un momento.La persona hizo una llamada telefónica que Lindsey no logró escuchar, luego de unos minutos aparecieron dos guardias de seguridad y la escoltaron a un cubículo.—Señorita, espere aquí —dice unos de los guardas y cierra la puerta a su espalda.Empezó a mirar el lugar, era blanco, con una mesa cuadrada y dos sillas, una en cada extremo, se sentó a esperar, los nervios se apoderaron de ella
La familia de la novia solo miraba en silencio, esperaban que se diera ese matrimonio para disfrutar del beneficio de ser patrocinado por las empresas Pratt.—Qué mal educado eres muchacho, esa es la educación que te hemos dado —grito el anciano por la actitud arrogante de su nieto.—Buenos días a todos, Abuelo, tengo el tiempo calculado, señor juez terminemos con esto rápido, —al terminar de hablar se sienta en la silla que está al lado de la chica.La boda fue rápida, el corazón de Lindsey estaba acelerado, sintió un sudor frío recorrer su espalda, no por su esposo, sino porque en algún momento de su vida soñaba con casarse por la iglesia con el amor de su vida y ahora ese sueño se fue por el acantilado.Kyle firmó el documento, de reojo miro a la chica quien no le generó ningún sentimiento, estaba neutro, se levanta de la silla acomodándose el traje.Con una sonrisa malévola, Kathen le susurro en el oído a su hija—. Te lo dije, este hombre va a acabar con ella.Courney solo miraba
CAPITULO 7 En un apartamento lujoso estaba una pareja disfrutando del sexo. Kyle le agarró las manos a Catrina bruscamente, la lanzó de espalda en la cama y la penetro salvajemente, ella gemía de placer, él se sintió frustrado por verse obligado a casarse con una chica insignificante. Cuando acabó, se retiró de ella, entró al baño y tiró el condón en la papelera, luego la desamarro y empiezo a vestirse. —¿Te vas?, ¡Pensé que pasaríamos la noche juntos! —Recuerda que desde hoy soy un hombre casado y tengo que cuidar mi imagen. — Estoy cansada de que tu abuelo quiera dirigir tu vida, estoy a punto de perder el control. —Pero tú no colaboras, te dije que no podías asistir contigo a ese evento, y la niña se aparece nada más y nada menos que con la competencia. Catrina hace un puchero mientras se posiciona detrás de él acariciándole el cabello, le habló coqueta —¡Ya perdóname sí! Solo fui con él a ese evento para darte celos, porque no te decides a enfrentar a tu abuelo y reclamar
Lindsey llegó a la mansión como de costumbre, cuando estaba dando unos pasos en la punta de las escaleras escuchó una voz intimidante.—¿Dónde estabas?Lindsey pone los ojos en blanco y volteo para mirarlo—. ¡Buenas noches, Kyle! ¿Cómo estás?—Para ti soy el señor de la casa, debes dirigirte a mí, como señor Kyle.A Lindsey no le gusto como él le estaba hablando, su mirada oscura la asustó, sintió miedo de ser maltratada nuevamente, sus manos empezaron a sudar, las une para agarrar fuerza, estaba cansada de ser pisoteada.«Así no salga viva de esa casa, no voy a dejar que nadie más siga humillándome» levantó las cejas y con voz irónica respondió.—Discúlpeme su majestad, como mi esposo, aunque sea por un papel, no veo la necesidad de tanto formalismo.—¡Cállate! —gritó al escuchar su tono sarcástico y la mirada retadora de la joven.—¡A mí no me gritas! ¡Que no somos animales! ¡Somos dos personas civilizadas!—¿Quiero que expliques por qué llegas a esta hora a la casa?, se supone que
En ese momento tocan la puerta, levantó la vista.—¡Adelante! — demandó una mueca de disgusto.—Permiso cuñado, podemos hablar, —entró una afligida Courney.—¿Dónde está Rebeca? ¿Por qué no te anunció? —gritó con su mirada sombría.—La vi entrar al baño, espero que no te moleste mi atrevimiento de estar aquí en tu oficina —contesto con un tono delicado.—¿Dime que quieres?—No sé cómo decirte esto cuñado —se aproximó a su escritorio y se sentó frente a él.—ya que estás aquí, habla de una vez.—Quería decirte que mi hermana no es la niña buena que le hace creer a todos con su vestimenta.—¡Courney! Si vienes a hablar mal de tu hermana, te pido que te retires de mi oficina, estoy ocupado.—Cuñado, no me trates así, para que veas que no te estoy mintiendo, estas fotos me las dio unos de sus amantes —le extiende un sobre que traía en la mano.Kyle tomó el sobre con una mano, se recostó de su silla, sacó el contenido, empezó a verlas una por una, mientras una furia iba creciendo en su int
Inmóvil por aquella mano le susurro.—¿Haría la diferencia, si te digo que lo que muestran esas fotos no es cierto? ¡No verdad! Así que cree lo que quieras y por favor suéltame.Kyle, bajo su mirada a esos labios carnosos y la besó ferozmente, le metió la lengua explorando su boca, no sabe si es por rabia o deseo, pero quería más de ese rico sabor que emanaba de su boca.Lindsey se llena de miedo, al sentir como es devora su boca, sabe que lo hacía él era por enojo, forcejea para que la suelte, en eso se le cae la toalla.Kyle se le nubla la mente, quería más de ella, la lanzó en la cama con las manos agarradas y las coloco sobre su cabeza, con la mirada lujuriosa recorrió su cuerpo, observo sus hermosos senos redondos.Lindsey entró en pánico con un hilo de voz balbuceo.—¿¡por favor no me hagas daño?Kyle reaccionó, con rapidez se levanta, ve el terror en su mirada.«¿Qué diablos estoy haciendo?» se cuestionó.—¡Perdóname! ¡No quise hacerlo! —le da la espalda y sale de la habitación