Un escalofrío recorrió el cuerpo de Lindsey, al recordar cuando hace un año, al cumplir 18 años, estaba cansada de los maltratos y humillaciones de esas tres personas, que salió sigilosamente de la casa con su moral en la espalda y unos cuantos billetes que logro reunir para el pasaje, tomó un taxi al aeropuerto, compró un boleto al extranjero donde vive su abuela materna. Se le hizo extraño que la persona que atendía la taquilla miró su pasaporte un rato, se quedó mirándola y le preguntó.
—¿Usted es la señorita Lindsey Girt Rise?
—¡Si soy yo! ¿Por qué?
De respuesta sólo consiguió.
—Espere un momento.
La persona hizo una llamada telefónica que Lindsey no logró escuchar, luego de unos minutos aparecieron dos guardias de seguridad y la escoltaron a un cubículo.
—Señorita, espere aquí —dice unos de los guardas y cierra la puerta a su espalda.
Empezó a mirar el lugar, era blanco, con una mesa cuadrada y dos sillas, una en cada extremo, se sentó a esperar, los nervios se apoderaron de ella, no sabía qué pasaba, ¿Por qué la tenían en esa habitación?, una hora después la puerta se abre y un sudor recorre cada parte de su cuerpo y el desasosiego aparece.
— Escuincla estúpida, creíste que te podías escapar sin que yo no me enterara — gritó su papá trazando una sonrisa malévola en su boca, acercándose a ella, la presiona por el brazo, se la lleva a rastra por el pasillo del aeropuerto, luego la lanzó en la parte trasera del carro y conduce.
Lindsey expresaba terror al mirarlo por el retrovisor, el rostro de su papá frío y distante.
Al llegar a la casa la sacó a la fuerza del carro, ella solo lloraba a mares, él abrió la puerta del sótano, le dio una cachetada tan fuerte que ella cayó rodando por unos pocos escalones, adolorida, se levantó.
—¿Cuál es tu propósito? Volverme loco, siempre creando problemas, te voy a enseñar a obedecer. Dime mocosa, ¿Por qué trataste de escapar?
—Ya no soporto más vivir en esta casa, soy la única con quien descansan sus frustraciones, siempre vivo humillada por Kathen, Courney hace las cosas y me culpa a mí y tú solo le crees a ella, lo que haces es castigarme.
La ira se apodera de él, baja las escaleras a pasos acelerados y le da otra bofetada que le rompe el labio inferior.
—¡Eres una malagradecida! Kathen trata de ser como una madre y tú la rechazas, Courney quiere llevarse bien contigo, pero tú siempre haciéndola inferior a ti, dale las gracias a tu madre que colocó en el testamento que sólo puedes irte de aquí hasta que cumplieras 21 años o estés casada. Ningún hombre estaría dispuesto a casarse con una mujer tan insípida y rebeldía como tú, yo no estoy dispuesto a perder esta casa por tu culpa —le dio la espalda, subió las escaleras desapareciendo del lugar.
Pasó una semana encerrada en el sótano, durmiendo en una colchoneta, la luz que tenía entraba por una pequeña ventana, sollozando, se abrazaba así misma por el frío que hacía en ese lugar húmedo. Le daban agua y comida una vez al día, desde allí dejó de llorar y hacía lo que ellos les decían para poder sobrevivir.
Volviendo a la realidad, Lindsey sacudió la cabeza para decir:
—No te preocupes amigas con lo que he vivido, no creo que sea peor estar sacada con ese hombre, mejor vamos a trabajar, que faltan dos horas para ir a clases.
Las dos amigas estudian diseño de moda y están en el último año para graduarse.
Al otro lado de la ciudad están dos mujeres conversando.
—¡Mamá! ¿Por qué permitiste que fuera ella la que se casara con Kyle y no yo? —grito histérica Courney haciendo berrinches.
—Recuerda que fue a ella a quien encontramos en esa habitación y no a ti, el abuelo de ese hombre fue quien propuso el matrimonio y tu padre sacándole ventaja, aceptó gustoso.
—Pero mamá, ella tendrá más prestigio que yo si se casa con él, esa millonaria y eso no lo puedo permitir.
—¡Hija cálmate!, ese matrimonio será beneficio para nosotras, ellos van a invertir en la empresa y los negocios van a crecer, pronto vamos a estar a su nivel.
—Mamá, yo quería ese hombre para mí, es joven, guapo y poderoso, yo me lo merezco más que ella, ¿Vamos a impedir ese matrimonio?
—¡Hija! Ese hombre es un mujeriego, que desecha a las mujeres como basura, puede ser muy atractivo, pero no demuestra sentimientos, al contrario, es una persona cruel y arrogante, ¡tú no mereces que te traten mal! ¡Eres una princesa! Él se casará con Lindsey, la utilizara y luego la votara como lo que es ¡Un cero a la izquierda!
—Espero que su vida de casada sea un infierno y cuando la deseche sea una inútil que no sirva para nada.
—¡Así será princesa! Lo importante es que ya se va de esta casa y tú serás la heredera de todo, yo convenceré a tu padre que ponga la empresa a tu nombre y podremos disfrutar de su fortuna.
Courney brincaba de alegría, pronto disfrutaría de la fortuna de su hermana que debió ser de ella desde un principio.
El día de la boda ha llegado.
Lindsey entró en pánico, por no saber lo que le espera al lado de ese hombre, suspiró varias veces antes de abrir la puerta, controló su respiración para no demostrar miedo, con un semblante neutro bajo las escaleras, llevaba con un vestido blanco suelto con mangas largas, una coleta alta, sus gafas negras y sus converse blancos favoritos.
Todos la miraron con desprecio, su papá rodó los ojos antes de abrir la puerta de la casa, las mujeres estaban alegres porque pronto se libraría de ella y otro la haría sufrir.
La boda era el registro civil.
Kyle no quería fiesta, solo firmar en el registro, que pasara un año, divorciarse y seguir con su vida como hasta ahora.
En el registro estaban, el abuelo Hugo, Sussan, los padres de la novia, la hermana y la novia sentada en su silla frente al escritorio del juez, quien estaba impaciente porque el novio no había llegado.
—Este muchacho, si le gusta verme molesto, mira la hora que es y no ha llegado, —dice el anciano mirando su reloj.
—Ya va a llegar, él sabe que si no se casa, le quitas la presidencia —dice Sussan mirando con desagrado a la novia.
El anciano observó a su hija, miraba a la chica, y dándole un pequeño toque, él en brazo dijo:
—Que las apariencias no te engañen, hija, tengo fe en esta chica.
En ese momento entró al registro una figura imponente, seguido por su asistente.
—Viste papá, te dije que iba a venir.
Lindsey al escuchar que hablaban volteo, trago en seco al ver un hombre moreno vestido con un traje negro a la medida, calculo que mide aproximadamente 1,90 cm, traía gafas negras, se acerca al escritorio quitándose los lentes para mostrar sus fríos ojos azules, ella solo pudo acomodarse en la silla.
—¡Aquí estoy! ¿Dónde debo firmar? —expresó Kyle sin emoción.
La familia de la novia solo miraba en silencio, esperaban que se diera ese matrimonio para disfrutar del beneficio de ser patrocinado por las empresas Pratt.—Qué mal educado eres muchacho, esa es la educación que te hemos dado —grito el anciano por la actitud arrogante de su nieto.—Buenos días a todos, Abuelo, tengo el tiempo calculado, señor juez terminemos con esto rápido, —al terminar de hablar se sienta en la silla que está al lado de la chica.La boda fue rápida, el corazón de Lindsey estaba acelerado, sintió un sudor frío recorrer su espalda, no por su esposo, sino porque en algún momento de su vida soñaba con casarse por la iglesia con el amor de su vida y ahora ese sueño se fue por el acantilado.Kyle firmó el documento, de reojo miro a la chica quien no le generó ningún sentimiento, estaba neutro, se levanta de la silla acomodándose el traje.Con una sonrisa malévola, Kathen le susurro en el oído a su hija—. Te lo dije, este hombre va a acabar con ella.Courney solo miraba
CAPITULO 7 En un apartamento lujoso estaba una pareja disfrutando del sexo. Kyle le agarró las manos a Catrina bruscamente, la lanzó de espalda en la cama y la penetro salvajemente, ella gemía de placer, él se sintió frustrado por verse obligado a casarse con una chica insignificante. Cuando acabó, se retiró de ella, entró al baño y tiró el condón en la papelera, luego la desamarro y empiezo a vestirse. —¿Te vas?, ¡Pensé que pasaríamos la noche juntos! —Recuerda que desde hoy soy un hombre casado y tengo que cuidar mi imagen. — Estoy cansada de que tu abuelo quiera dirigir tu vida, estoy a punto de perder el control. —Pero tú no colaboras, te dije que no podías asistir contigo a ese evento, y la niña se aparece nada más y nada menos que con la competencia. Catrina hace un puchero mientras se posiciona detrás de él acariciándole el cabello, le habló coqueta —¡Ya perdóname sí! Solo fui con él a ese evento para darte celos, porque no te decides a enfrentar a tu abuelo y reclamar
Lindsey llegó a la mansión como de costumbre, cuando estaba dando unos pasos en la punta de las escaleras escuchó una voz intimidante.—¿Dónde estabas?Lindsey pone los ojos en blanco y volteo para mirarlo—. ¡Buenas noches, Kyle! ¿Cómo estás?—Para ti soy el señor de la casa, debes dirigirte a mí, como señor Kyle.A Lindsey no le gusto como él le estaba hablando, su mirada oscura la asustó, sintió miedo de ser maltratada nuevamente, sus manos empezaron a sudar, las une para agarrar fuerza, estaba cansada de ser pisoteada.«Así no salga viva de esa casa, no voy a dejar que nadie más siga humillándome» levantó las cejas y con voz irónica respondió.—Discúlpeme su majestad, como mi esposo, aunque sea por un papel, no veo la necesidad de tanto formalismo.—¡Cállate! —gritó al escuchar su tono sarcástico y la mirada retadora de la joven.—¡A mí no me gritas! ¡Que no somos animales! ¡Somos dos personas civilizadas!—¿Quiero que expliques por qué llegas a esta hora a la casa?, se supone que
En ese momento tocan la puerta, levantó la vista.—¡Adelante! — demandó una mueca de disgusto.—Permiso cuñado, podemos hablar, —entró una afligida Courney.—¿Dónde está Rebeca? ¿Por qué no te anunció? —gritó con su mirada sombría.—La vi entrar al baño, espero que no te moleste mi atrevimiento de estar aquí en tu oficina —contesto con un tono delicado.—¿Dime que quieres?—No sé cómo decirte esto cuñado —se aproximó a su escritorio y se sentó frente a él.—ya que estás aquí, habla de una vez.—Quería decirte que mi hermana no es la niña buena que le hace creer a todos con su vestimenta.—¡Courney! Si vienes a hablar mal de tu hermana, te pido que te retires de mi oficina, estoy ocupado.—Cuñado, no me trates así, para que veas que no te estoy mintiendo, estas fotos me las dio unos de sus amantes —le extiende un sobre que traía en la mano.Kyle tomó el sobre con una mano, se recostó de su silla, sacó el contenido, empezó a verlas una por una, mientras una furia iba creciendo en su int
Inmóvil por aquella mano le susurro.—¿Haría la diferencia, si te digo que lo que muestran esas fotos no es cierto? ¡No verdad! Así que cree lo que quieras y por favor suéltame.Kyle, bajo su mirada a esos labios carnosos y la besó ferozmente, le metió la lengua explorando su boca, no sabe si es por rabia o deseo, pero quería más de ese rico sabor que emanaba de su boca.Lindsey se llena de miedo, al sentir como es devora su boca, sabe que lo hacía él era por enojo, forcejea para que la suelte, en eso se le cae la toalla.Kyle se le nubla la mente, quería más de ella, la lanzó en la cama con las manos agarradas y las coloco sobre su cabeza, con la mirada lujuriosa recorrió su cuerpo, observo sus hermosos senos redondos.Lindsey entró en pánico con un hilo de voz balbuceo.—¿¡por favor no me hagas daño?Kyle reaccionó, con rapidez se levanta, ve el terror en su mirada.«¿Qué diablos estoy haciendo?» se cuestionó.—¡Perdóname! ¡No quise hacerlo! —le da la espalda y sale de la habitación
Al llegar a la casa, abrió la puerta y se quedó paralizado, observo con la mirada fría el interior de su casa, el espacio de su amplia sala fue remodelada completamente, los muebles fueron movidos, los almohadones negros fueron sustituidos por un color turquesa que hacían juego con las cortinas llamativas de flores, en cada esquina del gran ventanal había dos jarrones largos de cerámica blanca con textura, que contenían espigas doradas con flores amarillas y naranja dando un ambiente fresco y alegre, camina hacia la cocina, encuentra a Emilia quien al verlo exclamo.—¿Verdad que quedó hermosa la casa?, mi niña le dio vida.—Umm, ¿lo hizo sola?—¡Sí!, bueno, todos colaboramos, pero fue su idea —expresó encantada por la niña de corazón noble que llegó a la mansión a darle vida y trata a todos por igual.— ¿Lindsey ya ceno?—¡Sí, mi niño!, debe de estar cansada, en la mañana fuimos al centro comercial de compras, luego se puso como verás a darle vida a este hogar, te voy a preparar algo
Era viernes Lindsey salió sin desayunar. Camino hacia la parada de tránsito, agarró su autobús de ruta urbana, después de 30 minutos de recorrido llegó a su destino.—Amiga llegaste —comento Janna al verla bajar del transporte público.—Sabes cómo son las colas de los carros a esta hora —marcho hacia su amiga y le da un abrazo con una amplia sonrisa.—Vamos a desayunar, hoy va a ser un día especial —contesto Janna eufórica y se agarró el brazo de su amiga, caminaron distraídas hacia un puesto de comida ambulante.—Bienvenidas jovencitas, que les sirvo hoy —dijo una señora regordeta, con una sonrisa animada.—A mí un café con leche grande, con 2 pastelitos, uno de carne y otro de pollo —apresuro a decir Lindsey.—A mí un café grande, 3 pastelitos de carne, pollo y queso, no se olvide la guasacaca, la vez pasada me la negaste, —pidió Janna haciendo ojitos.—Cómo vas a decir eso si dejaste el envase vacío —soltó Lindsey rodando los ojos.—Amiga, es que puso uno para las dos y eso no es j
Las chicas almorzaron en el local, Gloria les enviaba la comida. A las 5 de la tarde ellas salieron del local, Janna le paso candado a la reja, Lindsey busco un taxi con un paquete en la mano, las dos lo ocuparon. Un carro los siguió hasta la universidad.Freed estaciono y se bajó posicionándose en la parte delantera de su carro, Kyle hizo lo mismo cruzando los brazos. —¿A que no sabía que estudiaba? —soltó Freed seguida de una carcajada al ver la mirada desencajada de su amigo.—Cállate.—¿Ahora qué hacemos?, las hemos vigilado todo el día y mi cuñada es una cajita de sorpresa.Kyle estaba sorprendido por las cosas que había descubierto de su esposa, resignado a retirarse, escucho un grupo de jóvenes que decían.—Por fin hoy nos graduamos, vamos a recibir nuestro título, —vociferó una jovencita.—Seré una gran diseñadora de moda —con un brillo de alegría en los ojos intervino otra chica.Con la mirada oscura observó a su alrededor, llegaban carros y se bajaban personas acompañando a