Quizás habíamos avanzado muy rápido, pero ya habíamos hablado de vivir juntos y la idea me parecía fantástica. Teníamos todo el tiempo del mundo por delante, no había apuro, él quería que yo disfrutara mi tiempo trabajando con los Wellington, a ellos les gusta mi trabajo y yo era feliz en esta empresa.
Pero a la vez yo no quer&i
Había tenido una semana particularmente intensa. Es verdad que tenía mucho trabajo, pero la realidad era que me había abocado a los proyectos que tenía, como una forma de huir de la realidad y no pensar. Hace un par de semanas que no había visto a Brandon, me había comentado que tenía que armar un evento difícil en su nuevo trabajo, lo que le estaba llevando más tiempo de lo que había pensado.Él seguía como siempre, enviándome hermosos mensajes, fotos, escribiéndome cada día varias veces al día, preguntando qué hacía, qué había comido, a donde había ido y si estaba bien. Además, él me estaba ayudando a armar mi propia empresa de diseño. Más que una empresa era un emprendimiento.Bra
Brandon — Primo... ¿Por qué estás tan preocupado? Si es por Ady... ya Annie y Lizzie me confirmaron que ella está nerviosa pero contenta. Y que por supuesto adoró los regalos que enviaste. Así que quédate tranquilo. Ah, y todos luce perfecto afuera… en serio, es como un sueño— me decía Billy. Como siempre con su carácter relajado. Honestamente, no sé por qué estoy tan nervioso... Quizás es porque hoy es uno de los días más importantes de toda mi vida. No me queda la menor duda. Tenemos casi un año planeando la boda, con tantas personas involucradas y atentas a que todo funcione correctamente que... Tal como dice mi primo, todo está perfecto... Y si algo sale mal... francamente, lo único que me importa es que, ella sea mi esposa. Mi Ady, mi prometida… mi futura esposa. Para mí podría acabarse el vino y la champaña, se puede ir la luz, pueden faltar la mitad de los asistentes... Y francamente poco me importaría, pienso riéndome. Yo lo único que necesito es estar con ella, compartir c
Brandon — Por dios Adelaida— le digo mientras ella me acaricia bajo las sábanas. Su boca está en mi cuello y sus manos viajan por todo mi cuerpo, despertando todo en mí, mis ganas, mi deseo y mis más bajos instintos. Ella me controla a cada minuto. Por un momento estaba durmiendo, descansando, soñando con quién sabe qué cosa... cuando de repente la sentía tocándome, y ella me atraía a mi realidad. A mi maravillosa realidad. En segundos, mi bóxer estaba bajando por mis piernas y perdido en algún lugar de la cama, y ella estaba sobre mí, besando mi pecho, dejando marcas por mi piel, ella bajando peligrosamente por mi abdomen y mi vientre, y yo me disponía a reprimir unos gritos mientras ella estaba entre mis piernas. Por todos los cielos…qué manera de despertar. Cuando ya yo no podía más y sentía mis piernas temblar, prácticamente le supliqué. —Mi amor... por favor— le dije, y ella ya estaba sentada a horcadas sobre mi regazo, apartando las sábanas, mientras se quitaba su pijama
Brandon —Heyyy… ¿A dónde vas?— Le pregunto mientras la veo levantarse con cuidado de la cama. —Ummm... ¿A preparar todo lo que tenemos para hoy? Tenemos que comenzar temprano si queremos aprovechar el día — dice ella muy contenta y luego se acerca a mí y coloca un dedo en mis labios, acariciando de manera seductora... como si fuera una promesa. Una dulce y picante promesa — Y también para aprovechar la noche…— dice y yo actuó tan rápidamente que ella no lo ve venir. La tomo por los hombros y rápidamente la apoyo, acostándola de espaldas a la cama, ella suelta un pequeño grito y se ríe a carcajadas. Yo me coloco sobre ella y la beso. Su camisón suave se levanta, escurriéndose por encima de su muslo, ella se retuerce deliciosamente bajo de mí. —Shhh se supone que estamos durmiendo... y no que tú me estás seduciendo— le digo divertido, pasando la palma de mis manos por sus muslos, tomando todo lo que puedo a mi paso. —¿Yo te estoy seduciendo?— pregunta ella levantando una ceja,
—Hola mamá— digo de forma distraída mientras recibo la llamada que aparece en mi celular mientras voy camino al trabajo. Ni siquiera había escuchado el teléfono, tengo la cabeza en otras cosas. Ayer mismo mi jefe nos había comentado que el nuevo CEO iba a reunirse con nosotros hoy, y es todo en lo que puedo pensar. Yo creo que los cambios son buenos ¡Y vaya si necesito un cambio! He tenido pocas oportunidades en el trabajo —Ady querida… solo llamo para recordarte que están próximos a comenzar los preparativos para la boda de Annie. Los Clark no solo invitaron a tu hermana, sino que amablemente nos incluyeron en su lista, ¡incluso a ti! ¿No son maravillosos?— dice y puedo notar el evidente placer en su voz. —Ah sii mamá… ehhh si, sobre eso… ehhh… aún no sé si voy a ir porque…— —¡No digas tonterías! Este es el evento del año y ellos han sido excelentes amigos. Necesito que estés atenta para que no nos vayas a dejar mal frente a los Clark. Te quiero bien involucrada en todo lo que
Déjenme contarles quién es Brandon Clark. Bien, la historia es así, cuando mi hermana Fernanda era pequeña conoció a Annie y se hicieron amigas. Mi mamá acostumbraba a llevarme a sus citas de juegos para no dejarme sola, pues tenía que trabajar y tener su vida y ahí en su gran casa, una casa inmensa con todo lo que unos niños puedan desear… conocí a Brandon, que era mayor que Annie y por un par de años. Era un niño lindo y, como yo era la menor de todos, siempre me protegió y me cuidaba. En poco tiempo éramos un grupo de amigos donde siempre me trataban como una especie de mascota del grupo, supongo que era una niña inocente y rechoncha, lo cual parecería adorable en ese momento. Pero Brandon… siempre fue especial conmigo, eso es verdad, jamás lo ocultaba, todo lo contrario. Me tenía paciencia si no aprendía algo, me explicaba y hasta se unía a mis juegos.A veces la familia Clark nos invitaba a su casa de la playa, a mi hermana y a mí… y esos simplemente fueron los mejores días de
Habían pasado aproximadamente siete años desde que nos vimos la última vez, o al menos desde que yo lo vi de lejos en la graduación de Annie… y sí que había cambiado. Envejecido para bien, por supuesto. Su cabello rubio oscuro estaba cuidadosamente peinado hacia atrás, tenía un traje fantástico y a la moda, un reloj caro en su muñeca y sus rasgos eran masculinos y hermosos. Sus ojos castaños que había querido tanto desde niña me miraban con una expresión casi alegre, tenía pequeños destellos dorados en sus pupilas que me encantaba admirar. La sonrisa que me daba era arrebatadora, con unos dientes perfectamente blancos, era muy expresivo como si me hubiese encontrado dándome una gran sorpresa. Su espalda era ancha, podía ver sus brazos musculosos bajo su traje y su voz era encantadoramente grave y masculina. Sí, era un hombre que podía tener lo que quisiera en esta vida solo con extender su mano. Era sexy, con dinero, estudiado, todos deben haberse enloquecido cuando él entró, Brando
Digamos que eso no fue tan así como yo pensaba. Habían pasado ya casi dos semanas en donde, efectivamente, se aprobó la propuesta y estábamos full de trabajo, era todo lo que habíamos querido y finalmente cuando llegó… yo era miserable. La primera semana, teníamos reuniones casi todos los días en donde yo veía a Brandon de lejos y cuando se me acercaba yo inventaba una excusa antes que llegara siquiera a hablarme. Me escribió un par de mails de trabajo a los que yo respondía muy profesionalmente, y de repente todo iba bien…. o al menos eso creía. Porque cuando yo bajaba la guardia o empezábamos a ser bien cordiales… el hombre volvía a hablar de lo mismo, cuando mencionaba algo de salir a tomarnos el mencionado café o cenar, yo simplemente no respondía. ¡Dios mío! ¡Qué hombre tan persistente! No podía verme o escribirme sin sacar a relucir el estúpido café, una copa en un bar de la esquina, una cena, una merienda, y pare usted de contar las posibilidades de salidas sociales. Yo simpl