Nary meditó unos minutos antes de expresar la felicidad que llenaba su corazón, su madre sí que sabía qué hacer en momentos cuando todo parecía perdido.Volvería a ver a los amigos, tres años y medio pasaron desde que ella estuvo en casa, siempre que regresaba encontraba muchos cambios, una de sus amigas se había divorciado después de muchos años de soportar, admiraba su valor por hacerlo, sin importarle nadie más que ella misma, mantenían la comunicación constante, estaba nuevamente enamorada y se casaría. Esbozaba una gran sonrisa en aquel momento, Nary daba por sentado que se tomaría largas caminatas con su madre.Yeosu era un hermoso lugar, los amaneceres fantásticos, dentro de poco llegaría la navidad, quizás se quedarían para recibir el nuevo año, no existía la prisa por regresar. Su plan era quedarse unos tres meses, Elmer se sentía a gusto con la idea, la abuela podía darle lugar en la empresa, aunque era mejor que tomara la decisión con calma.Volvería a encontrarse con los a
El auto avanzaba por la carretera en un día totalmente soleado, la abuela Yumy miraba feliz el atardecer, estarían alrededor de las cinco en casa, Nary contempló el rostro de su madre por varios y largos minutos, le veía feliz y sus ojos no mentían.Suspiro mirando su teléfono, Ann no se comunicó con ella, mantenía aquel hermético silencio.Mientras el auto continuaba avanzando, Nary se entretuvo mirando los colores que ya daban su anuncio a una primavera inolvidable. La música acompañaba el recorrido, el señor Kril miró a Nary, con aquella mirada de seguridad sobre sus pensamientos. -Ella vendrá al final-. Eso era lo que expresaba, el señor conocía a todos muy bien.El equipaje estaba en el auto listo, Cristian tomaba un pequeño bolso de mano y apresuraba a Cherli, el vuelo saldría en algunas horas, le gustaba hacer todo con suficiente tiempo, de hecho, comerían algo en un restaurante que era de sus favoritos.Se despedía de su hermano, Cliff y Jeremy, Ada también estaba allí para de
Derek tomaba su equipaje mientras miraba las escaleras con algo de esperanza, mirando el reloj se convenció de marcharse.El conductor tomaba su equipaje para llevarlo al auto, una última mirada a las escaleras le convenció que Ann no tomaría la decisión de acompañarle.El auto se marchaba en el momento que Ann abría la ventana para mirar con ojos tristes la partida de Derek.Cerrando la ventana miró su maleta hecha, se sentó en la cama mientras sus pensamientos volaban agiles. Era una mezcla de miedo y por momentos añoranza de su marido.Las lágrimas corrieron sin detenerse, sin control alguno sobre ellas.Se hizo un cambio de prendas rápido, tomó la valija y bajando las escaleras la dejó allí.Fue en dirección a la cocina, el personal al verla allí se quedó en silencio.-Quiero entregarles las llaves de nuestra casa en la playa, quiero que se tomen una semana completa y descansen, viajaré por unos meses, señora Pat queda al cuidado de todo, le enviarán dos personas para que esten al
Su asistente personal colocaba la correspondencia en orden, junto a varios documentos. El té estaría sobre el escritorio inmediatamente Cristian entrara por esa puerta.Cherli revisaba que nada faltara. En minutos haría su arribo todo debía estar impecable.Era el nuevo presidente de Crawford Company Ingenieros.Sus padres, Ann Lee y el señor Derek Crawford arribaban en aquel momento a la empresa.Pasaban a ver a su hijo y notificarle que la abuela estaba de paseo por esos días.El ascensor se abría y daba paso a Cristian, se desplazaba en compañía del señor Kril y su personal de seguridad quienes discretamente caminaban a su lado. Kril era encargado de todo su esquema, era de su absoluta confianza.Una vez dentro del auto se relajaba mientras avanzaban a la oficina, le informaron que sus padres estaban ya en las instalaciones.Cerrando sus ojos por varios minutos, sus pensamientos se remontaron a unos siete años atrás.Recordaba todo como si fuera ayer;“Ese día colocaba todo en orde
Mientras se acomodaba la corbata, Cherli le extendía varias carpetas ante él, tomando su pequeña libreta leía en ella.-Ya hice la reserva, ocho y media en punto, mesa siete…señor ya le informo al personal… recuerde que tiene esta tarde junta con el contador y la abogada nueva-.- ¿Y quién cambió la anterior? -.-Pasó su renuncia, recuerda que hubo cierto rumor…ella hizo algunos comentarios con varios empleados…. Se aclaró la garganta -. pues renunció…no fue justo…solo porque se enamoró-.- ¿Injusto? Hacer comentarios con Roy Bolton de contratos de la empresa y míos es motivo suficiente, si estaba o no enamorada es algo que es irrelevante para mí-.-Si señor, para usted todo es irrelevante-.Cristian se acercaba a ella mirándole fijamente.-No es apropiado tu comentario, además creo que tienes mucho que hacer, tráeme un té de menta-.-Bien señor-. Replicaba cada silaba abandonaba la oficina y Cristian buscaba en su teléfono el número de Cliff, quería tener los datos exactos sobre el
El reloj marcaba en punto las ocho y diez, el auto aguardaba a la señorita Carlota San Martin, cabello rubio a los hombros, ojos verdes, alta y esbelta, elegante, una mujer despampanante, al abrir la puerta del auto el conductor de Cristian se percataba de su hermosura, Yeri le extendía la mano con cortesía.-Buenas noches señorita Carlota-.-Gracias-. Tomaba asiento mirando al joven, se sorprendía de su porte, elegante, sobrio, caballeroso, atractivo, ojos que invitaban a perderse en ellos, si no fuera, por aquel detalle de ser solo un conductor hubiese aceptado una salida.Mientras el coche avanzaba por la amplia avenida, sus ojos le miraban, no podía ocultar aquella forma enigmática que producía curiosidad.- ¿Está todo bien señorita Carlota?-Si. Muchas gracias-.Su cabello castaño, y ese par de ojos café claro, eran imposibles de ignorar, se sintió algo incomoda, por unos instantes sus miradas se cruzaron, el rostro masculino era encantador, ella era hermosa.Llegaron al lugar y
Conducía rápido dejando a su personal de seguridad algo atrás, de lejos observó el lugar que Cherli le había enviado. Veía el taller.Se bajaba del auto y con su corbata en mano entraba en el taller.-Oh…pero si es usted en persona. Pensé que enviaría al señor Kril-.-Soy yo…bien vámonos, si tu auto no está pasamos en la tarde a buscarlo, te traeré hasta aquí-.- ¿Usted me traerá al taller? Creo que no se siente bien hoy, además dígame la verdad… ¿Pasó la noche muy feliz?-Preguntas cosas que no son de tu prioridad, mejor dime que tienes la agenda, tengo varias reuniones y llegaré tarde por su culpa-.- ¿Mi culpa? Oiga es usted bastante desconsiderado…no tengo un coche como esos que usted suele presumir, y mi presupuesto no es millonario-. Murmuraba en voz baja lo odioso que era en ocasiones.- ¿Que dijo? En aquel momento abría la puerta del automóvil.-Dije…que rollo, por lo del auto…-.Ella le miró por algunos segundos, jamás la veía. Ella era una heroína solitaria podía decirse, un
Cherli se limpiaba el vestido y sus zapatos.-Perdón, pero usted estaba atravesado en la puerta, a quien se le ocurre colocarse justo en la puerta por donde debo entrar-.Él tomaba una toalla colocándola en sus manos.Ella le agradeció el gesto. Por suerte no se había quemado ya que no estaba excesivamente caliente.-Le repondré el té ahora mismo-. Al intentar salir del baño a tiempo, volvían a tropezarse.-Creo que es algo natural tuyo, caerte, resbalarte, tropezarte-.-Y el suyo halarme siempre del brazo-.Sus miradas se decían todo, ella con una molestia absoluta, los ojos de Cristian fríos, pero su boca atractiva.Cristian colocaba su brazo sobre la puerta lo cual no le dejaba lugar a poder moverse en ninguna dirección, él era más alto que ella.-Te gusta tropezarte en ellos, siempre te están sosteniendo-.Acercaba su rostro a ella…a centímetros de su boca, se quedaba sin aliento, cerró los ojos, quizás le besaría.- ¿Te sientes bien? -. Él le susurraba a su oído. Ella reaccionab