Cherli se limpiaba el vestido y sus zapatos.
-Perdón, pero usted estaba atravesado en la puerta, a quien se le ocurre colocarse justo en la puerta por donde debo entrar-.
Él tomaba una toalla colocándola en sus manos.
Ella le agradeció el gesto. Por suerte no se había quemado ya que no estaba excesivamente caliente.
-Le repondré el té ahora mismo-. Al intentar salir del baño a tiempo, volvían a tropezarse.
-Creo que es algo natural tuyo, caerte, resbalarte, tropezarte-.
-Y el suyo halarme siempre del brazo-.
Sus miradas se decían todo, ella con una molestia absoluta, los ojos de Cristian fríos, pero su boca atractiva.
Cristian colocaba su brazo sobre la puerta lo cual no le dejaba lugar a poder moverse en ninguna dirección, él era más alto que ella.
-Te gusta tropezarte en ellos, siempre te están sosteniendo-.
Acercaba su rostro a ella…a centímetros de su boca, se quedaba sin aliento, cerró los ojos, quizás le besaría.
- ¿Te sientes bien? -. Él le susurraba a su oído.
Ella reaccionaba de inmediato. -Si, me siento bien…-.
-Entonces salgamos de aquí, alguien podría llegar, sería una incómoda situación para los dos…pensarían que estamos en un romance en el baño, daría imaginar muchas fantasías-.
Le miraba serio y frío.
Ella se excusaba y salia a prisa de su oficina.
Se quedó en su escritorio por segundos pensando en su cercanía.
-Uf, lo único que me falta es la recepción de la noche, que día-.
Tomaba los cheques para llevarlos a la oficina.
Cristian colocaba un sello sobre varios documentos en el momento que Cherli ingresaba.
-Cherli ve a casa, así tendrás tiempo suficiente para arreglarte-. Ella no respondió.
- ¿Sucede algo? -. Sus dedos se agitaron.
-Debo buscar mi coche, no sé si le quedó claro esta mañana, necesito mi coche, usted se comprometió llevarme-.
Carlota le llamaba en aquel instante.
-Hola…si lo lamento, se me cruzaron algunas cosas justo hoy-. Miraba a Cherli.
-Caleb ha visto el lugar y tomó varias fotos, mañana nos podemos encontrar temprano, ven a desayunar en casa-.
-Gracias Carlota, iré con mi asistente-.
-Maravilloso, si Caleb me daría una mano con varias cosas-.
-Cuenta con eso-.
Cristian prefirió pedirle a Caleb que llevara a Cherli al taller, y en la noche la llevara al lugar del evento, Caleb le expresó que ya estaba en camino, solo era que Cherli estuviera lista.
-Caleb te llevará-.
-Yo pensé que-.
-Pensaste mal, además no quiero que sigas tropezando-. Tomaba su traje en mano, y se acercaba a su oído. -Quizás quieras lanzarte de nuevo a mis brazos-. Se miraron por algunos segundos, segundos que a ella le parecían largos minutos, como si el tiempo se congelara.
El reloj indicaba las siete y media en punto, Cliff y Jeremy ingresaban en el departamento solían quedarse algunas veces en casa de Cristian, porque entrenaban en el amplio gimnasio, Cristian salía del baño e ingresaba al vestier, buscaba un traje para la ocasión.
Sus amigos ingresaron a tropel, le saludaban entre risas y abrazos.
-Vaya señor presidente, ¿Que ha pasado durante mi ausencia? -. Cliff reía divertido mientras colocaba voz de suspenso-.
-Nada, todo igual…trabajar-.
-Que aburrido…creí que tendrías alguna historia linda de amor-.
-Tengo esta noche un evento, vístanse que iremos juntos-.
-Irá tu familia-.
-Si, mi asistente, Carlota estará, Carla Belfort, y otras adorables caza maridos-.
- ¿La linda Cherli va ir? -. Cliff sonreía. -Esa chica es linda, un poco de ejercicio, un toque de lápiz labial, color en sus mejillas, y es una reina-.
- ¿Cherli una reina? Reina de algo en específico si lo es, de los tropiezos…-. Cristian se colocaba la camisa, y se acomodaba su cabello.
-Cállate tonto- Agregaba Jeremy. -Pero es cierto, deberías entrenarla un poco, unas pocas libras que pierda, es linda Cherli…piénsalo-.
-Bien chicos, Cherli solo puede esta noche estar conmigo, es mi asistente...que no se les olvide-.
-Oh…que veo aquí ¿Celos repentinos? ¿Acaso la chica le atrae? ¿Hay algunas miradas que se han cruzado? -. Cliff le miraba colocando expresión de suspenso.
-Deja de jugar conmigo, ahora vístete y vamos que nos esperan-. Cristian salia del vestier, en aquel momento ingresaba Claris quien le ayudaba con su cabello.
-Quedarás de foto de revista, te cortaré un poco, y serás la sensación del lugar, tienes un rostro hermoso como el de tu madre-.
-Gracias, solo es un pequeño arreglo y ya-.
-Bien manos a la obra-.
Y dicho esto, hizo unos pequeños cortes dándole la forma que siempre usaba definiendo sus rasgos, luego aplicaba una crema y espuma, su cabello quedaba impecable.
Ann Lee, se miró frente al espejo quien le devolvía la hermosa imagen tomando los pendientes su arreglo culminaba, caminando hacia la ventana miró el cielo de esa noche que lucía espléndido, varias estrellas brillaban igual que ella.
Dos toques en la puerta le hicieron girar.
-Mi señora su esposo ya está en el vestíbulo esperándole-.
-Gracias Pat, dame cinco minutos-.
La señora Pat ama de llaves cerraba la puerta sin hacer ruido.
Ann Lee tomó la fotografía que estaba sobre su tocador. Una hermosa chica de unos doce años con una gran sonrisa lucia allí en medio de un rosal. Ann se quedó observándola por segundos, para volverla a colocar donde se encontraba.
-Que hermosos días aquellos, cada día que se pasa no vuelve nunca más-. Dicho esto, salió de la habitación y bajó las escaleras.
Sonreía a su esposo y del brazo de él abordaba el auto.
Una vez en al auto Ann Lee, soltaba el brazo de su esposo, mirando por la ventana, hizo un comentario sobre la exposición, y lo que esperaba. Sería bueno que Cristian cerrara un buen negocio con Correlle.
-Es una gran oportunidad, tendríamos exclusividad en algunas líneas-.
-Estoy seguro que Cristian tendrá esos pequeños detalles en cuenta…por cierto…luces hermosa Ann-.
-Gracias, y tú muy apuesto-.
Llegaron al lugar, se miraron por algunos segundos, el conductor abría la puerta, y Derek saludaba a los fotógrafos, Ann suspiraba, se acomodaba su collar, miró su rostro y se dispuso a salir.
Tomando la mano extendida de su marido sonreía con felicidad.
-Es bella la señora Crawford-. El fotógrafo le tomaba varias fotos.
- ¿Qué piensas del matrimonio? -.
-Son una pareja muy feliz, no cabe la menor duda-. Respondía su compañero.
Caleb esperaba a Cherli en el auto, notó que dos mujeres conversaban con ella en tono algo áspero. Abría la puerta del auto para auxiliarle en caso que fuera necesario, alcanzaba a escuchar la conversación.
-Me parece que una fiesta a esta hora es una excusa para andar por ahí con algún novio a escondidas-. Su madre Celia le miraba.
-Yo no estoy de acuerdo con esa salida, ¿Y qué es eso que tu jefe te pide ir a reuniones de noche? Deja mucho que desear de ti-.
Su abuela Rossi le halaba por el brazo.
-Eres una completa sinvergüenza, que hombre te tomará en serio-.
En aquel momento Caleb que ya no podía soportar más los insultos de los cuales Cherli era víctima, se acercaba a ellas.
-Buenas noches, señorita Cherli debemos irnos la esperan los inversionistas, además el señor Cristian ha preguntado por usted, ya le informé que vamos en camino, por favor apresúrese, debo aun pasar por la señorita Carlota y su familia-. Le miraba haciendo un gesto con sus manos de que subiera al auto, y mirando su reloj hizo gesto de molestia.
-Si claro, perdone…bien mamá cuídate, y no me esperes tengo llaves de la casa…abuela deja de pensar siempre cosas retorcidas-.
Se subía al auto y agradecía a Caleb por la intervención.
Caleb sonreía y se colocaba en marcha. Le dijo que al llegar ingresarían directamente al estacionamiento y subirían por el ascensor. En la entrada principal la prensa estaba aglomerada.
Cristian hizo su arribo con sus amigos, los fotógrafos tomaban las fotos posibles, al otro día estaría en varios titulares de los sociales. Por suerte para él no traía compañía femenina y trató de pasar desapercibido, saludo a varios en la entrada y se encaminaba al interior.
Carla Belfort fue la primera que se adelantó a saludarle, dándole un beso en la mejilla le tomaba por el brazo, Carlota San Martin hizo su entrada, se veía hermosa, segura y dueña de sí misma.
Los padres de Cristian se encontraban saludando a la familia Correlle, en aquel momento Carlota miraba en todas las direcciones, buscaba con su mirada a Caleb. Quizás no vendría esa noche.
Carla reía y hablaba sin parar con Cristian, él solo atinaba a responder sus preguntas.
-Espero que regreses por el restaurant, o cuando quieras algo especifico por favor no lo dudes-.
-Muchas gracias-.
-Que modesto Cristian me encanta-.
-Me adulas tanto que me haces sentir incomodo-. Sus ojos miraban en todas las direcciones, en una de las puertas veía a Caleb con Cherli que ingresaban al gran salón.
-Permíteme acaba de llegar un amigo-.
Carla se le unía a su paso hacia la pareja que venía en dirección a ellos, Cherli se veía radiante, su cabello medio suelto se veía hermoso.
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La colección fue totalmente bien recibida, los críticos estuvieron de acuerdo en decir que los detalles en todas las piezas tenían una delicadeza, calidad, y precios realmente llamativos, haciéndole competitiva a la vez, no era de desconocer que Valdivia la otra gran empresa se enfrentaría a un gran reto.Cristian tomaba lugar en la mesa con sus padres quienes invitaban a la señorita Carla Belfort que los acompañase.-Es un gusto, muchas gracias-.-Que hermoso vestido te ves hermosa-. Ann le sonreía mientras brindaba con ella.-Oh, señora Lee, aquí la verdadera belleza es usted-.-Pamplinas…eres joven, hermosa, culta, conocemos tu familia, me encantaría que fueras la novia de nuestro hijo, estás aprobada cariño-.-Así es…creo que las dos familias estrecharían vínculos aún más fuertes-.Cristian miró a su madre con aquellos ojos que mostraban una pequeña molestia, pero trató de disimular, muchos ojos les observaban, además faltaba poco para dar por terminada aquella fastuosa reunión. E
La luz del amanecer irradiaba poco a poco, el señor Kril le había traído un paquete, jean, camisa, zapatos, bolso, y lo que ella le había solicitado, ¿Cristian poseía acaso alguna bodega con disponibilidad las veinticuatro horas del día? Era un riquillo que todo lo había poseído en su vida, ¿Que sabía de necesidad, hambre y zapatos rotos? Nada.Se vestía a prisa y bajaba al desayuno, Caleb pasaría por ella para llevarle a la empresa. Era considerado en el fondo, podía significar que tenía corazón. Porque Cristian Crawford, por instantes era seco, parco y extraño…bastante extraño.Caleb tomaba su café esa mañana y estaba a punto de irse cuando Cristian le preguntaba cómo estaba el auto de Cherli.-Es un fiasco-. Se reía.-Entonces llévalo con Samuel, lo dejará como nuevo-.-Hoy tendrá problemas graves en su casa, por lo que vi su madre es una tirana-.-Yo la llevaré, debo reconocer que anoche fue para ella un reto ir al lanzamiento-.En aquel momento el teléfono de Caleb sonaba, era Ca
Cristian miraba los planos que Cliff extendía ante la amplia mesa, revisaba todo detalladamente. Casi todos los empleados se habían ido a un evento que la empresa realizaba para todos.Llamaba a Cherli para que salieran inmediatamente con él.-Toma tus cosas almorzaremos por fuera, iremos a ver la cerámica, necesito ir a la obra, y de paso compraremos dotación para el nuevo personal-.-Es una agenda apretada-.-Todos los días son así ¿Cuál es la diferencia? -.-No lo sé señor…voy por mis cosas-. Salían de su despacho y ella tomaba las cosas, Cristian buscaba su abrigo. Apresuró a Cherli y a toda prisa bajaban las escaleras.-Señor…-.Él se detuvo en seco frente a ella.-Tengo prisa-. La miró seco.-Hay ascensor-.-Hay alguien que no deseo atender, así que seguiremos por escaleras-.-Ni modo-. Seguían bajando a prisa, ella tropezaba ante lo cual Cristian la tomaba de la cintura evitando que resbalara.Ella le miró con algo de nerviosismo.- ¿Quieres un beso? -. Cristian le preguntaba e
Ya todos reunidos en la cocina abrían los paquetes, pollo frito y ensalada, eso sí el postre que no debía faltar. Cristian miró a Cherli, y ella comprendió que era mejor que colocara una jarra para el té.-El té será de lo que exista en esta cocina-.-Menos de flores, no me gustan en té-. Las risas se dejaron escuchar, Cristian les contaba de la idea de Cherli de lanzarse del balcón desesperada por aquel inoportuno encierro, cuando quería era original.Todos reían, Cherli les contó que él estaba a punto de desmayarse, pero la llegada de Caleb fue oportuna.La campanilla sonó en la mansión de los Crawford, Carla había llegado cuarenta minutos de anticipación sugeridos por la madre de Cris, se saludaron y se dirigieron a la terraza principal, charlarían un poco antes de la cena.La abuela miraba a Carla detenidamente, era hermosa, inteligente, muy sagaz, así le parecía que se veía, astuta, seguro que haría de todo por lanzar la soga sobre su nieto, el detalle es que la chica le gustara,
La noche terminaba y todos estaban a punto de quedarse dormidos, en una habitación en el más profundo silencio los sollozos apagados de Ann Lee dejaban paso a lágrimas, apretaba contra su pecho su mano, porque sentía que la respiración le faltaba, era lo único que le quedaba, respirar y seguir viviendo cada día.Mientras Derek después de su madre pasar por la habitación de ellos, les deseaba un feliz descanso, esperó varios minutos que ya no estuviera por los pasillos, se despedía de Ann y cerraba la puerta, en su habitación él se tomaba unos tragos, total nadie lo veía y podía de la misma manera darles rienda suelta a sus emociones. Mirando la foto del centro de mesa, lloró desconsoladamente. Y con aquella cajita de música, se quedaba dormido, aliviando así sus penas.Cliff y Jeremy se acostaron en cuanto Cristian llegaba, hablaron de la cena, lo aburrido que resultó para él, pero sentía que Carla no era alguien que entendiera que no tenia deseos de salir con ella, era bella, pero no
Se acomodaba su cabello e ingresaba al lugar, era un derroche de lujo, sería un rato bastante desagradable.-Para ti, hemos reservado aquella mesa, justo ahí en la ventana, sé que eres su ayudante…-.-Soy asistente de presidencia-.-Bueno colaboradora, ayudante, puedes sentarte allí, y puedes ordenar lo que gustes, como comprenderás no es un almuerzo de negocios, es personal e íntimo-.-Disfruta el panorama cariño-. Se alejaba a la mesa en cuestión, Carla le miraba algo desconcertada, ¿Que sería eso de disfrutar el panorama?Cherli contuvo la risa, claro que admiraría el panorama, Cristian con sus ojos hermosos, pero fríos, sin nada que expresar, era como una pintura donde todo era confuso.Carla Belfort no pensaba darse por vencida, almorzaron en uno de los salones especiales que había en el lugar, era un sitio cálido, con música, flores, ventanas amplias y privacidad. Los platos resultaron una delicia para el delicado paladar exigente de Cristian quien se cuidaba en su alimentación,
Cristian llevaba varios días en los cuales iba y venía, estaba por pequeños cortos tiempos en la oficina, esos días Cherli llevó su almuerzo, ella podía tomarse la hora y media con tranquilidad fue agradable poder ver a la señora Lidie, pero para su sorpresa Cristian le había enviado un paquete completo de vitaminas, le decía en la nota que es lo que tomaría de noche, estaba algo pálida y le preocupaba que enfermara.Caleb le había ayudado con las vueltas de su pasaporte, se reía aquel día porque Caleb le dijo que definitivamente Cris no podía vivir sin ella, ante lo cual ella le dijo que sería por qué sabía hacer perfectamente un nudo de corbata, además de conocerle sus gustos. En especial conocer como clasificarle las hojas del té.En la tarde a las cuatro iría a Correlle, debía revisar que no faltara nada para el despacho a las bodegas de la empresa. Además, Cristian le llamó para pedirle su opinión, que le quedaría mejor, una corbata azul, o el gris plomo, tenía una cita.Cherli t
El sol se colaba por las rendijas, Cristian despertaba en punto de las nueve, Cherli estaba profunda, hizo una llamada para solicitar un desayuno especial.Cherli encontraría ropa en el armario, ese día pasarían el día haciendo actividad, entrenaría con ella después de salir de la oficina.No le dejaría ir a casa, se imaginaba que por motivos que Caleb le había dicho sobre la familia, eran personas muy hostiles con ella.El la protegería. No pudo proteger a Kasandra, pero a Cherli la protegería, la cuidaría, no estaba listo para pedirle que fuera su novia, menos que se comprometiera, iría a paso sereno, él también tenía fantasmas que lo atormentaban, debía superarlos.A veces esa pared podía salir, y herir a Cherli, ella no era tan débil como quizás le veían, y aunque fuerte y de carácter, poseía sensibilidad. Se acercó a la cama para verla dormir, ella abría sus ojos poco a poco, le sonreía. Cris le retiraba los mechones de cabello de su rostro.- ¿Descansaste bien? -.-Demasiado, cr