Inicio / Romántica / Conviviendo con el jefe / 2. Repetir lentamente
2. Repetir lentamente

Erick hizo una mueca de desprecio y con un tono de voz que mostraba su desagrado por la mujer pregunto en respuesta:

- ¿Quién te crees que eres tú para invadir propiedad privada e intentar agredir al propietario? 

- Se equivoca señor, la dueña de esta casa soy yo y usted es el intruso.

Luego de unos tensos minutos en silencio donde se quedaron mirando fijamente, cómo si estuvieran midiendo a un adversario en una pelea, se oyó el sonido de la puerta de un auto cerrándose. Vicente llegaba con su rostro lleno de sudor debido a la angustia que tenía por la situación, no era la primera vez que recibia este tipo de llamdas de su jefe pero si la primera vez que el motivo fuera que lo estaban agrediendo, no conocía a nadie que se animara a hacerle tal cosa a su jefe.

Cuando abrió la puerta se encontró a Erick furioso y frente a él, la misma muchacha que lo atendió cuando vino a corroborar el estado de la casa. No entendia que estaba pasando pero asumio que la mujer había malinterpretado la presencia de su jefe y rápidamente intento razonar con ella.

- Señorita nose si me recuerda, hace 2 días cuando hablamos le informe claramente que hoy viernes se presentaría el dueño de la propiedad. Entendemos que es su deber como empleada ahuyentar a los extraños pero esto es un gran malentendido. 

Sophia que a cada segundo que pasaba estaba más sobria, todavía no lograba entender quiénes eran esos dos hombres y porqué uno afirmaba que era una empleada.

- ¿Usted no vieno de parte de mi abogado? Yo asumi que venía a preparar la casa para mi llegada y es por eso que no lo corregí cuando me dijo que el propietario llegaría el próximo viernes, pues yo había llegado el viernes anterior.

-Mentir no la llevara a ningún lugar - Erick estaba cansandose de la situación - larguese ahora mismo de aquí si no quiere que llamemos a la policia y termine durmiendo en un calabozo.

- Señor lo voy a repetir lentamente para que entiendan y abandonen mi casa. Esta casa era de mi abuela que fallecio hace unos meses y me la dejo en su testamento. Yo soy quien deberia llamar a la policia para que se los lleven por invadir propiedad privada.

Erick entendió que era la nieta de la última esposa de su abuelo y pretendía aprovecharse de su muerte. Erick estaba seguro de que no habia forma de que la casa fuera su herencia porque le perteneció a su abuelo y éste se la había cedido estando aún en vida aunque se hubiera negado en reiteradas oportunidades. Sus ojos desprendieron aún más frío y el desdén en su cara era mayor cuando le dijo:

-Señorita se lo voy a repetir lentamente para que entienda y abandone MI casa. - que utilizara su misma frase e hiciera enfasis en "mi" molesto mucho a Sophia - Yo soy el dueño y no me importa si es la nieta de la antigua señora de la casa o es una empleada avariciosa, ¡retírese inmediatamente!

- Usted y su cara amargada pueden irse a repetir como loro a un zoológico. De aqui no me saca nadie porque soy la dueña y punto. Muy amable de mi parte no llamar a la policía en el momento que ingreso por la puerta.

Vicente tuvo el impulso de reir al escuchar la respuesta de la chica pero cuando vio la cara de su jefe desistió de forma instantánea.

- Señorita tratemos de ser razonables, si usted no tiene donde pasar la noche yo puedo pagarle una habitación en un bonito hotel y definir este asunto ...

No pudo terminar su propuesta porque fue interrumpido por su jefe:

- Considere ganada esta batalla, me voy a retirar pero volveré y le aconsejo tener las valijas prontas porque ya no seré tan bondadoso.

Luego de decir esas palabras que dejaron a su asistente y a la chica inmóviles debido a la sorpresa, Erick se dio media vuelta y se fue.

Era la primera vez en todos los años que Vicente llebaba tabjando junto a el hombre que veía a su jefe actuar frente a un problema de esta forma. Todo el mundo sabía que Erick Harris era un feroz contrincante, no tenía piedad por nada ni nadie, por eso le llamaba la atención que su jefe se retirara sin dar pelea. Aunque lo más probable sea que estuviera planeando un gran golpe y su benevolencia fuera una estrategia. Sin demora se despidió de la pelirroja dandole una rapida mirada que reflejaba lastima y se fue tras él.

El viaje en auto rumbo a un hotel fue en completo silencio, el asistente estaba esperando el regaño de su jefe por la situación pero jamás llego. El hombre en el asiesto trasero permanecio con la mirada fija en la ventana y al bajar del auto lo unico que dijo fue 

- El informe en mi oficina en lunes a primera hora.

El domingo Sophia seguía sin entender nada de lo sucedido con los visitantes de aquella noche pero el amargado y guapo hombre había permanecido en sus pensamientos. Increíblemente soñó con esa boca recorriendo su piel de forma muy lenta haciéndole sentir escalofríos en todo el cuerpo. Jamás habia tenido sueños eroticos y el hecho que el primero fuera con el extraño de ojos grises que quería desalojarla, la enojo mucho.

Para olvidar esa sensación se puso a preparar la ropa que usaría mañana para su primer día de como recepcionista. No podía permitir que ningún hombre arruinará su oportunidad. 

Después de una llamada con su tía asegurandole que estaba bien y que no necesitaba nada y otra aún más larga con su mejor amiga contandole la anecdotica noche qe estaba teniendo, se acostó con su mente ya puesta en su nuevo trabajo. 

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo