Volver a la casa le dió tiempo suficiente a Erick para decidir qué hacer respecto a la noticia que le habían dado. Su propia hermana era la responsable de un accidente automovilístico que pudo dañar a su hijo y que dejó lesionada a su mujer. Era la mente detrás de un secuestro fallido después de haber ido a llorar falsamente a su cara e intentar culparlo por su actitud infantil e inmadura.

Pero había cruzado un límite, una cosa era sentir celos de su mujer, sentirse desplazada, y otra muy distinta era intentar hacerle daño físico en ese intento de secuestro que perfectamente pudo costarle la vida a cualquiera de sus dos mujeres.

Debía ponerle un alto, hacerla entender que cuando le dijo que no la consideraba su hermana, estaba hablando en serio.

Lo primero que ordenó es localizarla, cortarla todas sus fuentes de ingreso al igual que la de su novio. Eso la pondr&iacu