Si lo que acababa de descubrir no fuera algo grave, bien podría estar riendo por la actitud infantil de su marido. Estaba de brazos cruzados murmurando acerca de lo sucedido.

–¿Qué fue lo que dijiste Erick? – preguntó para asegurarse – ¿Olivia ordenó el secuestro?

Fue en ese momento cuando el magnate tomó conciencia de sus palabras

–Cariño recuerda que debemos evitar las emociones fuertes en esta etapa del embarazo

–¿Ella lo hizo? – insistió ante su silencio – Contesta

–Así es, ayer me entere pero no tienes nada de qué preocuparte, ya mande a congelar sus cuentas y está bajo vigilancia veinticuatro horas al día

–No es eso lo que me preocupa cariño, sé que estamos bien si tu cuidas de nosotras

La convicción con la que ella dijo esas palabras logró conmoverlo,