Todo aquel que viera la chica pelirroja parada en medio de la calle pensaría que había recibido una gran noticia por la forma en como brillaban sus ojos, pero si seguían su mirada descubrirían que el motivo de su alegría era esa casa que parecía estar abandonada desde hace algunos años.
Pero Sophia Miller no veía la pintura de la fachada desgastada, las hierbas crecidas y una de las ventanas del piso superior rota, ella veía esa casa como su oportunidad para dejar atrás todo el dolor causado por sus sueños rotos.
Era un lugar para sanar heridas, un nuevo punto de partida, no importaba lo todo lo negativo que pudieran decirle sobre la casa, ella lo transformaría en su hogar, ese lugar donde uno se siente protegido y en paz.
Entre medio de una planta junto a la puerta encontro una llave para poder acceder a la casa. En el momento que la tuvo en sus manos vino a su mente el recuerdo de su abuela materna María. A pesar del tiempo que hacia que no la veía, tenía un gran cariño por quien le había dado tanto calor maternal luego del accidente de sus padres cuando tenía 7 años.
La casa era la herencia que su abuela le había dejado tras su muerte. Le dolía profundamente la perdida, pero sabía sabía que su abuela jamás le perdonaría despreciar semejante gesto. Así se lo había hecho saber su tía luego de la visita al abogado, debía aceptar el regalo de su abuela y no permitir que el dolor le negara esta oportunidad.
Luego de entrar y recorrer cada rincón de la propiedad, el brillo en sus ojos no había disminuido porque la casa se veía peor por fuera que por dentro. Las sábanas blancas ayudaron a conservar los muebles y cómo había sido habitada hasta hace pocos meses, no habían muchas reparaciones que realizar.
Después de una semana de haber llegado, Sophia estaba emocionada por el gran cambio que había experimentado la casa. Ya se podían notar pequeños detalles que en su conjunto hacían la diferencia.
Dedicarle horas al jardín resultó más divertido de lo que se imaginaba y dejar se marca en la habitación principal fue todo un desafío. Si bien al inicio el diseño fue idea de su abuela, ella pretendía que fuera su hogar y para ello debía estar reflejada en la casa.
Toda la mañan se dedicó a mover las cosas que no utilizaría, así como retratos y pertenencias de su abuela hacía el ático, ¡se merecía un descanso!
Cuando estaba tomando un vaso de agua fría fue sorprendida por el ruido de la puerta. No tenía idea de quien podría ser, solo su tía y su mejor amiga sabían que ella estaba ahí, además de la empresa donde comenzaría a trabajar el lunes, pero era imposible que enviaran a alguien a su dirección.
Al abrir la puerta se encontro con un hombre en sus 30 vestido de forma muy formal.
-Buenas tardes, ¿en que le puedo servir?
-Buenas tardes señorita, vengo a comprobar el estado de la propiedad, el dueño pronto vendrá a instalarse.
Sophia asumió que es hombre venía en representación del abogado y debía desconocer que era ella la propietaria.
Le causo gracia el mal entendido. Con una leve sonrisa le respondio al sofisticado visitante:
-No se preocupe señor que la casa se encuentra habitable y la despensa esta llena.
-Correcto señorita, le agradezco su amabilidad y le comunico que el propietario llegara el viernes. Que tenga un bonito día.
Conforme con la respuesta obtenida, el hombre se despidió.
l viernes por la tarde Sophia estaba preparándose para salir, quería dar una vuelta por la ciudad y ver el edificio donde comenzaría a trabajar el lunes. Su tía le había conseguido esa vacante gracias a una amiga que trabaja en la sección de recursos humanos.
Antes de llegar a casa y pese a su poca tolerancia al alcohol, había parada a comprar un vino, el hecho de no pensar en Alex desde que salió de la casa de su tía y haberse instalado completamente eran grandes motivos para celebrar.
Cuando llevaba bebida la mitad de la botella sentada en el sofá su mente ya era un completo caos. Lo primero que recordó fue la calidez de esos ojos café, la sensación de seguridad que brindaban sus abrazos, las películas acurrucados tomando helado.
Pero así de fácil también llego el día que le informaron que su abuela había fallecido. Estaba en el trabajo preparándose para salir a almorzar con las mismas compañeras de siempre cuando recibió la llamada. Era su tía que le pedía que fuera con Alex de inmediato porque debía comentarle algo muy importante. Intento llamarlo reiteradas veces pero nunca respondió el teléfono, así que decidió pasar por su casa que también usaba de estudio fotográfico.
Al llegar uso la llave que él le entrego hace 6 meses cuando llevaban un 1 año de relación, mientras que por mensaje le pedía a su tía que le adelantara información sobre el anuncio. No estaba para nada preparada para la escena que se desarrollaba frente a sus ojos y de la impresión dejo caer su teléfono llamando la atención de las personas que se encontraban allí.
Una rubia montaba a Alex de una forma desenfrenada, mientras que éste le tomaba del pelo y gemía pidiendo más velocidad. Ambos dirigieron su mirada hacia la sorprendida Sophia que se encontraba parada sin mover un solo musculo. En cuanto el hombre pudo identificarla se apresuro a separarse de la mujer y colocarse los calzoncillos para agarrar a su novia de los hombros y decirle que nada era lo que parecía.
Cuando pudo salir del estado de shock que se encontraba, con las lágrimas cayendo en cascada por sus mejillas, Sophia partió rumbo a la casa de su tía, no quería el tiempo con sus excusas. Lo siguiente fue la noticia del fallecimiento de su abuela, su tía no entendía por qué llegó llorando pero tenía que decirle.
Para cuando los recuerdos ya eran una tormenta dentro de la alcoholizada mujer, la puerta principal fue abierta dándole paso a un hombre vestido de traje cargando una péquela valija. En medio de su confusión Sophia asumió que estaba soñando despierta con Alex porque lo que empezó a arrojarle cosas que encontró cerca.
-Maldito animal sin sentimientos, eres un egoísta y egocéntrico que no piensa en nada más que en su propio beneficio. ¡Te mereces todo el mal del mundo Alex!
Erick no entendía porque había una mujer borracha en la antigua casa de su abuelo y que le tiraba objetos mientras lo insultaba. Rápidamente llamo a su secretario Vicente mientras esquivaba los objetos lanzados por esa loca mujer.
Con ese tono de voz que tanto miedo le provoca a cualquiera de los empleados de su empresa le dijo:
-Tienes 10 minutos para regresar y explicarme porque tengo a una chica histérica en el living de la casa.
Sophia al ver la frialdad de sus ojos rápidamente se recupero y logro tranquilizarse, pero al darse cuenta de que había un desconocido en su sala de estar la único que pudo decir fue:
-¿Quién eres tú?
Erick hizo una mueca de desprecio y con un tono de voz que mostraba su desagrado por la mujer pregunto en respuesta:- ¿Quién te crees que eres tú para invadir propiedad privada e intentar agredir al propietario?- Se equivoca señor, la dueña de esta casa soy yo y usted es el intruso.Luego de unos tensos minutos en silencio donde se quedaron mirando fijamente, cómo si estuvieran midiendo a un adversario en una pelea, se oyó el sonido de la puerta de un auto cerrándose. Vicente llegaba con su rostro lleno de sudor debido a la angustia que tenía por la situación, no era la primera vez que recibia este tipo de llamdas de su jefe pero si la primera vez que el motivo fuera que lo estaban agrediendo, no conocía a nadie que se animara a hacerle tal cosa a su jefe.Cuando abrió la puerta se encontró a Erick furioso y frente a él, la misma muchacha que lo atend
Al entrar en la recepción de Industrias Harris el lunes a la mañana, Sophia estaba deslumbrada por la belleza del lugar, tanto la arquitectura como la decoración estaban a la altura de la reputación de la empresa, el personal que llegaba para iniciar su jornada laboral iba tan pulcro que le dejaron una leve sensación de incomodidad. Después de registrarse, firmar el contrato y obtener su gafete de una muy sonriente empleada, fue dririgida a donde sería su puesto de trabajo. La recepción.Trabajar como recepcionista no era para lo que tanto se había esforzado estudiando, su tía se habia privado de muchos lujos para poder pagarle una escula con una reputación decente que tuviera salida laborar. Pero esta era una oportunidad única, no cualquiera podía tener un puesto de trabajo en esta reconocida empresa, se debían tener contactos o un curriculum excelente, además que el suel
Vicente se sorprendio por el pedido de su jefe, cuando llegaron le dijo que nadie en la oficina debía saber que estaba en la ciudad y por eso lo había mandado a buscar unos documentos que debía verificar en el área de diseño pero ahora quería ir a su oficina a revisar el informe de la chica que lo desafío hace unos días y que todavía permanecía en la casa.Erick es una persona que le gusta estar en control de todo lo que le rodea y la mujer histérica en casa de su abuelo había arruinado su plan de refugiarse allí mientras elaboraba su plan para reconquistar a Vanessa. Seguía sin entender los motivos que ella le había dado para romper con él pero debía hacer algo para restaurar esa relación y volver a tener su vida en orden.Después de leer que la pelirroja trabaja en la recepción, una idea un poco retorcida empezó a surgir en su mente. Ofrecerle un ascenso a cambio de abandonar la casa era algo arriesgado pero estaba seguro que aceptaría.
Sophia dejó de escuchar en el momento que entendió que la propiedad no era suya al 100%. Esa casa era su nuevo comienzo, su oportunidad de dejar el dolor atrás pero otra persona también tenía derecho a vivir en ella. Aún conmocionada por la noticia logró decir:-¿C-cómo? ¿Está usted seguro de lo que está diciendo? El abogado me informo que mi abuela me dejaba la casa, no solamente la mitad.- Tanto su abogado como el departamento legal de la empresa omitieron la parte del porcentaje, pero eso nos deja com copropietarios y todas las decisiones incluida la identidad de quién viva en ella, debemos tomarla en conjunto.La mujer se acomodo en su asiento y estudio sus posibilidades. Estaba en una clara desventaja frente al CEO de una empresa reconocida internacionalmente, debía descubrir la forma de obtener la casa al 100%.- Señor Harris me gustaría comprarle su parte, si usted acepta podría retenerme el 70% del sueldo h
Sophia quería que este día terminara pronto. Primero se enteró de que el hombre que invadio su casa afirmando que era el dueño y amenazandola con llamar a la policía, ¡era su jefe! Eso significaba que estuvo teniendo sueños humedos con su jefe, que verguenza, sería muu difícil verlo a los ojos. Después él le informo que su casa no era sólo su casa, sino que le pertenecía a ambos en partes iguales. Un gran golpe para su estructurado plan para comenzarde nuevo.No conforme con esto, para poder recuperar la casa se vio involucrada en un falso noviazgo con el gran jefe. Había escapado de un hombre y ahora tenía que soportar otro aún peor, los dolores de cabeza estaban a la vuelta de la esquina. Y la gran cereza del pastel: ahora tenía que enfrentar a una ex histérica que pretendía sacar sus garas para marcar territorio. ¡Se merecía unos días de vacaciones debido al estrés!- Señorita... ¿Lewis, verdad? No tengo ningún tipo de interés en el presidente de la compañía, no entie
El nuevo puesto de trabajo en realidad había sido creado exclusivamente para ella, dado que el CEO de la empresa contaba con 3 secretarias y un asistente personal, ella como asistente de presidencia no tenía muchas cosas para hacer. Cuando le dieron su gafete nuevo y debieron explicarle sus tareas, simplemente le informaron que debía estar a la orden para cualquier solicitud que tuviera el gran jefe.Vicente que hasta este momento utilizaba la oficina que tenía conexión directa con la oficina de del presidente, empezaría a trabajar en otra que estaba un poco más alejada dentro del mismo piso. El hombre incluso después de trasladarse no lograba salir de su asombro. La mujer llevaba un día trabajando en la empresa y ya era capaz de sacarle su lugar, aunque él sabía que eso era lo único en lo que sería reemplazado.Sophia pasó la mañana organizando sus cosas y tratando de interiorizarse con la agenda del jefe. Si bien no le asignaron mucho para hacer, no le gustaba ser un
Erick estaba descubriendo un nuevo pasatiempo: hacer enojar su futura novia falsa. Le gustaba ver como sus mejillas se tornaban rosadas y el brillo que aparecía en sus ojos cuando estaba molestaba. Le interesaba mucho su forma de actuar, en privado no temía atacarlo verbal y físicamente pero cuando tenían compañía todo se reducía a una mala mirada.Esperaba la explosión en el momento que entro al auto y no se equivoco, quiso esbozar una sonrisa pero sería contraproducente, la idea era poder llegar a un acuerdo y si estaba enojada no llegarían a ningún lado. Le lanzo una mirada a Vicente para que arrancara el coche y se volvió hacia la mujer.- Modales debería aprender usted, es irrespetuoso dejarme esperando mientras está haciéndose arrumacos con el contable.- ¿Puede dejar de decirle así? – Sophia no evito un revoleo de ojos. – Su nombre es José y creo que es mejor cambiar de tema, mejor dígame hacia donde nos dirigimos.- Vamos a un restaurante del que soy
Sophia permanecio en silencio por unos minutos con la mirada perdida. Todavía estaba en contra de toda esta mentira además de que su abogado todavía no le había devuelto la llamada. No sabía en que situación legal se encontraba. Asi que trato de persuadirlo de seguir adelante con el plan.- Señor Erick ahora que su ex tiene una nueva pareja ya no tiene sentido seguir hablando sobre condiciones y fingir un noviazgo, mejor deberíamos llegar a un acuerdo para que pueda venderme su parte de la casa.- ¿Realmente crees que soy un hombre que se rinde tan fácilmente? - Una sonrisa malvada se asomo en sus labios - ¿O es que no soportas la idea de fingir ser mi novia? - De repente se acordo del contable y su buen humor se esfumó - El plan sigue en marcha por lo que necesito que me digas cuales son tus condiciones para redactar el contrato.La pelirroja no estaba segura si alguna vez