Isabella Di'Giotanno
Siempre creí que era diferente. Es más, siempre tuve la certeza de que así era. La mayoría de nosotros cambiamos por primera vez alrededor de los diez años, pero ese no fue mi caso.
Así que, aunque nadie me hizo sentir extraña, sí me sentí como “la rara.” Creo que mi apellido evitó que los demás me rechazaran.
Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las manadas del mundo, en esta, mi madre es la beta. Esta manada es originalmente de nuestra Luna, pero ella la transfirió al alfa cuando tuvo a su primer cachorro: Eric.
Eric es el hijo mayor del Alfa y es el amado de toda la manada. Es un chico genial. Dulce, inteligente, gracioso y encantador. Es mi mejor amigo y lo quiero muchísimo.
Cumplirá diecinueve años el próximo mes. ¿Creerán que es extraño que, con casi diecinueve años, aún esté en preparatoria? No tiene nada de extraño.
Cuando cumplió dieciséis y luego de asistir a la Valoración, Eric se fue de intercambio escolar a la manada real. Allí, estuvo un año. Jamás me ha contado qué fue lo que hizo cuando estuvo ahí. Se niega a hablar de eso.
Con respecto a la jerarquía, el Alfa no quiso cambiarla, ya que la manada funcionaba a las mil maravillas. Su gente es organizada, trabajadora y muy empática.
Nuestra filosofía de vida es "no hagas a otros lo que no quieres que te hagan", por lo tanto, todos buscan tener su mejor comportamiento, bajo cualquier circunstancia.
Somos una manada tranquila, que siempre dialoga para resolver los conflictos. Aquellos que no comparten nuestra forma de vivir, usualmente se van sin que el Alfa se los pida.
Nuestra gente, a pesar de ser una manada calmada, es aguerrida. Entendemos que la paz siempre debe venir primero, pero hay que estar preparados para la batalla, ya que no sabemos cuándo se puede desatar una guerra.
Es por eso que todo miembro de la manada debe entrenar, sea niño, adulto, anciano, hombre o mujer. El entrenamiento es obligatorio desde la escuela primaria, secundaria e instituto.
Mi madre es una mujer ruda. Luchó con todo lo que tenía para probarle a todos que era la mejor para el puesto. Y tenía razón. Es la mano derecha del Alfa.
Nuestra manada la quiere y la respeta por lo ruda, esforzada y ejemplar que es. Generalmente, no hablo de papá. Eso será una historia para otro día. No pregunten.
Así que, como era de esperar, todos querían verme cambiar. Recuerdo que, tanto el Alfa Patrick como su Luna Ayme, esperaron expectantes mi cambio.
Jamás olvidaré la cara de decepción de mi madre cuando no cambie. Aunque solo fueron dos segundos, fue suficiente para marcarme. El Alfa me miró con cara de lástima, pero su Luna me abrazó y reconfortó.
Recuerdo que me dijo, “Tranquila Isa, está bien... Solo eres una loba cambiante tardía. Tu loba ya llegará. Hueles como una. Como toda mujer importante, ella se hace esperar. Quizás venga cuando cumplas los dieciocho años.”
Observé atentamente al Alfa y vi cómo asentía a las palabras de su mujer. Luego miré a mi madre y una sonrisa tierna y cálida adornaba sus labios, acompañada de un "tranquila, mi niña."
Como dijo nuestra Luna, tu loba sí llegará. Sabíamos que esto podía pasar. Recuerda que en nuestra familia ya ha pasado antes.”
Claro, entiendo que sus palabras buscaban ser tranquilizadoras y traer consigo un atisbo de esperanza en el porvenir, pero fueron todo lo opuesto.
Sabía que, al no cambiar a los diez, las posibilidades de ser una loba con dones aumentaban y, de ser así, la probabilidad de tener una vida normal disminuía exponencialmente.
Mi familia es una de las más antiguas de nuestro mundo. Algunas de las generaciones anteriores a la mía nacieron dotadas de dones. Se dice que cuando una mujer Di'Giotanno nace, es porque la Diosa de la Luna tiene preparado un Plan B. Nuestra historia, así lo dice.
Usualmente en mi familia solo nacen hombres. Soy la última de un largo linaje de lobos con rango platino. Como el nacimiento de mujeres es escaso y raro, mis ancestros buscaron refugio.
Esa es la razón principal por la que mi familia se ha quedado en la manada "suave amanecer" casi cien años. La cacería.
Los hombres Di´Giotanno pasan el gen dormido, mientras que solo las mujeres son benditas con habilidades especiales.
Por muchos años, las mujeres de mi familia fueron cazadas y se adueñaban de ellas, aprovechando sus dones para fines egoístas.
Hubo una época en que eran muchas. Algunas tenían control sobre los elementos, mientras que otras sanaban o podían influenciar las emociones con un solo toque. Las convergentes tenían todos los dones de las demás.
Es por ello por lo que fue llamada “una loba altamente peligrosa,” ya que nadie podía controlarla.
Sus características esenciales eran la pureza y la bondad. Vivir en un mundo dominado por el poder y la avaricia, no fue un hogar cariñoso para mis antepasadas.
Solo la cacería cesó, cuando se mudaron a esta manada. Su gente prometió defendernos hasta su último aliento. Y así se ha mantenido por cien años.
Al no cambiar a los diez, tampoco se me permitía participar de "La Valoración", el cual es nuestro sistema de evaluación de las capacidades lobinas.
Se nos mide por velocidad, fuerza, agilidad, estrategia y defensa. Es una prueba individual frente a un panel de cinco expertos. Varían todos los años para evitar el fraude.
Cada año, todos los lobos de dieciséis años se reúnen en una manada al azar. Este año, nuestra manada es la encargada de acoger a todos los candidatos del país. Basándose en los resultados, nos dan un rango.
Están los de rango platino, los cuales obtienen calificación perfecta en todos los ítems. Este rango generalmente está destinado a la realeza y alguno que otro militar o alfa, excepcionalmente dotado.
Los de rango oro son aquellos que obtienen calificación 4/5. Está destinado a que los alfas, hombres y mujeres, lo obtengan y rara vez alguna beta: Mi mamá es la excepción a esa regla. ¿Qué les dije? ¡Mujer ruda!
Los de rango plata: 3/5. Destinado a las betas. Son los segundos al mando de cualquier manada.
Los de rango bronce 2/5. Destinado a las gammas, es decir, a nuestros mejores guerreros.
Los de rango de acero 1/5. Son los deltas. Ellos son nuestros patrulleros o cualquier miembro regular de la manada.
Aquellos que no obtienen ninguna calificación perfecta son de rango madera, generalmente los omegas. Ellos son la base de nuestra jerarquía. Al ser los más débiles, la manada los protege con más ferocidad y ellos retribuyen la protección con trabajo duro.
Una vez que sabes tu rango, el Alfa de cada manada decide si te transfiere a otra o te dan alguna tarea específica. Durante todo el tiempo en que el Alfa ha estado a cargo, no ha habido nadie transferido a otras manadas, pero sí hemos recibido nuevos miembros en los últimos años.
Cada rango está marcado con un tatuaje en la muñeca derecha del color de tu nivel. Todos los jóvenes menores de dieciséis años son lobos sin rango.
Y ahí estaba yo. Una mujer de casi dieciocho años, sin lobo, sin pareja ni rango.
¡Qué fracaso!
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En una habitación de hotel…
“¡Eric! ¡Oh, Cariño! ¿Cuándo dejarás de ser amigo de Isabella? Cada día siento que te aleja más de mí.” Habla Juliette, colocando una cara de tristeza, mientras gatea sobre la cama colocándose encima de él.
“Pronto.” Dice Eric, visiblemente enojado, mirando el techo de la habitación, con los brazos sobre su cabeza.
Juliette frunce el ceño, se sienta en la cama y grita, “Eric, ¿es en serio? ¡Sé que la amas! ¿Cuánto más vas a negarlo? No sé por qué quieres que yo sea tu novia y futura Luna, si claramente quieres estar con ella. ¡Es indignante! ¡Y no me lo merezco!” Cruza los brazos en señal de negación.
Él resopla molesto, mientras dice. “Estás siendo completamente irracional Julie.”
“¿Yo soy irracional? ¿Es en serio? ¡Cómo no lo entiendes que no la quiero cerca de ti! ¡Tú eres mío, Eric!” Luego agrega gritando, “Si no terminas tu relación con ella, esto jamás pasará. No soy plato de segunda mano de nadie, ¡ni siquiera de ti, Eric!”
Él se rasca la cabeza exasperado por toda la situación. Honestamente, no quiere terminar su relación de amistad con Isabella. Son mejores amigos desde niños y esta petición atenta contra todo principio moral que él posee. Sin embargo, no quiere molestar a su novia, ya que la escogió voluntariamente.
Suspira, resignado y dice. “Juliette, cuando llegue a la casa, cortaré toda relación con Isabella. ¿Estás contenta?”
Ella sonríe triunfante mientras replica, “¿Me lo prometes?”
Eric tensa su mandíbula y entre dientes replica. “Te lo prometo.”
Juliette se sube sobre él a horcajadas, atrapando sus labios fogosamente. Tira de su pelo, mientras evita que el beso se corte.
Se mueve sobre su regazo, de modo de poder sentir la gran erección que se está formando en sus pantalones.
Él gime, totalmente extasiado por los besos, caricias y el movimiento de roce continuo en su polla, lo cual lo está volviendo loco. Rápidamente, la desviste y comienza a cogerse su coño incansablemente.
Sus embestidas son duras y despiadadas, sin dejar espacio para que ella se pause, como una forma de poder sacar la profunda frustración que sentía, por haber cedido a las peticiones de su novia.
Luego de haber pasado la tarde con Juliette, Eric retorna a la casa de la manada.
Apenas entra, se encuentra cara a cara con su amiga de la niñez y el amor de su vida, la cual, solo lo percibe como su amigo.
Lo mira detenidamente mientras le dice, “¿De dónde vienes?”
“Isabella, tengo que hablar contigo.” Habla un Eric, notoriamente irritado.
“Y a ti, ¿qué demonios te pasa? Luces como el carajo.”
“Wow, es encantador como le hablas a tus amigos.”
“Okay, ahora me estás asustando… ¿Qué te pasó, Eric? En la mañana estabas bien.”
“No podemos ser más amigos”
Isabella abre mucho los ojos, completamente sorprendida, mientras replica, “¿por qué? “¿Qué es lo que te ha pasado para que quieras alejarte de mí?”
“Honestamente, Isa, estoy saliendo con Juliette y es muy probable que la escoja como mi Luna. El que estés cerca de mí, la incómoda. Y la aprecio demasiado como para verla así de afectada.”
“¿Solo te alejarás de mí?”
“No, también de los demás. No puedo estar cerca de ti, Isabella. Eso significa que tampoco puedo ser amigo de Sophia y Carlos. Por favor, no me preguntes más.”
“O sea, me estás diciendo qué, ¿te alejarás de todos tus amigos solo porque ella te lo pidió? ¿Significamos tan poco para ti?”
Eric observa cuidadosamente el hermoso rostro de Isabella. Suspira profundamente y responde. “Es todo lo contrario. Significas tanto para mí, que ya no puedo estar más contigo. Por favor, no lo hagas más difícil.”
“¿De verdad? ¿Difícil? ¡Pues no lo parece! Te alejas de tus amigos solo porque ¡una porrista rubia platinada con ojos azules y grandes tetas te lo pidió! Wow! ¡Pero qué gran persona eres!”
Él frunce el ceño y enojado le responde, “No es tu lugar juzgar qué clase de persona soy, Isabella. Recuerda bien con quién estás hablando. ¡Yo soy el futuro alfa!”
“Exacto. FUTURO. Así que puedo decirte con total tranquilidad, ¡Vete a la m****a Eric!”
Isabella Di'Giotanno. Desperté con un grito ahogado, bañada en sudor. Esta pesadilla fue más real que las demás. Soñé que todo era arrasado por fuego. La casa de la manada era reducida a cenizas y pícaros nos atacaban por doquier y veía cómo toda la manada luchaba con fiereza. ¡Diosa! ¡Deja de enviarme esas pesadillas! No es la primera vez que sueño cosas así, pero en este último año, se han intensificado. No se han vuelto realidad, así que por lo menos me quedo tranquila. Es muy probable que sea el efecto de mi muy activa imaginación. Me levanté, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina por un vaso con agua. Al encender la luz casi pego un grito al ver a Eric sentado en la oscuridad. “¡Qué m****a, Eric! ¡Qué haces ahí en la penumbra! Pareces un vampiro con los ojos brillantes en la oscuridad. ¡Casi me matas del susto! —le digo jadeando. “Perdón, perdón, ¡no quise asustarte!” “Que haces aquí de todos modos. ¿Te ha pasado algo? ¿Por qué no estás durmiendo?” Él me mira extraña
Eric Lafallete. Poder volver a hablar con Isabella, me deja más tranquilo. Sé que la cagué. La dejé por Juliette, pero fue un error. Isabella es a la que amo y eso causó muchos problemas en la relación. Peleábamos continuamente por esa razón. Yo no quería asumir nada entre Isabella y yo porque siempre me aclaraba que éramos solo amigos. Ella me devolvía directamente, sin escalas y sin retorno, a la zona de amistad, cada vez que quería llevar las cosas más lejos. Así que me cansé en seguir insistiendo y ahí fue cuando decidí darle una oportunidad a Juliette. Me desilusioné profundamente cuando cumplí dieciocho y me di cuenta de que Isabella no era mi pareja destinada. Aun mi lobo lo recuerda y se queja. ¡Dándome una gran jaqueca! Anouk, mi lobo negro, es… Hum… como poder ponerlo en buenas palabras. Es un gusto adquirido. Debes conocerlo para saber que es un gran romanticón, con un distintivo sentido del humor, el cual habla como si hubiera nacido en New Jersey. Él me mira molesto
Isabella Di´Giotanno. Como el entrenamiento es de dos horas, yo solo entreno la primera hora en forma humana. Luego, todos se desnudan para transformarse en sus lobos. En las manadas, la desnudez no es gran cosa, ya que constantemente uno se debe desvestir para poder transformarse y no romper la ropa en cada ocasión. Así que mientras voy caminando hacia las graderías, algo no me deja quitarle los ojos encima a Eric. “¡Diablos! ¡Pero qué músculos! ¡Oh por la diosa! ¡Pero qué polla tiene ese hombre! ¿Es mitad elefante o qué? ¡Y ni siquiera está duro! No importa, de igual manera, ¡pasaría mi lengua por cada centímetro de ese cuerpazo!” Dice la voz femenina que no es la mía. “¡Mierda! ¿Pero qué es lo que pasa conmigo hoy? ¡Es Eric por Dios! Es mi amigo, ¡es mi mejor amigo! ¿Por qué mi subconsciente lo ve como si quisiera cogérselo de mil formas posibles? —Me pregunto. “¡Por qué eso es lo que queremos!” Vuelve a hablar la misma voz. “¿Eh? ¡Me estoy volviendo loca! ¡Escucho voces!” Est
Isabella Di'Giotanno. Eric condujo directo a casa. Durante todo el camino a penas hablamos. La verdad es que estaba totalmente absorta en mis pensamientos y el dolor de la caída provocada por la psicótica de Juliette. Me tomé unos calmantes que Eric compró antes de conducir a casa, pero no me hacen mucho efecto la verdad. Mis pensamientos están puestos en la idea de tener a mi loba, ya que me ilusionaba mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir. Al llegar a la casa de la manada, Eric estaciona mi escarabajo, mientras apaga el motor le pregunto, “Eric, ¿cómo es tener un lobo?” “¿A qué te refieres?” “Me refiero a que ¿cómo se siente tener que compartir tu cerebro y tu cuerpo con otro ser?” Él parece pensar por un momento y luego responde, “¡Ah! ¡Eso! Bueno, la verdad es genial. Tengo a Anouk desde mucho antes de cumplir los diez años, así que es más de la mitad de mi vida con él. Tenerlo significa… Grandes dolores de cabeza, honestamente.” Me lo dice dándome una gran sonrisa
Isabella Di'Giotanno. Una semana ha pasado y mi loba se ha vuelto silenciosa. Luego de su última indicación, no me ha vuelto a hablar. Hasta creo que lo soñé, haciendo que toda esta situación me provoqué una profunda ansiedad. ¡Maldita loba! Mi cumpleaños es mañana y hoy es luna llena. Estoy muy nerviosa porque sé que mi vida cambiará drásticamente. Dicen que el primer cambio es muy doloroso y yo, teniendo casi dieciocho, me estoy preparando mentalmente para ese nivel de dolor. “Hoy es luna llena. ¿Estás nerviosa? —dice Eric. “¿Qué es lo crees? ¡Dah!” Le respondo un poco enojada. “WOW, pero qué genio. Ojalá que tu loba sea más simpática que tú," Eric lo dice resoplando. Le blanqueo los ojos a Eric mientras le saco la lengua, a lo que él replica con un tono serio y mirándome fijamente a los ojos, “No me saques la lengua, si no quieres que haga algo travieso con ella.” “¿Qué?”, le pregunto confundida. “Olvídalo.” “¡Aquí estaban!” Dice entrando Luna, Ayme, Alfa, Patrick y mi mad
Eric Lafallete.Es casi media noche y el cambio de Isabella es inminente. Pronto veremos lo peor de una transformación y lo mejor, qué es cuando el lobo emerge. Estamos esperando a fuera de la casa de la manada a que el reloj marque las 00:00.Mamá a preparado todo dentro de la casa, ropa limpia y comida. Papá está patrullando, junto con nuestros mejores guerreros, las fronteras.Él teme que la transformación de Isabella pueda atraer a picaros o a otros seres que no sabemos de su existencia. La llegada de una loba Di´Giotanno, como nos relata la historia, es una bendición, pero también significa que algo muy malo se avecina.Papá es muy enfático en decirlo. Con Claire se la han pasado haciendo preparativos, en caso de un ataque en cualquier momento. Me siento muy alagado de que papá confié en mí.Cada avance o preparativo que realizan con Claire, me lo comparte por enlace mental. Claro, esto ha significado que mis noches de sueño sean casi escasas, pero me deja tranquilo poder saber l
Isabella Di'Giotanno¡¡Diosa como duele!! ¡Sentí como si me destrozaran mil veces en un segundo! Es increíble lo que el cuerpo humano puede hacer. Mi cuerpo se hizo añicos para dar lugar a la más increíble loba que jamás haya visto.Y es mía. Siento muchísima curiosidad el saber por qué la diosa de la luna me envió una loba así. Aika es muy grande. Las lobas no son así de grandes.Solo es un poco más pequeña que Anouk, y eso es una sobreestimación. es totalmente blanca y las puntas de su pelaje son del color del platino. Sus ojos son de un color azul profundo y brillante. Ella es exquisita.Le digo, “¿Aika?”Ella replica, “Por fin pude rasgar el velo, Isa.”Yo le digo, totalmente sorprendida. “Wow. De verdad, ¡eres tan hermosa!”Ella sonríe y replica, “Somos hermosas, Isa... Nunca lo olvides.”Eric se aclara la garganta mientras la llama, “¿Aika?”Ella le responde coquetamente, “Hola Eric. Por fin puedo conocerte.”Aika le habla a Eric como si fuera un humano, moviendo su boca. Le pr
Eric LafalleteObservar el cambio de Isabella ha sido lo más impresionante que he presenciado en toda mi vida. Aika, es una loba de otro mundo.A parte de que no posee el tamaño de una loba común, es casi del tamaño de Anouk y esta bestia sí que es grande. Su pelaje blanco con sus puntas platino, sus ojos azules brillantes, me deja sin aliento.Cada día que pasa creo que Isabella fue hecha para nosotros. Es perfecta para nosotros en cada aspecto. ¡Si tan solo ella también pudiera verlo!Le pregunto, “Anouk, ¿Te das cuenta de que fue lo que apostó? ¡Quiere que le pidamos hacer lo que queramos!”El me responde molesto, “Si, la escuché, estaba ahí ¡cabeza hueca!”Yo lo amenazo, “Hey controla ese gran hocico que tienes Anouk, si no quieres que te quite el control.”Él me contesta con un tono burlesco, “¿Es eso una amenaza?”Yo le respondo con mi voz fría y amenazadora, “Es una advertencia.”Anouk estalla de la risa mientras me dice burlonamente, “¡Qué bien te he enseñado! ¡Estoy tan orgul