Isabella Di´Giotanno.
Como el entrenamiento es de dos horas, yo solo entreno la primera hora en forma humana. Luego, todos se desnudan para transformarse en sus lobos.
En las manadas, la desnudez no es gran cosa, ya que constantemente uno se debe desvestir para poder transformarse y no romper la ropa en cada ocasión.
Así que mientras voy caminando hacia las graderías, algo no me deja quitarle los ojos encima a Eric. “¡Diablos! ¡Pero qué músculos! ¡Oh por la diosa! ¡Pero qué polla tiene ese hombre! ¿Es mitad elefante o qué? ¡Y ni siquiera está duro! No importa, de igual manera, ¡pasaría mi lengua por cada centímetro de ese cuerpazo!” Dice la voz femenina que no es la mía.
“¡Mierda! ¿Pero qué es lo que pasa conmigo hoy? ¡Es Eric por Dios! Es mi amigo, ¡es mi mejor amigo! ¿Por qué mi subconsciente lo ve como si quisiera cogérselo de mil formas posibles? —Me pregunto.
“¡Por qué eso es lo que queremos!” Vuelve a hablar la misma voz.
“¿Eh? ¡Me estoy volviendo loca! ¡Escucho voces!” Estoy asustándome.
“¡Qué no te estás volviendo loca chica!... ¡Soy yo! ¡Déjame pasar! —dice la voz.
“¿Qué? ¿Quién? ¿Aló? ¿Qué está pasando?” Comienzo a hiperventilar.
“¡¿Por qué está tan estrecho aquí?! ¡Ahhh! No se puede, no puedo rasgar el velo, aún es muy pronto, demasiado pronto. Isabella, prepárate para la luna llena.” Termina de hablar la mandona voz femenina.
En el instante en que escucho todo eso, me pongo de pie y doy un grito, asustada de mí misma, cuando me doy cuenta de que todos los ojos están puestos en mí.
Salgo corriendo lejos de las miradas curiosas, mientras busco desesperada el aire. Respiro entre cortadamente, mientras pienso, ¿qué m****a me está pasando? Necesito respuestas.
Corro a la biblioteca y pido en el mostrador todo tipo de libros que contengan las referencias de “oír voces” y “hombres lobo”.
Comienzo por leer anatomía básica de un hombre lobo, y luego paso a los libros obligatorios de la preparatoria. A la mitad de la lectura me siento como una completa idiota. Todos los libros apuntan a que es posible que mi loba esté viniendo a mí.
Olvidé completamente que cumplo dieciocho años la próxima semana, debido a todo el drama con Eric y Juliette. La voz dijo, "Prepárate para luna llena.”
Así que quizás vendrá ese día. ¡Mi sueño de tener a mi loba por fin se hará realidad! ¡Alguien con quien podré compartir mi vida! ¡Debo contárselo a mamá!
Guardo todos los libros y se los devuelvo a la señora Thompson, la bibliotecaria de la escuela. Esta mujer siempre es muy cariñosa conmigo, me regalonea con todos los nuevos libros que llegan allí.
Soy la primera a la que se los entrega, y siempre está pendiente de darme recomendaciones para leer. Sí, lo admito. Soy una nerd.
Salgo de la biblioteca y corro al estacionamiento con dirección hacia mi auto cuando soy interceptada por un puñetazo que me desestabiliza y me lanza un par de metros y me deja tirada en el suelo.
Me giro para ver a mi atacante cuando veo a Juliette de pie frente a mí, la cual poseía una mirada de furia y un atisbo de malicia en sus ojos. “Hasta que lo lograste, puta... ¡Me dejo! ¡Tú siempre planeaste esto!”
“Tú querías que Eric terminara conmigo, ¡siempre lo supe! Pero ¡no permitiré que sea tuyo! ¡No lo permitiré! ¡Eric, es mío zorra! ¡Es mi nombre el que grita por las noches! ¡Tú jamás podrás darle lo que yo soy capaz de darle!”
Yo replico: “Y a ti, ¡qué m****a te pasa, loca! ¡Estás paranoica! ¡Tú lo engañaste! ¡Fuiste tú quien arruinó su relación! Y por la diosa, qué asquerosa eres… De todos los chicos de la escuela, ¿tu primo? ¿Es en serio? ¿Y tienes el descaro de venir y sacarme en cara algo en lo que yo no tengo nada que ver? ¿Acaso eres así de idiota?”
Veo sus labios moverse cuando ambas nos congelamos en nuestro puesto al escuchar el más estruendoso rugido que venía desde la puerta del gimnasio.
Eric se lanza sobre Julie a una velocidad que a penas logró captar... ¡No en vano tiene rango nivel oro! Él le dice: “¿Qué fue lo que te dije, Juliette? ¡Déjanos en paz! ¿Por qué la golpeaste? ¿Quién te crees que eres? ¡No eres nada!"
Julie mira con ojos llorosos a Eric, tratando de acariciar su cara estando bajo de él en el suelo, a lo que Eric le toma su mano, inmovilizándola completamente, diciéndole: “¡Ni de coña, Juliette! La oportunidad se fue. ¡La próxima vez que te vea haciendo algo así, no será una advertencia! ¡Vete de aquí!”
Luego, ella dice “Pero Eric…”
“¡QUE TE VAYAS DE AQUÍ DIJE JODER!” Dice Eric.
Y así fue como Juliette se levantó del piso, nos miró a ambos con sus ojos llenos de lágrimas y corrió hacia su auto, desapareciendo por completo de nuestra vista.
“¿Estás bien?” Me pregunta Eric.
“Sí, lo estoy. Solo un poco magullada.” Le digo.
“Lo siento mucho, Isabella. Jamás pensé que Juliette sería capaz de hacerle daño a alguien. ¡Y mucho menos a ti! De haberlo sabido, jamás te habría dejado sola. Me habría quedado contigo.”
“No, tranquilo, está bien. De todas formas, no es tu culpa. No teníamos cómo saber que Juliette perdería la cabeza, pero, por favor, Eric. ¡Aléjate de las locas! ¿Amo mi vida, está bien? Y, al parecer, para ser tu amiga debería venir con una tarjeta de advertencia.”
Eric me regala su hermosa y perfecta sonrisa a lo que acabo de decirle, mientras me dice, “Juro que intentaré permanecer alejado de las locas.”
Mientras me lo dice, me ayuda a ponerme de pie mientras revisa mis heridas. Tengo un par de moretones en mi cadera y en mi cintura, debido a que aterricé en el suelo de costado. Demonios, qué fuerza tiene esa loca...
¿Quién creería que la señorita perfección es una total lunática y psicópata? ¡Rayos! Al no tener un lobo, mi proceso de curación básicamente es comparable al de un ser humano. Superlento y muy doloroso.
“¡Demonios Isa! “Déjame llevarte con Scott”, me replica Eric.
Scott es el médico jefe de la manada. Un estupendo ser humano, que se encuentra en sus cuarenta y algo, y se rumorea que él con la señora Thompson “son algo”. Si es así, aplaudo la relación. ¡Bien por ellos!
“¡Que no, te digo! Si me llevas, mamá lo sabrá y ya no quiero más dramas con nadie. Solo quiero ir a casa. ¿Me puedes llevar a casa? No quiero conducir así.” Le digo.
Él resopla y luego dice, “Está bien. Solo si prometes tomarte algún calmante para el dolor.”
“¡No tienes que decírmelo dos veces!” Yo replico.
Él suspira y dice, “Está bien, vámonos a casa.”
Isabella Di'Giotanno. Eric condujo directo a casa. Durante todo el camino a penas hablamos. La verdad es que estaba totalmente absorta en mis pensamientos y el dolor de la caída provocada por la psicótica de Juliette. Me tomé unos calmantes que Eric compró antes de conducir a casa, pero no me hacen mucho efecto la verdad. Mis pensamientos están puestos en la idea de tener a mi loba, ya que me ilusionaba mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir. Al llegar a la casa de la manada, Eric estaciona mi escarabajo, mientras apaga el motor le pregunto, “Eric, ¿cómo es tener un lobo?” “¿A qué te refieres?” “Me refiero a que ¿cómo se siente tener que compartir tu cerebro y tu cuerpo con otro ser?” Él parece pensar por un momento y luego responde, “¡Ah! ¡Eso! Bueno, la verdad es genial. Tengo a Anouk desde mucho antes de cumplir los diez años, así que es más de la mitad de mi vida con él. Tenerlo significa… Grandes dolores de cabeza, honestamente.” Me lo dice dándome una gran sonrisa
Isabella Di'Giotanno. Una semana ha pasado y mi loba se ha vuelto silenciosa. Luego de su última indicación, no me ha vuelto a hablar. Hasta creo que lo soñé, haciendo que toda esta situación me provoqué una profunda ansiedad. ¡Maldita loba! Mi cumpleaños es mañana y hoy es luna llena. Estoy muy nerviosa porque sé que mi vida cambiará drásticamente. Dicen que el primer cambio es muy doloroso y yo, teniendo casi dieciocho, me estoy preparando mentalmente para ese nivel de dolor. “Hoy es luna llena. ¿Estás nerviosa? —dice Eric. “¿Qué es lo crees? ¡Dah!” Le respondo un poco enojada. “WOW, pero qué genio. Ojalá que tu loba sea más simpática que tú," Eric lo dice resoplando. Le blanqueo los ojos a Eric mientras le saco la lengua, a lo que él replica con un tono serio y mirándome fijamente a los ojos, “No me saques la lengua, si no quieres que haga algo travieso con ella.” “¿Qué?”, le pregunto confundida. “Olvídalo.” “¡Aquí estaban!” Dice entrando Luna, Ayme, Alfa, Patrick y mi mad
Eric Lafallete.Es casi media noche y el cambio de Isabella es inminente. Pronto veremos lo peor de una transformación y lo mejor, qué es cuando el lobo emerge. Estamos esperando a fuera de la casa de la manada a que el reloj marque las 00:00.Mamá a preparado todo dentro de la casa, ropa limpia y comida. Papá está patrullando, junto con nuestros mejores guerreros, las fronteras.Él teme que la transformación de Isabella pueda atraer a picaros o a otros seres que no sabemos de su existencia. La llegada de una loba Di´Giotanno, como nos relata la historia, es una bendición, pero también significa que algo muy malo se avecina.Papá es muy enfático en decirlo. Con Claire se la han pasado haciendo preparativos, en caso de un ataque en cualquier momento. Me siento muy alagado de que papá confié en mí.Cada avance o preparativo que realizan con Claire, me lo comparte por enlace mental. Claro, esto ha significado que mis noches de sueño sean casi escasas, pero me deja tranquilo poder saber l
Isabella Di'Giotanno¡¡Diosa como duele!! ¡Sentí como si me destrozaran mil veces en un segundo! Es increíble lo que el cuerpo humano puede hacer. Mi cuerpo se hizo añicos para dar lugar a la más increíble loba que jamás haya visto.Y es mía. Siento muchísima curiosidad el saber por qué la diosa de la luna me envió una loba así. Aika es muy grande. Las lobas no son así de grandes.Solo es un poco más pequeña que Anouk, y eso es una sobreestimación. es totalmente blanca y las puntas de su pelaje son del color del platino. Sus ojos son de un color azul profundo y brillante. Ella es exquisita.Le digo, “¿Aika?”Ella replica, “Por fin pude rasgar el velo, Isa.”Yo le digo, totalmente sorprendida. “Wow. De verdad, ¡eres tan hermosa!”Ella sonríe y replica, “Somos hermosas, Isa... Nunca lo olvides.”Eric se aclara la garganta mientras la llama, “¿Aika?”Ella le responde coquetamente, “Hola Eric. Por fin puedo conocerte.”Aika le habla a Eric como si fuera un humano, moviendo su boca. Le pr
Eric LafalleteObservar el cambio de Isabella ha sido lo más impresionante que he presenciado en toda mi vida. Aika, es una loba de otro mundo.A parte de que no posee el tamaño de una loba común, es casi del tamaño de Anouk y esta bestia sí que es grande. Su pelaje blanco con sus puntas platino, sus ojos azules brillantes, me deja sin aliento.Cada día que pasa creo que Isabella fue hecha para nosotros. Es perfecta para nosotros en cada aspecto. ¡Si tan solo ella también pudiera verlo!Le pregunto, “Anouk, ¿Te das cuenta de que fue lo que apostó? ¡Quiere que le pidamos hacer lo que queramos!”El me responde molesto, “Si, la escuché, estaba ahí ¡cabeza hueca!”Yo lo amenazo, “Hey controla ese gran hocico que tienes Anouk, si no quieres que te quite el control.”Él me contesta con un tono burlesco, “¿Es eso una amenaza?”Yo le respondo con mi voz fría y amenazadora, “Es una advertencia.”Anouk estalla de la risa mientras me dice burlonamente, “¡Qué bien te he enseñado! ¡Estoy tan orgul
Isabella Di'Giotanno.Una vez que nos transformamos, Aika solicitó no hablar más de las responsabilidades y solo quería dar un paseo. Sentir la tierra en sus patas y el viento en nuestro pelaje.Pero luego, a Aika no se le ocurrió una mejor cosa que apostar en contra de Anouk. ¿Qué mierda estaba pensando? ¡Maldita loba caliente!Le digo furiosa, “Demonios, Aika... Aun no entiendo por qué apostaste eso. Anouk nos encontrará y ¡seremos historia!”Ella me responde calmadamente, “¡Tranquilízate Isa! ¡por la Diosa! ¿Sabes qué? Tú y yo tenemos que conversar.La Diosa de la Luna nos hizo extraordinarias. Te lo dije hace un rato, solo hay muy pocas cosas que no podemos hacer.Perder ante Anouk no es una de ellas. Podemos camuflar nuestro olor. Es una de nuestras múltiples habilidades que tenemos. Pero no lo haré. Me rehúso a hacerlo.”Si Aika quería hacerme enojar, pues felicidades, ¡lo logró! “Dime, por favor su alteza. ¿Por qué decirme que puedes hacer algo y luego me dices que no lo harás?
Eric Lafallete.¡Por fin! ¡Isabella admitió que nos ama! Mi corazón no da más de felicidad. Siempre creí que ella era la indicada para mi vida, y tenía razón.Te doy las gracias, Diosa de la Luna por enviar a mi vida, a la más extraordinaria loba que pudo existir. Juro protegerla, respetarla y amarla para toda la vida, hasta mi último aliento.Prometo, dar lo mejor de mí, en cada momento. Prometo ser mi mejor versión para estar a la altura de mi bella amada. Espero que la Diosa de la Luna ilumine nuestros pasos, nos cuide y nos proteja de las fuerzas ocultas que existen.Escucho a Isabella decir con su voz temblorosa, “Está bien Eric, voltéate. Confío en ti.”Suspiro, mientras le digo a Anouk con una voz clara, “no la mires. Prometimos que no lo haríamos y no quiero que deje de confiar en mí. Ahora que me dijo que me ama, no quiero hacer nada que la haga dudar de mis intenciones ni cambiar de opinión.”Él asiente, mientras me da una un saludo militar diciendo, “Entendido”Me aproximo
Isabella Di´Giotanno.Llegamos a la casa de la manada en silencio. El camino fue tranquilo, sin novedad, ya que como el bosque estaba custodiado por los guerreros, se preocuparon de que nadie estuviera merodeando a los alrededores.Eric apretó mi mano durante todo el trayecto. Cuando entramos, toda la casa estaba iluminada. Observo a mi alrededor y me doy cuenta de que todos los sirvientes de la casa me están mirando boquiabiertos.“¿Qué? ¿Tengo algo en mi cara?" Miro hacia todos los lados esperando una explicación.“Wow nena! ¡Estas increíble!”“¿De qué hablas Eric?”“¡Ven! ¡Mira!”Eric me lleva hacia el espejo que se encuentra empotrado a la pared en la entrada de la casa. Ahí me quedo contemplando mi reflejo: mi pelo castaño ahora es de un rubio cenizo, casi blanco con ondas que bajan hasta mi cintura.Mis ojos color avellana ahora son de un verde esmeralda. Mi piel canela ahora es blanca como la nieve. "¡Maldición! Aika. ¿Qué m****a nos pasó?"Aika suspira diciendo, “Pues al cambia