- Eres feliz Ne sarang? - Pregunta con una sonrisa mientras Brian asentía en gran emoción. - Entonces, es momento de despertar.- Despertar? - A qué se refería con eso, pero poco a poco todo fue borrándose haciendo que pareciera una ilusión. ¡Amor!- Brian!! despierta!!- Gael amor!! - Gritaba aferrándose al rostro de éste que seguía sonriendo.- Despierta Brian!! - Se oía la voz de Miguel haciendo que abriera sus ojos.- No! - Grita viendo que se encontraba en su habitación.- Mierda Brian! ¡Qué estabas soñando!- Dónde está Gael!? - Grita saltando de la cama empujando a Miguel que lo veía sorprendido de la misma manera que David. Yendo al baño abre la puerta, apresurado.- Gael! ¡mierda Miguel! donde esta Gael?- Tu prometido está en camino con su familia. Se supone que hoy van a conocerse. - Dice Miguel cruzándose de brazos.- Gael? hasta ayer te quejabas de que te están obligando con ese raro.- No le llames de esa manera! - Dice Brian tomando a David de su ropa.- Tranquilo Brian
Aún recuerdo ese día como si fuera ayer. Venía dispuesto a arruinar ese contrato que me obligaba a contraer matrimonio con un hombre que ni siquiera conocía. A pesar de estar furioso también estaba nervioso y ansioso, no sabía la razón, pero lo único que sabía era que no me detendría hasta lograr mi objetivo. Pero cuando el amigo de mis padres me invita a ingresar no podía negarme, así que di un gran suspiro y me adentré al lugar. Gael, pasa. - Me dijo con insistencia. - Déjame presentarte a Brian, mi hijo. Brian, saluda a tu prometido. - Fueron sus palabras cuando lo vi sentado, bueno en realidad había 3 jóvenes allí pero mi mirada fue rápidamente al que no prestaba atención, distraído con su teléfono. Supe que se trataba de él ya que el hombre lo volvió a llamar, pero esta vez con una voz más severa. Brian! ¡Deja ese teléfono! Discúlpenlo. - Dijo para que este dejara su móvil a un lado suyo para guiar su mirada hacia mí. Todos quedaron en silencio, él se pone de pie de inmediato c
En el mundo de los negocios, los matrimonios arreglados eran común desde hace mucho tiempo, más tratándose de personas poderosas del nivel social alta. Aunque Tailandia no era un país nombrado sobre otros, dentro de él había familias con un alto poder dentro de la política, dueños de edificios y grandes empresas.Entre estos se encontraban los Benet, una familia conformada solo con 3 integrantes, Helena una joven proveniente de una familia poderosa inversores en las grandes empresas de televisión del país, Let quién es su joven marido también heredero de una gran fortuna de la Sociedad Benet, estos fueron obligados a casarse hace unos años atrás para mantener a las familias unidas, juntos criaron a su único hijo Brian, quién solo tenía 2 años de edad cuando se hicieron cargo del 50 % de la empresa de los padres de Helena.En un evento realizado para ampliar la sociedad conocieron a la joven pareja Wins, Jane y Pablo que provenían de familias de grandes empresarios que se especializaba
Jane y Pablo volvieron a Seúl, donde habían comprado una hermosa casa ya que vivirían por un buen tiempo en la ciudad. En cuanto se disponían a descansar Pablo decide llamar a su amigo Let en relación a lo que habían hablado con su esposa, solo esperaba que este no tuviera inconvenientes. Cerrando la puerta de su oficina sigilosamente toma el teléfono sobre su escritorio. 📞…. 📞- Hola? - Saluda Let curioso. 📞- Let, lamento molestar... habla Pablo, no he podido llamar antes... 📞- Pablo? Sí ¿qué sucede? - dice relajado. 📞- Sobre el contrato que hemos firmado... 📞- ¡¿Quieres anularlo?! - Pregunta sobresaltado. 📞- No! Es que hablando con Jane no nos hemos puesto a pensar que si nuestro primer hijo es un varón... cómo podemos casarlos siendo dos hombres... 📞- Oh! Claro... no lo he pensado... ¿entonces cómo lo cambiaremos? Sabes que un contrato para anularlo, deben de estar presente todas las partes. 📞 - Lo sé... en unos meses debemos volver a Tailandia con Jane, entonces l
Tailandia siempre era conocida por sus días calurosos y tardes frescos, que el cielo se oscureciera a causa de las nubes grises era casi difícil que ocurriera. Pero al amanecer los Benet podían ver como las gotas de lluvia se apoderaba del paisaje fuera de su ventana de vidrio, mientras su pequeño de 2 años se había colado en la cama en horas de la madrugada, los truenos lo asustaban y siempre se refugiaba en medio de sus padres. - Ni siquiera lo sentí cuando llegó aquí. - Sonreía Let acariciando la cabeza de su pequeño, que abrazaba un peluche de oso. - Tu nunca sientes nada Let, sin embargo, no he podía conciliar el sueño porque este pequeño me pedía que le rascara la espalda. - Bueno, eso lo heredó de ti. - Sonríe Let mientras su mujer lo miraba fijamente. - El día no puede estar en contra mía. - Por qué lo dices? - Tengo que ir a terminar el vínculo con los Lee y hubiera sido un excelente día si no tuviéramos esta lluvia. - Raras veces tenemos este clima, es excelente... -
Let se encontraba terminando las firmas con Lee y sus socios. Ya quería volver a su casa con su familia, agradecía que era lo único de lo que debía ocuparse en el día. Su teléfono comienza a sonar, llamando la atención de los presentes, con una mirada de pena, sin mirar la pantalla baja el volumen haciendo que quedara en vibración.Dentro de su bolsillo su teléfono no dejaba de vibran, haciendo que los demás lo miraran ya molestos.- Disculpen. - Dice tomando el teléfono para mirar la pantalla que se trataba de un número desconocido. - Puedo tomar la llamada?, solo será un momento. - Los demás asienten con la cabeza para continuar con las firmas en los documentos.- Hola? - Saluda curioso.- El señor Let Benet? - Dice una voz masculina muy seria, haciendo que Let frunciera el ceño.- Sí, soy yo...- Le saluda el teniente Borie, lamento informarle que su esposa Helena Benet ha sufrido un accidente. - Let queda tieso con el rostro pálido al oír esas palabras.- Cómo? ¡¿un-- un accident
Let amigo! - Se le oía feliz, aunque no deseaba ser quien arruinara esa alegría su sollozo hace que este dejara de hablar. Con un nudo en la garganta sólo podía pronunciar algunas palabras. - Pablo! ya no está conmigo... Helena... mi Helena... - Solo el decir su nombre hacía que cayera en llanto sin poder detener sus lágrimas que caían de sus ojos sin decoro. Pablo solo podía guardar silencio al oírlo llorar de esa manera. - Helena? ¿qué sucede Let? - Pregunta temiendo en la respuesta. - Un accidente-- - Responde cerrando con fuerza sus ojos mientras más lágrimas caían. - Cómo un accidente? ¿están todos bien? - Helena... ella... - Nuevos sollozos sale de su pecho sin poder continuar. - Amigo, no sabes cuánto lo siento... tomaré el primer vuelo... - Pablo, que haré? Sin ella ya no puedo... - No hables de esa manera, aun tienes por quién luchar. Brian te necesita, ese pequeño te tiene solo a ti. - Mi Helena... - Seguía sollozando mientras su amigo solo dejaba que se desahogara
BrianLuego de aquella visita al psicólogo Let había notado que su pequeño necesitaría de gran ayuda. Boom comenzaba a tratarlo dos veces a la semana. Pero lejos de mejorar Brian fue cambiando poco a poco.Mientras iba creciendo fue adoptando un comportamiento que traía problemas donde iba. En las instituciones donde era llevado siempre llamaban a Let para una reunión a causa de su comportamiento.Brian fue dejando las sonrisas por las miradas desafiantes y pocas palabras. Let hacía lo posible por ayudarlo, pero Brian no lo permitía. Aunque asistía a las sesiones con Boom no había mejoras.Cuando fue a la secundaria conoció a su amigo Miguel que lo acompañaba a donde iba, tratando de que no se metiera en problemas.Un día Brian había llegado furioso, no era raro verlo molesto, pero en esta ocasión parecía como que golpearía a cualquiera que se cruzara en frente. Miguel lo detiene intentando conversar con él para apaciguarlo.- Brian? ¿Qué sucede?- Acaso tengo cara de mercancía?- Qué