Let se encontraba terminando las firmas con Lee y sus socios. Ya quería volver a su casa con su familia, agradecía que era lo único de lo que debía ocuparse en el día. Su teléfono comienza a sonar, llamando la atención de los presentes, con una mirada de pena, sin mirar la pantalla baja el volumen haciendo que quedara en vibración.
Dentro de su bolsillo su teléfono no dejaba de vibran, haciendo que los demás lo miraran ya molestos.
- Disculpen. - Dice tomando el teléfono para mirar la pantalla que se trataba de un número desconocido. - Puedo tomar la llamada?, solo será un momento. - Los demás asienten con la cabeza para continuar con las firmas en los documentos.
- Hola? - Saluda curioso.
- El señor Let Benet? - Dice una voz masculina muy seria, haciendo que Let frunciera el ceño.
- Sí, soy yo...
- Le saluda el teniente Borie, lamento informarle que su esposa Helena Benet ha sufrido un accidente. - Let queda tieso con el rostro pálido al oír esas palabras.
- Cómo? ¡¿un-- un accidente?! - Dice haciendo que su amigo Lee girara a mirarlo.
- La están derivando al Hospitals Group junto con su pequeño.
- Brian! - Grita con lágrimas en sus ojos, dejando caer su teléfono para intentar salir de la oficina, Lee lo detiene preocupado.
- ¿¡Que sucede Let!?
- Helena, ¡Brian... no-- no puede ser!!
- M****a Let! ¡¿qué les pasó?! - Levanta la voz haciendo que los ojos húmedos del nombrado fueran a los suyos.
- Un-- un accidente, ¡debo ir!
- Tú no manejaras en este estado, ¿dónde están?
- Hospitals Group... - Dice con la mirada perdida.
- Espérame aquí, ¡no te muevas! - Dice Lee para girar hacia sus socios que se encontraban igual de sorprendidos.
- Lo siento, una emergencia se ha presentado, mi esposa los acompañará.
Lee llama a su mujer para que se hiciera cargo de la reunión para poder llevar a su amigo al hospital.
Rápidamente suben a su auto mientras Let se coloca el cinturón, Lee lo veía preocupado para luego poner en marcha el motor e ir en dirección al hospital. El camino fue silencioso, ninguna de las dos personas quería decir algo al respecto, pero Let solo podía tener en su mente a su esposa y pequeño, anhelando que no fuera nada grave.
Llegando al hospital van corriendo hasta la recepción preguntando por el nombre de su esposa. La persona que lo recibe comienza a buscar en el sistema, hasta que queda en silencio.
- Señor usted es un familiar de la paciente?
- Soy su esposo, también mi hijo Brian está aquí, quiero verlos.
- Llamaré al médico quien los recibió, por favor puede tomar asiento.
- ¡¿Tomar asiento?! - Grita Let mientras Lee lo detenía para llevarlo a un lado.
- Let debes calmarte, deben de estar bien...
- ¿¡Cómo me pide que me quede quieto en un lugar!? Necesito verlos, saber que están a salvo
- Lo están Let... - Dice tomándolo del hombro con ambas manos.
Mientras estaban a un lado de recepción un médico se acerca luego de haber sido guiado por la recepcionista a ellos.
- Familiares de la señora Helena Benet? - pregunta el médico cerca.
- Yo! soy su esposo. - Responde de inmediato.
- Por favor acompáñeme... - Dice para luego girar sobre sus pies y comenzar a caminar.
Mientras caminaban por los pasillos Lee también los acompañaba. Abriendo una puerta Let se da cuenta que se trataba de una oficina y no una habitación donde esperaba que estuviera su esposa e hijo.
- Donde está mi esposa doctor.
- Por favor tomen asiento.
- No, ¡quiero ver a mi esposa!
- Let la verás luego, el medico querrá hablar de su estado. - Intenta persuadirlo logrando que este se sentara bufando.
- Señor Benet, esto no es fácil de decirlo. Pero la señora Helena llegó al hospital sin signos de vida.
- Qué!! no!!
- Lo lamento, pero con el impacto del accidente trozos de vidrios fueron a dar con la yugular provocando que perdiera sangre de manera inmediata, aunque los paramédicos intentaron detener el sangrado ya había perdido mucha sangre.
- Lee, no.… dime que esto no está sucediendo... mi Helena... ella no!! - Lloraba abrazando con fuerza a su amigo.
- Lamento su perdida señor Benet, hemos hecho todo a nuestro alcance para reanimarla, pero no pudimos lograrlo. - El medico se mantiene en silencio respetando el dolor de la persona frente a él.
- Doctor, el pequeño Brian-- - Dice Lee presionando a su amigo a su pecho.
- Brian Benet, está fuera de peligro, como se encontraba en un baby seat estaba seguro, sólo algunas raspaduras a causa de los vidrios que se despidieron en todo el auto. Ahora se encuentra inconsciente, debimos sedarlo ya que los paramédicos que asistieron en el lugar informaron... que se encontraba despierto presenciando... - Dice el medico deteniéndose a sí mismo, que un pequeño vea a su madre morir era muy difícil de decirlo. No quería aumentar el dolor en el esposo de la paciente.
Luego de que lograran que Let se tranquilizara lo llevaron a la habitación donde se encontraba Brian. Let al verlo va rápidamente hasta un lado de la cama tomando su pequeña mano. Que comenzaba a acariciar con un nudo en la garganta viendo los rastros de cortes en su rostro y brazos.
Brian comienza a despertar viendo a su padre a su lado, intenta levantar la cabeza, pero Let lo detiene.
- Bebé no hagas fuerza... - Dice susurrando mientras Brian buscaba con la mirada en la habitación.
- Mami? - Dice con la voz raspada, pero Let sólo puede negar con la cabeza sin poder responder. Cómo decirle a su pequeño que ya no vería a su madre, ni siquiera él quería creerlo. Su pecho dolía en gran manera mientras los ojitos de Brian lo veían curioso.
Mientras Let se quedaba con el pequeño Brian, Lee lo ayudaba con los tramites del traslado del cuerpo de Helena. Aunque quisiera hacerlo no podría, verla por última vez se volvía en una agonía. Quería recordarla con esa hermosa sonrisa, su sentido del humor que hacía que sus días sean los mejores. Cómo se suponía que debía seguir ahora, una de sus razones para vivir ya no estaba a su lado.
Luego de que hayan dado de alta a Brian ambos fueron llevados por Lee a su casa. Aunque Brian sentía algunos dolores en su cuerpito, estaba ansioso por llegar a la casa y ver a su madre. Pero el lugar estaba silencioso, haciendo que girara hacia su padre.
- Papi, donde está mami?
Let recordando lo que le había dicho el médico del estado de Brian, pensaba como decirle que Helena ya no se encontraba con ellos. Cuando intenta responderle Brian lo interrumpe de inmediato.
- Mami fue a un viaje?
Let con duda asiente con la cabeza, no quería que sufriera así que decidió seguir a esa idea.
- Oh mami, fue a un paseo sin mí... - Dice haciendo un puchero, haciendo que Let tragara duro intentando reprimir sus lágrimas que amenazaban con asomarse.
- Brian, me habían dicho que tienes nuevos juguetes... quieres mostrar a tu tío?
- Sí!! - Dice Brian para tomar a Lee de sus dedos para llevarlo a su habitación.
Let con los pasos pesados va a su oficina dejándose caer sobre su silla comienza a sollozar, ¿cómo podría mantenerse fuerte ante esta situación?
Pensando en todo lo que había vivido a su lado, los recuerdos con sus amigos Wins también vino a su mente, tomando el teléfono comienza a marcar el número de Corea en el que habían hablado varias veces. El teléfono sonaba sin que nadie respondiera, pero ni bien dejaba de sonar volvía a marcar hasta que en el último intento la voz de su amigo suena desde el otro lado, haciendo que su corazón se rompiera en más pedazos y un sollozo grave saliera desde su pecho.
- Let amigo! - Se le oía feliz, aunque no deseaba ser quien arruinara esa alegría su sollozo hace que este dejara de hablar. Con un nudo en la garganta sólo podía pronunciar algunas palabras.
- Pablo! ya no está conmigo... Helena... mi Helena... - Solo el decir su nombre hacía que cayera en llanto sin poder detener sus lágrimas que caían de sus ojos sin decoro. Pablo solo podía guardar silencio al oírlo llorar de esa manera.
Let amigo! - Se le oía feliz, aunque no deseaba ser quien arruinara esa alegría su sollozo hace que este dejara de hablar. Con un nudo en la garganta sólo podía pronunciar algunas palabras. - Pablo! ya no está conmigo... Helena... mi Helena... - Solo el decir su nombre hacía que cayera en llanto sin poder detener sus lágrimas que caían de sus ojos sin decoro. Pablo solo podía guardar silencio al oírlo llorar de esa manera. - Helena? ¿qué sucede Let? - Pregunta temiendo en la respuesta. - Un accidente-- - Responde cerrando con fuerza sus ojos mientras más lágrimas caían. - Cómo un accidente? ¿están todos bien? - Helena... ella... - Nuevos sollozos sale de su pecho sin poder continuar. - Amigo, no sabes cuánto lo siento... tomaré el primer vuelo... - Pablo, que haré? Sin ella ya no puedo... - No hables de esa manera, aun tienes por quién luchar. Brian te necesita, ese pequeño te tiene solo a ti. - Mi Helena... - Seguía sollozando mientras su amigo solo dejaba que se desahogara
BrianLuego de aquella visita al psicólogo Let había notado que su pequeño necesitaría de gran ayuda. Boom comenzaba a tratarlo dos veces a la semana. Pero lejos de mejorar Brian fue cambiando poco a poco.Mientras iba creciendo fue adoptando un comportamiento que traía problemas donde iba. En las instituciones donde era llevado siempre llamaban a Let para una reunión a causa de su comportamiento.Brian fue dejando las sonrisas por las miradas desafiantes y pocas palabras. Let hacía lo posible por ayudarlo, pero Brian no lo permitía. Aunque asistía a las sesiones con Boom no había mejoras.Cuando fue a la secundaria conoció a su amigo Miguel que lo acompañaba a donde iba, tratando de que no se metiera en problemas.Un día Brian había llegado furioso, no era raro verlo molesto, pero en esta ocasión parecía como que golpearía a cualquiera que se cruzara en frente. Miguel lo detiene intentando conversar con él para apaciguarlo.- Brian? ¿Qué sucede?- Acaso tengo cara de mercancía?- Qué
GaelLa noticia de que Jane estaba en cinta fue el momento más feliz para la pareja. Después de que Pablo volviera del viaje de Tailandia la acompañaba constantemente y solo cuando era necesario iba a la oficina. Al cabo de 5 meses, mediante una ecografía constataron que se trataba de un niño quien venía en camino, la pareja estaba preocupada. Pero Pablo solo quería que ella no pensara en nada que la perturbe. En dos meses más luego de que el médico le haya dicho que si podía darle la noticia sobre el fallecimiento de Helena fue difícil contarle lo sucedido. Al enterarse Jane no podía contener el llanto, aunque al principio estaba molesta con su marido por no decirle lo que había pasado en el momento, sabía que no lo hizo por maldad. Su embarazo avanzaba y junto con ello la preocupación del acuerdo en Tailandia. Acordaron avisar a Let sobre el sexo el día de nacimiento de su pequeño.Gael, así habían decidido llamarlo nació a mediados del mes de diciembre unos días antes de las fiesta
Gael se encontraba en su habitación furioso, había llamado a su amigo Peter para que viniera a su casa, que este no se tardó en acudir. caminando de lado a lado seguía maldiciendo mientras su amigo solo lo observaba sin entender la razón, pero sabía que no era nada bueno. De la misma manera estuvo aquella vez que le habían confesado que tenía una anormalidad. - Gael, puedes quedarte quieto y contarme que sucede? - Esta vida apesta! ¿¡Cómo pueden hacerme tal cosa!? - Hacerte qué? ¿Quiénes? - Mis padres!! de quien más hablaría! - Entonces dime que hicieron? - Están obligándome a que me case con alguien que ni siquiera conozco! - ¿¡Casarte!? por qué! ¿Puedes negarte? - Hay un estúpido contrato! - Pero-- pero... cómo? - Con tonto tailandés! - Qué!! ¿Te irás? me vas a dejar?! - Pety no voy a dejarte!! no digas idioteces!! Pero tengo que pensar como deshacerme de ese trato, no me unirán a un desconocido. - Pero si existe un contrato, ¿puedes anularlo? - Quienes firmaron ese c
Amanecía y su mal humor estaba intacto, con la información de que vendría ese joven con quien lo estaban obligando a contraer matrimonio ya se sentía molesto. Ni siquiera tenía los ojos bien abiertos cuando sus amigos Miguel y David entraron a su habitación con un gran alboroto.- ¡Despierta! - Gritaba Miguel arrojándose a la cama sobre el cuerpo de Brian.- ¡Maldita sea! - Bufa Brian empujándolo haciendo que cayera a un lado de la cama.- ¡Aush! ¿ahora por qué el enojo? - Decía Miguel sobándose el trasero mientras David solo sonreía.- Olvidas que maldito día es hoy?- Hoy viene tu prometido, ¿no? - Dice David logrando que Brian le arrojara una de sus almohadas.- Ohhh sí es verdad!! Nos quedaremos a verlo, tengo una gran curiosidad de cómo se ve... - Dice emocionado Miguel.- Qué más querrás ver? debe de ser un enano de ojos rasgados y pelos puntiagudos. - Responde Brian haciendo gestos de desagrado. - Rechazar a tantas personas que en verdad son razonablemente bellas, y terminaré c
Brian se encontraba furioso en su habitación. Sus amigos, bueno es lo que comenzaba a cuestionar ya que quedaron rendidos ante la persona que sería su prometido.No sabía que le enfureció más, que sus amigos se hayan llevado a Gael a conocer la casa dejándolo solo y abandonado en la sala, o que el guapo pero insoportable de su prometido no se mostraba interesado en su belleza.¿¡Que acaso está ciego!? - Pensaba molesto. Oía como reían en el jardín justo a un lado de la ventana de su habitación, lugar donde se encontraba la alberca de la casa. Aunque muriera de curiosidad no saldría a mostrar interés de que les parecía tan gracioso.- Se estarán burlando de mí? ¡Mal amigos! ¡Apenas se les aparece un lindo trasero y me abandonan! ¡Pero ese trasero será mío! ¿¡Que estoy diciendo!? ¡No voy a casarme con ese engreído! ¡Que se cree! ¡Cuántos desearán estar en su lugar! ¡Ja! ¡Morirían porque los mirara siquiera! - Gritaba furioso.- Que es este griterío? - Decía Miguel entrando a la habitaci
Los primeros días que Gael fue a la mansión fue un caos, peleas y quejas constantes hacía que Let y Pablo estuvieran estresados en todo el día. Aunque Miguel y David se quedaron el primer día al siguiente fueron expulsados por su propio amigo.Quien más insistía en estar cerca de Gael era el pequeño inquieto Miguel. Gael miraba con desprecio a Brian apenas lo veía cosa que molestaba en gran manera a este.El clima era muy bueno Gael se encontraba en la sala jugando con su teléfono, mientras Let se encontraba en el despacho junto con Jane y Pablo. Brian seguía encerrado en su habitación, pero sabía que debía ir a la empresa. Se sentía de alguna manera tranquilo saber que allí no lidiará con Gael, así que se apresura a vestirse más elegante que nunca.- Si te quedarás aquí tendrás que acostumbrarte a verme, más temprano que tarde terminarás rendido. - Pensaba Brian acabando el nudo de su corbata para luego rociar su mejor perfume alrededor de su cuello.Comenzando a bajar por las escale
Brian tenía sus manos presionados al rostro de Gael mientras sus labios seguían pegados a los de este. Quería alejarse, pero su corazón latía con tanta fuera que pareciera que se saldría por su boca. Estaba agradecido que tenía los ojos cerrados porque comenzaba a entrar en razón de lo que estaba haciendo. Sabía que luego de esto vendría un golpe de puño de puño, quería estar preparado, no reaccionaría, porque a decir verdad él también haría lo mismo, pero grande fue su sorpresa cuando los labios de Gael se abren dejando salir a esa lengua venenosa que se adentró sin compasión a su boca. Un jadeo se escapa de entre sus labios haciendo que comenzarán una danza furiosa devorándose como si dejaran ir toda la ira que llevaban dentro, la lengua de Brian se une a la de Gael haciendo que lucharan de una boca a la otra. Gael levanta sus manos enredando sus dedos en mechones de cabellos estirando con fuerza haciendo que un gemido saliera de la boca de este.Brian aparta sus manos del rostro de