Con algo de miedo solo niego con la cabeza, mientras miraba sus ojos verdes y profundos.
–Tu padre hizo una subasta. –Me comenta mientras se aleja de mí, para ir por un trago a su mini bar. –Realmente fui al lugar porque mi madre me obligo, lo que no sabía era que era una subasta para vender a la belleza de México. –Se sirvió un poco de wiski con hielo, para después darle un trago. –Esa eres tú. –Me señala con sus dedos largos, eran como los de un bello pianista. –Al principio no tenía conocimiento de quién eras, hasta que tu padre como si se tratara de un catálogo, archivo fotos tuyas para repartirlas entre el público. Después me di cuenta que te estaba vendiendo, había hombres que estaban dispuestos a utilizarte como esclava sexual, para venderte como trata de blanca y explotarte. –El hombre de inmediato hizo un gesto de desaprobación, al igual que yo, sintiendo un escalofrío pasando por mi cuerpo entero. –Pero yo estaba ahí, escuchando los comentarios de gente asquerosa, mientras que a tu padre no le dolía las palabras que la gente decía.
–¡Es mentira! –Grité tratando de conservar una buena imagen de mi padre.
–¡Es verdad! –Me gritó de vuelta para proseguir con la historia. –Pero corriste con suerte, mi padre me esta pidiendo que traiga una mujer conmigo, todos mis amigos ya están casados y “disfrutan” –Dice en comillas. –De un bello matrimonio, eso los hace más importantes en la sociedad de millonarios en la que pertenezco. Yo soy el hombre más solicitado en mi sociedad, pero no me quiero casar con mujeres tontas o que tengan interés solo por mi dinero. Aún que puedo decir que todas solo quieren tener sexo y probar que es estar en la gloria. –Dijo el muy presumido.
–Usted es la humildad andante. –Murmuré.
–El caso es que la necesito y usted me necesita a mí. No tiene a donde ir y el enfermo de su padre, me entrego su custodia.
Yo solo suspire un poco abrumada por lo que este hombre me estaba diciendo, pero si la historia que me contaba era real, tenía que empezar a ver esta vida como una posibilidad.
–¿Dónde dormiré? –Dije sin más.
–¡Teresa! –El hombre atractivo llamo a una sirvienta, que vestía un vestido negro con una pequeña bata blanca. –Acompaña a la señorita Belle a su cuarto. –Es lo ultimo que dice, para volver a su mini bar.
Antes de caminar por las escaleras de madera, me le quedo viendo tratando de estudiarlo, para después decir:
–No piense que esto significa que todo estará bien, tratare de hacer lo posible por estar lejos de aquí. –Después subí las escaleras que me llevaban a un enorme lugar. Había varias puertas, que supuse que eran habitaciones. La sirvienta que se veía de la misma edad que yo, empezó a caminar hacía la ultima habitación del lugar. Ella la abrió esperándome, para que yo pudiera entrar primero. Al principio tuve miedo, no quería moverme, pero sabía que tenía que hacerlo. Camine lentamente hasta llegar a esa habitación, en donde me encuentro con un lugar realmente hermoso. La habitación estaba tapizada con un tapis color arena, mientras que había una enorme cama muy cómoda de sabanas con hojas de árboles, pero la mejor parte era que tenía un balcón, en donde te podía asomar y ver el jardín que era tan hermosa, con una enorme fuente que funcionaba todo el día.
–¿Le parece bonita su habitación? –Me pregunta la joven mientras empieza desempacar la maleta, que nunca pude abrir en mi casa.
–Es hermosa. –Le respondí sin mucha gracia. –Lo malo es que tengo que ver a ese hombre. –Murmuré sin energía.
–Es un buen hombre. –Me comenta la chica, mientras se pone de rodillas para acomodar mis zapatos en un gran armario de madera fina. –Es un hombre muy solitario, es orgulloso y tremendamente inteligente, pero creo que debe sentirse un poco orgullosa de que él quiera estar a su lado. –Dice con honestidad, como si conociera al hombre de verdad.
–No de la forma en la que me consiguió. –Negué con mi cabeza. –¿Y tu lo conoces bien? –Pregunté notando su gran interés en el hombre rico.
Ella sonrío y parpadeo varias veces.
–¿Qué si lo conozco bien? Sí. –Asintió con la cabeza. –He trabajado para su familia desde que tengo memoria. Mi madre siempre le sirvió a la familia Ferreira, así que era obvio que mi destino era seguir los pasos de mi madre. Pero siempre estoy feliz. –Se levanta del suelo con las rodillas rojas. –Siempre estoy feliz cuando le sirvo a mi amo. –De inmediato pude notar que Teresa estaba enamorada de su jefe. –Cuide de su corazón. –Y sin más, la joven dejo el lugar.
Teresa era un joven que parecía conocerlo bien, mi mente incluso empezó a pensar que quizás él si me había salvado, por todo lo que mi padre estaba haciendo. Pero después sentí que quería ser libre. Estuve en Francia mucho tiempo, dentro de la escuela sin recibir visitas. Pensé que al llegar a México, por fin encontraría la libertad. Y estaba dispuesta a tomarla.
Deje que pasara toda la noche, hasta que todas las luces de la mansión se apagaron, incluso espere a que la fuente fuera apagada. Me levanté de mi cama, pero de pronto vi como el pasillo se ilumino, para escuchar unos pasos pesados que venía hacía mi habitación. Me subí a la cama y me tapé con las sábanas, intentando pretender estar dormida. La puerta se abrió, tenía miedo ya que todo podía pasar en este mundo en el que me metieron. De pronto empiezo a oler su perfume, era Alejandro quién se acercó mucho a la cama. Pensé que el hombre abusaría de mí, pero cuando pensé que algo malo me iba a pasar, siento como una de sus manos acarician mi cabeza con delicadeza. Nunca en mi vida había sentido tal demostración de cariño.
–Duerme bien. –Dijo con palabras dulces, tan dulces que de la nada empecé a llorar.
Nunca había sido acariciada por nadie, fue tan extraño que cuando el hombre dejo la habitación. Me levante de la cama sin saber que había pasado. Toque mi cabellera, justamente en el lugar en donde el me acaricio. Mi corazón empezó a latir con fuerza, tanto que pensé que iba a morir, nadie nunca antes había alborotado mi corazón de la forma en el que él lo hizo. Pero aún así, sabía que quería mi libertad.
Me levante de la cama para caminar con cautela por toda la mansión, encontrando la puerta principal abierta. Había planeado este plan todo el día, tanto que se me olvido ponerme los zapatos, pero aún así continue caminando por el césped mojado del jardín, hasta llegar a las rejas de la casa. Cuando intente abrirla, estas estaban cerradas por un sistema inteligente. Estaba realmente enojada por no haber podido abrir esas rejas, pero pude ver que en los muros había enredaderas hechas de plantas, que habían crecido en la pared.Estaba tan desesperada por salir de esta gran mansión, que decidí subir la pared metiendo mis pies sobre la enredadera, todo parecía ir bien, aunque sabía que la caída del otro lado iba a doler como nunca, pero antes de poder llegar al tope de la gran pared, uno de mis pies se enterró en las hojas. Traté de sacar mi pie de las plantas, pero no pude y caí al suelo con fuerza.Y en vez de obtener mi libertad, lo único que cause es que las alarmas de la casa se activ
Por la mañana soy despertada por el sol que alumbraba mi habitación, pero después de una noche dura, no se sintió como en los cuentos de hadas, en donde la princesa se despierta por los hermosos rayos del sol, sintiéndose mejor que nuca. En mi caso sentía dolor y mucho pesar, mientras que parecía que tenía resaca sin haber tomado algo de licor.–¡Maldito sol! –Maldije mientras tapaba mis ojos.La puerta suena con fuerza.–Adelante. –Dije sin más.La persona que había tocado mi puerta era Teresa, quién traía una charola de planta y encima dos botecitos y un vaso de agua.–Buenos días, señorita Belle. –Dice con entusiasmo.–Buenas. –Susurré mientras movía mi brazo adolorido.–Ayer causo conmoción en la casa. –Me comenta mientras me da una pastilla.Yo la tomo en mis manos, para preguntar:–¿Qué es? –Mire la pastilla blanca como si fuera un detective, incluso cerrando un ojo, como un viejo hombre viendo un diamante. –Es un desinflamatorio y la otra pastilla es para el dolor. –Yo solo a
Baje por las escaleras de madera hasta llegar al recibidor de la casa, en donde ya me estaba esperando Alejandro. Él estaba muy concentrado hablando por celular, así que mientras él está ocupado, empiezo a echarle un ojo a las fotografías de la casa. El joven Alejandro parecía ser un fanático del piano, mientras que podía ver que había hecho conciertos. También puedo ver fotografías de su madre, quién era tan hermosa como su hijo. Tenía unos ojos verdes tan parecidos a los de su hijo, mientras que su esposo era tan guapo como Alejandro, sorprendentemente también el hombre portaba unos ojos verdes muy bonitos, así que de inmediato me doy cuenta que por genética Alejandro era muy bien parecido.Y mientras miró más y más, puedo ver una fotografía de una novia con un vestido blanco muy hermoso, mientras que la mujer sonreía con todos sus dientes. La mujer en ese momento era un misterio para mí, ya que era rubia y de ojos verdes, así que tome la fotografía entre mis manos dudosa de quién e
Cuando llegamos a estar enfrente de ellos, Alejandro raspa un poco su garganta. De inmediato un hombre que estaba usado un traje fino color negro, se da la vuelta para mirarnos con sorpresa.–¿Alejandro? –Preguntó el hombre sorprendido, haciendo que su mujer, quién lucia un hermoso vestido dorado de pedrería entallado, se diera la vuelta para mirarnos con sorpresa. –¿Quién es esta hermosa joven? –Pregunta el hombre que de ante mano, se que se llama Marco.–Hola padre. –Alejandro lo saludo con mucho respeto, pero no con la misma vibra como lo hizo con su hermana mayor. –Ella es Belle mi novia. –El hombre se queda sorprendido. –Belle él es mi padre, Marco. –Yo extiendo mi mano, mientras él me recibe la mano para darle un beso.–Es un gusto conocerla. –Dijo el hombre dándome una sensación de inseguridad.–Y ella es mi madre. –Cuando miré a la mujer de inmediato me puse nerviosa, ya que sus ojos se veían bastante atemorizantes. Ella sin tomar mi mano de inmediato pregunta.–¿Dónde la cono
–Recuerda de que lado estas. –Dijo Alejandro entre dientes, molesto por lo que este hombre decía. –Recuerda que tu perteneces al lado enemigo.–Ja. –Se mofa el joven. –Tienes razón. Supongo que nacimos para ser enemigos naturales.–Es por eso que me sorprende que te muestres en la fiesta de mi padre.–Si me he aparecido en esta fiesta, es porque tu padre y el mío, siempre han tratado de llevar esta fiesta en paz. Pero todo será un problema, cuando los dos heredemos estos casinos. –El hombre de cejas pobladas mira todo el lugar. –Entonces los bandos omega y Blatewi seguirán como antes, robándose a los clientes para ganar más dinero. –De pronto me mira a mí. –Adiós querida y hermosa Belle. –Yo no entendía mucho de lo que estos dos estaban hablando, pero sin duda note algo de tensión entre estos dos hombres, hasta que Ronaldo se fue sombríamente.–¿Qué fue eso? –Le pregunté con los ojos bien abiertos a Alejandro.–Quizás es tiempo de que te lo diga. –Toma mi mano para llevarme a un lugar
Se empezaron a escuchar murmuros alrededor de nosotros. Nadie podía creer que un joven como Alejandro Ferreira, por fin se estuviera comprometiendo a algo tan importante, como un matrimonio con una total desconocida. Supuse de inmediato que fue tan fácil para el hacerlo, porque eso era, una total desconocida para él.Después de los murmuros, se pudieron escuchar aplausos realmente ruidosos, tanto que quise hacerme pequeña. No mire hacía el público, porque no quería sentir la mirada de los demás. Pero cuando estábamos a punto de bajar de el escenario, podemos escuchar que la gente pide:–¡Que se besen los novios! –Yo me quede perpetua al escuchar tal reclamo. –¡Que se besen los novios! –La gente sigue insistiendo el beso, pero yo no estaba dispuesta a besarlo. Por un momento pensé que Alejandro estaría de mi lado y dejaríamos pasar el tema de nuestro primero beso. Pero los reclamos fueron tantos, que no hubo de otra.Alejandro me tomo con fuerza del brazo, para llevarme a la mitad del
–Belle, Belle. –Escucho mi nombre una y otra vez. Quizás estoy soñando, pero cada vez se escucha más fuerte esa voz y más real.–¡Belle! –Escucho un grito muy ruidoso, que me hizo levantarme de la cama con rapidez. La persona que se había atrevido a levantarme fue Teresa.–Creí que estaba muerta. –Dice la mujer asustada.–Solo estaba durmiendo. –Bostecé mientras estiraba mis brazos.–Parece que ayer no le dio tiempo de quitarse su ropa. –Me dice al ver que aún llevo puesto mi vestido elegante y hasta me había dejado los tacones. –No, no me dio tiempo. –Le contesté sin interés, solo quería quedarme en cama y no ver a Alejandro, pero Teresa parece tener muchas cosas para mí.–Tiene que tomar una ducha y cambiarse, el amo le tiene una sorpresa. –Yo de inmediato la mire un poco enojada, no quería nada que tuviera que ver con Alejandro.–No quiero nada de él. –Le dije un poco rebelde mientras cruzaba mis brazos.–Vamos, debe de hacerlo es una sorpresa grande. –Me insiste con alegría.E
Vuelvo a mi habitación pensando en lo que a pasado con Teresa, algo extraño estaba pasando con ella y no sabía que era. Al parecer Alejandro había logrado ver algo en ella, que yo había ignorado. Ella me sigue para empezar a sacar ropa de mi closet.–Creo que se vera muy linda con un vestido color naranja. –Dice la joven poniéndolo en la cama.–¿Fue un accidente? –Pregunté a los cuatro vientos.–¿Me habla a mí? –Pregunta la joven confundida.Yo di media vuelta y la miré a los ojos.–Sí. –Asentí con mi cabeza. –Me quemaste con el café, que estaba tan caliente como el infierno.–Mi querida ama de verdad discúlpeme. –Parecía que sus disculpas eran genuinas.–Esta bien. –Lo deje pasar para ver el vestido naranja que era horrible, así que decidí entrar al closet para ver mis opciones, ya que quería ser yo la persona que decidiera que ponerme. Así que tome un vestido azul claro. –Este me gusta. –Le indique poniéndolo encima del que ella había elegido. La joven mujer mira el vestido con odio