No podía permitir que Alejandro hiciera una locura, no quería perderlo.Tenía que hacer algo y lo tenía que hacer ahora.Sol y Clarisa se tardaron bastante en regresar, supuse que se habían tomado su tiempo, por pensar que la conversación entre los dos iba a ser larga. Así que tenía que hacerlo.Me levante de la cama quitándome el oxígeno, para luego irme quitando la intravenosa. Fue bastante dolorosa mientras que mi sangre, sale volando por todo el lugar. La herida que tenía en el estomago me dolía mucho, pero eso no me detenía en poder caminar hacía el baño. Lave mi cara para después ver una maleta, que contenía ropa de Alejandro. Supuse que el joven hombre se había quedado a dormir aquí para cuidarme. Me puse su pantalón deportivo gris, una sudadera azul marino, para después atar mi cabellera en un chongo y ocultar mi cabeza con un gorra azul marino. Busqué más dentro de la maleta, quería encontrar algo de dinero, ya que si quería tomar un taxi el dinero era importante, pero lo úni
Regresar a casa después de estar bastantes días en coma y después, de salvar a mi esposo de tomar una mala decisión, se siente bastante bien. Ya me encontraba mejor, ya me podía mover bastante. Alejandro no soltó mi mano ni se alejó, todo el tiempo que estuve en el hospital. Nos habíamos convertido en uno después del enorme accidente que había tenido. Pero ahora más que nunca, éramos más fuertes.Me siento en el sillón mientras veo muchas maletas por el lugar, la familia de Alejandro también se ha vuelto más cercanas a mí, así que no es extraño que sus padres y su hermana estén todo el tiempo en nuestra casa.––Creo que sería una buena idea, dejar a los esposos solos. ––Comentó Sol al ver que Alejandro no dejaba de verme. ¿Qué estaba pasando por su mente?––Es cierto. ––Dijo Clarisa haciéndole segunda a su hija.––Pero me acabo de sentar. ––Dijo el padre de Alejandro un poco cansado.––Vamos amor, puede descansar en casa. ––Clarisa levanta a su esposo, mientras él solo maldice un par
Sentí que era necesario.Me levante muy temprano por la mañana. Alejandro parecía estar muy cansado, así que no dude pasar mis manos por su cabellera castaña. Bese sus labios con delicadeza para después ponerme ropa deportiva. Era muy temprano, pero suponía que, para mí, no era lo suficientemente tarde. Había pensando en esto toda la noche y sabía que tenía que hacerlo. Pedí al chofer en turno que me pudiera llevar con la tatuadora personal de mi esposo, la cita era muy temprano.Y mientras el auto se paseaba por toda la ciudad, solo podía pensar en mi esposo. Era lo único que tenía en esta vida, mientras que su familia se ha convertido en la mía. Sentía que lo que en este momento, estaba a punto de hacer era justo y necesario.Al llegar al estudio de tatuajes, puedo ver a una mujer que esta tatuada de los pies a la cabeza. La mujer de ojos cafés al verme, se levanta de su asiento.––Tú debes ser la esposa de Alejandro, ¿verdad? ––La chica me mostro su dentadura llena de prostéticos.
—Creo que lo mejor que puede hacer Belle, es regresar al ballet. —Dijo Clarisa después de tres semanas de descanso, en donde esta increíble familia me trato como una princesa. Incluso puedo creer que exageraron, pero me habían perdido por un tiempo, sabía que era valiosa para ellos, al igual que ellos para mí. Alejandro tampoco fue capaz de abandonarme, dejando el negocio a manos de sus queridos amigos.—Creo que es lo mejor. —Menciona Alejandro de acuerdo con su madre, mientras está usando un traje color azul marino, luciendo sus enormes músculos. —Pero antes de todo, me gustaría preguntarte. –Me mira a mi mientras yo estoy sentada en un sillón, vestida con un hermoso vestido color amarillo, que había comprado Sol para mí.—¿Quieres regresar a bailar? —Pregunta Alejandro realmente interesado en mi opinión. —Me encantaría volver, pero también quiero hacer cosas en el casino. —¡Vaya, parece que tu esposa es determinada! —Comenta Marco con felicidad. —Está bien, Belle. —Es la primera
La fiesta sería un gran éxito. Y a pesar de ser una persona inexperta en como hacer una gran fiesta para las navidades, me las arregle para brindar una de las mejores veladas de todo México. Mientras que detrás de mi esposo y mi familia, me estaba ocultando para ver si ese mal nacido se aparecía en mi vida y la de mi esposo, pero parecía que era inteligente y no se pasearía por donde yo este con los guardaespaldas siguiéndome.Sabía que Ronaldo me estaba esperando en lo oscuro, pero lo que él no sabía, era que yo también lo estaba haciendo, tomando clases de tiro con pistola en mano. Había decidido dejar mi entrenamiento en la escuela de bellas artes, para unirme a uno de los mejores amigos de Alejandro, que era muy bueno con las armas.––¿Estas seguras de que quieres hacer esto? ––Me pregunta Carlos, el mejor amigo de mi esposo, quien viste ropa entallada de cuero mientras usamos unos lentes de plástico, para no ser dañados por las armas que estábamos usando.––Te pedí tu ayuda, po
Sabía que nadie estaría de acuerdo con mis ideales en este mundo, no planeaba que lo hicieran de todos modos. Antes de salir de la habitación, me pongo dos pistolas en los dos ligueros que estaban bajo mi vestido. Iba bien preparada sabiendo lo que me esperaba, esta bella noche de diciembre.Al salir de la habitación, camino de inmediato hacía las escaleras realmente pensativa, hasta que alzo mi mirada al bajar las escaleras, encontrándome con la mirada de mi querido Alejandro, quién me esperaba con paciencia en planta baja. Mis ojos no pueden evitar ver lo guapo que es, mientras que puedo decir, que cuando él me mira, puedo ver sus ojos tan brillantes como él sol. En ese momento me olvide de Ronaldo, ya que ahora estaba mirando a mi hermoso esposo, mis ganas de vivir, mi todo. Bajo elegantemente por las escaleras, hasta llegar a estar enfrente de él. Alejandro toma mi mano fría con su mano cálida, para poner lentamente sus labios sobre esta, besándola sin quitarme un ojo de encima.
Un sonido bastante agudo empieza a sonar en mis oídos. El olor lo recuerdo bastante bien, huele a desinfectante de piso. El sonido proviene de una máquina, que mide los latidos de mi corazón. Lo recurro bastante bien, ya que estuve en este estúpido lugar antes. ¿Otra vez estaba en el hospital? Que estúpida y poco cuidadosa niña. Eso es lo único que soy, una niña mexicana que fue enviada a Francia a vivir un infierno, en un lugar en donde sólo veía la noche y el día pasar, pensando en nunca poder salir. Aún recurro el olor de la soledad y las lágrimas, que caían sobre mi cara, esperando que mi padre algún día se tocará el corazón, para rescatarme de ese internado.Pero después recuerdo el aroma del cuerpo de Alejandro, el perfume masculino que estaba usando ese primer día en que lo vi, en el estudio de mi padre, mientras me miraba atónito. Juré odiarlo toda mi vida, pero terminé amándolo con todo mi ser. Y de pronto recuerdo sus besos tiernos, cuando unimos nuestras vidas para siempre
El amor de la vida de mi madre había muerto. Y no solo era eso, era mi madre también, la madre de mi esposa, de mi cuñada y la esposa de mi suegro. Sabía que el cielo estaría recibiendo a un ángel, ya que ella hizo que Alejandro y yo estemos junto hoy en día. Ella me salvo la vida al lado de Alejandro, de las viles manos de mi padre, quien estaba dispuesto a vender con el mejor postor.Hoy todos vestimos de oscuro, sintiendo el dolor en nuestro cuerpo, sollozando al ver como bajan el ataúd en un hermoso jardín. Sostengo con fuerza la mano fuerte de mi esposo, y aunque se que quiere hacerse el duro, no puede evitar ser solo un humano y derramar lagrimas al ver que su madre se estaba yendo.––Te amo madre. ––Susurro Alejandro en cuanto terminaron de enterrar a Clarisa.Yo no me quede atrás y solo llore, ocultando mis lagrimas con unos lentes de sol negros. Toda la familia estábamos usando esos lentes, mientras que la prensa nos esta rodeando alrededor del panteón. La noticia del ataque