—Belle, yo no soy el chico bueno. —Se acerca hacia mí, pasando sus manos mientras su bella boca tiene gotas de sangre. —Soy un monstro, debes saberlo. Haría cualquier cosa por la persona que amo.—Te amo también, pero fue demasiado.—Pará mí no lo fue. —Sé aferra a sus creencias. —Hay personas que solamente maceren morir o ser torturados, estaba pensando en un castigo peor.—Vámonos. —Le pedí con miedo subiéndonos al auto, para regresar a nuestro hotel.Yo no sabía que pensar, la persona que más amaba en el mundo, había matado por mí. ¿No se supone que de eso trata el amor? En realidad, no sabía, ya que había sido muy literal lo que había pasado.Al llegar a la habitación lo único que puedo hacer es ir al baño, creía que Alejandro había tomado una decisión apresurada. Pero después simplemente lo entendí, Alejandro era un hombre de la mafia, quizás su vida había sido tan dura, que fue capaz de matar por su esposa. Y a pesar de que quería pensar, escucho como la puerta suena dos veces.
Salimos a la azotea del lugar, que tenía una hermosa vista a la luna y las estrellas. Tomar su mano me hacía sentir como si estuviera volando. No quería nada más que esta al lado de mi esposo mafioso. No me importaba cuantas personas él haya matado, lo amaba demasiado. Casi a morir.Posa sus manos por mi cara y me besa, mientras el viento frio nos cubre. Me sentía la mujer más amada de este mundo, pasando mis manos por su cabellera sedosa. –Tenemos que irnos. –Me dice entre besos. –No puedo esperar más tiempo.Yo solo sonreí mientras tomaba su mano con fuerza. Alexander como un niño me hacen correr con él, metiéndonos en la fiesta y esquivando a miles de personas, para poder salir de la enorme mansión. Era realidad, los dos queríamos un momento a solas.Cuando llegamos a la salida podemos ver a nuestro chofer fumando un cigarro. Por supuesto que lo asustamos, ya que nos vio correr hacía la limusina como un par de locos. ¿Quién demonios se querría ir de una fiesta tan exclusiva como
Rupert llego a la mitad de la madrugada, eran las tres de la mañana. El joven venía mojado, ya que la lluvia no paraba. El hombre al verme me sonríe, a pesar de la tempestad.–Hola Belle.–Hola. –Le conteste cansada y con el maquillaje corrido.Alejandro al escuchar la voz de Robert, viene a la sala.–Rupert, ¿Qué encontraste? –Le pregunta poniéndosele enfrente.–La muñeca efectivamente viene de Ronaldo, supongo que algo debiste de hacerle, para que rompiera el acuerdo que tienen. –¿Qué acuerdo? –Pregunté.Alejando suspira profundamente, sentándose al lado de mío en el sillón.–Los mafiosos podemos ser todo, pero siempre cumplimos con tratos de hermandad. La mafia omega tenía un trato de mantener la paz, ya que, si los dos terminamos en guerra, las cosas serían terribles. Es por eso que Ronaldo siempre es invitado a nuestras fiestas, ya que mi padre cree en la cordialidad, pero ese idiota rebaso el trato. –Se levanta del sillón con enojo. –Me esta declarando la guerra.–Alejandro, d
Llegamos de vuelta a México.Pisar de nuevo suelo mexicano, me hizo sentir más segura, a pesar de que teníamos más cerca a nuestros enemigos.Alejandro y yo fuimos recogidos por el chófer de la mansión de sus padres. La casa de sus padres se encontraba muy cerca de la de Alejando, con la diferencia que la casa de sus padres era más grande y tenía kilómetros de jardines.Cuando estamos enfrente de la mansión, las rejas color negras se abren al ver nuestra llegada. Estaba nerviosa, así que tomé la mano de mi amado, quien estaba pensativo hasta que toqué de su mano, llamando su atención. El joven castaño de inmediato me sonríe con una sonrisa fingida.—Todo estará bien, Belle. —Una vez más me miente. Lo sabía. El auto se detuvo en medio del jardín, en cuanto vimos salir a Sol de la casa vestida con un vestido color amarillo. Alejandro de inmediato se sorprende ver a su hermana.––¿Sigue en México? –Pregunta.––Supuse que sí. –Le contesté con una sonrisa por poder verla.No dudo en abrir
La cena debía de empezar.Alejandro se fue a una habitación para poder cambiarse, mientras que Susana me ayudaba a ponerme un vestido color azul con mangas corto.—Será duro para usted ver a ese hombre. - Me comenta mientras me termina de abrochar el vestido.—Es algo que tengo que hacer, encarar a ese hombre. —Me mire al espejo realmente decidida.—Bueno, lo logrará encarar luciendo tan hermosa y elegante.Suspiré con un poco de miedo, ya que quería lucir lo bastante madura, como para enfrentar cualquier ataque de parte de Ronaldo.De pronto, se escucha que alguien toca la puerta. Era Alejandro.—Querida, ¿estas listas? —Me vi por última vez en el espejo, para caminar hacia Alejandro. Él de inmediato me tomó de la mano, para caminar hacia el comedor del lugar.Ya habían llegado nuestros querido invitados, quienes nos miran con mucha atención cuando nos ven juntos tomados de la mano.El padre de Alejandro estaba sentado al principio de la mesa, mientras que su esposa a un lado. Los pa
Al final de la noche Ronaldo no fue capaza de disculparse con nosotros, era simplemente como un niño berrinchudo. Pero cuando la familia de Ronaldo dejo el lugar, las cosas no mejoraron. Alejandro estaba furioso por la proposición de Sol.––¿Cómo te atreves a meter a mi esposa en algo como eso?––Hermano, Belle lo hará muy bien, no te preocupes.––No me preocupa que le vaya mal, me preocupa que metas más a Belle dentro de la mafia de Ronaldo.Así que interrumpí la pelea entre hermanos, poniéndome en medio de ellos.––Realmente no me importa participar. –Sol de inmediato sonríe, pero al contario del Sol, Alejandro se enoja aún más.––El tema no es que participes, el tema es que no quiero envolverte más con ese hombre.––Pero lo escuchaste. –Me dirijo a él. –Él hombre les tiene pavor a sus padres.––Ustedes simplemente no lo entienden. –Murmuro Alejandro enojado.Esa noche nadie parecía estar a favor de Alejandro, incluso sus padres se pusieron de acuerdo con Sol.––He escuchado que Be
Baje hacía la sala que estaba oscura, mientras escuchaba el sonido del reloj una y otra vez, mirando por la ventana que daba hacía su hermoso jardín. Mis manos estaban cruzadas mientras algunas lagrimas se paseaban por mi cara. Era la primera vez en mucho tiempo, que me sentía triste o sola. Pensé que, al casarme con alguien como Alejandro, el matrimonio estaría lleno de felicidad, pero supuse que no todos los matrimonios son felices y pesar de que quería seguir pensando, sobre lo que había pasado en esa habitación, una voz llamo mi atención.Di media vuelta, para darme cuenta que era la madre de Alejandro. Clarisa prendió la luz, haciéndome una ceguera de algunos segundos.––La gente siempre dice, ¿por qué las jóvenes tan hermosas lloran? No deberían de llorar, porque simplemente son hermosas. ––Yo solo me trague algunas lágrimas, mientras veía a la mujer, con un pijama de seda dorada. ––La gente tonta siempre dice eso, como si una cara bonita no pudiera tener problemas.Yo no dije n
No pude dormir en toda la noche. Ahora sabía mi pasado, incluso antes de que yo naciera. Fue sorprendente haber descubierto tantas cosas. Ya era de madrugada, eran las cinco. Hacía frio en el lugar, ya que estábamos en un área boscosa. Clarisa después de haberme contado su gran secreto, se fue a la cama tranquila, quizás era algo que estaba esperando hacer desde hace mucho tiempo. Pero a pesar de que sabía otra parte de mí, ahora en ese momento solo pensaba en Alejandro. Se había comportado como un idiota, pero lo amaba a pesar de todo. Podría ser el más malo de la mafia y aún seguiría amándolo, pero era totalmente cierto, que Alejandro tenia dos caras muy diferentes. Enfrente de mí era un amor, mientras que ante su familia y los demás, era un hombre de carácter, difícil de persuadir y con poca tolerancia.Antes de que todos se despertaran, decidí volver a casa por mi cuenta. Me puse ropa que encontré en mi valija que estaba en la entrada de la casa, para después pedirle al chofer que