Llegamos a Paris, Francia. Alejandro tenía razón, no era lo mismo viajar por mi sola, que estar al lado suyo. De inmediato fuimos recibidos por un hombre de traje negro y lentes de sol oscuros. –¡Soyez le bienvenu! –Nos da la bienvenida mientras los dos bajamos del jet.–Merci. –Le agradecí al entenderle de inmediato. El hombre se quita los lentes al verme, dejándome ver unos enormes ojos azules, mientras que su cabellera era negra –¡Quelle belle jeune femme! –De inmediato hizo un cumplido de mi belleza, mientras Alejandro nos miraba a los dos con enojo. –Rupert, ¿Por qué no hablas español? –El tal Rupert se da cuenta que ha estado coqueteando con la esposa de su amigo.–Perdóname, es que no pensé que su esposa hablara francés. –Pues si lo hace. –Le dice de inmediato. –Se crio en este lugar. –¿En serio? –Me mira mientras yo asentía con la cabeza. –Pero bueno, me presentare de nuevo. Soy Rupert, yo cuidare de ustedes y les enseñare los mejores lugares a donde ir. Aunque creo que
Por la mañana me despierto, pasando mis manos por la cama, notando que no estaba Alejandro a mi lado. De inmediato me levanto para ponerme una bata, que estaba colgada al lado de la cama. Con pies descalzos camino hacia la sala, encontrándome con que Alejandro ya estaba vestido con un traje color gris, mientras está hablando por teléfono. Miró el reloj y son las nueve de la mañana.—¿Alejando? —Llamé su atención, él al verme de inmediato cuelga el teléfono.—Mi amor. —Dijo con sorpresa para caminar hacia mí y besar mis labios.Yo aún sigo adormilada, así que recargo mi cabeza con la de él.—¿Qué haremos hoy? —Le pregunté abriendo los ojos de par en par.Alejandro me mira por unos momentos, para después responde.—Es una sorpresa. —Besa una vez más mi frente, para después decime:—Ve y cámbiate.Yo hice caso, así que arrastre mies pies hacía la habitación, para tomar una ducha. Al terminar de ducharme, salgo a la habitación notando que había una caja gris grande y una pequeña sobre la
—Belle, yo no soy el chico bueno. —Se acerca hacia mí, pasando sus manos mientras su bella boca tiene gotas de sangre. —Soy un monstro, debes saberlo. Haría cualquier cosa por la persona que amo.—Te amo también, pero fue demasiado.—Pará mí no lo fue. —Sé aferra a sus creencias. —Hay personas que solamente maceren morir o ser torturados, estaba pensando en un castigo peor.—Vámonos. —Le pedí con miedo subiéndonos al auto, para regresar a nuestro hotel.Yo no sabía que pensar, la persona que más amaba en el mundo, había matado por mí. ¿No se supone que de eso trata el amor? En realidad, no sabía, ya que había sido muy literal lo que había pasado.Al llegar a la habitación lo único que puedo hacer es ir al baño, creía que Alejandro había tomado una decisión apresurada. Pero después simplemente lo entendí, Alejandro era un hombre de la mafia, quizás su vida había sido tan dura, que fue capaz de matar por su esposa. Y a pesar de que quería pensar, escucho como la puerta suena dos veces.
Salimos a la azotea del lugar, que tenía una hermosa vista a la luna y las estrellas. Tomar su mano me hacía sentir como si estuviera volando. No quería nada más que esta al lado de mi esposo mafioso. No me importaba cuantas personas él haya matado, lo amaba demasiado. Casi a morir.Posa sus manos por mi cara y me besa, mientras el viento frio nos cubre. Me sentía la mujer más amada de este mundo, pasando mis manos por su cabellera sedosa. –Tenemos que irnos. –Me dice entre besos. –No puedo esperar más tiempo.Yo solo sonreí mientras tomaba su mano con fuerza. Alexander como un niño me hacen correr con él, metiéndonos en la fiesta y esquivando a miles de personas, para poder salir de la enorme mansión. Era realidad, los dos queríamos un momento a solas.Cuando llegamos a la salida podemos ver a nuestro chofer fumando un cigarro. Por supuesto que lo asustamos, ya que nos vio correr hacía la limusina como un par de locos. ¿Quién demonios se querría ir de una fiesta tan exclusiva como
Rupert llego a la mitad de la madrugada, eran las tres de la mañana. El joven venía mojado, ya que la lluvia no paraba. El hombre al verme me sonríe, a pesar de la tempestad.–Hola Belle.–Hola. –Le conteste cansada y con el maquillaje corrido.Alejandro al escuchar la voz de Robert, viene a la sala.–Rupert, ¿Qué encontraste? –Le pregunta poniéndosele enfrente.–La muñeca efectivamente viene de Ronaldo, supongo que algo debiste de hacerle, para que rompiera el acuerdo que tienen. –¿Qué acuerdo? –Pregunté.Alejando suspira profundamente, sentándose al lado de mío en el sillón.–Los mafiosos podemos ser todo, pero siempre cumplimos con tratos de hermandad. La mafia omega tenía un trato de mantener la paz, ya que, si los dos terminamos en guerra, las cosas serían terribles. Es por eso que Ronaldo siempre es invitado a nuestras fiestas, ya que mi padre cree en la cordialidad, pero ese idiota rebaso el trato. –Se levanta del sillón con enojo. –Me esta declarando la guerra.–Alejandro, d
Llegamos de vuelta a México.Pisar de nuevo suelo mexicano, me hizo sentir más segura, a pesar de que teníamos más cerca a nuestros enemigos.Alejandro y yo fuimos recogidos por el chófer de la mansión de sus padres. La casa de sus padres se encontraba muy cerca de la de Alejando, con la diferencia que la casa de sus padres era más grande y tenía kilómetros de jardines.Cuando estamos enfrente de la mansión, las rejas color negras se abren al ver nuestra llegada. Estaba nerviosa, así que tomé la mano de mi amado, quien estaba pensativo hasta que toqué de su mano, llamando su atención. El joven castaño de inmediato me sonríe con una sonrisa fingida.—Todo estará bien, Belle. —Una vez más me miente. Lo sabía. El auto se detuvo en medio del jardín, en cuanto vimos salir a Sol de la casa vestida con un vestido color amarillo. Alejandro de inmediato se sorprende ver a su hermana.––¿Sigue en México? –Pregunta.––Supuse que sí. –Le contesté con una sonrisa por poder verla.No dudo en abrir
La cena debía de empezar.Alejandro se fue a una habitación para poder cambiarse, mientras que Susana me ayudaba a ponerme un vestido color azul con mangas corto.—Será duro para usted ver a ese hombre. - Me comenta mientras me termina de abrochar el vestido.—Es algo que tengo que hacer, encarar a ese hombre. —Me mire al espejo realmente decidida.—Bueno, lo logrará encarar luciendo tan hermosa y elegante.Suspiré con un poco de miedo, ya que quería lucir lo bastante madura, como para enfrentar cualquier ataque de parte de Ronaldo.De pronto, se escucha que alguien toca la puerta. Era Alejandro.—Querida, ¿estas listas? —Me vi por última vez en el espejo, para caminar hacia Alejandro. Él de inmediato me tomó de la mano, para caminar hacia el comedor del lugar.Ya habían llegado nuestros querido invitados, quienes nos miran con mucha atención cuando nos ven juntos tomados de la mano.El padre de Alejandro estaba sentado al principio de la mesa, mientras que su esposa a un lado. Los pa
Al final de la noche Ronaldo no fue capaza de disculparse con nosotros, era simplemente como un niño berrinchudo. Pero cuando la familia de Ronaldo dejo el lugar, las cosas no mejoraron. Alejandro estaba furioso por la proposición de Sol.––¿Cómo te atreves a meter a mi esposa en algo como eso?––Hermano, Belle lo hará muy bien, no te preocupes.––No me preocupa que le vaya mal, me preocupa que metas más a Belle dentro de la mafia de Ronaldo.Así que interrumpí la pelea entre hermanos, poniéndome en medio de ellos.––Realmente no me importa participar. –Sol de inmediato sonríe, pero al contario del Sol, Alejandro se enoja aún más.––El tema no es que participes, el tema es que no quiero envolverte más con ese hombre.––Pero lo escuchaste. –Me dirijo a él. –Él hombre les tiene pavor a sus padres.––Ustedes simplemente no lo entienden. –Murmuro Alejandro enojado.Esa noche nadie parecía estar a favor de Alejandro, incluso sus padres se pusieron de acuerdo con Sol.––He escuchado que Be