Mi zumo estuvo perfecto, sin demasiada azúcar, pero tampoco agrio, era una buena combinación. En cuanto a los rollos de canela, a pesar de que eran muy buenos, no eran competencia para los fantásticos brownies de chocolate. Lo que me había dicho Iker era cierto.—Uf, están muy buenos… —dije, probando el mío con helado, era increíble. Tenía un autentico sabor a chocolate que era irremplazable. —Gracias por traerme aquí.El me miró por un buen rato y me dio un beso en la mejilla, para luego besarme en la boca y atraerme hacía el con dulzura.—Eres la única a la que traería aquí, este lugar significa mucho para mí. Mi madre venía aquí con nosotros y era una actividad familiar…—Es un hermoso lugar para tomar el té. —dije, mirando a mi alrededor, cada parte de la casa era especial. Cada cuadrito y esculturas en miniaturas con pequeños cactus que se lucían por doquier. Incluso la mesa estaba pintada de un modo artístico.Platicamos como si fuéramos una pareja normal, olvidándome por unos s
Tomé asiento al lado de mi alfa y me acurruqué a su lado. Lo vi olfatear con desconfianza y luego, calmarse al reconocer solo mi aroma. Era una buena táctica de supervivencia, me dije a mi misma, si el tenía el olfato tan sensible esa colonia incluso lo atontaría, era demasiado fuerte. Me la había obsequiado Marcus para uno de mis cumpleaños y no había querido usarla ni un solo día de mi vida, hasta ahora. Era un olor tan fuerte que me resultaba horrible, me gustaban los perfumes más sutiles y con aromas más discretos. Ahora era una de las pocas ventajas que tenía a mi favor y también se la debía a Marcus, que estaba muerto por mi culpa. La imagen de él tirando el dinero hacia las calles cuando lo confronté, mi escape entre el viento, cayendo en cientos de manos felices. Luego otra imagen, una de un trabajo de casi espionaje, debía tomar fotografías en un evento muy secreto, donde un hombre yacía en la cama con otra mujer que no era su esposa. Yo era la segunda allí, solo debía buscar
La vuelta a la mansión fue más tranquila, el estaba satisfecho y yo, en las nubes. Tener ese vigor y esa fuerza dentro de mí me hacía sentir imparable. Entré a la mansión con una sensación ardiente en mi pecho, con mi ropa desalineada y rastros del amor en todas partes. Me tomaba de la mano, acariciando mis dedos con suavidad y luego mi brazo. Tenía la complicidad de un amante.—Han vuelto temprano. —dijo Aylin, saludando con amabilidad. Ella solía estar siempre en la zona del living, donde iba a tejer tranquila, nadie la interrumpía. A veces leía, otras, miraba la televisión.Me quedé en el jardín para estar un rato en el sol, quería tomar un poco de color y sentía que necesitaba quedarme al aire libre. Estaba sentada en una de las bancas que parecían de algún mármol costoso. Mi alfa se retiró a su estudio, debía tener que ultimar los detalles de su dichoso evento. Jayden vendría, lo sabía, el estuvo en lo correcto cuando me aseguró que me obedecería a pesar de que no le conviniera.
Almorcé solo, en mi amplio estudio de trabajo, dentro de mi casona. Con ella en mi mente, como siempre. Keira, su nombre incluso hacía que me volviera loco. No era irracional, pero ella, hacía que llegara al borde de cualquier locura. Incluso si quisiera evitarlo no podría, solo quería tenerla en mi cama otra vez. El probar su cuerpo una vez fue mi condena, ahora no podía vivir sin ella.—¿Estás ahí? —preguntó una voz, era la voz de Kat. No sabía si quería abrirle la puerta, había estado insoportable los últimos días.—¿Qué quieres? —sabía que eso la pondría furiosa, contestarle con una pregunta solo haría su rabia fuera en aumento.Entró sin pedir mas permiso, estaba con el rostro nervioso. Llevaba un vestido ajustado que la hacía ver tan delgada que me daba impresión verla. No entendía porque seguía sin comer, luego de que todos e incluso el médico le advirtiera que no podía seguir haciendo esa dieta tan estricta. Todavía me acordaba como era antes, cuando estaba saludable y era un
Tomé un largo baño en la tina repleta de agua humeante para liberar un poco el estrés. La fiesta era ese mismo día y tenía que prepararme. Debía verme deslumbrante y mi confianza a veces se desinflaba sin más. Había llamado a Ema para que me ayudara con la elección de la ropa. Ella llegó en medio de mi baño de inmersión.—Vine en un buen momento. —dijo ella, sonriente. Le devolví la sonrisa, quería esa autoestima fuerte de la que me contagiaba. Iker vería a una reina imponente llegar a su lado y no podría creerlo.Ema examinó mi cuerpo enteramente desnudo bajo el agua, me gustaba cuando me miraban de ese modo, me sentía deseada. Solo jugábamos juntas, cada una estaba fijamente atraída por su alfa y éramos suyas. Pero, esos juegos nos mantenían encendidas para tener la sangre tibia. Se estaba volviendo algo normal en mi vida, supongo que cualquier otra chica en mi situación se horrorizaría de los placeres de la mansión y de los deseos que se multiplicaban. Yo me sentía cómoda allí, com
El estaba sentado cerca de mi lugar, por lo que no debía hablar en voz muy alta y podíamos pasar desapercibidos. Todos se marcharon porque se hallaban muy ocupados con el evento al cual le quedaban pocas horas de organización.—La presentación en sociedad de una luna es un evento importante, es la esposa de un alfa, su compañera para toda la vida. —Greg comenzó a hablar con algo de dificultad por toda la bebida que había consumido. —Pero es distinto cuando es una reina, porque sería la mate del alfa líder, el jefe máximo, por así decirlo…El comedor nos guardaría los secretos, toda esta información me serviría para tomar mis decisiones a futuro. Si había posibilidades de salir victoriosa de esto, era con las cosas que me estaba contando Greg. Lo escuché pacientemente, rogando porque nadie viniera a interrumpirnos. Era una información bastante confidencial, al parecer, tenía suerte de que Greg se encontrara ebrio y bastante melancólico. Una pequeña ventaja para mí, un regalo esperado y
(Narra Jayden)Mi mate quería que asistiera a su evento, el evento de mi enemigo y rival al cual tuve que obedecer por mucho tiempo. No era lo que más quería hacer en el mundo, Zhang me diría que no tenía que hacerlo. El tonto de Iker creyó que mi fiesta todavía no había sido realizada, pero la verdad era, que ya se había llevado a cabo hacía varios días. Fue una reunión secreta y ninguno de sus informantes pudo captarlo. Era una buena victoria, no era tan invencible como pensaba.La reunión fue productiva y hoy mismo, debía ver a Jeffrey, uno de los lideres del mercado de una famosa empresa productora. El asistió a la reunión y su manada se mostró bastante disconforme con las decisiones tomadas por el alfa superior. Era tan fácil hacer que la gente se pusiera en su contra, su carácter violento e irracional lo hacía ver grosero a los ojos de cualquiera.La mesa estaba recién servida, para esperar a mi invitado de honor. Mi manada estaba allí presente, todos estaban listos para el almu
Aylin tocó la puerta luego de que se escuchara el sonido del cristal rompiéndose. El espejo se quebró en mil pedazos y no me importó, ya me tenía harta ver esa imagen de mi misma que no me correspondía. Odiaba haber cambiado tanto, no podía perdonármelo sin pensar en todas las equivocaciones que ahora traía en la espalda.Fingí no escucharla y ella insistió, quedándose en la puerta.—Luna, por favor abra, necesito ver si se encuentra bien. —dijo, con voz amable.No quería creerlo, me estaban usando como a una muñeca y no quería volver a caer en las trampas que me ponían. Ese papel de la anciana buena y gentil comenzaba a agotarme, si bien a veces me hacía sentir en un mundo más normal. ¿Para que me trataban bien, como si fuera una reina? Si luego iba a ser cazada por un montón de manadas y seguramente terminaría muerta. Eso no tenía sentido, si querían divertirse conmigo no volverían a tener la oportunidad de hacerlo. Mi ropa desaliñada develaba que no tenía nada de ropa interior deba