Ricardo se había encontrado con Alejandro hacía un poco más de un mes. Salieron a beber un rato, le contó que se había casado con Maritza y que eran muy felices.Desde que dejaron la empresa en donde habían trabajado juntos, se perdieron el rastro, hasta ese día que se habían encontrado por casualidad.Se pusieron al día de todo lo que había pasado en esos largos años.Cuando Alejandro le contó que Maritza era su esposa, de inmediato preguntó por Valeria, sabía que cerca de la una, estaba la otra.—Valeria está bien, decidió irse a dar clases a una escuela secundaria. Ha estado ahí desde hace mucho, ya ni sé por cuántos años —Ricardo lo escuchaba atento.—Su familia… ¿Cómo está su familia? —Alex no pudo evitar reír a carcajadas, dejando a Ricardo confundido.—Si preguntas por sus hijos, todos bien, pero si lo haces por su esposo, déjame decirte que no hay esposo por el cual preguntar —las mariposas muertas en su estómago, habían resucitado como un ave fénix, podía sentirlas bailando d
Cada día que pasaba, Ricardo entendía las razones por las que Valeria no quería decirle a Íngrid, que él era su verdadero padre.Era una muchacha alegre, responsable y que amaba a sus padres muchísimo, no podía hacerle eso. De cualquier manera, Manuel podría ser el peor esposo del mundo, pero como padre era totalmente diferente.Se notaba el cariño que tenía por sus hijos, incluyéndola a ella.Estar ahora cerca de ella, compensaba todo lo demás, la quería igual que sus primeras hijas, incluso ya se habían conocido Ingrid y Angie, y se habían hecho buenas am
Como ya se lo habían propuesto, vivieron plenos el resto de sus vidas, hasta que cerca de los ochenta y tres años, Valeria fue víctima de cáncer de pulmón. Le consumía la vida, fue realmente rápido lo que avanzó y poco el tiempo en el que estuvo en cama. Pero el suficiente para terminar su misión en esta vida, solo le quedaba una sola cosa por hacer, solo una cosa y podría irse en paz. —Hija, necesito que llames a Ricardo. Debe estar en la bodega, piensa que no lo sé, pero cada que va ahí, lo hace para llorar, lo conozco tan bien. Dile que es importante —le dijo sonriendo, después de eso, ella salió y fue a buscarlo. Efectivamente, lo encontró con los ojos rojos y húmedos. Sin perder tiempo fueron hasta la habitación donde descansaba ella. Pasaron por la cocina, donde estaba la mayoría de la familia. Toda la familia, había estado muy al pendiente de ella, porque ya el médico les había indicado que no había nada que hacer, más que fuera feliz los últimos días. Llegaron hasta la cam
PREFACIO —¡¿Qué significa esto Ricardo?! —lo increpó Veronica, su esposa, en cuanto la respiración se lo permitía, las palabras salían entrecortadas por los sollozos, estaba muy dolida y tenía bastante razón. —¿De qué hablas? —él trataba de hacerle creer que ignoraba de lo que hablaba, pero ella tenía pruebas y las tenía en sus manos. —¡¿Cómo de qué hablo?! Por favor ¿crees que no me he dado cuenta de tu actitud? — Le cuestiono con lágrimas en los ojos —. Hace mucho que lo vengo sospechando, ¿crees que no sé qué estás con alguien más?, además acabo de ver los maldit0s mensajes ¡así que no lo niegues! La furia se desbordaba en ella, al igual que sus lágrimas. A Ricardo se le encogió el corazón al verla así, nunca midió las consecuencias de sus actos y ahora este era el resultado. Enamorarse no estaba en sus planes, pensar que tenía todo bajo control, fue un grandísimo error y ahora comenzaba a pagarlo. 1 DIEZ SEMANAS El sueño de la mayoría de los jóvenes es convertirse en un prof
Los meses del embarazo pasaron rápido, ambos siguieron en la escuela con apoyo de sus padres, pero la relación entre los chicos no había estado del todo bien.Ricardo insistía en que vivieran juntos, ahorrarse lo del alquiler de las casas donde vivían, él quería estar disfrutando cada etapa del embarazo de su chica, incluso si debía despertarse a media noche para ir a buscar algún antojo para ella.La negativa de la chica era contundente, no la haría cambiar de opinión, así que desistió de la idea, por lo menos en ese momento.Para finales del embarazo, la chica tuvo que dejar la escuela, era demasiado pesado y mucho estrés al que estaba sometida y no quería que eso le afectara a su bebe, así que decidieron que era lo mejor, tal vez después lo retomaría.El día del parto llegó, está de más decir que los nervios carcomían a Ricardo en todo su ser, estaba feliz, pero ver cómo es que estaba sufriendo su mujer, le partía el corazón.Después de varias horas en labor de parto, uno de los mé
Ahora hablemos un poco de Valeria. Ella es la típica ama de casa, la que está en su hogar atendiendo a los hijos y al marido, la que su rutina es la misma a diario en el trabajo más estresante y menos valorado de todo el mundo.Había conocido a su esposo en el tiempo en que ella estaba en la preparatoria, él ya estaba por concluir la carrera de administración de empresas.Al concluir la preparatoria comenzó un semi-escolarizado en pedagogía, quería ser maestra, pero luego de un tiempo Manuel le propuso matrimonio y ella decidió dejar de estudiar y dedicarse a la casa, ya que él le dijo que después él mismo le ayudaría a continuar estudiando.Sin embargo, para sentirse útil, trabajaba y llevaba la casa, eso era realmente agotador, pero a ella le gustaba, cosa que a su marido no.Hace algunos años trabajaba y se desarrollaba en el ámbito laboral en una empresa de lácteos, estaba creciendo, escalón por escalón, estaba casi donde quería, pero como la vida no es un cuento de hadas y en el
—¿Así vas a ir? —fueron las palabras de Manuel hacia su esposa.La mujer esperaba esa noche con ansias, por fin iría a ver a uno de sus artistas favoritos a un concierto en vivo.Había estado ahorrando lo más que podía para juntar para las entradas, desde que su esposo había regresado a trabajar. Antes no podía hacerlo porque todo su dinero se iba en gastos de la casa, realmente no le importaba porque era para su familia, pero no le quedaba ni para un chicle.Él nunca la llevaría con su propio dinero, fue por eso que hizo el ahorro, por lo menos así, no tenía el pretexto que no tenía dinero para lujos.Valeria se echó un vistazo a su atuendo, no veía que era lo que estaba mal, era verano, hacía calor y el concierto sería en un lugar cerrado, así que una blusa de tirantes anchos, unos jeans y botas bajas, no le parecieron nada mal para la ocasión.Además de que se veía realmente hermosa, no necesitaba de mucho para resaltar sus facciones y su cuerpo. Justo eso era lo que le molestaba a
—Buen día —Saludó Valeria a su amiga, mientras entraba a la oficina.—Hola amiga — respondió contenta —sabes, ya tenemos fecha para los talleres que se cancelaron justo cuando te integraste a la empresa. —¿Mmmm? —le contestó sin prestarle absolutamente nada de atención.Estaba sumergida en el trabajo, si bien no era el trabajo que ella en verdad quería, tenía que poner todo el empeño en eso, dar lo mejor de sí.No fue hasta que sintió un chispazo de agua en la cara que reaccionó, miró a su amiga divertida por la broma que le jugó, traía un vaso con agua en una mano y la evidente humedad en la otra, con la que la había salpicado.—¡Oye! ¡Loca! —le decía entre risas —¡¿Qué te pasa?! —le reclamó, mientras limpiaba el agua.—Pues no me haces el mínimo caso —se defendió.—Es porque yo, si, estoy trabajando —le decía mientras iba a donde estaba la jarra del agua y se servía en un vaso.Tomó el contenido de este y cuando ya casi estaba por terminarlo, le lanzó el resto a su amiga, dejando e