Como el ave fénix
Como el ave fénix
Por: Mariela Reyes
1.

La historia que está por comenzar no es una historia de amor, o de bellos momentos, su inicio tuvo lugar en un reino lejano en el país donde la magia es más que un estilo de vida, en este lugar llamado Leória aquellos que nacen con la habilidad de invocar la magia son considerados razas superiores, mientras que el resto de los desafortunados, aquellos que no tienen esa habilidad son destinados a la esclavitud.

La leyenda de la princesa se hizo conocida en muy poco tiempo, todos en la ciudad sabían que el día que la Reina diera a luz sería un día de guerra en el mundo, hasta ahora las profecías del oráculo siempre fueron precisas, pero nunca tuvo una profecía tan ambigua como la que hacía referencia al poder de la princesa.

Y mucho menos se esperaba que la Reina Elora diera a luz a gemelas, el caos en el mundo se volvió aún peor. La noche en que las princesas nacieron se convirtió en un baño de sangre por toda la ciudad, había soldados protegiendo el castillo, pero nadie se preocupó por proteger a la población que circundaba el palacio, todos estaban enfocados en que la reina estuviera segura.

Ahora 16 años después de aquel día, se rememora como una gran derrota, a pesar de todos los esfuerzos una de las princesas fue robada, nadie sabe de su paradero, y cada año en esta fecha los Reyes ofrecen una recompensa de 10 mil monedas de oro a aquel que logré darles información que los lleve a la princesa, y si alguien les entrega a la princesa con vida les entregarán una recompensa de 100 mil monedas de oro además de un lugar en su corte, un título de nobleza y básicamente todo lo que deseen.

Hasta el día de hoy muchos han tratado de obtener la recompensa a través de engaños, presentando a la supuesta princesa ante los Reyes, pero esto solo ha provocado que los impostores sean echados del castillo, algunos que insisten en tratar de timarlos han perdido la vida

En su desesperación por recuperar a la princesa perdida, el Rey Alfonce pidió a su hijo mayor el príncipe André que iniciará él mismo la búsqueda de la princesa, pasaron casi 4 años sin encontrar una pista fiable sobre la princesa. Pero al día de hoy parece ser que la pista que encontró es tan fiable que es posible que la encuentre

El príncipe sabe que la información que ha obtenido es verídica, y ahora mismo se dirige hacia una isla remota en los mares del este, aquí es donde se dice que la organización Zion ha establecido su campamento.

Durante sus investigaciones el príncipe André se enteró de que fue esta organización la responsable de la desaparición de su hermana, y ahora con la información ha enviado a un infiltrado para no levantar sospechas, envió a su hombre de mayor confianza, su amigo, guardia y medico Lord Héctor Villacrés

Uno de sus hombres se acercó al príncipe ― Señor nos acercamos a la isla, si seguimos con el curso actual seremos visibles para el enemigo ―

André quería mantener el factor sorpresa hasta que su hermana estuviera en un lugar seguro ― nos mantendremos alejados de la vista del enemigo, hasta que Héctor nos dé la señal nos mantendremos en un perfil bajo ― el barco rodeo la isla para esconderse en la parte más alejada

Por su parte Héctor se había estado preparando durante mucho tiempo para lograr estar infiltrado, tuvo que crear una nueva identidad, una de un millonario con parafilias muy complicadas de cumplir, ya que la organización Zion se encarga de dos cosas primordiales, la primera es la creación de asesinos a sueldo, ha entrenado asesinos tan letales que son capaces derrocar un reino completo en una sola noche. La segunda especialidad de esta organización es la trata de personas, cobran cantidades exorbitantes de dinero para cumplir las parafilias de los grandes magnates del mundo

La pista que les llegó fue hace unos meses, un hombre en las montañas de Kerlen buscó a los Reyes, diciendo que había visto a una mujer con habilidades mágicas, su descripción coincidía con la princesa, ella le dijo que estaba escapando de sus captores. La descripción que dio coincidía con la información de la organización.

Al enterarse de esto, Héctor decidió entrar como uno de los magnates de Leória, comenzó buscando a la organización y les pidió una de sus esclavas para el sexo masoquista, tenia que ganarse la oportunidad de acercarse a las chicas, y posteriormente acercarse a aquella que pensaba podría ser la princesa, cuando la tuviera cerca haría la prueba con la gema, un diamante rosa que llevaba en un anillo, este diamante fue hecho con el ADN de la princesa y responde a su presencia. De esa forma sabrá que es ella realmente.

Pero en Zion nunca le permitirían a un novato acercarse a todas las chicas a la vez, tuvo que estar infiltrado durante varios meses, en los que tuvo que acostarse con múltiples mujeres, torturarlas mientras tenia sexo con ellas, solo de esa forma se ganaría la confianza de todos ahí. Ahora por fin había pedido una degustación, le costó casi 300 mil monedas de oro, pero valdría la pena si encontraban a la princesa.

Héctor pidió la degustación, que consistía en que todas las chicas del lugar serian formadas en una fila frente a él, podría tener sexo con cualquiera que él eligiera, y las tendría disponibles a todas durante una hora. Héctor sabia que solo necesitaba acercarse y tocar suavemente a todas, para que el diamante reaccionará a la princesa. Se levantó de su sofá, con actitud de gozo al verlas a todas desnudas frente a él. Sabía que la mayoría de ellas no tenía la mayoría de edad, y eso le revolvía el estómago, quería quemar ese lugar hasta los cimientos desde el primer día en que puso un pie ahí.

Paso lentamente frente a cada una de ellas, vio el dolor en sus rostros, la vergüenza que les provocaba el ser expuestas de esa forma. Tenia que tacarlas para que el diamante funcionará, caminó despacio tomando su tiempo con cada una de ellas, hasta que al fin vio una pequeña luz en el anillo, esa luz surgió cuando se acercó a una chica que llevaba un maquillaje bastante cargado, la miró detenidamente, buscando la marca de nacimiento de la princesa, al tocarla el anillo emitió una luz aún más intensa y él supo que debía ocultarlo, se quitó el anillo y lo metió en su bolsa mientras le decía al guardia que ya había elegido, que se llevaría a esa chica a la habitación privada

Caminó con ella hasta la habitación que ya había sido dispuesta para los gustos particulares que había demostrado durante este tiempo. Al entrar miró a la joven frente a él arrodillarse, sin ninguna señal de voluntad propia, era como una marioneta, un cuerpo humano al que le habían robado el alma.

― Levántate ― le ordenó, él debía mantener esa actitud de amo hasta estar seguro de que ella era la persona correcta

Ella obedeció sin dudar, él inspecciono cada centímetro de su cuerpo, su piel era blanca, pero no el blanco de una chica de tez blanca más bien era el blanco que hacia notar la falta de luz solar, no había ningún color ahí, solo era su piel falta de cuidado. Recorría cada parte de ella mirándola detenidamente, cualquiera pensaría que admiraba su cuerpo y la deseaba al recorrerla, pero la verdad es que estaba buscando esa marca de nacimiento que le indicaría que al fin la había encontrado

Y allí estaba, como una luz hermosa debajo de su brazo derecho una pequeña marca, al fin había encontrado a la princesa, la miró y supo que debía sacarla de ahí. Llamo al guardia y le dijo ― Deseo comprarla, ¿Cuánto me costará? ―

― Permítame señor, llamaré a la encargada y ella le dirá si es posible realizar lo que pide ―

Si Héctor lograba pactar un trato de compra - venta de esta chica, podría irse de aquí con ella, llamando a André para terminar el trabajo, pero si no aceptaban seria un grave problema llevársela. La encargada del lugar era una mujer elegante y muy hermosa, de unos 30 años aproximadamente, llegó a la habitación y habló con Héctor

― Señor, me informan que desea comprar a esta esclava ―

― Así es, la quiero únicamente para mí, no dudaré en pagar lo necesario ―

― Si usted gusta podemos tenerla lista siempre que usted quiera venir ― era claro que ella no estaba buscando un pago directo

― No me esta entendiendo señorita, no deseo que nadie más que yo la toque, quiero llevarla conmigo para tenerla a cada segundo y cada que yo lo desee ―

― Señor, comprar a una esclava como ella costaría una gran fortuna ―

― Eso no me interesa, ¿Cuál es el precio? ―

― Si tanto la desea, tendría que paga 10 millones de monedas de oro ―

Era claro que el precio se desbordaba de lo que cualquiera pudiera pagar, pero yo no estaba dispuesto a hacerlo así que acepte ― Muy bien, enviaré a un mensajero para que traigan el oro, por la mañana llegará ―

La encargada se notaba complacida, y tenia un brillo en los ojos que demostraba que había hecho el negocio de su vida ― ¿Está usted seguro señor? Es una suma muy alta ―

― Estoy seguro, solo asegúrese de que todo este listo para recibir el oro, nadie debe detener mi embarcación ―

― Excelente mi señor, si me permite me la llevaré para prepararla para usted ― ella tomo a la princesa por el brazo

― ¡No!, como ya dije, no quiero que nadie más la toque eso la incluye a usted, si quiere mi oro entonces obedezca ―

La mujer parecía sorprendida, pero no le quedo más opción que aceptar las condiciones del hombre, después de todo no estaba dispuesta a perder esa cantidad de oro. Sabia que en cuanto la líder regresará de su viaje estaría complacida con esta transacción

Normalmente cuando venden una esclava el precio ronda entre 1 y 2 millones de monedas de oro, las ganancias que había obtenido por esta chica eran mucho mayores, y la arpía estaría complacida.

Héctor envió a uno de sus guardias a avisar sobre el trato que se había hecho, el hombre llegó al barco donde se encontraban todos, y de inmediato buscó a André

― Majestad, Héctor ya ha encontrado a la princesa, se ha asegurado de que es ella, y tiene un plan ―

André se alegro de haber encontrado a su hermana al fin, sin embargo, sentía nauseas al pensar el tipo de lugar donde ella había estado todo este tiempo ― Muy bien, ¿Cuál es el plan? ―

― Héctor ha pedido que le vendan a la chica como esclava y acordó pagar 10 millones de monedas de oro por ella ―

― Pero eso es una suma exorbitante, no es posible que paguemos algo así ―

― Él lo sabe, acepto pagar esa cantidad para que dejarán pasar la embarcación, ahora tenemos dos opciones, pagar esa cantidad o pelear y destruir ese inmundo lugar ―

André entendía que el plan de Héctor era pelear en contra de todos los ahí presentes y llevarse a la princesa, pero la seguridad era demasiada y todos los guardias habían sido entrenados como asesinos. Pelear no era una opción viable a menos que las cosas llegarán a ese punto, pero pagar esa cantidad de oro, era imposible. 

― Capitán, ¿cuántos hombres tenemos para pelear? ―

― Alrededor de 80 hombres señor, seria un suicidio pensar que podríamos salir con vida de eso ―

― Entiendo, tendremos que usar el arma secreta ―

― Señor, ¿usará su invocación? ―

― Solo de ser necesario, prepárense para pelear ― dijo André

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