― Bueno, morir es una buena lección para no dejar las cosas para mañana, no sabes cuando tu madre tratará de matarte ― dijo ella sarcásticamente
― ¿A dónde piensas ir? ― pregunto Oliver
― No lo sé, necesito estar lejos de este lugar al menos por un tiempo ―
Ellos siguieron hablando, tratando de convencerla de no ir sola o de esperar algunos días, sin darse cuenta la multitud seguía aumentando cada vez más, la confusión sobre su identidad era el tema principal, las dudas se despejaron cuando la princesa Miel apareció en la misma plaza buscando a Anthony
Era la primera vez que se les veía juntas en publico y los chismes no se hicieron esperar. La niña de la profecía había vuelto, esa era la noticia de ultimo momento, se comenzó a hablar de su poder, se hablaba de su hermosura, pero sobre todo se hablaba de su regreso de la misma muerte. Todo lo que se comenzó a decir de ella convencía a las personas de adorarla y antes de que ella pudiera salir de la ci
― Aun así, debes saber que ella no es responsable de eso ― ― Eso no importa, mientras ella sea la perfecta niña de la profecía, yo jamás podre existir para mis padres, por eso la odio. Debo demostrar que ella no es tan perfecta como ellos esperan ― El resto del trayecto fue en silencio mientras ella lloraba y él solo la miraba preocupado por lo que pasaría Mientras tanto Oliver trataba de entender que llevó a Mariel a aceptar tal cosa como ese reto ― ¿Por qué hiciste eso? ― ―Porque tu hermano quiere cancelar su compromiso y ella quería un reto contra mí, solo eso ― ― No, tu jamás te hubieras metido en ese problema a menos que quieras algo ¿Qué estás planeando? ― ― ¿En verdad crees que soy así de fría y calculadora? ― ― No sé que eres ahora, pero sé como eras antes de… ― ― ¿Antes de morir? ― Mariel caminaba por las calles de la ciudad recibiendo reverencias de las personas, pero sin prestar atención a ellas ― Es verdad,
Ambos fueron a casa de Arturo para saber cómo se encontraba aquel pequeño, durante su camino muchas personas les daban obsequios y todas deseaban acercarse y tocar a Mariel. Acariciaban su cabello y sus manos deseando que su bendición también cayera sobre ellosAl llegar a casa de Arturo la mujer ya se había marchado, y ellos entraron para hablar sobre su enfermedad ― Arturo, ¿el niño realmente se curó? ― le preguntó Oliver― ¿Qué fue lo que pasó? Su madre llego aquí feliz y diciendo que la diosa lo había bendecido y que su hijo estaba sano ―― ¿Y está sano? ― insistió Oliver― Hice una revisión exhaustiva, ellos estuvieron aquí hace tiempo y por más tratamiento que le dimos no había forma de curarlo, su enfermedad aún es desconocida y solo le quedaban pocos meses de vida. La revisión de hoy, él parece estar sano, aunque no podría decirlo sin hacer otras revisiones con más tiempo ―― Lo ves, te dije que podías sanarlo ―― ¿Tu lo hiciste Mariel? ― preguntó sorprendido Arturo― No estoy
Oliver acudió con Mariel al registro del campeonato, para averiguar si la princesa Miel ya estaba inscrita, se acercaron a los tableros para conocer a los competidores y entonces se dieron cuenta ― Miel aún no está en las listas, supongo que sus padres no lo permitieron ― comentó Oliver― Sabía que no se lo permitirían, pero me soprende que Anthony se inscribiera ―― ¿Qué? ― Oliver estaba sorprendido― ¿No lo sabías? ―― No, ayer lo escuché hablando con su padre, pero no pensé que harían esto ―― Bueno, al menos creo que él tiene la capacidad para ganar y si mi perfecta hermanita no está inscrita entonces no tengo nada que hacer aquí ―Antes de que ambos se fueran, se encontraron con Miel ― ¿Ya te has inscrito? ― preguntó ella con un gesto de molestia en el rostro, mirar a su hermana era lo peor para ella― Estaba esperándote, esperaba que llegaras con la Reina para apoyar tu registro ― rio sarcásticamente Mariel― No, tengo muchos más recursos que solo ser la princesa… tu deberías sa
Las cosas ya estaban demasiado tensas con todo lo que pasaba tras bambalinas, el Rey había decidido mantener a su familia al margen de la situación, pero estaba más que claro que nada estaba bien en ese momentoLas noticias que llegaban de lugares lejanos no eran nada alentadoras para el Reino de Eraniel, se hablaba de un ejército más allá de la imaginación de cualquiera. Cada uno de los asesinos que había entrenado la organización estaba reuniéndose con una sola instrucción, capturar a “la invocadora”, la invitación del Rey Alfonce hacía Karim iba cargada de segundas intenciones que su familia no conocíaEn casa de Oliver el ambiente era tenso, nadie estaba completamente convencido de que Mariel debiera participar en el torneo, pero tampoco tenían la capacidad de disuadirla― No entiendo ¿por qué quieres participar? ― preguntó Héctor― No voy a explicarlo de nuevo, además esto es solo una prueba para mi ― respondió ella― ¿Una prueba? Sabes que este torneo no es precisamente fácil ¿c
― ¿Todos? Me parece que falta la princesa Miel ― dijo ella con sorna― Ella estará aquí pronto ― respondió el Rey― De cualquier modo, no puedo fingir que somos una gran familia feliz, además no creo que esos costosos vestidos me queden bien ― Mariel buscaba cualquier excusa para no estar en el gran palco de la familia real, de cierto modo se sentía como una intrusa― Tranquila, traje a alguien que te ayudará con esos costosos vestidos ―André se acercó a su hermana y tomo sus manos ―Todo lo que ha pasado es culpa mía, los errores que cometí no podré repararlos nunca, pero si nos das una oportunidad como familia, sé que cada uno de nosotros te dará lo mejor de si mismo para ganar tu amor ―― ¿Lo mejor? ― Mariel sonrió con pena ― ¿Te parece que me han dado lo mejor de si mismos André? ――Mariel, por favor sólo… ―― No más, ustedes no me han dado lo mejor, Damián odiaba a mi hijo, no deseaba que naciera y tu madre se encargó de que eso nunca pasara, mientras que tú sólo te empeñaste en e
― Porque no acompañan a Marcus por un postre mientras habló con Karim, ¿les parece? ― contestó ellaLos niños sonrieron pensando que ella aceptaría la maravillosa propuesta de Karim, y felices acompañaron a Marcus a otra parte― ¿Por qué los trajiste? ― preguntó ella con un tono más frío que antes― Porque querían verte, y me preocupaba dejarlos solos ―― ¿No te parece que traerlos a un reino enemigo es peligroso? ―― ¿Enemigo? ― preguntó él ― Supongo que tu padre aún no les dice nada, el día de ayer firmamos un convenio de cooperación entre los dos reinos, ahora somos aliados y socios comerciales ―― ¿Cómo? ― se sorprendieron los presentes― ¿Por qué hicieron eso? ― ella no entendía como se había disipado el problema que tenían los dos reinos de un día para otro― Hablamos y entendimos que tenemos un objetivo en común, así que al final establecimos los términos de nuestra alianza ―― ¿Cuál es ese objetivo en común? ― preguntó Héctor un tanto preocupado, pues él conocía los términos q
La historia que está por comenzar no es una historia de amor, o de bellos momentos, su inicio tuvo lugar en un reino lejano en el país donde la magia es más que un estilo de vida, en este lugar llamado Leória aquellos que nacen con la habilidad de invocar la magia son considerados razas superiores, mientras que el resto de los desafortunados, aquellos que no tienen esa habilidad son destinados a la esclavitud.La leyenda de la princesa se hizo conocida en muy poco tiempo, todos en la ciudad sabían que el día que la Reina diera a luz sería un día de guerra en el mundo, hasta ahora las profecías del oráculo siempre fueron precisas, pero nunca tuvo una profecía tan ambigua como la que hacía referencia al poder de la princesa.Y mucho menos se esperaba que la Reina Elora diera a luz a gemelas, el caos en el mundo se volvió aún peor. La noche en que las princesas nacieron se co
A la mañana se puso en marcha el plan, Héctor había prometido que 10 millones de monedas de oro llegarían en una embarcación, la encargada Silvana hizo los preparativos para recibir el oro. El barco comenzó a verse desde el horizonte y la Silvana bailaba de felicidad por el gran trato que había hecho. Al llegar el barco solo había unos 40 hombres en él, el capitán salió para buscar a Héctor― Estamos buscando a Lord Beldand ― este era el nombre falso con el que Héctor se había infiltrado― Él se encuentra adentro disfrutando de las amenidades, nos ha autorizado a mi y a mis hombres a recibir el oro y contarlo ― dijo Silvana― Me temo que no puedo entregarles nada, hasta ver a mi señor ― era claro que no podían entregar el oro y dejar que lo contarán, ya que a lo mucho tenía un millón de monedas, el resto era una farsa. Hab&i