«Romina está viva, Lucas. Está viva y mis hijos también»Lucas miró a Henry como si este hubiese perdido la cabeza, él estaba convencido de que su primo necesitaba ayuda profesional y de manera urgente. Era la única explicación que tenía para el comportamiento de Henry y sus delirios.—Esto ha superado todo límite, Henry, no puedo permitir que sigas por ese camino. ¡No voy a permitirlo, ¿me escuchas?! —gritó y preguntó al mismo tiempo.Henry apretó los dientes.—No estoy loco, Lucas. Quizá en este momento lo preferiría, pero no lo estoy. Romina y mis hijos viven en esta ciudad —musitó, tomando la copa entre su mano y bebiendo de un solo golpe el contenido.—Eso es imposible, Romina Mayer murió hace ocho años…—Jamás vimos su cuerpo, Lucas —refutó con amargura.—Es que no había nada que ver, esos cuerpos quedaron calcinados y…—No era ella —insistió Henry con vehemencia.Lucas negó.—Llamaré a Nicole y le diré que venga por ti.Henry lo miró con seriedad.—Mina Stewart es Romina Mayer,
«Espero que no llegara a pensar que no vendría» Henry la miró y tragó saliva, era justamente eso lo que estaba pensando, incluso hasta había amenazado con perseguirla si intentaba escapar. —¿Qué pasa, Cameron, lo pensaste? —se burló ella y por un momento los dos viajaron en el tiempo, era así como Romina lo llamaba luego de su relación fallida, ella nunca más le volvió a llamar por su nombre, hasta la noche que pasaron juntos y luego de eso, ni siquiera volvieron a dirigirse la palabra, ni por accidente. —No voy a negar que pensé en la posibilidad de que no asistirías —confesó, haciendo una seña con su mano para que Mina se sentara. —Sinceramente, no estaba obligada a venir, pero acá estoy… Ahora sí, ¿qué es lo que deseas hablar conmigo? —preguntó con seriedad. Henry se movió ligeramente incómodo sobre su silla, la mirada y voz de Romina eran frías, como si lo odiara, ¿no debía ser al revés? Era ella quién lo había citado, fue ella quien no llegó y se hizo pasar por muerta durante
«Mis hijos y yo estaremos en la misma ciudad, pero no a tu alcance» Aquellas palabras hirieron a Henry, pero también le hicieron tener un poco de esperanza, si Romina cumplía su palabra, él tendría la oportunidad de conocer a sus hijos, de ganarse su amor y compartir con ellos. No obstante, Romina tenía razón en algunos puntos en lo que debía reflexionar con mucho cuidado y su relación con Nicole era uno de ellos. No sabía cómo su novia y futura prometida iba a tomarse la noticia, pero debía hacerle de su conocimiento la existencia de sus hijos, ella debía comprender que, en el paquete, ellos venían incluidos. El problema es que, no estaba seguro de la reacción de su prometida, hasta el momento, las cosas entre ellos habían sido buenas. Sus familias estaban de acuerdo, bueno más bien la familia William, pues sus padres no interferían en su vida, respetaban sus decisiones y, aunque la relación de Nicole con sus padres era poca, él había estado seguro de que ella era la mujer de su vi
Romina cerró la puerta de su departamento, mientras sentía que su corazón iba a salirse de su pecho, latía tan rápido, que, si no salía, posiblemente terminaría con un ataque cardíaco. ¿Qué es lo que había sucedido? ¿Cómo era posible que su padre nunca le dijera que oficialmente Romina Mayer estaba muerta? Gruesas lágrimas corrieron por sus mejillas al recordar lo mucho que le costó adaptarse a su nueva vida, con un embarazo que no fue bien visto por su padre al inicio, pero que, al no tener manera de hacer cumplir al padre de los bebés, terminó por aceptarlos, pero ¿a qué precio?Tom no era un hombre malo, era un padre preocupado por la seguridad de su hija y Romina lo comprendía, quizá solo unas semanas antes a ella no le hubiese importado su vida, pero todo cambió desde que supo que estaba embarazada.«—Eres casi una niña, Romina, ¿Qué se supone que debo pensar sobre ese embarazo?—Te dije que no podía irme de la ciudad, papá, pero nunca me escuchas, jamás me prestas atención. ¡Tu
«Mina tiene dos hijos y yo soy el padre de los dos»Alexander abrió y cerró la boca, miró a Lucas esperando que el menor de sus primos se echara a reír y confirmara que todo era una broma, pero la seriedad de Lucas y el rostro desencajado de Henry le indicaban que, no. No era una broma.—No sé qué decirte, Henry —murmuró en tono bajo.—Nada, nada de lo que puedan decirme borrará la verdad, Romina es la madre de mis hijos, ¡tengo dos hijos! —exclamó, elevando ligeramente la voz a causa de la emoción.—Es una locura —vociferó Alexander.El hombre cogió su vaso y bebió de él, de repente la boca se le había secado, no podía imaginar lo que Henry estaba viviendo en ese momento; no debía ser nada fácil descubrir que la persona que creías muerta apareciera delante de ti y con la sorpresa de tener dos hijos. —Es una jodida locura —aceptó Henry, cerró los ojos y echó la cabeza atrás.—¿Qué piensas hacer? —preguntó Alexander cuando ya pudo encontrar su voz.—Hacerme responsable de ellos, soy s
«Romina está viva y es la madre de mis hijos»«Romina está viva»«Es la madre de mis hijos»El silencio se instaló entre ellos de manera instantánea, mientras el rostro de Nicole cambiaba de color y se tornaba pálido como una hoja de papel, sus manos se apretaron sobre el volante hasta que sus nudillos rivalizaron con el color de su cara.—Nicole…—Estás jugándome una broma, ¿verdad? —susurró, interrumpiendo lo que Henry estaba por decir.—No, no es ninguna broma —confirmó Henry—. Estoy siendo honesto contigo.Nicole abrió la puerta del auto con violencia y salió para tomar un poco de aire, pues sentía que sus pulmones quemaban ante la noticia.Henry por su parte, le dio tiempo y espacio, bajó con calma, mientras se arrepentía por la manera tan abrupta con la que le había dado la noticia, ni siquiera la preparó. La culpa lo hirió.—Lo siento, Nicole, no debí decírtelo de esa manera, yo…—No creo que exista una buena manera de decirme una noticia como esta, Henry. El dolor sería el mi
«Bienvenidos a Los Ángeles»El cuerpo de Mina se tensó al ver y escuchar a Henry, ¿por qué tenía que aparecerse de esa manera tan inapropiada delante de ella y de sus hijos? ¿Qué es lo que buscaba al perseguirla de esa manera? Eso que Henry estaba haciendo era acoso. Acoso en toda su expresión.«No eres el motivo de su acoso, ni de su interés, Romina. Henry está acá por los niños, por nada más», le recordó su conciencia.Mina miró con discreción a sus hijos, Bastian estaba serio y quizá cuestionándose las mismas cosas que ella se cuestionaba, mientras Holly miraba a Henry con curiosidad y con una gran sonrisa en los labios.—¿Viniste por nosotros? —preguntó Holly antes de que Romina pudiera decir algo, haciendo que todo en ella se pusiera en alerta.—Sí, me gustaría acompañarlos —dijo. Henry apartó la mirada de Romina y miró a su hija. El magnate moría por abrazarla y decirle que era su padre, pero no podía hacerlo hasta hablar con Romina y llegar a un acuerdo para confesarles la verd
«Es posible, mueve las cejas como tú»Holly movió sus cejas un par de veces, mientras miraba a su hermano.—¿Cómo yo? —preguntó, señalándose a sí misma.—Ajá, mira —dijo, señalando a Henry a través del vidrio que los separaba.Henry movía la cabeza, encogía los hombros y levantaba las manos, señalando en su dirección, pero sin verlos.Holly pegó el rostro en el vidrio y miró con atención al hombre que ella sabía era su padre, ya no tenía más dudas al darse cuenta de que Bastian tenía razón, pero no era solo ella quien se parecía a ese hombre, también su hermano tenía algunos de sus gestos.—Ya no tengo dudas, mira cómo mueve las manos. ¿Recuerdas cuando pasaste a decir el poema del día de las madres en el colegio? —preguntó Holly.Bastian asintió.—Tú hacías lo mismo, Bastian.—Ese hombre es papá —susurraron al unísono…Los mellizos se miraron y agrandaron los ojos ante la impresión.Mientras tanto, Henry trató de calmarse, discutir con Romina, no iba a llevarlo por ningún buen camino