Alexander esperó a que Lisa hablara, él estaba ansioso por echarla de su oficina, pero se contuvo. Si ella lo había buscado era por algo y quería saber el motivo.—Si no tienes nada que decir, te invito a marcharte de mi oficina, Lisa —el rostro de Alex no demostraba ningún tipo de emoción, sus ojos eran dos pozos fríos que hicieron temblar a la mujer delante de él, aun así, ella no se marchó.—¿Dónde está? —preguntó, su rostro se llenó de ansiedad— ¿Dónde está? —insistió.—¿Dónde está? No sé de lo que hablas, Lisa —expresó con una tranquilidad que no sentía.—A mí no me engañas, tú sabes dónde está, ¿por qué me la ocultas?—Estás perdiendo la cabeza, Lisa —dijo—. ¿Tu matrimonio con Wilbert Cox no es lo que esperabas y ahora vienes con este cuento de buscar a alguien? —preguntó pasando de ella y sentándose detrás de su escritorio.—¡¿Dónde está la niña?! —gritó con desesperación, Lisa no quería volverse loca y sabía que lo haría si Alex le decía que no la tenía.—¿Qué niña?Lisa tiró
«Sí, acepto»Los aplausos y vítores no se hicieron esperar, la familia celebró por todo lo grande la felicidad de Alexander y Belinda.Ella no tenía palabras, sobre todo, al ver a su madre entre los invitados, aquel detalle fue para ella el mejor de todos, pues Alex no se olvidó de ella.—Nunca imaginé que presenciaría este momento, Alexander llegó a casa y técnicamente me ha secuestrado —declaró Dina con una sonrisa de oreja a oreja.—Y por lo que veo a ti te ha hecho muy feliz ser secuestrada por mi novio —le discutió Belinda.—Para qué te digo que no, si sí, no podría resistirme ante un hombre como él —señaló, haciendo que Belinda sonriera y Alexander se sonrojara.—Estás poniéndomelo tímido, mamá —la acusó Belinda.Dina sonrió, le dio un fuerte abrazo a Belinda y otro a Alexander, deseándoles felicidad, antes de ser interceptada por Chelsea, alegando que tenían que ponerse de acuerdo para organizar la boda de sus hijos y Dina no tuvo ningún problema en atender la demanda de
El beso entre ellos duró lo que Chelsea demoró en ponerse de pie para intentar controlar de nuevo la situación, la rubia no podía creer que todo se saliera de control. ¡El beso no estaba en los planes de esa noche! ¿Cómo podía Belinda permitirlo? ¿Es que se había equivocado con ella? ¡De ninguna manera! Era más que evidente que el hombre se le lanzó encima.Chelsea caminó con paso firme, mientras pensaba en la cantidad de disculpas que tendría que pedirle a Belinda y a Alex por aquel acontecimiento, su corazón dolió al darse cuenta de que su momento de diversión podía convertirse en una tragedia…—No tan rápido, bonita. —Chelsea abrió los ojos, estaba impresionada y asustada al mismo tiempo.—¡¿Qué haces acá?! —medio gritó, medio preguntó, había terror en su mirada.—¿Quieres que te responda o te haga una demostración? —preguntó el hombre bajo el antifaz.Chelsea negó, pero fue tomada por la cintura y, en un abrir y cerrar de ojos tenía los labios del hombre sobre los suyos, cerrándos
Belinda se miró al espejo en su habitación, el vestido le quedaba perfecto, era un corte de princesa que haría juego con el traje de Alexander, eso le había mencionado Chelsea esa misma mañana, mientras el vestido llegaba de la boutique, sin una sola arruga.—Te ves hermosa, cariño —expresó Dina con lágrimas en sus ojos. La mujer estaba feliz y emocionada, también triste porque había algo que atormentaba su corazón, pero quizá ya era muy tarde para hablar sobre el tema, hoy era un momento único y especial para Belinda, y no quería arruinarlo hablando sobre Egan y lo que había hecho en el pasado.—No llores, mamá, sé que debes estar pensando en mi padre, pero él ya no está —le dijo sin imaginar lo que Dina tenía en la cabeza.—Lo sé, hija —mencionó, acariciando su mejilla con delicadeza —. Te deseo toda la felicidad de este mundo, cariño. Que la base de tu matrimonio sea la comunicación y la honestidad —añadió.Belinda asintió, tomó la mano de su madre y le dejó un beso sobre el do
Lisa arrugó las páginas de la revista que hablaba de “La Gran boda del año” y la comparaban sin piedad con la suya. De hecho, algunos medios se habían atrevido a más y colocaron una imagen de ella vomitando en la iglesia, mientras a su lado, Belinda Ford brillaba como si fuera una…—Reina, esa mujer es una reina —dijo Wilbert arrancándole el periódico de la mano y sentándose a su lado.Lisa lo miró con cara de pocos amigos.—¿Cómo te atreves?—¿Aún lo preguntas? No estás viendo tu imagen en el periódico y no solo está en los medios de comunicación impresos, ¡también en los digitales! ¡Nuestra boda arruinada por tu maldita culpa!—¡No fue mi intención! —se defendió, poniéndose de pie para no estar en desventaja.—¿No fue tu intención? —había burla en la voz de Wilbert, era así como la trataba desde que descubrió que Lisa había dado a luz antes del matrimonio y que, además, se había convertido en una mujer estéril—. ¡Arruinaste mi vida por completo por tu calentura, si tanto querías dis
Una hora más tarde y con el tiempo justo, Mina y su familia llegaron a la iglesia.—¿Ves?, justo a tiempo —murmuró Holly.Bastian le dio un ligero toque para que guardara silencio, lo que provocó que ella lo mirara de mala manera.—Estamos en la iglesia, Holly, acá no puedes pelear, ni hacer malas miradas —le advirtió Bastian con una preciosa sonrisa.Holly suspiró.—Te has salvado por hoy —dijo.Bastian amplió su sonrisa, los mellizos eran cosa seria.—¿Traes los anillos? —preguntó Bastian al ver a su hermana con las manos vacías.—No, los trae papá.—Fue una buena elección o tú los habrías perdido, por cierto, ¿dónde estaba tu tiara? —preguntó el niño.Holly se sonrojó de manera instantánea.—Holly…—Por ahí —respondió, una respuesta que no convenció a Bastian.—Sabes que la mansión Cameron tiene muchas cámaras de seguridad, ¿verdad? —le cuestionó.Holly asintió.—Puedo ir y pedir al guardia de seguridad que…—Lo dejé en la habitación de Logan —respondió con rapidez.—¿Qué hacías ah
Lucas no perdió tiempo y se comprometió con Eloísa esa misma noche, con cientos de invitados presentes como testigos.Mina incluso había bromeado con Isa sobre aquel acontecimiento, pues según ella, Lucas había aprovechado la ocasión para evitar cualquier negativa de su parte. Así fue, como la boda se organizó de manera rápida y cuatro semanas después, la familia Hamilton estaba celebrando la boda del último soltero en la familia con edad de casarse.—No puedo creer que haya dado el sí —susurró Eloísa, mirando su argolla de matrimonio.—Bienvenida al club de las mujeres casadas —sonrió Mina, mientras acunaba en sus brazos a Evan, que se había despertado.—Y pronto le diremos, bienvenida al club de madres —añadió Belinda.—No sé si vaya a suceder pronto —dijo Eloísa.—¿No quieres ser madre? —preguntó Mina con el ceño fruncido.—No es eso, Mina, he dejado de tomar la píldora luego de hablarlo con Lucas.—Entonces, ¿qué pasa?—Pues hasta ahora no ha pegado —dijo, sonrojándose.Eloísa y L
Romina abrió los ojos, mientras leía el resultado de sus análisis. Lo que debió ser solo un chequeo rutinario y requisito de su nuevo empleo, terminó en una noticia inesperada.¡Estaba embarazada!El calor abandonó el cuerpo de la joven, una sensación de ahogamiento se apoderó de ella, hasta casi asfixiarla. Sus manos temblaban como si fueran hojas mecidas por el viento. Sus rodillas cedieron bajo su peso y tuvo que sentarse en el sillón más cercano.Una de sus manos fue directamente hacía su vientre.—Embarazada —susurró.Romina estaba en shock, pues el padre de su hijo no era otro más, que Henry, el menor de la dinastía Cameron, el hombre con quién había pasado una noche de pasión sin compromiso.¿Cómo se supone que iba a darle una noticia como esa? Su relación nunca había sido la mejor, de hecho, luego de su noche juntos, las cosas solo empeoraron al grado, que terminaron por ignorarse cada vez que se encontraron en la universidad. Las vacaciones le venían bien para olvidarse de lo