Henry estacionó el auto frente a la casa Williams, Nicole había rebasado todos los límites permitidos. Visitar de manera inesperada la casa de sus padres y hacer que sus hijos supieran la verdad de esa manera, era imperdonable. La culpa por haberla dejado desapareció de inmediato y en su lugar una ola de enojo quedó.Él se bajó y se dirigió a la puerta, tocó el timbre con discreción, tampoco era un loco maniático que iba a atacarla, pero sí le dejaría en claro un par de cosas.—Henry —dijo Nicole al verlo parado delante de ella, no se esperaba la visita inesperada de Henry, es más, pensó que no lo vería en muchos días.—Tenemos que hablar —le dijo de manera fría y tajante.—No creo que ahora sea un buen momento, no me siento bien, quizá el bebé sienta tu rechazo —mencionó, el fin era hacerlo sentir culpable, pero no lo logró.—Creo que el bebé puede sentir mi deseo de protegerlo, quizá sean las cosas que tú estés haciendo lo que sienta incorrecto —le acusó, dando un paso al frente, ob
«Hola, Holly».Holly miró a Nicole, le había llevado unos pocos segundos reconocerla por las gafas oscuras que cubrían su rostro y le hacían ver como… «mosca», pensó la niña.—Sabes quién soy, ¿verdad? —le preguntó.Holly se agachó para recoger el balón, ignorándola por completo. Ella sabía muy bien quién era la mujer delante de ella, pero no tenía ningún interés en hablarle. Además, no la conocía, así que, se incorporó y se giró sobre sus pequeños talones sin responderle.—¡Estoy hablando contigo! —vociferó ante la actitud de la niña.Holly se detuvo.—No hablo con extraños —le replicó, dando dos pasos, alejándose de ella.—No soy ninguna extraña, soy la novia de tu padre y la futura madre de tu hermano —chilló, agarrando el hombro de Holly para hacerla detener.La niña se sacudió al sentir el toque de la mujer sobre su hombro, mientras su pequeño corazón latía fuerte al escucharla.—Sigue siendo una extraña para mí, señora —insistió —. Y por favor, no me toque —le pidió.Nicole apre
«Holly desapareció del parque»«No la hemos podido encontrar»«Holly, Holly»Mina abrió los ojos, se sentía aturdida, como si hubiese sido golpeada por un tren o quizá un avión. Era una exageración, pero era así como se sentía. La cabeza le palpitaba y los susurros que llegaban a sus oídos eran casi inentendibles.—… ¡¿Cómo pudo perderse?!—… ¡Tienen que encontrarla!—Henry —llamó Mina, se sentía mareada, como si tuviese resaca tras una noche de copas. La boca la tenía seca y pasar saliva era doloroso…—¡Mina! —Henry se acercó a ella con prontitud, haciendo que Hope y Blake guardaran silencio y se acercaran a la cama.—Dime que todo ha sido una pesadilla, Henry, dime que mi niña está acá, con nosotros, por favor —pidió, la garganta se le cerró y su pecho dolió cuando lo vio negar.—Lo siento, Mina, me gustaría que todo esto fuera una simple pesadilla —le susurró Henry.—¡No, no me digas eso! ¡No me digas que mi hija, mi Holly se ha perdido! —gritó, rompiendo en un llanto des
«Yo soy Eloísa»Holly miró la mano extendida de la mujer delante de ella, parpadeó un par de veces, mientras tomaba esa mano.—¿Puedo llamarte “Isa”? —le preguntó con una ligera y tímida sonrisa.Eloísa se tensó, solo había una persona en todo el mundo que la llamaba así. «Romina», pensó. Su corazón se estrujó con dolor dentro de su pecho, habían pasado muchos años y ella aún seguía echándola en falta, habían sido buenas, mejores amigas. Después de ocho años, no se resignaba a su muerte.—¿Puedo? —insistió Holly.Ella le sonrió y asintió.—Podrás hacerlo solamente con una condición —le dijo.—¿Cuál?—Más bien, serán dos condiciones. La primera: tendrás que comerte todo lo que te he preparado, solo te dejaré elegir entre el jugo o la leche, y la segunda: me dirás quiénes son tus padres para llevarte a casa. ¿Aceptas el trato?Holly pensó si era o no correcto decirle quiénes eran sus padres, aunque la había ayudado y rescatado de las calles, cuando se alejó del parque, ¿sería ella una b
«Romina»Eloísa estaba tan impactada que ni siquiera fue capaz de moverse o de volver a hablar. Su corazón latía con tanta prisa, que pensó que se le saldría del pecho. No podía creer que Romina, su Mina, estuviera delante de ella, cambiada, más madura, pero ella era…Mina se quedó de piedra momentáneamente, hasta que sus ojos se fijaron en Holly y toda su atención fue para ella en ese momento.—¡Holly, cariño! —gritó, se puso en cuclillas y abrió sus brazos para recibirla.La niña no dudó y se coló entre los brazos de su madre, enterró su pequeña cabeza entre el cuello de Mina y lloró, dejando salir todo su miedo y la angustia que había vivido antes de ser encontrada por Eloísa.—Mi niña, mi amor, mi tesoro —chilló Mina, cerrando los ojos al sentir que su corazón iba a salirse del pecho de la emoción. La familia pronto se reunió con ellas, mientras Eloísa miraba anonadada la situación.Todo, todo le parecía irreal. Romina viva, con una hija y de Henry Cameron. ¡Mina estaba viva! Sus
Mina podía soportar todo en la vida, excepto, que se metieran con sus hijos, y Nicole Williams había hecho exactamente eso, se había atrevido a buscar a Holly para manipularla, pero se había equivocado si pensaba que las cosas le iban a salir muy sencillas. Ya ellas tenían una cuenta pendiente del pasado, por lo que hoy podía dejar las cosas claras.Ella salió de la habitación de Holly hecha un vendaval. La ira corría por sus venas, como si fuera ácido quemando su piel. El deseo de golpear, mutilar y asesinar a Nicole era demasiado, incluso, para su propio bien.—¡Mami! ¡Espera, mami! ¡Mami! —los gritos de Holly se escucharon por toda la casa, alertando a la familia, que se encontraba aún reunida en la sala.Henry se puso de pie cuando Mina bajó por las escaleras con un semblante furioso. Sus ojos parecían dos pozos oscuros que podían fácilmente devorarlo.—¿Qué pasa, Mina? —le preguntó.—Pasa, que es hora de dejarle las cosas claras a Nicole Williams —declaró con la respiración agita
«Te lo dije, Hope». Hope no se molestó en ver a Nicole, podía adivinar la burla en su tono empleado. —¿Estás completamente, seguro? —preguntó al galeno. —No hay error, Hope —respondió el médico. —Ya no le busques tres patas al gato cuando sabes que tiene cuatro —dijo —, acepta la realidad, Hope, estoy embarazada de tu hijo. —Gracias, Robert —pronunció, ignorando deliberadamente a Nicole. Hope se puso de pie, le tendió la mano a su médico y salió del consultorio, esperó a Nicole en la sala de espera. —¿Decepcionada? —preguntó Nicole cuando llegó junto a Hope. —Yo que tú, no cantaría victoria antes de tiempo, Nicole. —No puedes cambiar esta verdad, Hope, aunque te pese, seremos familia —declaró con aires de triunfo, ignorando la recomendación de Hope. —Puede que estés embarazada, Nicole, eso no garantiza que sea el hijo de Henry, hace diez semanas él estaba en Nueva York y… —Y estuve con él —afirmó. Hope tomó un largo y profundo respiro. —Lo planeaste todo, ¿no? Nicole negó
Liam miró a Nash antes de prestarle atención a Alexander y responderle con una pregunta necesaria. Él podía ayudarlo, pero difícilmente quería problemas con Matthew, el mejor amigo de Nash.—¿Por qué tanto interés en la vida de la novia de tu primo?—Exnovia —aclaró Alex de inmediato.—Entonces, ¿cuál es tu interés? —Alex suspiró frustrado. Debió imaginar que Liam no iría a la guerra sin una justificación válida.—Te lo he dicho antes, ni siquiera debería involucrarme en este asunto; no obstante, no puedo permitir que una arpía como Nicole se salga con la suya. Ha atentado contra la vida de una persona inocente, una niña a quien no debía ni acercarse.—¿La hija de Henry? —Alex asintió.—Hace dos días, Holly jugaba en el parque; Nicole se acercó a ella para decirle cosas que no debía. La niña se alejó del parque, sumergida en sus pensamientos y estuvo desaparecida un día entero; afortunadamente, la amiga de Mina, Eloísa, la encontró y la llevó a casa sana y salva. Además, presiento que