«Está usted embarazada»Nicole esbozó una ligera sonrisa ante la noticia dada por el médico, mientras Henry se quedó en shock y no podía dejar de pensar en las palabras dichas por el galeno.«Embarazada»«Embarazada»«Embarazada»Un escalofrío le recorrió la columna vertebral y le enfrió el cuerpo, él no podía pensar con claridad sobre esto, en su mente se abrieron paso las palabras de Mina. «Confío en ti», le había dicho, sin embargo, Henry no podía evitar sentir que la había cagado de nuevo y esta vez en grande. Mina quizá no le perdonara esto que estaba pasando. Un hijo con otra mujer…—¡Henry, Henry! —llamó Nicole con la voz llena de felicidad, mientras el corazón del joven magnate se estrujaba dentro de su pecho, hasta sentirse asfixiado —. Henry, ¡estamos esperando un bebé! —gritó emocionada.Henry miró al galeno, no sabía la expresión que debía tener en el rostro, pues parecía que el médico se estuviera disculpando con él, ¿o era debido a que Nicole había mencionado la ruptura
Mina no recordaba si se había despedido de Alexander o no, caminó hasta el ascensor y bajó al estacionamiento para reunirse con Henry, quien ya lo esperaba recostado sobre el capó del auto, mirándola de una manera que ella no supo descifrar.—Hola —saludó ella, tragándose el deseo de hablarle de Nicole, no quería ni mencionarla en presencia de Henry.—Hola —respondió él, tomándola de la cintura y apoderándose de su boca. Henry no tenía planeado aquel asalto, no obstante, con el miedo bullendo en su corazón, quiso hacerlo antes de confesarse ante Mina y de perderla para siempre, pues estaba seguro que es lo que iba a suceder, apenas le dijera lo que ocurría.—¿Pasa algo? —preguntó ella, sabiendo que era así, el rostro de Henry estaba tenso y pálido: sin embargo, no quiso hacer deducciones, si algo había aprendido del pasado y con el tiempo, era a escuchar y no dejarse llevar. Todo tenía una explicación, siempre.—Tenemos que hablar, Mina —dijo en un bajo susurro.Ella asintió, se apart
«Estoy embarazada de Henry. El menor de la dinastía Cameron, crece en mi interior».Hope miró a Nicole con enojo, pero se abstuvo de decirle nada y no porque no tuviera nada que decir, sino porque sus nietos estaban con ella.—Logan —llamó Hope con tono serio.—Señora.—Ve por algunos hombres, esta mujer se irá pronto y necesito que la escolten hasta su auto —dijo.—Sí, señora.Logan salió de la sala, mientras Nicole miraba a Hope con arrogancia.—Niños, vayan a su habitación, sus padres no demoran en venir por ustedes —anunció, haciendo que la sonrisa de Nicole se borrara de su rostro.—Abuela.—Por favor —pidió cuando Holly quiso preguntar, ella era la más curiosa y también la más celosa.—Sí, abuela —respondieron los chicos al unísono y se marcharon de la sala.Hope esperó a que los dos desaparecieran de su vista antes de hablar.—¿Qué es lo que quieres? —le espetó, ni siquiera la invitó a sentarse, la dejó parada allí, frente a ella.—Que sepas de mi embarazo —dijo con rapidez.Ho
Henry estacionó el auto frente a la casa Williams, Nicole había rebasado todos los límites permitidos. Visitar de manera inesperada la casa de sus padres y hacer que sus hijos supieran la verdad de esa manera, era imperdonable. La culpa por haberla dejado desapareció de inmediato y en su lugar una ola de enojo quedó.Él se bajó y se dirigió a la puerta, tocó el timbre con discreción, tampoco era un loco maniático que iba a atacarla, pero sí le dejaría en claro un par de cosas.—Henry —dijo Nicole al verlo parado delante de ella, no se esperaba la visita inesperada de Henry, es más, pensó que no lo vería en muchos días.—Tenemos que hablar —le dijo de manera fría y tajante.—No creo que ahora sea un buen momento, no me siento bien, quizá el bebé sienta tu rechazo —mencionó, el fin era hacerlo sentir culpable, pero no lo logró.—Creo que el bebé puede sentir mi deseo de protegerlo, quizá sean las cosas que tú estés haciendo lo que sienta incorrecto —le acusó, dando un paso al frente, ob
«Hola, Holly».Holly miró a Nicole, le había llevado unos pocos segundos reconocerla por las gafas oscuras que cubrían su rostro y le hacían ver como… «mosca», pensó la niña.—Sabes quién soy, ¿verdad? —le preguntó.Holly se agachó para recoger el balón, ignorándola por completo. Ella sabía muy bien quién era la mujer delante de ella, pero no tenía ningún interés en hablarle. Además, no la conocía, así que, se incorporó y se giró sobre sus pequeños talones sin responderle.—¡Estoy hablando contigo! —vociferó ante la actitud de la niña.Holly se detuvo.—No hablo con extraños —le replicó, dando dos pasos, alejándose de ella.—No soy ninguna extraña, soy la novia de tu padre y la futura madre de tu hermano —chilló, agarrando el hombro de Holly para hacerla detener.La niña se sacudió al sentir el toque de la mujer sobre su hombro, mientras su pequeño corazón latía fuerte al escucharla.—Sigue siendo una extraña para mí, señora —insistió —. Y por favor, no me toque —le pidió.Nicole apre
«Holly desapareció del parque»«No la hemos podido encontrar»«Holly, Holly»Mina abrió los ojos, se sentía aturdida, como si hubiese sido golpeada por un tren o quizá un avión. Era una exageración, pero era así como se sentía. La cabeza le palpitaba y los susurros que llegaban a sus oídos eran casi inentendibles.—… ¡¿Cómo pudo perderse?!—… ¡Tienen que encontrarla!—Henry —llamó Mina, se sentía mareada, como si tuviese resaca tras una noche de copas. La boca la tenía seca y pasar saliva era doloroso…—¡Mina! —Henry se acercó a ella con prontitud, haciendo que Hope y Blake guardaran silencio y se acercaran a la cama.—Dime que todo ha sido una pesadilla, Henry, dime que mi niña está acá, con nosotros, por favor —pidió, la garganta se le cerró y su pecho dolió cuando lo vio negar.—Lo siento, Mina, me gustaría que todo esto fuera una simple pesadilla —le susurró Henry.—¡No, no me digas eso! ¡No me digas que mi hija, mi Holly se ha perdido! —gritó, rompiendo en un llanto des
«Yo soy Eloísa»Holly miró la mano extendida de la mujer delante de ella, parpadeó un par de veces, mientras tomaba esa mano.—¿Puedo llamarte “Isa”? —le preguntó con una ligera y tímida sonrisa.Eloísa se tensó, solo había una persona en todo el mundo que la llamaba así. «Romina», pensó. Su corazón se estrujó con dolor dentro de su pecho, habían pasado muchos años y ella aún seguía echándola en falta, habían sido buenas, mejores amigas. Después de ocho años, no se resignaba a su muerte.—¿Puedo? —insistió Holly.Ella le sonrió y asintió.—Podrás hacerlo solamente con una condición —le dijo.—¿Cuál?—Más bien, serán dos condiciones. La primera: tendrás que comerte todo lo que te he preparado, solo te dejaré elegir entre el jugo o la leche, y la segunda: me dirás quiénes son tus padres para llevarte a casa. ¿Aceptas el trato?Holly pensó si era o no correcto decirle quiénes eran sus padres, aunque la había ayudado y rescatado de las calles, cuando se alejó del parque, ¿sería ella una b
«Romina»Eloísa estaba tan impactada que ni siquiera fue capaz de moverse o de volver a hablar. Su corazón latía con tanta prisa, que pensó que se le saldría del pecho. No podía creer que Romina, su Mina, estuviera delante de ella, cambiada, más madura, pero ella era…Mina se quedó de piedra momentáneamente, hasta que sus ojos se fijaron en Holly y toda su atención fue para ella en ese momento.—¡Holly, cariño! —gritó, se puso en cuclillas y abrió sus brazos para recibirla.La niña no dudó y se coló entre los brazos de su madre, enterró su pequeña cabeza entre el cuello de Mina y lloró, dejando salir todo su miedo y la angustia que había vivido antes de ser encontrada por Eloísa.—Mi niña, mi amor, mi tesoro —chilló Mina, cerrando los ojos al sentir que su corazón iba a salirse del pecho de la emoción. La familia pronto se reunió con ellas, mientras Eloísa miraba anonadada la situación.Todo, todo le parecía irreal. Romina viva, con una hija y de Henry Cameron. ¡Mina estaba viva! Sus