Capitulo 37

Abajo, ella se dirigió y fue a sentarse junto a Raffil. Hablaron por un largo rato, él estaba esperando que campara para que se animara a irse a su casa. Ella se mostró muy agradecida, y al levantarse trató de disimular su brillo y cayó sobre el brazo de Raffil, quien aún estaba sentado en el sofá. Cayó justo en su regazo, y ella aprovechó para abrazarlo. Él intentaba evitarlo, pero ella ya lo había hecho y así se sentía reconfortada. ¿Por qué no podía permitirse que la tocara? Sentía que su cuerpo rechazaba su contacto, no permitía que la abrazara, pero Carlos insistió:

"Hace mucho que no siento tu olor, tu aliento Raffil"

Raffil sabía que Carla era una niña consentida, por lo que no le dijo nada. Se quedaron un segundo soportando la situación, aunque quisieran ir con ella de lejos. Se separó de ella y él se levantó bruscamente, alejándose y dando media vuelta en el sofá. Fue a pararse en la ventana e inmediatamente marcó a Mario para que viniera.

Mario entendió el mensaje de Raffil
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