Leonora
La puerta de la oficina estaba entreabierta y pudo observar a sus padres discutir en silencio en la privacidad de la habitación. Vio a su padre hablar lentamente mientras revisaba documentos en varias carpetas o en su computador, su madre por otro lado intentaba mantener sus nervios calmados y lo sabía por la forma en la que sus piernas no dejaban de moverse ni un segundo. Intentó respirar profundamente, pero supo entonces que las noticias no serían sobre decoración como en las ocasiones anteriores.
Tocó con suavidad la puerta antes de entrar y sus padres la miraron al mismo tiempo. Su madre se levantó como un resorte para saludarla, luego abrazó a su padre sin dejar de ver los documentos en el escritorio, pero no pudo llegar a ninguna conclusión sin información contextual. Así que, se sentó en la silla más cercana junto al escritorio y esperó a que sus padres estuvieran listos para explicarle lo que sucedía.
-Estoy aquí -comentó ella cuando el silencio se hizo demasiado incomodo -¿qué es lo que sucede?
-Como sabrás por las breves palabras de tu madre, Leonora -inició su padre con un suspiro -tenemos graves noticias para darte.
Esas palabras en los labios de su padre junto a esa expresión seria, hicieron que su cuerpo se estremeciera con ansiedad y anticipación. La situación tenía que ser realmente mala para que su padre, la persona más calmada y solucionadora que conocía, estuviera diciendo algo tan definitivo y pesimista.
-De acuerdo -asintió ella con el corazón acelerado -pero no me dejen esperando, están asustándome.
-Eso no es que lo queremos, cielo -negó su madre de inmediato, pero perdió color en su tez -pero hay una situación que tenemos y debemos enfrentar como familia.
-Papá, por favor habla -rogó ella sin poder aceptar nada más.
Su padre observó los documentos a su disposición y luego se irguió en la silla.
-Estamos a punto de perder la compañía, Leonora -anunció su padre dejándola helada.
Su madre soltó un pequeño sollozo antes de sostener su mano como si necesitara darle apoyo, pero al mismo tiempo recibirlo.
La empresa de su familia, IA Artist, era el niño preciado de su padre. Desde el momento en el que habían sido los responsables de su gestión, porque no había nadie más para recibir la herencia que su abuelo les había dejado, se habían dedicado a hacerla crecer como una inversión productiva en sus vidas. Le resultaba imposible comprender que alguien tan precavido con la compañía, como su padre, pudiera darle aquellas noticias sin sentir el fracaso en su interior.
-No lo comprendo -dijo ella a media voz -pensé que todo marchaba en orden y que las cosas estaban bien. Los informes que me enviabas mensualmente para mantenerme al día con la compañía y mis deberes, nunca mostraron ningún problema. ¿Era mentira?
-No exactamente -explicó su padre con calma -decidí omitir los indicativos más grandes, porque no imaginé que esta situación llegaría tan lejos. He intentado cambiar y arreglar todos los errores que se han cometido, pero nada ha ayudado lo suficiente.
Leonora se frotó el rostro con frustración y evitó usar las palabras de culpa o reproche que estaban en la punta de su lengua.
-Papá, voy a necesitar todas las explicaciones posibles, si hay alguna esperanza de que arreglemos esta situación -pidió ella con lentitud -es mejor no adelantarnos o dejar que el pánico lidere nuestras acciones, hay que mantener la calma.
Su madre suspiró y se levantó entonces.
-Creo que iré a preparar unos bocadillos y bebidas -les indicó la mujer -estaremos aquí por bastante tiempo.
La observaron alejarse antes de que su padre pudiera comenzar a explicar la situación.
-Sabes que el desarrollo de tecnologías es un campo complicado, Leonora -inició su padre -así como la música o cualquier tipo de arte, siempre he pensado que desarrollar y programar las mejoras de la inteligencia artificial para los productos en el mercado no es solo un trabajo, puede ser una meta complicada de alcanzar. Y es por eso que el lema de la empresa predica este tipo de pensamiento.
-Lo sé, papá -asintió ella -siempre has apoyado la libertad de desarrollo en todos los programas que asiste y lidera la empresa, sin prestar demasiada atención a los fondos utilizados, ¿fue ese el problema?
-No, sería mucho más sencillo de ese modo, pero me temo que no -negó él con simpleza -los avances a los que hemos llegado, han ayudado a elevar todos los productos inteligentes que se usan regularmente en nuestras vidas. Desde los celulares hasta nuestros autos, se mejoran todos los días gracias a este tipo de pensamiento, por lo que los ingresos recibidos han sido mejores de lo que nuestras estadísticas iniciales mostraron.
-También estoy consciente de eso -afirmó ella -los informes mostraron los ingresos que recibíamos junto a los egresos y las inversiones de capital que se hacían. Todo marchaba exactamente como debía.
-Sí, todo marchaba bien hasta que la compañía que ha sido nuestra competencia directa cambió completamente su proceder -continuó su progenitor -parece que el líder y dueño de Future junto a toda la junta general de inversionistas decidieron que, comprar nuestra empresa sería una inversión ventajosa para todos.
-Pero IA Artist no está a la venta, gracias a las ganancias que hemos estado recibiendo es todo lo contrario -soltó ella sintiéndose perdida en la conversación -¿cómo podría alguien comprar algo que no se encuentra a la venta?
-Se hace una adquisición forzosa por medios que no son del todo limpios o justos, pero no son ilegales -le dijo su padre con seriedad -y eso es exactamente lo que ha estado haciendo Future con nosotros, Leonora. Han comprado acciones lentamente, desde diferentes lugares y con diversos nombres, hasta llegar a un punto en el que solo las acciones que todavía permanecen con tu madre y las tuyas, son las que impiden que Future pueda tener el mando de nuestra empresa.
-¿Qué sucede con tus acciones? -preguntó ella comprendiendo mucho más lo que estaba sucediendo.
Sabía que Future era una empresa líder, al igual que ellos, pero no se tomaban el desarrollo de las tecnologías del modo en el que lo hacía su padre. Future buscaba las mejores inversiones y las mejores ganancias, por lo que, si algo no les producía demasiado de eso, incluso aunque se tratara de una tecnología que mejorara la calidad de vida de toda la población, era desechada de inmediato. Además, había escuchado que el dueño de la empresa era un dictador prepotente con el que la gente odiaba trabajar, ese no era al ambiente laboral que ella apoyaba.
-Fueron compradas por Future -admitió su padre con un suspiro -sabes que siempre he buscado apoyar nuevas inversiones en empresas prometedoras, algo que me ha resultado completamente bien, pero en esta ocasión no comprendí que las acciones que estaba vendiendo para poder hacer esas inversiones ya no podrían volver a ser recuperadas.
Ella suspiró sin poder creer del todo lo que estaba sucediendo.
-Así que Future vio en IA Artist una mina de oro y decidió que podía comprarnos -comentó ella con el enojo creciendo en su pecho -no deberían poder hacer algo como eso.
-No se supone que puedan -admitió su padre -pero no hay leyes que impidan la adquisición formal y legal de las acciones de una empresa.
-¿Qué podemos hacer? -preguntó ella como un impulso directo a la información que su padre le estaba dando -claramente no podemos permitir que IA Artist nos sea arrebatada de las manos de este modo.
-Ese, Leonora, es el problema real de toda esta situación -afirmó su padre revolviéndose el pelo como lo hacía cuando no encontraba una solución simple a los problemas -hasta ahora nuestro departamento legal nos ha recomendado mantener la situación lejos del foco de la prensa, pero es posible que no siempre pueda mantenerse así y es ese el momento que nos preocupa.
-¿Por qué? -insistió ella -la prensa no va a darle las acciones o el resto del poder a Future, eso es impensable. No veo cómo podría afectarnos eso.
-Podría lograr que los movimientos agresivos de los líderes de Future se volvieran incluso peores estando bajo la mirada del mundo, también podrían contar una versión distinta a la real a la prensa y eso es algo que no podemos permitirnos, si queremos pagarles con la misma moneda -respondió su progenitor con una media sonrisa.
Fue en ese momento que su madre regresó a la oficina cargando una bandeja con vasos y bocadillos para todos. Sin embargo, la tensión les impedía disfrutar de la comida, así que solo se centraron en las bebidas mientras volvían a acomodarse para continuar con la conversación. Algo de los nervios que había sentido inicialmente se había drenado de su pecho, pero el enojo se mantenía allí con ella. No podía creer lo que estaba sucediendo y la osadía de los líderes de Future para hacer una cosa como aquella.
-¿Cómo es que vamos a pagarles con la misma moneda? -preguntó ella en dirección a su padre unos minutos más tarde. Toda su atención estaba en esa respuesta.
-En estos días de investigación y pensamientos en las posibles soluciones hemos llegado a un punto de inflexión sobre el modo de proceder -explicó su padre -para poder recuperar las acciones de la empresa, es necesario hacer algo parecido a lo que hizo Future con nosotros. Obligarlos a vender las acciones de IA Artist comprando las acciones de su propia empresa, logrando lo que ellos nos han hecho, y de ese modo darle la vuelta a la cadena de mando que se ha creado.
-Eso significa que tendremos que usar la mayoría de nuestros ahorros, porque las acciones no son baratas -comentó su madre con suavidad -recuperar ciertas inversiones hechas en las empresas que apoyamos e incluso ceder objetos personales para poder pagar por este curso de acción.
Sus padres la miraron con el miedo y la tristeza en sus miradas antes de que su padre le sostuviera la mano a su madre con suavidad.
-Esa es otra de las razones por las que necesitábamos que vinieras a hablar con nosotros -afirmó su padre mirándola fijamente -además de tu opinión en el futuro de la empresa, también debes saber que para poder lograr este objetivo tendremos que arriesgarnos muchísimo y eso se incluye a ti también.
-¿Qué es lo que tengo que arriesgar? -preguntó ella -sabes que lo haré, papá. No voy a permitir que IA Artist caiga en manos de una persona que no considero capaz y que no cuidará de la compañía como nosotros lo hemos hecho. Intentar hacer una compra forzosa es la cosa más deshonesta que puedes hacer cuando se trata de algo tan grande e importante.
-Es bueno escucharlo, mi niña -sonrió su padre con orgullo.
-Pero antes de que te precipites tomando una decisión -interrumpió su madre lanzándole una mirada intensa a su padre -es necesario que comprendas todas las cosas que tendrás que dejar pasar, ¿de acuerdo?
-¿Cuáles son esas cosas? -preguntó ella comenzando a preocuparse de nuevo.
Su madre se detuvo un segundo como si necesitara pensar en sus palabras antes de volver a hablar.
-Lo primero que debes saber es que tus ahorros y los nuestros serán usados completamente en este objetivo -inició su madre -así que no tendrás ningún tipo de colchón económico en el que apoyarte en los meses siguientes. Seguirás percibiendo ganancias de la empresa, pero serán mucho menos significativas. La inicial del nuevo departamento en el que vivirás con Carolina y Anya, ya fue entregada y aceptada, pero las cuotas restantes tendrán que pagarlas ustedes.
-Tu madre y yo deseábamos darles el departamento como una de sus regalos de graduación -le explicó su padre con una media sonrisa que estaba llena de tristeza -pero eso no va a poder suceder en esta situación.
-Eso lo comprendo -aseguró ella con empatía por sus padres que se veían sumamente preocupados -y no es necesario que piensen más en esa situación.
Su madre le sonrió con agradecimiento y tanta emoción que sus ojos se aguaron un poco.
-Pero creo que el cambio más significativo es que probablemente tu padre y yo no podremos asistir a tu acto de grado -soltó su madre con dolor -sin poder obviar el hecho de que también tendrás que hacerte cargo de los gastos de ese día, mi Leonora. Lo siento mucho.
-No lo sientas, mamá -negó ella tomando la mano de su progenitora con cariño -toda esta situación está arruinando muchas cosas, pero no podemos dejar que nos quite todo. Yo puedo hacerme cargo de los gastos de la graduación, pero quiero verlos allí. ¿Por qué no pueden asistir?
-La recomendación legal de la empresa es que no debemos estar bajo el foco de la prensa, como ya te dije -explicó su padre -se hizo una excepción contigo porque es un día importante, pero ir a ese acto llamaría demasiado la atención. Lo lamento mucho, hija.
Las emociones cruzaron su pecho con rapidez y sintió la necesidad de dar unas suaves palabras de apoyo que también proporcionaran calma.
-Descuiden, ya tenemos un plan de acción -prometió ella con una suave sonrisa -podremos con esto, lo arreglaremos.
Dejó que sus padres se calmaran un poco, pero en ningún momento detuvo los pensamientos que la llevaban a soluciones necesarias para aquella situación. No iba a dejarse vencer, era el momento de comenzar a batallar con fuerza.
LeonoraUnas horas más tarde de que las nuevas noticias fueran lentamente procesadas por su mente, dejó a sus padres calmarse un poco tomando el almuerzo delicioso que les hizo Carmela. Ella se mantuvo en la oficina por lo que pareció una eternidad mientras intentaba que su enojo no se saliera de control. Ahora que comprendía que su familia estaba siendo estafada, le molestaba que una persona con poder pudiera creer que podía aprovecharse de ellos del modo en el que Future lo intentaba.El plan que su padre deseaba seguir era reconfortante, pero al mismo tiempo comprendía lo que todos estaban arriesgando en esas instancias. La situación era difícil y estaba llena de baches en los que todos podían perder lo que estaban defendiendo. Sin embargo, ella tampoco iba a dejarse vencer por una empresa que consideraba correcto lo que estaban haciendo, primero lucharía con todo lo que pudiera antes de aceptar la derrota.Caminó hasta el comedor para poder encontrarse con sus padres y Carmela, se
LeonoraSin perder el tiempo, guardó toda la información que pudo de la pareja y apagó por fin el computador. Unos segundos más tarde su celular comenzó a sonar con fuerza, por lo que se acercó para atenderlo.“-Leonora, ¿cómo es que todavía no te has dignado a llamarnos? -se escuchó la voz de Anya bastante molesta -te recuerdo que tus mejores amigas siguen preocupadas por tus noticias”.“-Lo sé, mi Ann -respondió ella -pero tuviste razón, en esta ocasión las noticias fueron tan malas como te imaginabas”.Un tenso silencio llenó el espacio en la línea.“-¿Qué es lo que sucede? -preguntó Anya con esa seriedad característica de los abogados -¿tus padres están bien?”.“-Ellos están bien -afirmó ella -al menos físicamente, pero la situación nos tiene bastante presionados hasta ahora. De verdad es complicado”.“-De acuerdo, dejaré un mensaje en la oficina y me comunicaré con Carolina -le indicó su amiga -estaremos allí tan pronto como sea posible. Hablaremos entonces”.“-Está bien -aceptó
LeonoraNo tenía ni idea de qué era lo que estaba haciendo en ese momento, pero lo que sí sabía era que tenía un objetivo fijo y pensaba cumplirlo.Se había levantado esa mañana con una extraña sensación en el estómago, por alguna razón no podía desprenderse de la idea de que debía estar haciendo algo productivo con su tiempo, cualquier cosa que ayudara con la situación de la empresa y familiar. Nada de eso era lo que sentía, la calma de la mañana no había logrado relajarla, por lo que se levantó de la cama sin despertar a sus amigas que parecían profundamente dormidas y se reunió con Carmela en la cocina.La mujer tarareaba mientras preparaba el desayuno y sonrió al verla, le dio algo de comer y luego de varios minutos de contemplación silenciosa, la dejó sola. La misma sensación volvía una y otra vez a su cuerpo, una y otra vez a su mente. Intentó distraerse con todos los métodos posibles sin salir de la casa o causar mucho ruido, pero nada funcionó. Así que, en lugar de quedarse va
LeonoraEstaba sentada en uno de los sillones cuando los sonidos del exterior volvieron a apagarse y supo que Rinaldi debía estar cerca. Se acomodó en el lugar mientras la tensión comenzaba a llenarla, no sabía que podía esperar de ese encuentro, pero estaba preparada para todo.Unos segundos más tarde la puerta de la oficina se abrió y observó como el sequito de Giancarlo entraba en la oficina junto a él sin dejar de hablarle. El hombre respondía con soltura y sin dejarse confundir por las diferentes voces o diversos temas.-Buenas tardes -dijo ella anunciándose frente a la multitud.De pronto, todas las miradas cayeron sobre su cuerpo e intentó cubrir lo intimidada que se sentía en ese instante. Supo que lo había logrado cuando Rinaldi se acercó dos pasos, la miró de arriba abajo lentamente, con una sonrisa que estaba segura les dedicaba a las mujeres con las que se iba a la cama, para finalmente mirarla a los ojos. Su cuerpo se estremeció y se sintió un poco como la combustión espo
LeonoraAl salir de la oficina de Rinaldi se había imaginado que habría un guardia de seguridad en la puerta para escoltarla a la salida, pero eso no sucedió. En el pasillo se encontró solo con un inesperado silencio y cuando regresó a la parte central del piso, todo el mundo continuaba en sus actividades, nadie la miraba más de la cuenta, ni parecían tener una sola idea de lo que había sucedido en la oficina de Rinaldi cinco minutos antes. Sí, había testigos de su llegada, pero no había nadie para verla salir del lugar.Su corazón seguía latiendo acelerado, aunque la adrenalina la abandonaba poco a poco. Sus piernas comenzaron a temblar al igual que sus manos, toda la situación comenzaba a afectarla y no podía permitir que nadie la viera de ese modo en aquella oficina, a pesar de que nadie la miraba específicamente. Sentía los ojos de todos los presentes en su espalda y no estaba segura de que Rinaldi no la estuviera viendo, por lo que se contuvo lo mejor posible.Caminó hasta el pas
LeonoraLos tres abogados restantes actuaron de una forma muy diferente.-No puedo creer que hayamos regalado tanto dinero -comentó la abogada mientras se levantaba de la silla.-Tal vez tú porque eres relativamente nueva -comentó otro de pelo castaño -pero nosotros hemos trabajado en esta empresa por años y puedo asegurarte que esa mujer no se llevó ni la mitad de lo que hemos tenido que entregar a amantes pasadas.-Eso tiene que ser mentira -se burló la abogada con una mezcla de sorpresa e indignación.-No lo es, si no me crees que te lo diga Antón -contestó el castaño mirando al abogado restante.Ella reconoció el nombre de los que había mencionado Rinaldi cuando se había metido a su oficina. Observó al abogado, su porte eficiente, sus ojos azules y esa actitud de ganador que solo obtenías cuando sabías que eras excelente en tu trabajo. No dudaba que lo fuera, pero la imagen que se había hecho de aquel hombre era casi tan degradante como la que tenía del mismo Rinaldi, ellos debían
Leonora La ocasión perfecta que había necesitado se presentó como una casualidad. Su padre había recibido un correo de su asistente personal, quien le daba los detalles de una cena que estaba ofreciendo TecnoInventos, una de las empresas de tecnologías que esperaban creciera con la promesa de buenas ganancias y buenos productos. Al parecer, todo el mundo tenía la esperanza de que esa compañía tuviera un crecimiento como el de Future, y los inversionistas estaban fuera de control. Todo el mundo deseaba una invitación para la cena de esa noche, las buscaban desesperados y ellos que la tenían no iban a asistir. O al menos esa era la planificación de su padre, pero si alguien pedía su opinión, estaba totalmente en desacuerdo. Su padre rechazaba el evento debido a la publicidad y todas las fotos que recibirían, pero ella sabía que Rinaldi estaría allí. Nadie del mundo de la tecnología faltaría esa noche, por lo que era imperativo que ella asistiera a esa cena. -Papá, tenemos que ir a esa
LeonoraElla se congeló un segundo buscando el origen de la voz hasta que lo vio recostado de la pared cercana al baño.-¿Y por qué tendría que escuchar las órdenes de alguien como tú? -preguntó ella con burla -creo que mi respuesta fue los suficientemente vaga para no ser considerada un hecho.-¿Por qué otra razón te tomarías la molestia de acercarte a mi mesa para llamar mi atención? -preguntó él en el mismo tono, acercándose lentamente como un cazador -¿o es que solo te agrada cuando estás allanando un espacio privado?-Oh claro, porque una mujer solo se acercaría para llamar tu atención intentando seducirte -volvió a burlarse ella con la misma fuerza -eso es bastante decepcionante, señor Rinaldi.-Pero no por eso menos real -rebatió él con tanta simpleza que estuvo segura de que las mujeres solían comportarse de ese modo a su alrededor.-Por si no ha quedado claro, ese no es mi caso -negó ella con firmeza y postrándose frente aquel hombre -solo estoy aquí para continuar con nuestr