[ASIEL]
Meses después
Una vez vi un documental donde se decía que los problemas de las guerras no eran las guerras como tal, sino lo que venia después, sobretodo si el gobierno que la inicia no tiene un plan para lo que ocurre después. Sinceramente a Alegra y a mi nos paso algo similar, nos vimos envueltos en una guerra donde nos vimos acorralados y por poco los enemigos acaban con todo lo que fuimos. Sin embargo, después llegaron los aliados al conflicto y su plan de rescate nos aprisiono en un programa de testigos protegidos del cual nos costo bastante salir, pero que afortunadamente lo conseguimos en el tiempo justo para poder estar de regreso en casa para el nacimiento de nuestro hijo.
Desde el momento que supimos de su existencia nos dim
El calendario corría en el día 29 de noviembre y por primera vez decidí que era tiempo de hacer un viaje completamente solo en un intento por reflexionar acerca de todo lo que estaba ocurriendo en mi vida, supongo que el estrés era el que me había hecho tomar esa decisión. Sentía la profunda necesidad de desconectarme de todo y de todos, solo quise ir a una ciudad que nunca pude recorrer con tranquilidad, una que me enamoraba por sus paisajes, por sus maravillas arquitectónicas y por los secretos que esconde cada pieza de arte que hay en ella. Roma fue mi cable a tierra en tiempos donde todo parecía un caos, aceptar un nuevo socio en la empresa me hacía dudar de absolutamente todo, pero la construcción de semejante proyecto como lo es la ampliación de un aeropuerto no era algo que podía afrontar sin una inyección de capit
Aquel día recorrimos los sitios más famosos de Roma y por primera vez fui víctima de sus encantos al hablar de geología histórica y datos muy curiosos de los cambios que ha experimentado este espacio geográfico donde nos encontrábamos. Nunca me había sentido tan identificado con alguien, y es que en realidad tampoco había escuchado a alguien hablar con tanta pasión de un lugar y eso comenzaba a gustarme más de la cuenta, o quizás era toda ella quien comenzaba a gustarme y yo no lo sabía, o simplemente, no quería admitirlo. Entre conversación y conversación supe un poco más de ella, su edad, 31 años, trabaja como geóloga en una compañía de construcción en Miami la cual la trajo de Argentina hace seis años con un contrato de trabajo que se renovó ha
Aquel 30 de noviembre era el segundo día que la vería y al ir por ella a la puerta de su habitación a la hora acordada, me sentía más nervioso que el día anterior. Había pasado toda la noche pensando en ella y en el beso que nos habíamos dado la noche anterior. No podía dejar de preguntarme si esto era una simple atracción pasajera o es que había algo más, no quería precipitarme, pero tampoco quería dejar pasar esto que me estaba sucediendo con Alegra.Golpee su puerta con todos estos nervios dentro de mí y cuando ella abrió, mi corazón se aceleró con tan solo verla. Se veía impresionantemente bella, pantalón de jean negro, un suéter color beige y en su brazo traía colgando un sobretodo del mismo color que su pantalón.—Que puntual. — dijo sonriente y en respuesta sonre&i
Después de aquel beso en la ciudad antigua de Pompeya, nuestra relación dio un giro inevitable. Recorrimos aquel sitio tomados de la mano como si fuéramos novios, mi brazo había encontrado su sitio favorito en el mundo alrededor de su cintura y el regresar a Roma se convirtió en una opción que ambos rechazamos. Decidimos pasar lo que quedaba de la tarde y noche en Nápoles y emprender nuestro retorno a Roma al día siguiente.La pizza más magnifica del mundo se convirtió en nuestra cena, no nos pudimos decidir por una sola y terminamos pidiendo una margherita y una buffarina, ambas nos encantaron y nos hicieron querer poder comer más, pero éramos conscientes que debía quedar un espacio para la famosa sfogiatella y capuchino napolitano. Se podría decir que fue un festín gastronómico que terminamos en un bar a altas horas de la noche y con unas copas de li
El amanecer de aquel 1 de diciembre nos hizo saber que no había sido el efecto de los limoncellos lo que nos hizo hacer y decir todo aquello la noche anterior. Fue despertar gracias al sol que se asomaba por aquel ventanal, fue vernos abrazados desnudos sobre aquella cama y sonreírnos como diciéndonos que todo aquello había sido la mayor certeza de nuestras vidas. Nos sonreímos de manera cómplice y tal y como si fuera una nueva urgencia, nos volvimos a besar hasta que mi cuerpo se acomodó sobre el suyo en aquella cama. Era la cuarta vez que le hacia el amor, y es que la noche se había hecho infinita entre un “round” y otro, pero las ganas seguían más vigentes que nunca. Me estaba convirtiendo en un adicto a Alegra Insua y no me daba cuenta, a ella por su parte, parece que le ocurría lo mismo,
Cuatro meses después: 21 de abrilAlegra y yo llevamos cuatro meses de casados ya y si, aquel compromiso fugaz termino en una íntima y romántica boda a solas en un pequeño pueblo de Florida llamado St. Agustine, lugar donde también pasamos nuestra luna de miel. Días después, cuando regresamos a Miami, para ser más exacto, el 25 de diciembre, que fue cuando nuestras familias se juntaron por primera vez en navidad, les dimos el anuncio de nuestro casamiento y si, por supuesto que nadie nos podía creer hasta que mostramos el acta de matrimonio.Afortunadamente nuestras familias se han llevado bien desde el día uno y en mi familia, adoraron a Alegra mientras que sus padres me adoraron a mi como yerno. Supongo que la manera que nos amamos fue lo que hizo que nadie durara de lo que sentíamos, pero este cuar
[ALEGRA]Al día siguiente: 22 de abrilDos rayitas… eso es lo que veo en las tres pruebas de embarazo que me hice e inevitablemente rompo en llanto. No quiero tener un hijo suyo… esto no puede estar pasándome.—¡Alegra! — Lo escucho gritar del otro lado de la puerta del baño mientras golpea una y otra vez —¡ábreme la puerta antes de que la tire abajo! — continua y simplemente me muevo un poco aun sentada en el suelo y estiro mi brazo para alcanzar la perilla y girarla. Él rápidamente abre la puerta, entra y me mira como intentando entender lo que ocurre, pero decide observar las pruebas de embarazo antes de preguntarme nada.Cada vez que lo veo, viene a mi cabeza la imagen de él en nuestra cama con ella. No entiendo cómo pudo hacerme esto, como de repente destruyo todo así —No lo quiero tener— Digo llena de rabia.«S&ea
[ASIEL]«Voy a ser papá» pienso y siento como mis ojos se van llenando de lágrimas a causa de la emoción. El silencio que hay en el despacho de esta enorme casa se rompe cuando el llanto me quiebra comprobando una vez más que los hombres si lloramos. A través de la ventana la lluvia de Florida típica en el mes de abril comienza a verse y los rayos van dibujando figuras en un cielo que está casi negro al igual que la relación entre Alegra y yo «¿Cómo es que llegamos a esto si fuimos tan felices?» Me encantaría ser optimista y pensar que ese bebé que crece dentro suyo será como el sol que sale después de la tormenta, pero ¿a quién quiero mentirle? Él o ella solo retrasara un poco lo que le prometí a Mireya para que