Capítulo 4

"Tíralo al basurero", dijo Sebastián, quien era el capitán del equipo.

"Deténte Sebastián".

Alguien gritó y todos se dieron la vuelta, fue Katia quien se paró frente a ellos.

"Cállate rata repugnante", dijo Sebastian, el matón de el colegio, que lanzó una fuerte bofetada en la cara de ella haciendo una marca fuerte, "si vuelves a hablar sin mi permiso, te daré otra, así que cállate y sal de aquí".

Pero quién se cree este que golpea a la chica bonita que acabo de conocer, pensé antes de sentir que una fuerza sobrenatural se apoderaba de mí, a los que me sujetaban los lancé.

Me llené de ira, así que me abalancé sobre Sebastián, tirándolo al suelo y lanzándole puñetazos hasta que rompí la nariz de este sinvergüenza.

"¿Por qué no me das uno también?", dije mientras sostenía su cuello con fuerza contra el suelo, todos me vitorearon hasta que un silencio se apoderó de todo el instituto.

"¿Qué está pasando aquí?" -Gritó alguien detrás de todos, abriendose paso entre la multitud

De reojo vi quién era, pero para mi sorpresa era el director del instituto y el padre de Sebastián.

-Sebastián Lorenzo Medina, cuántas veces te he dicho que no te metas en peleas, gritó el director.

Me aparté rapaz porque sabía que estaba en un gran problema.

-¿Quién eres? Me preguntó molesto lleno de euforia, su cara estaba roja y casi me comía con sus ojos.

"Soy el nuevo estudiante", dije con tristeza.

"Ven a mi oficina conmigo. Él dijo, así que fui tras el.

"¿Qué te pasa mocoso?" ¿Por qué vienes a mi escuela y te atreves a tocar a mi hijo?– la expresión en el rostro del director lo decía todo, estaba súper molesto, tanto que quería darme una buena bofetada en la cara.

"Señor, su hijo comenzó, solo defendí a una persona". Le dije mientras me enfrentaba a él, no iba a dejar que este malcriado y maleducado Sebastián se saliera con la suya.

"No me importa lo que digas pequeño, ahora mismo estás expulsado.

El director sacó una hoja para que yo la firmara, era una hoja de expulsión permanente, tomé el bolígrafo en mis manos y estaba listo para firmar, no podía aguantar ni un segundo más en este instituto estupido , hasta que alguien interrumpió y abrió la puerta con fuerza.

"¿Qué está pasando aquí?"

El director se puso blanco como una hoja de papel cuando vio quién era.

"Joven, este se atrevió a golpear a mi hijo", dijo el director con voz temblorosa.

–¿Qué? Se atreve a llamar a mi hermano menor.

"Su, suyo, su hermano menor", el director no pudo dejar de tartamudear al ver la expresión de molestia en el rostro de Matteo.

"Deja de tartamudear y deja de molestar a mi hermano de una vez por todas.

"Si joven Matteo, discúlpame por mi ignorancia, no volverá a suceder", dijo el director que no dejó de sudar de nervios cuando vio a Matteo.

"Vamos, hermano, nos vamos de esta oficina", me dijo Matteo, sosteniendo mi mano.

Matteo me miró directamente a los ojos.

"Veo porque eres mi hermano, tu primer día y ya haz golpeado la estupidez del hijo del director, me haces sentir orgulloso hermano.

Toda el colegio estaba conmocionado y murmurando entre ellos.

"Este es el hermano de Matteo.

"Sí, es muy guapo y fuerte, acaba de vencer a Sebastian.

Hice como si no los escuchara, porque quería disfrutar de mi momento, acababa de darle una tremenda paliza al hijo del director y continuaba como si nada.

Todos querían acercarse a mí para convertirse en mis amigos, querían estar bajo la sombra de la protección de la familia Hunter.

Alguien del grupo de personas se acercó a Matteo para susurrarle algo al oído.

"Matteo, escuché que los tres mosqueteros engañaron a tu hermano para que los defendiera, escuché que la zorra sucia de Katia comenzó la pelea entre tu hermano y Sebastian.

Matteo explotó y huyó y fue a Katia con Pablo y Lucas desarmando a los tres.

"Escuché que engañaron a mi hermano para que los defienda", dijo Matteo mientras caminaba frente a ellos.

"Joven Matteo, no sabíamos que era tu hermano, por favor discúlpame", dijo Pablo.

"No quiero que se acerquen a el de nuevo, especialmente a ti Katia, quiero que te alejes", dijo Matteo y salió de allí.

Mientras tanto yo estaba rodeado de gente que no paraba de hacer halagos, tanto para sentirme asqueado, estas personas eran las mismas personas que se habían burlado de mí cuando llegué, me intenté escapar de ahí pero el grupo de estudiantes no me lo permitió.

Después de luchar un rato logré escabullirme y llegar a la habitación que mi hermano me había dicho, dentro estaba Katia y a su izquierda estaba Pablo, Katia estaba leyendo un libro muy concentrada, me acerqué esperando que me agradeciera por defenderla, pero ella continuó leyendo su libro como si nada.

"¿Puedo sentarme?" – le pregunté a Katia viendo un asiento vacío a su derecha.

"Está ocupado, vete a otro lugar", respondió Katia en un tono frío mientras continuaba mirando su libro.

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