Joseph Lang se queda boquiabierto e inmovilizado por completo mientras el miedo se le refleja claramente en sus ojos.La expresión de su rostro lo dice todo. Justo en ese momento, Stella lo entendió, algo realmente siniestro sucedió en ese hospital antes de que su padre muriera.—¿De qué estás hablando? No tengo idea de quién es Aaron Miller —dice el doctor con voz temblorosa.—¿En serio? —interviene James— Porque si consultamos los registros, estoy seguro de que veremos que era su paciente —James saca un trozo de papel doblado de su bolsillo y se lo entrega al médico— Parece que recientemente usted ganó una considerable suma de dinero, señor Lang ¿Medio millón de dólares? Eso es mucho dinero, incluso para un doctor de su índole.Ya no es solo la voz de Joseph la que tiembla, sino también sus manos cuando se estiran para alcanzar el papel.—¿De dónde sacaron eso?—¿En verdad está preguntando eso? ¿Cree que eso es lo más importante ahora? Déjeme que le explique, lo importante ahora es
El viaje de regreso a casa es borroso y, cuando James ayuda a Stella a entrar, le duele todo el cuerpo. Está reviviendo cada pesadilla que hacía solo unas horas pensaba que se habían quedado en su pasado.—¿Cómo pudo pasar esto? Fui tan estúpida por confiar en Beth. Estuvieron casados durante veinte años ¿cómo fue capaz de hacer algo así? Mi padre era un hombre maravilloso y la amaba, eso lo sé —pregunta ella confundida.—Yo mismo tuve que aprender esa lección de la manera difícil también —la consuela él— No puedes esperar lealtad de aquellas personas que harían cualquier cosa por dinero.James la toma en sus brazos y la lleva hacia el dormitorio. La acuesta en la cama suavemente como si fuera algo que se pudiera romper. Pone una almohada detrás de su espalda.—No sé cómo se supone que deba vivir con esto ahora. Quiero ir a casa de Beth ahora mismo y simplemente estrangularla con mis propias manos ¿Cómo puede seguir viviendo en esa casa? En mi casa, mi papá la compró ¿Cómo puede dormi
StellaJames me besa suavemente en la boca, tan dulce y gentilmente que su mano se desliza por la parte interna de mi muslo casi sin ser detectada. Me separa las piernas, me acomoda más profundamente en su regazo y me acaricia suavemente, justo por encima de mi ropa interior.No puedo contener un gemido de necesidad. Sus nudillos que se mueven bajo la tela de mi falda están indescriptiblemente sucios , y en el momento en que me encuentra mojada, su lengua chasquea, como si yo fuera exactamente lo que él esperaba y también...—Es una puta pasada —gruñe contra mi garganta. Su dedo medio empieza a frotarme y yo dejo escapar un suspiro de agradecimiento y súplica. Gracias a Dios que no me hace esperar , me digo. Trece minutos después, sigo al borde del abismo y el reloj del monitor se ríe de mí.Todo comienza cuando James me baja el top sin demasiado cuidado y me dice: —Tus tetas son espectaculares, ¿te lo ha dicho alguien?Algo de satisfacción y orgullo crece dentro de mí. Niego c
StellaMe estremezco. Dejo que me abra y jadeo ante la sorpresa. Lo siento en mis músculos, la forma en que sujeta cada uno de mis muslos a los lados, las palmas de las manos enganchadas debajo de mis rodillas. La tensión de obligar a mis caderas a permanecer tan abiertas para él.—Tan obediente —me dice, complacido, y yo sonrío, el placer de sus halagos me calienta profundamente. Hunde sus dedos en el absoluto desastre entre mis piernas, exhalando un suspiro seguido de una palabra extraña y melódica, y lo usa para untarse.Considero la posibilidad de acercarme. Ser una participante más activa. Pero con James, las reglas bajo las que he operado la mayor parte de mi vida no son válidas. Me recuesto, lo miro mientras me mira, siento el gran peso de su polla en mi hueso púbico, mientras usa la palma de su mano para presionar la parte inferior de la misma contra mi abdomen, mi coño. Soy liviana. Estoy ansiosa. Estoy lista, porque él lo dijo. Maleable.Flotante .Una vez leí en al
Algo me despierta, no estoy segura de qué, pero debe ser fuera de mi cabeza, porque en el momento en que abro los ojos, siento a James moverse detrás de mí y el lento deslizamiento de su cálido cuerpo contra el mío debajo de las sábanas.Estoy acurrucada contra él, su pesado cuerpo envuelve el mío como si yo fuera una almohada o un amado animal de peluche, algo para que él lo use, un medio para un mejor descanso. Una de sus piernas está sobre las mías, y su pecho está caliente contra mi columna, presionando la mitad derecha de mí contra el colchón. Incluso cuando duermo, su brazo está apretado alrededor de mi cintura, lo que hace imposible respirar profundamente. No recuerdo haber estado nunca tan cerca de alguien. Objetivamente, me siento incómoda, acalorada y a punto de morir.Me encanta .Tanto es así que mi primer pensamiento coherente es para las ex de James: ¿cuándo, cómo, por qué estuvieron de acuerdo en renunciar a él?James, que se despierta lentamente, besa la curva d
Tiemblo. No de miedo.—Bébete todo eso —me ordena, y después de vaciar el vaso, me levanta y me sienta en el borde de la cama.Aprieta los labios, disgustado, pero asiente y recoge mi blusa del suelo. —Brazos arriba —me ordena. Obedezco, tratando de recordar la última vez que alguien me vistió. Se siente bien.—¿James?Él me mira.—¿Lo estoy haciendo bien? Todo este asunto…Él sabe exactamente lo que le estoy preguntando, pero sigue sacudiendo mi falda. Su respuesta no es apresurada. —No sé si es lo correcto, pero esto es... —Su boca se aplana— Eres exactamente lo que quería. La falda cae, olvidada. —Creo...— Es tan raro que dude o se quede sin palabras, que casi no reconozco su confusión por lo que es. —Lo había imaginado mucho. Desde que tomé conciencia del sexo, antes de tener un nombre para ello. Y esperaba que se sintiera bien, pero esto ... simplemente no sabía que podía ser así— Su mandíbula se mueve, como si hubiera palabras que quisiera decir y no le salieran.Te
James y Stella se quedan acostados uno al lado del otro mientras no se pueden quitar los ojos de encima.Él le acaricia la espalda gentilmente, permitiendo que sus dedos tracen un camino a lo largo de su columna. Ella le entrelaza los dedos en el cabello de la nuca y juguetea con ellos, acariciándolo al mismo ritmo de la mano de él en su espalda.—Creo que se me acaba de ocurrir la idea perfecta para acabar con Beth y Richard a la misma vez —declara James incorporándose de repente en la cama.—¿Dos pájaros de un solo tiro? —le pregunta ella— Pensaba que no te iba mucho lo de vengarte ¿quieres darle su merecido a tu tío tanto como yo a esa mujerzuela?—Pues no soy amante de la venganza, pero digamos que estoy bastante motivado. No puedo soportar ver cómo te lastiman, Stella, simplemente no puedo, he intentado mantenerme en calma porque eso es lo que tú necesitas en estos momentos, pero verte tan destruida, me destruye a mí —los ojos de ella comienzan a brillar al escuchar esa confesió
Después de lo que parece toda una eternidad, llega la noche del sábado y, finalmente, es hora de la gran fiesta de James y Stella está más nerviosa que nunca en toda su vida.Ella encuentra a James en su oficina quien se encuentra haciendo unos preparativos de última hora.—Cariño ¿qué haces aquí? Ya casi es hora de que comience la fiesta —le dice mientras la observa y se percata de que no se ha arreglado aún.—Lo sé, pero es que estoy muy nerviosa —le confiesa ella.—Pues no lo estés, yo estaré a tu lado en todo momento, no pienso dejarte sola con esos buitres ahí afuera.—Pero ¿y si hago algo mal? ¿qué pasa si no puedo soportarlo, si no puedo enfrentarlo?—NO hay nada en este mundo que no podamos hacer juntos, Stel —le asegura mientras se levanta del asiento y camina hacia ella para acariciarle el pelo.—¿Eso crees? Lo dices porque nunca me has visto intentar cocinar.—Bueno, afortunadamente, tenemos chef muy entrenados y capaces, así que nunca tendré que probar, a menos que quieras