James se le queda mirando dulcemente. Cuando despertó y se enteró que su madre lo había desposado con una completa desconocida, no tenía ni idea de lo mucho que sus sentimientos hacia ella avanzarían.Le resultaba de locos lo mucho que las cosas habían cambiado pero, en esta ocasión, era para bien. Estaba enamorado de Stella y ella de él. Ambos estaban caminando en la misma dirección y eso lo hacía feliz.—Deberías ir a arreglarte, se nos va a hacer tarde y los anfitriones tienen que llegar a tiempo —le dijo colocando un mechón rebelde de cabello detrás de su oreja.—¡Mierda! Es verdad, me olvidé por completo de buscar un vestido.Stella había estado tan concentrada en lo que sucedería esa noche y en el papel que tenía que desempeñar que se le había pasado por completo buscar su vestido.—Menos mal que te compré algunos para que pudieras elegir, están en tu clóset —anuncia James sonriendo, sintiéndose orgulloso de su decisión— Si puedo opinar, me gusta mucho cómo el color rojo resalta
La barbilla de Beth cae directamente hacia el suelo. Nunca antes había visto a su hijastra hablarle de esa manera, estaba acostumbrad a ser ella quien llevaba la voz cantante, a ser quien daba las órdenes.Durante toda su vida, Stella fue una chica tranquila y, como veía a su padre feliz con Beth, se mantuvo callada siempre que veía algo que no le gustaba, o cada vez que su madrastra no la trataba de la manera correcta, pero esos tiempos se habían acabado.Stella ya no era esa chica ingenua que se quedaba callada para satisfacer a los demás y mucho menos después de saber que su propia madrastra era la culpable detrás de la muerte de su padre.—Como dije, no tenemos nada de qué hablar. No eres nada para mí, solo un recuerdo molesto que estoy deseando olvidar —Beth hace un esfuerzo por retomar la compostura y no permitir que la nueva versión de su hijastra la amilane.—Oh, créeme, Beth, cuando termine contigo, nunca podrás olvidarme —Stella estaba más firme que nunca.<
El beso se extiende por unos segundos, hasta que, a regañadientes, Stella se separa.—Ahora solo nos queda acabar con tu tío.—En efecto, pero he cambiado mi plan.El ceño de ella se frunce por la sorpresa. Recuerda que cuando encontró a James en el pasillo estaba muy serio y que no le había comentado nada de cómo había ido su parte.—¿Y eso? ¿Decidiste no ser tan duro con él? Lo entendería si así fuera —de no ser por James, ella no habría podido enfrentarse a su madrastra, así que necesitaba que él sintiera su apoyo, no podía dejarlo solo ahora— Después de todo, es tu tío.James niega con su cabeza rápidamente, no tiene nada que pensar o perdonar.—La sangre no significa nada si no hay respeto y lealtad, algo que Richard no tiene, así que no, no voy a dejar de ser duro con él. Mi nuevo plan es incluso mejor que el anterior.—¿Es eso acaso posible? EL plan original era genial.—Confía en mí, este es mejor.James se inclina hacia delante y le cuent
El rostro de Richard se pone rojo brillante. Su ira es tanta que rompe su copa de vino contra una piedra de adorno que hay en el jardín y se lanza hacia Stella y James.Ella cierra los ojos con miedo y, unos segundos después, escucha a James gemir de dolor. Sus ojos se abren inmediatamente solo para ver que James se ha puesto en el medio y ha recibido él el golpe.Richard lo apuñala con los cristales rotos de la botella. Ambos se adentran en una pelea en la que James le propina unos buenos golpes.—¿Te atreves a amenazarme? ¿A mí? —las palabras de Richard salen cargadas de odio.James esquiva el golpe de su tío y se lo devuelve con un puñetazo devastador. Incluso con una herida, es un excelente luchador. Finalmente, Richard cae.—¡Jamie! —la preocupación es palpable en el tono de voz de Stella— ¿Dónde te hirió? —corre a su lado y lo examina buscando la mancha de sangre en su camisa,—No está tan mal, pudo haber sido mucho peor —le dice él para tranquilizarla.
—¡¿Qué?! ¡No puedes despedirme!—Pues, la verdad es que sí puedo, la última vez que revisé, yo era el director ejecutivo de la empresa Allen, así que sí. Empaca tus cosas esta misma noche y vete de mi compañía.Robert toma la mano de Sarah y la arrastra lejos en una rabieta.James coloca la mano en la espalda baja de Stella y la empuja suavemente para indicarle el camino hacia adentro de la casa, hasta que la conduce de regreso al dormitorio.Ella cierra la puerta al entrar y empuja a James al borde de la cama.—Siéntate y quédate quieto. Déjame mirar esto —le dice refiriéndose a su herida.—No es la gran cosa, de verdad.Si se guiara por él y la manera en la camina y habla como si no lo hubiesen herido minutos antes, lo dejara pasar, pero no fue una herida tan simple. Debe estar doliéndole bastante.—¿No es la gran cosa? ¿En serio? Te lo vuelvo a decir ¡Pudo haberte matado!—Todavía no ha nacido una persona que pueda matarme.—Jamie, no es gr
El corazón de Stella está muy acelerado, tanto que le cuesta respirar. Está aterrada por el hecho de que Thomas pueda darle malas noticias. Es lo menos que desea después de haber tenido una noche tan agitada.Cuando despertó estaba feliz, se había quitado un gran peso de encima porque sabía que había vengado a su padre. La persona que lo había asesinado estaba detrás de las rejas, pendiente a juicio por lo que había hecho.Estaba rebosante de alegría, pero, una sola mala noticia podía acabar con todo eso tan rápido como un chasquido de dedos.Thomas no le dice lo que está sucediendo por teléfono, así que no le queda más remedio que acceder a reunirse con él al mediodía. Lo que más mala espina le daba era lo misterioso que su abogado se estaba comportando.Sin más remedio que esperar a la hora a la que acordaron, ella regresa a la habitación donde James aún duerme como un bebé.Ella está a punto de salir de puntillas del dormitorio y bajar las escaleras cuando lo
Sin perder tiempo alguno, James tira de Stella y la hala hacia el tocador. Se coloca a su espalda y la para frente al espejo. Su mirada se vuelve oscura y una sonrisa maldita se le dibuja en el rostro.—James ¿por qué estamos parados frente al espejo? —le pregunta con voz ingenua.—Porque quiero que te veas y quiero verlo yo todo, especialmente cuando te haga esto… —mete las manos por debajo del camisón de dormir y engancha sus dedos en sus bragas para luego deslizarlas a todo lo largo de sus piernas.Stella siente que saca su miembro detrás de ella, levanta su camisón y lo choca una y otra vez contra su trasero, lo que hace que su centro se humedezca en gran cantidad.Unos segundos después, lo está frotando contra su clítoris. De pronto, lo introduce en su interior de una sola embestida y sin que ella se lo esperara. Arquea su espalda contra el pecho de él gimiendo de placer al tomarlo por completo.James se retira, haciéndola sentir vacía, pero es solo para volver a sumergirse, esta
—Stella… —la voz de James toma a la chica por sorpresa, parece realmente atormentado.La chica había estado tan concentrada en defender a su esposo, en contarle toda la verdad a Bárbara, ponerla en su lugar y hacer que comprendiera la gravedad de la situación que no había pensado en cómo se debía estar sintiendo James.Había planeado el golpe junto a él y, ni por un momento se puso a pensar en lo que eso significaba para él. Richard no era solo su tío, sino también el hermano de su madre.Si James no le había contado nada a Bárbara era porque, seguramente, no sabía cómo abordar el tema sin herirla.—Tienes que contárselo, Jamie. No puedes dejar que piense que hiciste todo sin una razón de peso.Justo en ese momento, Bárbara se tapa la boca justo cuando jadea, como si quisiera ocultar su sorpresa.—Eso no puede ser cierto —dice ella— James, dime que todo eso no es verdad —las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos.—Madre, sé que es difícil de aceptar para ti, precisamente por eso n