Lyla He pasado dos días maravillosos dónde Emilio me ha demostrado lo especial que soy para él, hace mucho que no recibo ese tipo de atención, y lo que antes me hubiera molestado de su parte, ahora solo me alegra que me dedique tiempo. Sin embargo, mi estómago se contrae y mi corazón palpita con fuerza cuando me dice que debemos volver porque debe viajar de emergencia a otro país, no me quiere decir dónde, pero sé que algo anda mal. Nos vamos enseguida a casa y después de follar como conejos de nuevo, se viste, me da un largo beso y sale con una maleta pequeña. Me he dado cuenta que ahora disfruto de las caricias de mi esposo, y aunque al principio estaba molesta, ahora puedo decir que me gusta estar en los brazos de mi esposo. Cuando llega la noche y me siento sola, decido llamarlo para saber de él, pero no responde a mis llamadas, me envía directamente al buzón, cosa que termina por preocuparme. Lo peor es la noche, al verme sola en las sábanas y cama que huele a Emilio, me en
Lyla Han pasado varios días, en los que me he sentido algo triste. Mi rutina sigue siendo la misma, en la mañana voy a la universidad y en la tarde, a la empresa de Emilio. Me he familiarizado bastante con el entorno y los trabajos a realizar. Amara también me ha ayudado, mi relación de amistad con ella ha avanzado, se ha convertido en mi confidente, aparte de Cami. Hemos quedado en casa de ésta última a veces o también nos rotamos a la mía. La cosa es que pasamos las noches juntas. Me duele que aún Cami no se abra conmigo, pero tendrá sus razones. Hablo con Emilio a diario, me dice que está por regresar, que todo se ha complicado, sé que no me da detalles para no involucrarme en sus negocios ilegales, pero me preocupa él. Todas las noches antes de irme a dormir, hacemos sexting. Intento volverlo loco y hasta me he vuelto atrevida al enviarle fotos de mi en ropa interior. Lo que hace es amenazarme con hacerme pagar cuando llegue. Hoy me tocó llegar temprano a la universidad
Lyla Busco que ponerme porque debo ir a la empresa, Emilio me dijo que iría un cliente importante, debo estar allá en 1 hora y media. Cómo tengo tiempo, arreglo mi cabello alisándolo, me maquillo para tener presencia y me decido por un vestido entallado color verde aceituna manga larga que me gusta mucho. Cuando estoy lista, decido salir. Tomo unos documentos de la empresa y tomo mi tableta dónde reviso las programaciones y distribución de la empresa. Llevo casi una semana dirigiendo el lugar y demostrando que se lo que hago, para que todos me respeten, aunque se que igual lo harían por mi esposo, pero no niego que me encanta el mérito propio Subo al auto con los hombres de seguridad que no me dejan ni a sol ni a sombra. Mis ojos recorren cada empleado y su función para cuando me toque recorrer el piso, poder reconocerlos. Sé que debo hablar con el encargado de cada labor para detalles, pero si algo he aprendido, es que lo mejor es conversar con todo el personal y de allí ellos te
Lyla Han pasado exactamente 10 horas desde que todo ocurrió. No me han dado noticias de mi padre, solamente que salió bien la operación. Le extrajeron las dos balas que recibió por mi y por Amara, la chica que se ha vuelto importante para mí y que no se ha apartado de mi lado. Mi desespero por entrar ahí es grande, pero no puedo aún, sé que mi padre ahora mismo está en recuperación. Los hombres de seguridad que estaban con nosotras, están muertos. No sé cómo carajos pasó y si no fuera por mi padre, Amara y yo también estaríamos muertas. Veo como colocan una tasa de café en mi campo de visión, más un cupcake. Alzo la vista para mirar a uno de mis hermanos trayendonos algo para comer. Apenas le dije a uno de los hombres de aquí que los contactaran, ellos vinieron en menos de 10 minutos. No sé que sucedió con mi celular, pero se perdió entre tanto alboroto y el de Amara se quedó en la oficina, según ella. No me he podido contactar con Emilio, pero imagino que ya debe estar al
Lyla Ya me siento tranquila, cuando veo a mi padre en la cama reposando. Aunque prácticamente está obligado, porque si fuera por él, se fuera a las empresas a trabajar. —No pienso quedarme acá y dejar a la empresa a la deriva. Ruedo los ojos con su terquedad, y como ya lo conozco, tengo la solución. —he aprendido casi todo de la empresa de Emilio, yo me puedo encargar por estás tres semanas que tendrás de reposo— cuando veo que va a refutar, continúo —y no digas que no, porque de aquí no saldrás, así me toque encerrarte. Ahora veo como se pone rojo de la ira, y no me gusta verlo así, pero es la única solución. —hagamos algo, vendré todas las tardes antes de ir a la empresa, y después de culminar con la jornada también para informarte todo, ¿Qué te parece? Duda un poco, pero como sabe que no tiene otra alternativa, asiente serio. —está bien. Ya le digo a mi asistente que pase el comunicado. En cuanto a tu seguridad… —de eso me encargo yo— Emilio interrumpe y ya se que comenzar
Lyla El camino fue silencioso, pero ahora no pondré mi mente a darle vueltas a eso, solo quiero llevar bien la empresa de mi padre, que todo funcione bien. Al llegar, el protocolo de salida es bastante tenso, están evitando que hayan más ataques, y por ahora lo agradezco, siento que en cualquier momento entraré en un colapso nervioso. Entramos en la empresa, pero solo Emilio y yo, aún no sé porque no siguió con Amara hasta su empresa, no tiene nada que hacer aquí. Solo aumentar mi estrés y mi presión. —Buenas tardes, Martín— Saludos al vigilante y este me da una sonrisa grande apenas. Lo conozco desde que estaba pequeña, y a pesar de que los años han pasado, parece un hombre fuerte, no envejece. —Buenas Tardes, señorita Zurco. ¿Cómo le va?— escucho el gruñido de mi esposo y antes de que hable, sé lo que dirá. —ahora ella es Ferrer. —puedes llamarme Lyla, ya te lo he dicho antes— le guiño un ojo para que no haga caso a las palabras de Emilio y el hombre se pone rojo, pero sé que
Emilio Han pasado algunos días en los que he caído en una rutina. Aún sigo molesto con mi mujer, no porque crea que me fallaría, sino porque me ocultó información. Sé que ella lo hace para que nadie salga herido, pero me jode que otros me vean como imbécil. Casi no he parado en mi casa, le he estado dando casa al idiota de Raúl. Me arrepiento de no haberlo matado el día de la boda. Mi móvil suena y cuando lo miro, veo que es otra llamada de Lyla. Ahora estoy tan cabreado que no quiero hablar con ella. Por otro lado, también tengo lo de Dimitry, cuando me fui a Rusia, lo hice con toda la intensión de matarlo, pero el muy desgraciado ya sabía parte de mis planes. Tenía a personas infiltrados entre mis hombres, algunos eran los hombres de seguridad de Lyla, por eso sabían dónde estaba, los emboscaron, y si no fuera por mi suegro, el final hubiese Sido otro. Cuando llegué a Rusia hace unas semanas atrás, iba con todo mi equipo de gente para asesinar a Dimitry, me enteré que había est
Lyla ¡Joder! Idiota, eso es lo que es. Reviso mi vestido que está hecho trizas en el suelo. Ando rabiosa, mojada y excitada. El muy imbécil me rechazó, me dejó aquí tirada y desnuda. “En el último cajón está mi ropa de deporte” imito sus palabras en mofa porque la rabia me hierve. Que ni crea que lo volveré a buscar, se jodió conmigo. sino fuera porque la vergüenza me come, sería capaz de salir desnuda de aquí solo para hacérmelas pagar. Tomo la ropa del cajón y me la coloco con todas las ganas de ir por él y matarlo por esto. Agarro mi móvil y llamo a Camí, que no tarda en responder. —Hola preciosa. —estoy jodidamente molesta. —woa woa. ¡Cálmate! Yo no he hecho nada Bufo, claro que sí. Sigo cabreada con ella por todo lo que me oculta con Luca, pero no caeré en ese tema de nuevo. —Fue el imbécil de Emilio. Por fa necesito que me tengas una ropa de las tuyas lista para mí y allá te cuento ¿Si? Hoy no quiero llegar a mi casa. —¿Tan malo fue? —si. Nos vemos allá. Corto, porq