Casada Con El CEO. Es Solo Un Contrato ¿O Algo Más?
Casada Con El CEO. Es Solo Un Contrato ¿O Algo Más?
Por: Yosebeth Kaori 💚
Capítulo 01: ¡Firma el divorcio!

Sus ojos azul claro brillaban con nerviosismo mientras observaban el elegante salón, donde la luz tenue de los candelabros realzaba la belleza de la decoración que ella misma había creado con tanto esmero.

Emily había decidido viajar a Miami, a la casa de verano de su esposo, con la intención de sorprenderlo con una noticia que la llenaba de ilusión.

Con manos temblorosas, colocó las rosas en el jarrón del centro de la mesa, retrocediendo unos pasos para admirar su obra.

El delicioso aroma de la cena que había preparado se filtraba desde la cocina, pero antes de dirigirse a traer los platillos, un sonido inesperado la hizo detenerse en seco.

La puerta principal sonó al abrirse.

"¡Es él! ¿Tan pronto ha regresado de su reunión...?"

Pensó ella, con su corazón latiendo desenfrenadamente.

Con la cajita rectangular bellamente decorada en la mano, Emily apagó las luces y se ocultó, deseando captar su sorpresa.

Pof~

Un estruendo resonó en el aire, como si algo pesado hubiera caído al suelo.

Emily, confundida, se acercó para encender las luces, pero antes de hacerlo, un segundo ruido, como un golpe contra la pared, la detuvo.

—Oh Dios, Gerald~ eres fantástico, me tienes loca, mi amor~ —una voz femenina, llena de deseo, rompió el silencio del salón oscuro.

El corazón de Emily se detuvo al reconocer esa voz… ¡era la de SU PRIMA!

—Hueles delicioso, Abril~ me gustas tanto~ —la voz de su esposo, el CEO Gerald Phillips, resonó en el aire.

El pánico se apoderó de Emily al darse cuenta de la traición que se desarrollaba frente a sus ojos.

¿Podría realmente romper la burbuja de felicidad que había creído vivir durante tres años de matrimonio?

Con la mano temblorosa, ella encendió la luz.

La escena que se reveló la dejó sin aliento: su prima semidesnuda, acorralada contra la pared, y su esposo besándola apasionadamente.

—¿Qué…? —susurró Emily, las lágrimas cayendo por sus pálidas mejillas.

—¡Emily! ¿¡Qué demonios haces aquí?! —Gerald la miró con rabia, frunciendo el ceño.

Sin pensarlo, Emily dejó caer la cajita sobre la mesa y, en un arranque de furia, tomó un florero y lo lanzó contra Gerald.

—¡¿QUÉ HACES TÚ, BESANDO A MI PRIMA?! —gritó ella, su voz resonando con ira contenida.

Gerald logró esquivar el impacto del jarrón, pero Abril no tuvo la misma suerte.

—¡AAAY! ¡M@LDITA! —gritó Abril, sintiendo el dolor de la cerámica al impactar contra su hombro.

Al ver a su amante herida, la ira de Gerald explotó. Con pasos rápidos, se acercó a Emily.

¡PLAF!

El sonido de una bofetada resonó en el aire, dejando a Emily aturdida, cayendo con violencia al suelo.

—¡¿Te has vuelto loca?! ¡Eres un maldito animal! —le gritó, su mirada llena de desprecio.

—¡AH! ¡No me hagas daño, Gerald! ¡ESTOY EMBARAZADA!—tal confesión salió de Emily, temblorosa en el suelo.

En ese instante, Gerald comenzó a notar la exquisita decoración y el aroma de la cena, recibiendo un golpe de la realidad frente a él. Suspirando, masajeó su nuca, sintiendo el estrés acumularse en sus hombros.

—Sabía que tenía que haber hecho esto antes… —murmuró, como si hablara consigo mismo.

Él se dirigió al lugar donde había arrojado su maletín al entrar, lo recogió y sacó una carpeta.

Emily, confundida, observaba a su esposo, mientras Abril cubría su herida con un pañuelo, luciendo burlona y desafiante.

De un tirón, Gerald levantó a Emily, quien gritó al sentir el agudo dolor en su brazo.

—¡Ay~ me estás haciendo daño!

¡PUM!

Sin piedad, Gerald la empujó sobre un sofá, lanzándole los documentos de divorcio, ya firmados por él, como si fueran un veredicto.

—Pensaba hablarte de esto cuando volviera a Los Ángeles. Pero ya que has venido a Miami, fírmalos.

—No… —susurró Emily, ahogada en un mar de lágrimas— No… No quiero… No firmaré esto… ¡AH~! —un grito de dolor interrumpió sus palabras cuando Gerald se inclinó hacia ella, sujetándola con fuerza de su cabellera pelirroja, obligándola a enfrentar su cruel realidad.

—Escúchame bien, Emily. El divorcio es algo inminente, lo obtendré a las buenas o a las malas. De todas maneras, expondré mi amor por Abril pronto —sonrió Gerald con un tono burlista, soltando el cabello de Emily—. Podría hundir la reputación de tu familia, hacerte ver como una zorra obsesionada con quedarse embarazada, ese bebé ni siquiera debe de ser mío~

—¡No te he engañado, jamás! ¡Tú has sido el único hombre para mí, Gerald! —exclamó Emily, su voz quebrándose bajo el peso de la traición—. ¡Y me has engañado! ¡¿Cómo pudiste meterte con mi prima y…?!

En ese instante, las palabras de Emily se congelaron en el aire cuando su esposo reprodujo un audio desde su móvil:

«NUNCA podría amarlo. Me estoy casando por voluntad de mi familia, Gerald Phillips me parece alguien desagradable…»

¡Emily se puso pálida al escuchar el audio!

¡Era su voz!

"¿Cómo él tiene eso…? Eso fue antes de casarnos… Hace tres años… Ya no, ya no pienso así…"

Pensó Emily, sin saber qué decir en su defensa.

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