Capítulo 06: Serás mi esposa.

Emily, nerviosa y consciente de las miradas de los demás, se acercó al sofá donde él estaba sentado.

Quería rechazarlo de inmediato e irse a su hogar, pero la educación y la curiosidad la mantenían en movimiento.

Justo cuando se acercaba, uno de los amigos de Franklin, un tipo castaño y arrogante, se interpuso en su camino.

Con una sonrisa lasciva, acarició su cabello y, acercándose a su rostro, inhaló la fragancia de su perfume.

—Eres una bellísima pelirroja~ —murmuró, su aliento cálido oliendo fuertemente a alcohol.

Justo antes de que pudiera continuar, Franklin se levantó, apartando la mano de su amistad, con un manotazo que resonó en la sala.

PLAF~

—No la toques —advirtió fríamente ese CEO, con su mirada gris, fulminante—. Ella ahora me pertenece —añadió.

El aire se volvió electrizante.

Franklin tiró de la muñeca de ella, haciendo que el cuerpo de Emily quedará a nada de distancia del de él.

—Ah~ —soltó un gritito ella, ante la sorpresa.

—Eres la perfecta sustituta~ —susurró él, su voz cargada de un tono burlón.

Emily, confundida y avergonzada, no entendía lo que estaba sucediendo.

Sintiendo su rostro arder de vergüenza, se apartó de él, deseando huir de esa situación incómoda y humillante.

Pero Jack, el asistente de Franklin, se interpuso en su camino, bloqueando la puerta de salida.

—¡Déjame irme! —le gritó ella a Jack, el asistente de ese CEO.

Franklin se dirigió hacia una pared, donde, con un movimiento elegante, bajó un candelabro decorativo que reveló una habitación anexa.

—Jack, tráela —ordenó ese CEO.

Emily sintió un escalofrío recorrer su cuerpo al darse cuenta de que no tenía escapatoria.

………..

La habitación era un tipo de oficina secreta, elegante de tonos opacos, con muebles de madera pulida y un aire de misterio.

Jack salió, dejándolos solos.

Clack~

Una vez la entrada secreta se cerró.

Franklin Robinson se acercó a un gabinete del escritorio y sacó una carpeta.

—Siéntate —resonó la demandante voz fría de ese CEO.

Emily incómoda, pero queriendo que todo termine rápido, obedeció. Cuando ella tomó asiento, él le lanzó la carpeta.

—Fuiste vendida por tu tío y tu madre —dijo ese CEO sin vacilar, con su voz fría—. ¿El precio que tienes? Son 100 millones de dólares.

¡Emily quedó en shock!

¡¿Qué demonios decía ese CEO?!

¡No lo podía creer!

¿Qué había hecho para merecer eso?

Emily exhaló, el aire en esa habitación la llenaba de tensión.

Frente a ella a muy poca distancia, ese hombre se acomodó en la silla, con una aura de superioridad que le rodeaba.

—No soy un objeto para ser vendida… —susurró Emily con una voz temblorosa, pero decidida, viendo a los ojos grises de ese CEO.

Franklin Robinson le miró, sus ojos brillando con un interés casi como el de un depredador.

—Estos documentos dicen todo lo contrario ¿Acaso conoces las ambiciones de tu familia? —le preguntó, una sonrisa irónica dibujándose en su rostro—. Si rechazas esto y decides marcharte, probablemente tu madre y tú acabarán viviendo en la miseria, o peor aún, sufriendo un "extraño accidente" que las lleve a la muerte.

Esas palabras resonaron en la mente de Emily, causando un escalofríos que recorrió todo su frágil cuerpo.

Sabía que su tío, don Erik Sinclair, no era un hombre de fiar, y la advertencia de ese CEO frente a ella, cobraba sentido.

Mientras su mente se sumergía en pensamientos. El CEO Robinson, continuó:

—Aún así, el trato no está sellado~ —su tono era suave, casi seductor, como si intentara atraparla en una telaraña de engaños—. Soy un hombre de grandes principios morales, prefiero que seas tú quien firme y acepte ser comprada.

La incredulidad llenó el rostro de Emily, atenta a las palabras de ese CEO.

Franklin continuó hablando con arrogancia, casi como si le estuviera haciendo un favor inmenso a Emily Sinclair:

—Serás mi esposa en toda regla, y deberás cumplir con todas las expectativas que eso conlleva —las palabras de ese atractivo hombre, eran como dagas, punzantes y crueles—. No quiero hijos, pero necesito una esposa de adorno. Eres perfecta para el papel: lo suficientemente lista para fingir un matrimonio ideal ante los demás.

La sorpresa invadió a Emily.

¿Eso era todo lo que tenía que ofrecerle a ese hombre extremadamente poderoso?

Sin embargo, Emily Sinclair notó que había un detalle importante…

Ella interpretaría ese papel y ambos serían los protagonistas de la obra, como un teatro de ilusiones donde él obtendría algo a cambio… ¿Ella qué ganaría?

Su tío y su madre recibirían el dinero de su venta, él tendría una figura pública que presentar, y ella… ¿qué obtendría ella?

—¿Y qué hay de mí? —preguntó Emily—. ¿Qué gano yo con esto? ¿Seré solo otra de tus posesiones? ¿Un objeto que podrás desechar cuando te plazca?

La rabia y la tristeza se mezclaban en la voz de esa pelirroja.

Emociones que la abrumaban, hacían latir su corazón con incomodidad.

—Eso depende de ti, Emily Sinclair~ —una sonrisita indescifrable curvó las comisuras de los labios de ese atractivo CEO—. Puedes elegir. ¿Quieres rechazar y ser una víctima más de tu familia o jugar sabiamente tus cartas?

Yosebeth Kaori 💚

💖NOVELA NUEVA💖 ¡Da inicio una novelita nueva de CEOs. No será muy larga! 🥰🌹💚 ¡Gracias por tu apoyo!

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