Alexander ve a su ex novia abandonar la sala y se vuelve a sentar, creyó que podría mantenerse sereno y tranquilo al volver a enfrentarse a ella pero todo su autocontrol se fue al demonio al ver Lennox acercarse a ella para despedirse ¿Pensaba darle un maldito beso en frente de él? Sobre su cadáver iba a permitir algo así.
La actitud de Samantha lo sorprendió, durante el tiempo que estuvieron juntos se mostro práctica y directa, siempre era razonable y no tenía problemas para asumir sus errores y culpas. Hoy sin embargo, se había puesto a la defensiva en el instante en que lo vio, era desconcertante verla huir de un tema y la única explicación que tenía era Lennox, su relación debía haberla cambiado.
Le costaba entender como lo había cambiado por un imbécil como Lennox, salió corriendo de su cama a refugiarse en los brazos de otro hombre y eso lo enfurecía, por eso había tomado la decisión de no ser considerado con ella ni con el estúpido que se metió en su camino, las cosas iban a ser muy diferentes ahora, sería a su manera, les gustase o no.
Ya bastante libertad y beneficios había disfrutado ella antes y el resultado era desastroso, el antiguo Alexander Holt ya no existía y era hora de que Samantha se entere de lo que causó con su abandono.
El magnate ve la hora en su reloj y decide marcharse a su casa, un apartamento que adquirió para residir mientras duraba aquello. En el camino llamó a Jos, su mano derecha y le consultó sobre la investigación que había solicitado sobre Samantha y Harry Lennox, había vuelto a encontrarla por casualidad cuando mencionaron su nombre durante la primera cena que tuvo con el señor Campbell. Al principio no le dio importancia al nombre pero luego mencionó su apellido y bromeó con Lennox sobre su aspecto. No era tonto y enseguida notó que hablaban de ella, por eso no le importó nada a la hora de hacer negocios, compró la empresa sin poner peros porque necesitaba volver a verla.
Luego de aquella reunión ordenó a Jos una investigación sobre ambos, no le gusto la insinuación de Campbell sobre la relación que tenían ese par y estaba dispuesto a todo con tan de remediarlo.
Samantha por su parte volvió llorando todo el camino a casa de Harry, no había estado preparada para volver a verlo y mucho menos para esa insistencia de Alex de hablar del pasado. Parecía que la visita había derrumbado la barrera que tenía apresado todos los recuerdos y los sentimientos dolorosos asociados a él, tanta tristeza y rencor no eran saludables para ningún ser humano.
Ya estacionada frente a la casa de Harry no recordaba cómo llegó hasta ahí, trata de tranquilizarse o él podría darse cuenta y si pregunta no sabría que responder, no quería que Harry descubriera la identidad de Alexander
Además su hijo es muy receptivo, notaría enseguida alguna señal de su agobio y comenzaría un interminable cuestionario para descubrir el motivo del mismo.
A Deian le encantaba ser su superhéroe, siempre queriendo alcanzarle cosas, solucionar lo que para él, eran grandes problemas y siembre estaba atento a sus ojos. Sufría mucho si la veía llorando o triste y por eso en su cuarto tenía una caja llena de provisiones para esas ocasiones, Harry le compraba flores o chocolates.
Se terminó de secar las lágrimas y se miró en el espejo, quería asegurarse de que nada indicara su reciente llanto, respiró lentamente y se bajó del auto.
Abrió la puerta de la casa con la llave que Harry le había dado – ella también le dio la llave de su casa – y se asustó por el silencio
– Harry, Deian, ya llegue – gritó
– Estamos aquí Sam – dijo Harry saliendo de su oficina
Después de unos minutos donde los adultos hablaron sobre temas de trabajo, madre e hijo se despidieron
– Hasta mañana tío Harry
– Hasta mañana pequeño – lo levantó en sus brazos y le dio un beso
– Nos vemos mañana Harry – también se acercó para darle un abrazo a su amigo – Gracias por cuidar de él
– Sabes que me encanta pasar tiempo con mi sobrino, además nos divertimos mucho
– Me voy porque tengo que terminar una presentación para el señor Holt y debo entregársela mañana a primera
– Trata de llegar con tiempo – se rió – De verdad que eliges los momentos más oportunos para hacer de las tuyas
Ya en su casa y después de acostar al niño se acostó, debido a las emociones del día quedó dormida al instante pero soñó con unos ojos azules que había jurado jamás volverían a atormentarla.
A la mañana siguiente se despertó más temprano de lo habitual porque necesitaba terminar la m*****a presentación, la hizo en tiempo récord y se sintió satisfecha consigo misma, hacía tiempo no se esforzaba y ponía a prueba sus habilidades.
Le envío por el mail corporativo a Harry la presentación porque desconocía el de Alexander y le pidió que la reenviara al presidente, levanto a Deian y llegaron con varios minutos de anticipación a la empresa
– Diviértete mucho cariño y pórtate bien – se agachó a su altura y acomodó su cabello
– Si mami
Después de un último beso y verlo entrar corriendo a reunirse con sus compañeros, se encaminó al ascensor y se sorprendió al encontrar a Jos dentro
– Tanto tiempo Jos, es bueno verte– se dieron un beso y abrazo
– ¿Cómo estás Samantham es bueno verte también
Durante el tiempo que la morena salió con su jefe, ellos solían llevarse bien y tenían bastante confianza
Ambos se bajaron en el mismo piso y se despidieron cuando Sam llegó a su escritorio, Harry justo estaba saliendo de su oficina y después de un breve saludo se pusieron a trabajar rápidamente. La mañana pasa sin ningún contratiempo ni enfrentamiento entre los ex novios para suerte de la secretaria.
A punto de tomar su bolso para salir a almorzar es interrumpida por Harry
– Ya tengo la nueva tableta para el enano, es mucho mejor que la anterior y estoy seguro que le va a encantar – mostraba tanta emoción que cualquiera diría que la compró para él mismo
– Estoy segura que a Deian le encantará pero guárdala por unos meses para entregársela como regalo de cumpleaños
– Pero Sam, la tableta no es un regalo de cumpleaños, ya estuve pensando en ello y tiene que ser algo grande
– Dije que no y es mi última palabra
– ¡No es justo!
No pude evitar reír a carcajadas, hay veces que Harry se comporta como un niño más y puede ver las similitudes con su hijo
– Lamento interrumpir la diversión pero tengo algo que tratar con usted señorita Jones – el magnate estaba molesto por encontrarla riendo con Lennox
– ¿Tiene que ser en este momento? Porque justo estoy saliendo a almorzar – no tenía intensiones de volver a estar en un espacio cerrado a solas con su ex
– Preferiría que si, ahora estoy disponible y si no deberá ser cuando termine su horario – su boca apenas se curvo pero fue perceptible para la secretaria, entendió que disfrutaba aquello
– Está bien – lo siguió hasta su oficina
– Toma asiento – cerró la puerta y a tomar asiento detrás del escritorio – Voy a ser breve, no te preocupes
– La presentación está lo más clara y concisa que pude, pero si tiene alguna duda no tengo problemas en enviarle un mail complementario con la información redactada a modo de informe señor Holt – quería marcar la distancia entre ellos
– No estás aquí por esa simple presentación – agitó la mano desechando ese tema – Necesito hablar contigo porque habrán dos cambios importantes en la empresa
– No entiendo porque me llama a mí, esos cambios debe informarlos su secretaria
– El primero ya te fue comunicado con antelación el día de ayer – siguió hablando haciendo caso omiso a sus palabras – Están prohibidas las relaciones entre el personal, – la miró fijamente – Lo que incluye las muestras de cariño
Samantha no entendía que tenía que ver con ella, la verdad era que no la afectaba porque no salía con nadie del personal, ni siquiera con nadie fuera
– Imagino que te preguntarás que tiene que ver contigo – apoyo los codos y antebrazos en el escritorio – Pues en virtud del cumplimiento de ésta norma es que se va a implementar el segundo cambio
– Sigo sin entender porque eso me afecta – solamente estaba perdiendo el tiempo y retrasando su delicioso almuerzo
– Para ser igual de justos con los demás empleados, vamos a intercambiar secretarias con el vicepresidente de la empresa
– ¿Pero de qué carajos estás hablando? – elevó la voz sin darse cuenta – No hay razón para cambiar de puesto de Victoria – pensaba que se refería a su relación con Harry pero una nueva posibilidad llegó a su mente – ¿Estás saliendo con ella?
– Cuida la boca Sam – le dio una mirada reprobatoria – Y no, no estoy saliendo con ella pero tú si lo haces con tu jefe directo y eso va contra las normas
– ¿Estás tomado? ¿Ó es una ridícula broma de tu parte? – se levantó alterada – Es que no me explico que está sucediendo
– Te lo resumo cariño, a partir de éste momento trabajas bajo mis órdenes directas y vas a pasar todo el día en el escritorio aquí afuera – algo siniestro brilló en sus ojos – Puedes ir despidiéndote de Lennox
Samantha no supo que responder a eso, no estaba acostumbrada a esa actitud de su ex– No entiendo que gana con todo esto – lo quedó mirando tratando de adivinar lo que pasaba por su mente – ¿Tienes algo contra Harry? ¿Ó es una clase de venganza contra mí por haber herido tu orgullo al dejarte en el pasado?El magnate furioso hombre apretó los puños, nada estaba saliendo según sus planes– No tengo nada en contra de nadie, simplemente estoy haciendo arreglos, tratando de que todos respeten las normal– No me vengas con estupideces, esas normas las inventaste tú con un motivo en particular que todavía no logro descifrar– ¿Realmente no lo entiendes? – ¿Tan difícil era para ella ver la verdad? – Igualmente no importa, tienes que obedecer así que limpia tu escritorio porque al volver de mi reunió
Era su primer día como secretaria del gran Alexander Holt, llevaba media hora sentada en ese escritorio, disfrutando de la paz antes de la llegada del jefe. No sabría cuánto tiempo tenía pensado quedarse en esa empresa antes de irse a comprar otra pero el tiempo que permanezca allí iba a tener que soportarlo.Para nadie es agradable volver a ver a un ex que tanto daño nos hizo, mucho menos tener que trabajar con él pero debía ser fuerte y no dejarlo ver su incomodidad ante su presencia.Y hablando del magnate, Alexander estaba saliendo del ascensor en ese momento y al verla ocupando el puesto frente a su oficina sonríe.– Buenos días señorita JonesDesde su silla, viéndolo parado frente al escritorio con su habitual traje a medida y u típica cara de dueño del mundo, resultaba muy intimidante– Buen día señor Holt,
Alexander estaba nervioso y molesto, había pronunciado el nombre de su ex frente a su hermana de forma intencional para despertar su curiosidad y terminar justo en ese momento. Necesitaba reunirlas para poder obtener algo de información sobre Samantha, su hermana totalmente emocionada por volver a verla después de tantos años, no lograría controlar su lengua y le haría muchas preguntas de las cuales él esperaba ansiosamente las respuestas.Pero el descubrimiento de que ambas mujeres nunca perdieron el contacto lo dejo momentáneamente desconcertado pero una furia lo lleno milésimas de segundo más tarde.Su propia hermana, a la que tanto protegió, a la que le dió todo lo que quiso incluso esa estúpida empresa que manejaba, esa misma muchacha que lo vio perdido luego de ser abandonado por su ex, resulta que siempre tuvo conocimiento de su vida y jamás le dijo nada.
El fin de semana llegó sin más sobresaltos, Samantha prometió a su hijo ir al zoológico y de coordinó con Ava para que ella los encuentre allí.Harry no estaba muy de acuerdo en perderse el paseo pero entendió que se trataba de un reencuentros físico entre las amigas y prefirió no interferir entre las mujeres.Tanto Deian como Ava disfrutaron de su reencuentro, a pesar de la corta edad del infante podía recordar a la tía Ava con mucha claridad, era alegre, hablaba muy alto y siempre le enviaba dinero para que pudiera comprarse los juguetes que ni su madre ni su tío le regalaban.–¿Por qué no me dijiste que estabas en el país? ¿Cuándo llegaron?– La verdad es que aquella vez que llamaste estabamos de vacaciones los tres y fue un gran mal entendido–¿Todos estos años estuviste aquí?&ndas
Los chicos que acudían a la guardería acababan de terminar de desayunar, estaban todos sentados en el centro del salón sobre una alfombra bastante mullida, listos para escuchar una de las historias por la señorita Elisa, quién cuidaba de ellos durante el día.– Buen día niños – la mujer morocha que dirigía la guardería se acercó a ellos y luego de escuchar la respuesta de los infantes prosiguió – Señorita Carson, el señor Holt vino a hacer una visita a nuestro salón– Mucho gusto señor Holt– No tiene modales – murmuró un pequeño pensando que pasaría desapercibido– ¡Silencio! – no podía creer que ese mocoso la dejara mal parada frente al presidente– Deian, no puedes interrumpir cuando los adultos están hablando, mucho menos f
La rutina se fue instalando poco a poco entre el adulto y el pequeño, Alexander mandaba a su secretaria algún recado que incluía abandonar el puesto frente a su oficina y a su vez ordenaba que llevaran al niño.Deian se entretenía y disfrutaba mucho aquellos momentos, incluso cuando era una visita corta porque podía darle ordenes a alguien por teléfono pidiendo cosas que su amigo Alexander le anotaba en un papel. Él sabía que el hombre había notado su inteligencia, solía mantener el perfil bajo para no dar problemas a su mami pero con su nuevo amigo podía ser él mismo, no tenía que pensar cuál sería la respuesta adecuada porque Alexander siempre escuchaba lo que tenía para decir.Un día sin querer se le escapó frente a su madre que tenía un nuevo amigo y ella pensando que se trataba de otro niño sonrió encantada, no l
Alexander estaba asustado por que el niño hubiera escapado de la guardería de la empresa, debía hablar con las encargadas de su cuidado así como los guardias de ese piso. Jamás hubiera imaginado interrumpir una reunión de trabajo por un niño, mucho menos por uno que no era suyo. Cuando se acercó a la guardería lo que esperaba tener era algún tipo de ventaja acercándose al pequeño pero no esperó tener esa conexión que compartían. Deian era un niño muy inteligente para su edad con el que disfrutaba pasar su tiempo enseñándole cosas de oficina. Era divertido viéndolo dar una orden a un empleado o fruncir su ceño para entender alguna explicación acerca de sus funciones como presidente de la empresa. Ahora el pequeño lo consideraba su amigo y dentro de él algo se había conmovido al pasar tanto tiempo con el pequeño, por eso terminó la reunión de forma apresurada poco propia de él. Si, hacía lo que quería cuando quería pero el trabajo era importante para él y s
Samantha estaba molesta con su jefe, todavía no lograba acostumbrarse a tener que trabajar bajo la orden directa de su ex y ahora tenía que soportar cumplir tareas fuera de horario la llenaba de enojo. Cada día llegaba a la oficina contando las horas para poder salir de allí y hacer como si Alexander no hubiera vuelto a su vida. Pero ese día era diferente, ese día tenía una salida con Ava, ese día iba a poder distraerse y tratar de dejar atrás tanto estrés. Su antigua cañada había insistido tanto que pese a estar reticente hasta el día de ayer había aceptado y ahora se alegraba. – ¿Cómo ha estado tu día cariño? – preguntó a su hijo luego de levantarlo de la guardería – ¡Súper! – ¿Te divertiste? – Mucho mami, ha sido increíble – Me alegro cariño, ¿dormiste siesta? – No Madre e hijo se fueron a su casa hablando sobre el día del pequeño que en ningún momento mencionó sus aventuras, mucho menos reveló su amistad con el jefe