Era su primer día como secretaria del gran Alexander Holt, llevaba media hora sentada en ese escritorio, disfrutando de la paz antes de la llegada del jefe. No sabría cuánto tiempo tenía pensado quedarse en esa empresa antes de irse a comprar otra pero el tiempo que permanezca allí iba a tener que soportarlo.
Para nadie es agradable volver a ver a un ex que tanto daño nos hizo, mucho menos tener que trabajar con él pero debía ser fuerte y no dejarlo ver su incomodidad ante su presencia.
Y hablando del magnate, Alexander estaba saliendo del ascensor en ese momento y al verla ocupando el puesto frente a su oficina sonríe.
– Buenos días señorita Jones
Desde su silla, viéndolo parado frente al escritorio con su habitual traje a medida y u típica cara de dueño del mundo, resultaba muy intimidante
– Buen día señor Holt, el café está sobre su escritorio como también los documentos que necesitan su atención inmediata
– No tienes idea de lo mucho que extrañe tu rico café – se marcha a paso lento – Pero más extrañé tenerte a mi disposición – ocultó su sonrisa
– Imbécil – susurro bajito porque aunque no soportaba tener que trabajar con él, tampoco era tan tonta como para insultar a su jefe
Durante la mañana pasó corriendo de su oficina al escritorio cada cinco minutos, por una conferencia que necesitaba donde necesitaba su apoyo, por un correo de un gerente que tenía errores en una gráfica, por un cliente que necesitaba contactar y mil pedidos más.
En ningún momento sele ocurrió quejarse, era capaz de seguirle el ritmo sin problemas pero tener qu vera a cada instante era un tortura.
Cuando era secretaria de Harry, se manejaban por teléfono y correo de la empresa, antes de entrar a la oficina de su jefe ya sabía que era lo que necesitaba porque se lo informaba con anticipación, en cambio ahora Alexander la llamaba a su oficina para pedirle lo que necesita, le costaría acostumbrarse a ello.
Poco antes de la hora del almuerzo le llega un mensaje de Harry
<Salgamos a almorzar y hablamos sobre el cumpleaños de Deian, estuve pensando en algunas ideas>
Piensa en una respuesta para su amigo cuando el intercomunicador suena
– ¿Tienes libre la hora del almuerzo? – la voz de Harry sueña incluso antes de colocar el aparato en su oreja
– Estaba a punto de responder tu mensaje, no hay nada en la agenda así que supongo estoy libre
– Arreglado entonces, te espero abajo para ir juntos a almorzar
Ni siquiera le deja responderle porque ya cortó la comunicación y le es inevitable reír por su comportamiento.
Pero cuando termina de colocar el teléfono en su lugar vuelve a sonar nuevamente y asumiendo que se trata de Harry se burló de él
– ¿Qué necesitas ahora Harry?
– Ven a mi oficina – Alexander ladra sus palabras y cuelga, no le ha gustado escuchar a su ex mencionar a su actual pareja.
Samantha sabe que puede estar llamándola para pedirle un café o un archivo pero hasta no estar frente a frente no se lo dirá, debe aguantarse las opiniones y acatar sus órdenes si quiere seguir trabajando en paz.
Entra a su oficina con la tablet en la mano lista para recibir alguna orden pero él simplemente se la queda mirando
– Voy a necesitar que me acompañes a almorzar
La mujer reprime las ganas de protestar por tener que cancelar sus planes pero simplemente acepta con un movimiento de cabeza
– En cinco minutos salimos de aquí así que prepárate
Los almuerzos de negocios son algo común en este tipo de trabajos así que estaba acostumbrada a acompañar a Harry cuando era su secretaria, sabe desenvolverse bien y las cosas que debe llevar así como la tablet por cualquier anotación que tenga que hacer o recordarle información a su jefe.
Ya lista para salir entra al ascensor seguida de Alexander y en ese momento se da cuenta que no avisó a su amigo del cambio de plan así que comienza a llamarlo al celular.
– ¿Demoras mucho Sam? – Harry estaba en la recepción esperando por ella
– En realidad llamaba para avisarte de un pequeño problema
Las puertas se abren y su jefe le hace señas para que salga primero
– Veras.. el señor Holt...
Antes de poder seguir con la explicación ve a su amigo parado muy cerca de ellos mirándolos extrañado por la mano que el magnate puso en su cintura de forma tan natural
– ¿Ya nos vamos Sam? – Harry se moría de curiosidad pero por respeto a su jefe no cuestionó nada, ya tendría tiempo para hacerlo cuando estuvieran a solas
– La señorita Jones va a almorzar conmigo – Alexander se adelantó – Lamento mucho arruinar sus planes pero ya debemos irnos
No podía ni quería ocultar su satisfacción al ver la cara de desconcierto en el otro hombre, debería acostumbrarse
– Tengo una reunión de trabajo pero en la noche hablamos – siente la mano de Alexander en su cintira tirando de ella hacia la salida donde se encontró un auto negro deportivo de apariencia demasiado lujosa para ser parte de la flota de vehículos de la empresa.
– Sube – el empresario le abre la puerta del acompañante
Hace caso a su jefe y mientras él rodea el auto para subirse pregunta por el cliente con el que se van a reunir
– Vamos a almorzar con mi hermana
– ¿Qué? – aquello no se lo esperaba para nada – Alexander tú me dijiste que era una reunión de trabajo
– En realidad no mencione nada pero mi hermana es un posible cliente, además no le veo el problema Sami, ustedes solían ser muy amigas cuando estuvimos juntos
Su forma de referirse a ella la dejó estática, así solía decirle cuando eran pareja. Un escalofrío recorrió su cuerpo inundandolo de recuerdos, recuerdos que guardo en el fondo de su mente hace mucho tiempo.
– De todas formas debiste decirme que vamos a ver a tu hermana
– No ha parado de preguntar por ti desde que le mencione que trabajas para mi – le dió una mirada rápida – Fue difícil para ella tu despedida tan abrupta
– No lo creo, nos mantuvimos en contacto todos estos años
– No me dijo nada
De reojo ve que sus nudillos estaban casi blancos debido a la presión que ejerce sobre el volante dejando claro el enfado ante su comentario pero no piensa hacer nada para calmarlo, esa etapa de su vida dónde lo hubiera hecho sin pensar, ya terminó
– Yo así se lo pedí
– ¿Por qué?
– Porque me pareció que era lo más sano, nuestra relación no termino de la mejor forma
– Me abandonaste – murmuró enfadado – Es obvio que no terminó de la mejor forma
– No voy a empezar otra vez con eso, comienza a dolerme la cabeza así que te pido guardes silencio hasta llegar al restaurante
Para sorpresa de la mujer su jefe le hizo caso, no volvió a abrir la boca pero la miraba continuamente. El resto del viaje fue muy tenso y lo peor todavía estaba por llegar.
Ava Holt era la antítesis de su hermano, la luz y alegría salen por cada poro de su cuerpo. Cuando la conoció le pareció una niña muy tierna, a sus dieciséis años era muy dulce y con exceso de energía, rápidamente se hicieron cómplices y le ayudaba a escaparse de su hermano.
Al terminar la relación le explicó que debían distanciarse y ella lo aceptó con la condición de ponerse en contacto nuevamente cuando estuviera preparada.
Sus palabras fueron: "No es justo que por la estupidez de mi hermano yo tenga que perder una amiga"
Ava fue un gran apoyo un año después de aquello cuando perdió a un ser querido muy cercano y suelen llamarse una vez al mes para ponerse al día.
– ¿Cuándo llegó al país?
– Hace dos semanas – estacionó el auto y se apresuró a abrirle la puerta – Está ansiosa por verte
Samantha suspiro y trató de prepararse mentalmente, a pesar de la alegría de volver a ver a la risueña Ava, sabía que sería muy incómodo tener a su ex novio escuchando su conversación.
Alexander estaba nervioso y molesto, había pronunciado el nombre de su ex frente a su hermana de forma intencional para despertar su curiosidad y terminar justo en ese momento. Necesitaba reunirlas para poder obtener algo de información sobre Samantha, su hermana totalmente emocionada por volver a verla después de tantos años, no lograría controlar su lengua y le haría muchas preguntas de las cuales él esperaba ansiosamente las respuestas.Pero el descubrimiento de que ambas mujeres nunca perdieron el contacto lo dejo momentáneamente desconcertado pero una furia lo lleno milésimas de segundo más tarde.Su propia hermana, a la que tanto protegió, a la que le dió todo lo que quiso incluso esa estúpida empresa que manejaba, esa misma muchacha que lo vio perdido luego de ser abandonado por su ex, resulta que siempre tuvo conocimiento de su vida y jamás le dijo nada.
El fin de semana llegó sin más sobresaltos, Samantha prometió a su hijo ir al zoológico y de coordinó con Ava para que ella los encuentre allí.Harry no estaba muy de acuerdo en perderse el paseo pero entendió que se trataba de un reencuentros físico entre las amigas y prefirió no interferir entre las mujeres.Tanto Deian como Ava disfrutaron de su reencuentro, a pesar de la corta edad del infante podía recordar a la tía Ava con mucha claridad, era alegre, hablaba muy alto y siempre le enviaba dinero para que pudiera comprarse los juguetes que ni su madre ni su tío le regalaban.–¿Por qué no me dijiste que estabas en el país? ¿Cuándo llegaron?– La verdad es que aquella vez que llamaste estabamos de vacaciones los tres y fue un gran mal entendido–¿Todos estos años estuviste aquí?&ndas
Los chicos que acudían a la guardería acababan de terminar de desayunar, estaban todos sentados en el centro del salón sobre una alfombra bastante mullida, listos para escuchar una de las historias por la señorita Elisa, quién cuidaba de ellos durante el día.– Buen día niños – la mujer morocha que dirigía la guardería se acercó a ellos y luego de escuchar la respuesta de los infantes prosiguió – Señorita Carson, el señor Holt vino a hacer una visita a nuestro salón– Mucho gusto señor Holt– No tiene modales – murmuró un pequeño pensando que pasaría desapercibido– ¡Silencio! – no podía creer que ese mocoso la dejara mal parada frente al presidente– Deian, no puedes interrumpir cuando los adultos están hablando, mucho menos f
La rutina se fue instalando poco a poco entre el adulto y el pequeño, Alexander mandaba a su secretaria algún recado que incluía abandonar el puesto frente a su oficina y a su vez ordenaba que llevaran al niño.Deian se entretenía y disfrutaba mucho aquellos momentos, incluso cuando era una visita corta porque podía darle ordenes a alguien por teléfono pidiendo cosas que su amigo Alexander le anotaba en un papel. Él sabía que el hombre había notado su inteligencia, solía mantener el perfil bajo para no dar problemas a su mami pero con su nuevo amigo podía ser él mismo, no tenía que pensar cuál sería la respuesta adecuada porque Alexander siempre escuchaba lo que tenía para decir.Un día sin querer se le escapó frente a su madre que tenía un nuevo amigo y ella pensando que se trataba de otro niño sonrió encantada, no l
Alexander estaba asustado por que el niño hubiera escapado de la guardería de la empresa, debía hablar con las encargadas de su cuidado así como los guardias de ese piso. Jamás hubiera imaginado interrumpir una reunión de trabajo por un niño, mucho menos por uno que no era suyo. Cuando se acercó a la guardería lo que esperaba tener era algún tipo de ventaja acercándose al pequeño pero no esperó tener esa conexión que compartían. Deian era un niño muy inteligente para su edad con el que disfrutaba pasar su tiempo enseñándole cosas de oficina. Era divertido viéndolo dar una orden a un empleado o fruncir su ceño para entender alguna explicación acerca de sus funciones como presidente de la empresa. Ahora el pequeño lo consideraba su amigo y dentro de él algo se había conmovido al pasar tanto tiempo con el pequeño, por eso terminó la reunión de forma apresurada poco propia de él. Si, hacía lo que quería cuando quería pero el trabajo era importante para él y s
Samantha estaba molesta con su jefe, todavía no lograba acostumbrarse a tener que trabajar bajo la orden directa de su ex y ahora tenía que soportar cumplir tareas fuera de horario la llenaba de enojo. Cada día llegaba a la oficina contando las horas para poder salir de allí y hacer como si Alexander no hubiera vuelto a su vida. Pero ese día era diferente, ese día tenía una salida con Ava, ese día iba a poder distraerse y tratar de dejar atrás tanto estrés. Su antigua cañada había insistido tanto que pese a estar reticente hasta el día de ayer había aceptado y ahora se alegraba. – ¿Cómo ha estado tu día cariño? – preguntó a su hijo luego de levantarlo de la guardería – ¡Súper! – ¿Te divertiste? – Mucho mami, ha sido increíble – Me alegro cariño, ¿dormiste siesta? – No Madre e hijo se fueron a su casa hablando sobre el día del pequeño que en ningún momento mencionó sus aventuras, mucho menos reveló su amistad con el jefe
Harry estaba igual de ebrio que sus amigas pero pudo darse cuenta que se las estaban llevando contra su voluntad, aunque trato de llegar hasta ellas, solo pudo observar la espalda un hombre rubio llevandose a Ava.Confuso con la situación trato de llegar hasta el piso donde estaban sus cosas para recorgerlas y dirigirse a una estación de policía pero los guardias de seguridad del local no lo dejaron salir ni utilizar su teléfono.Harry fue guiado a un reservado de la zona vip donde se le sugirió pasar la noche– Sus amigas están bien, relájese– Las estaban secuestrando– El hombre que las saco del lugar es el hermano de la señorita Holt, no les hará daño– ¿Cómo puedo creer – incluso antes de terminar de preguntar le llegó un mensaje de voz de Sam《Estamos bien, el hermano de Ava es un imbécil, pero qu&eacut
El lunes había llegado y debía enfrentarse a su ex, llevaba cinco minutos parada frente al edificio donde trabajaba junto a Deian que permanecía en silencio. El pequeño había notado el humor de su madre el día anterior y sabía como actuar en esos casos.– Tú puedes Samantha, ningún hombre logrará derribarte, ya no más – susurró para darse ánimos y evitar que el niño escuche.Pero Deian estaba en alerta, sabía que su prestaba la suficiente atención podría entender el motivo del disgusto de su madre.Dejo al niño en la guardería y tomando valor se encaminó hacia su puesto de trabajo, saludó a Harry y Victoria en el camino y suspiro con fuerza antes de ir a prepararle el café a su jefe.Con su amigo habian tenido una larga charla donde lo ponía al día de lo sucedido, al menos lo qu