Julian y Mateo estaban sentados en un amplio sofá en el cuarto de Julian, un espacio decorado con elegancia y buen gusto. La habitación estaba iluminada suavemente por la luz del sol que se filtraba a través de las cortinas, creando un ambiente acogedor que contrastaba con la tormenta emocional que Mateo estaba experimentando. Mateo, con la cabeza baja y los hombros caídos, comenzó a desahogar su dolor, relatando lo sucedido con la mujer que lo había dejado plantado. Las palabras salían lentamente, pesadas, como si cada una fuera un pedazo de su corazón roto. Habló de cómo se había sentido emocionado, creyendo que había encontrado el amor verdadero, solo para ser traicionado de la manera más dolorosa. Su voz temblaba mientras confesaba lo vacía que se sentía su vida ahora, como si todo lo que había construido se desmoronara frente a sus ojos.Julian lo escuchó atentamente, sin interrumpirlo, dejando que Mateo vaciara su corazón. Su expresión era seria, pero su mirada transmitía compr
Los tenues rayos del sol atravesaban las cortinas que cubrían la ventana, aterrizando en la suave piel de Sofía, quien acababa de despertar de un sueño del que no habría querido despertar.Eso se debía a que hoy era el día en el que conocería a su prometido.Sofía se puso de pie, se envolvió en su bata semitransparente y se acercó a la ventana de su cuarto, apartó la cortina y abrió de par en par la ventana, desde donde se divisaba una hermosa vista de la playa de la ciudad de Costa del Sol.Un suspiro salió de los labios rosados de Sofía. Ella no deseaba casarse con alguien por quien no sentía absolutamente nada, pero no tenía otra elección, ya que su familia estaba a punto de quedarse en la quiebra y, para solucionar ese problema, arreglaron este matrimonio con el hijo mayor de la familia Álvarez.Sofía estaba pensativa mientras miraba la bella vista del mar,la idea de abandonar a su familia e irse a vivir su vida aparte pasó por su mente, pero rápidamente fue descartada.Mientras
—Esto ya se está poniendo algo aburrido, creo que mejor ya nos vamos —dijo Mateo, dejando a un lado su bebida.—Aún no, no seas así, quedémonos un poco más; al fin de cuentas, mañana no tengo que trabajar —respondió Luciana, dejando también su bebida y tomando a Mateo del brazo, con una sonrisa llena de felicidad.Sin poner resistencia, Mateo fue arrastrado por Luciana al centro de la pista, pero, mientras eso sucedía, notó de reojo a una mujer que le robó la mirada y toda su atención.—Ya llegamos, ¿este es el concierto al que querías venir, Sofía? —Julián echó un vistazo rápido al lugar, y de inmediato una expresión de disgusto apareció en su rostro.—S... Sí, este es el lugar... —La voz de Sofía estaba un poco temblorosa.—Bueno, ya estamos aquí, así que vamos adentro —dijo Julián, aún con disgusto, decidido a soportarlo por Sofía.Cuando ya estaban caminando, Valeria le dio un golpecito a su hermana en la barriga, haciendo que se detuviera enseguida.—¿Sucede algo? —preguntó Juliá
Escuchaba cada vez como se iban acercando, así que agarro la tapa del tacho de basura y se escondió en la pared esperando a que salgan.Ya se acercaban y al momento de salir del callejón, sin pensarlo dos veces, Mateo lo golpeo con todas sus fuerzas en el rostro, tomándolo por sorpresa.El sujeto cayó al suelo mientras su nariz estaba sangrando. Los otros dos que venían atrás de él, se sorprendieron y salieron rápidamente para ver que había pasado.Al salir, vieron a Mateo parado ahí frente suyo.Uno de ellos se dio vuelta y se agachó dónde estaba su compañero.- ¿Estas bien? -Estiro su mano.- N... No estoy bien......Al terminar de responder, el sujeto que Mateo había golpeado, se había desmayado por el golpe.De pronto, una pequeña sonrisa apareció en Mateo, y eso era algo de esperarse ya que había cumplido con uno de sus objetivos, el cual era dejar fuera de combate a uno.Pero de inmediato su sonrisa regreso hacia dentro, ya que de igual manera seguía en desventaja con un 2 contr
Mateo por puro reflejo pudo esquivar el ataque que le había lanzado Julián a traición, pero no todo parecía color de rosa, ya que no fue lo suficientemente rápido y el cuchillo logro dejarle una cortada en la mejilla derecha.Por el susto, termino cayendo al suelo de nalga y al ver que Julián otra vez venia dispuesto a terminar lo que había empezado, rápidamente y sin perder tiempo lo detuvo.- ¡Alto! ¡No me ataques por favor! -las gotas de sudor caían de su rostro pasmado por el miedo.Julián se detuvo al instante, prácticamente a unos pocos centímetros frente a la cara de Mateo.- ¡¿Quién eres tu y porque estoy aquí?! -Julián interrogo rápidamente sin soltar el cuchillo de su mano.- ¿No te acuerdas? Anoche te salvé de unos sujetos que te estaban golpeando y te traje a mi casa para curarte las heridas. -con la voz temblorosa, Mateo respondió.Julián se quedó pensando en lo que le había dicho, tratando de recordar algo, cualquier cosa sobre lo que había pasado en la noche después de
La tarde cayó, y la familia De Santos seguía aguardando la llegada de Julián. Todos estaban impecablemente vestidos para la ocasión, reflejando la importancia del evento. Incluso Sofía, a regañadientes, había cedido a los deseos de su madre y llevaba un vestido. Era una prenda que combinaba la elegancia tradicional con un toque juvenil y coqueto que la representaba. El vestido, de un suave tono azul marino, se ajustaba a su figura con delicadeza, acentuando su esbelta cintura. El escote en 'V' era moderado pero lo suficientemente estilizado para añadir un aire de sofisticación, mientras que la falda, con un ligero vuelo, rozaba sus rodillas, permitiéndole moverse con gracia y comodidad. Aunque había optado por un diseño clásico, el delicado encaje en las mangas y el sutil brillo de la tela daban un toque moderno y encantador, mostrando que, aunque siguiera las normas, Sofía no renunciaba a su estilo personal.Isabella también se había lucido en la comida, había preparado un gran banqu
Sofia ya había llegado al parque, las gotas de sudor rodaban por sus mejillas, mientras los rayos del sol le pegaban directamente en el rostro. Se cubrió ligeramente los ojos con su mano mientras trataba de encontrar a su amiga.Busco y busco, pero no la encontró, asi que se acerco a un puesto donde vendían sombreros y gorras para comprar un sombrero que le ayude con el sol.Mientras compraba, de repente siente como alguien le tapa los ojos y pregunta.- ¿Quién soy?A pesar de que habían pasado unos 6 meses, Sofia pudo reconocer claramente la voz de su mejor amiga, asi que respondió.- ¡Camila! -respondió con un pequeño grito.Quito las manos de Camila de sus ojos y se dio rápidamente la vuelta para ver a su amiga, la cual al instante se dieron un fuerte abrazo que duro por varios minutos.El señor que estaba vendiendo los sombreros decidió no interrumpir el encuentro de las amigas y espero a que terminaran para seguir con la venta del sombrero que le estaban comprando.- ¡Disculpe se
La caminata de Mateo y Luciana buscando anuncios de trabajo y dejando algunas carpetas los había llevado hasta el parque del centro, donde Mateo saco una gorra de su mochila debido al fuerte sol que estaba sobre ellos.Cuando estaba por colocársela, vio de reojo que Luciana estaba con una mano tratando de detener la luz del sol. Sonrió para el mismo y le puso la gorra a su amiga para que se cubra del potente sol.- ¡Mira! -Luciana apunto con su mano a una heladería. - ¡Vamos a comer helado! ¿Qué dices? -pregunto con entusiasmo.Al sentir como las gotas de sudor rodaban por su cara, Mateo accedió a la idea de Luciana.- Esta bien, vamos por esos helados. -Mateo no pudo evitar colocar sus manos en su bolsillo de manera automática, y una expresión de desilusión atravesó por su rostro, cambiándola rápidamente por una sonrisa falsa para no preocupar a su amiga.Luciana pudo percatarse de que su amigo no traía mucho dinero para pagarle los helados, asi que, sin dudarlo, saco a escondidas su