NARRADORALa pareja de Claire era el heredero de esta importante manada del Oeste; sin embargo, estaba más interesado en su carrera de medicina y en vivir tranquilo con su pareja, que en el puesto del líder.Sin hijos biológicos, ni más hermanos y con su padre muerto, le correspondía por linaje ser el Alfa.Si él no aceptaba, le tocaba a su primo, un guerrero con los sesos vacíos y aires de grandeza.Las cosas no estaban resultando muy bien, incluso llegaron rumores de que serían expulsados de la manada él y Claire en cuanto rehusara el derecho a ser el Alfa.Ahí es donde entró Luca, como su hijo adoptivo y para tomar el control de esta importante manada.Retó al otro candidato y a varios guerreros más, mostrando su valor. Se le consideró digno y hoy era su ceremonia de ascenso.Además, el apellido Langford era sinónimo de riquezas y poder, que un Langford tomara el control de la manada, de repente no resultó mal negocio para nadie.—Yo… yo creo que no me salió muy bien, mejor… mejor
NARRADORA —Triny, sí, sí, no te preocupes, solo que los pies me están matando —confesó entre resoplidos—. Ya Morgan fue a buscarme las bailarinas. —Si te sientes mal, puedes irte a descansar, Megan, todos entenderemos… —No, ¿cómo crees que le voy a hacer ese feo a Luca? No te preocupes —Megan le hizo una señal con la mano, como que todo estaba bien. —. La verdad, te envidio. No sé cómo, siendo humana, pudiste dar a luz a tres cachorros de lobo de una vez. Triny se sentó a su lado para acompañarla en lo que regresaba su mate. —Pft, ¿qué te cuento? Y con la condición especial de River, casi muero. Gracias a Dios por esa medicina milagrosa —le confesó, recordando los tormentos del pasado. Aún tenía pesadillas con ese mundo de oscuridad, tan frío, donde estaba encerrada, a la deriva y se sumía más y más en el olvido. La sombra de la muerte acechándola, hasta que esa voz tenaz la llamó una y otra vez, la sacó a la fuerza de las tinieblas, le dio ganas de vivir y de luchar para salva
NARRADORALos gemelos Alfas que posiblemente dirigieran juntos en el futuro, Nathan tenía pavor de que se repitiera la historia de él y Logan.Por suerte, sus hijos habían crecido en un ambiente lleno de amor, nunca fomentaron la competencia entre ellos.Nathan jamás repetiría los errores de su padre.—Te dejo entonces, querida. Ahí llega tu hombre —Triny le señaló con la cabeza a Morgan, que venía apresurado.Su rostro, siempre serio, ahora denotaba un tinte de preocupación.Trinity los dejó a solas; un Alfa con su hembra preñada era muy sobreprotector.Se encaminó finalmente al jardín, buscando a Nathan, que charlaba con July y William. Se preguntaba dónde estarían Scarlett y Moni, no las veía entre los invitados.Esas dos desaparecidas, hum, de seguro tramaban algo, y ciertamente, Trinity no estaba muy equivocada.*****Mónica estiró el cuello, haciéndose la que se servía ponche de la mesa de catering, cuando en realidad esperaba ansiosa que Scarlett regresara.En cuanto vio aparec
NARRADORASu padre y su madre biológica a su lado, Trinity se había quedado con los niños observándolos desde abajo, cediéndole este momento a Claire.Scarlett le pasó un pañuelo de papel que siempre llevaba en el bolsillo para limpiarle las manos a los pequeños.—Gracias hija, menos mal que este maquillaje es a prueba de agua, si no ya me hubiese convertido en la Llorona —Scarlett sonrió ante las ocurrencias de su madre.Trinity siempre había sido su heroína, su modelo de fortaleza y superación, su madre era increíble.Su mirada se dirigió entonces hacia el joven que se cortaba la palma de la mano y derramaba su sangre poderosa sobre la estatua sagrada a la Diosa.Luca se veía tan apuesto, tan masculino y sexy. El pecho de Scarlett volvió a apretarse de esa manera incómoda.Observó a su madre de soslayo, como siempre que se sentía culpable.A medida que crecían, los sentimientos por su “hermano” fueron cambiando.No supo cómo, ni cuándo, pero esos celos infantiles por Luca ya no eran
NEW YORK TRINITY Mi futuro iba a ser brillante y todo se arruinó en un segundo. Estaba nerviosa, mirando furtivamente en el pasillo a las otras chicas candidatas para el puesto de secretaria de esta gran compañía, todas regias y estiradas. — Celulares apagados y listas, estaremos pasando al primer examen en unos minutos – salió una mujer dando ese anuncio. Mi corazón casi se paralizó de la ansiedad. Abrí mi bolso para comprobar el móvil y vi que había un mensaje. La peor decisión que pude tomar en mi puñetera vida fue revisarlo. «Trinity, lo lamento, de verdad me lo he pensado mucho para enviarte esto, pero creo que mereces saberlo» Silvia, una buena colega de la universidad me escribió. Me levanté de la silla asombrada, no me importó llamar la atención y que todas me miraran. Mi cuerpo entero enfriándose y mis dedos temblorosos hacían zoom a las fotos tomadas desde lejos. Frente a la puerta del Plaza Hotel, un hombre de cabello castaño, abrazaba y besaba apasionadam
TRINITY — ¿Qué pasó? ¡Logró robarte los pocos ahorros que te quedaban! – Mónica, mi compañera de piso y mejor amiga, agarró mi teléfono revisando la app del banco nerviosamente. — No, no, pero vació mi tarjeta de crédito, me dijo ayer que se le prestara para una emergencia, que me lo devolvía luego, ¡y yo como idiota se la di con contraseña y todo! – agarré mi cartera con ira y saqué la tarjeta haciéndola trisas. — Me pasaré meses pagando todos sus caprichitos y perfumes caros, ¡incluso se compró un móvil que ahora ni me responde! Dios, como pude ser tan estúpida e ilusa. — También está la factura del hotel - Mónica agregó, torciendo la boca con una expresión sarcástica - Trinity no te parece que es muy coincidente, digo, hacer esto de la tarjeta lo delataría y luego exhibirse delante de nuestras amigas, como para que te lo dijeran. — Quieres decir… claro… ni los cojones tuvo para cortarme él mismo y dejó que me enterara por otras personas, que cabrón Dios mío. Caí derrotada al
TRINITY Mis labios abiertos eran chupados y lamidos; el sabor amargo y vibrante del whisky invadía mis papilas cada vez que su lengua se colaba en mi boca devorándome. Por todos los cielos, este hombre me estaba enloqueciendo, nuestros cuerpos expresaban los calientes y lujuriosos deseos que sentíamos. Mi centro mojado se molía excitado contra esa dura erección en su entrepierna, mientras mis caderas se movían adelante y atrás sensualmente, montada sobre sus muslos, con las piernas abiertas y el vestido subido indecentemente. —Aaahh —gemí, levantando la cabeza y cerrando los ojos en éxtasis cuando sus manos bajaron el tirante de mi vestido negro por los hombros y su boca se cerró sobre la copa de mi brasier, mordisqueando el duro pico de mi pezón y lamiéndolo. —Más, gime más que quiero escucharte, no te reprimas —me ordenó con esa voz animal y las copas de mi sujetador fueron haladas hacia arriba, dejando expuestos mis senos que cayeron rebotando. —Ssh, joder que calient
TRINITY Mi cráneo entero se estremeció, mareada y viendo solo sombras frentes a mis ojos, aproveché para ponerme de pie, tenía las manos atadas, pero no mis pies. Me dolían las rodillas llenas de raspones, pero forcé mis piernas a una carrera explosiva, repleta de adrenalina y las ganas desesperadas de sobrevivir. No llegué muy lejos, ella lanzó unas órdenes como los ladridos de una perra loca y escuché los pasos de mis captores. No conocía este lugar, miraba a todos lados confundida, mi mente en caos, pero creí ver una estructura a unos metros, quizás si lograba llegar podría esconderme, sin embargo, alguien agarró mis piernas y por mucho que resistí, terminé cayendo al suelo, pesada y dolorosamente. A partir de ahí solo pude recordar los golpes que llovieron sobre mi cuerpo porque ni siquiera tuve la oportunidad de ponerme en pie. Me acosté en posición fetal contra la grava, protegiéndome la cabeza pegada a las rodillas e instintivamente el estómago, apretando los diente