NARRADORALograron crear ambientes controlados para cultivar las algas, la producción era poca pero efectiva.Las toxinas similares a la magia de Fiona ahora se sintetizaban en los laboratorios Langford bajo top secret. Sus beneficios incontables, no solo para los hombres lobo, sino también para los humanos. El dinero le llovía a los Langford, su manada respaldada por el Anciano Mayor del Concilio.Quien se atreviera a querer robar sus tesoros sería perseguido brutalmente. Obvio que Loran no le daba completa protección solo por buena persona o agradecimiento. Su familia, como socios que eran, se llevaban buena parte de las tajadas. Y hablando de la familia del Concilio. —¡Triny! —Mónica la llamó y la pelirroja se giró feliz a recibir a sus amigos. Abrazos y besos a la enfermera y su mate fortachón. —¿Y eso que vinieron a estas horas? —Trinity estaba extrañada. —Es que… bueno mujer, ¿no te puedo visitar ahora cuando me salga de la rabadilla? —Moonicaa —Trinity la miró
WILLIAM Estacioné el auto en la cochera, escuchando el zumbido de la puerta descendiendo. Me bajé y tomé las bolsas de compras, todo para la bebé. July cada vez se ponía más y más nerviosa con el parto casi encima de nosotros. Yo también estaba ansioso, lo confieso. Como padres primerizos, cualquier mínimo problema lo llevábamos a los extremos. —Nena, ya estoy de regreso —la llamé, poniendo las bolsas sobre la encimera—. ¿July? Al no escuchar su respuesta, me adentré en la casa. Repentinamente, a través de nuestro vínculo, un dolor intenso me atravesó y el olor a sangre fresca inundó mi sensible olfato. “¡Nuestra hembra tiene dolor, está en peligro!” mi lobo rugió en mi mente mientras me abalanzaba corriendo y siguiendo su rastro hasta el segundo piso. —¡July! —entré en nuestra recámara, sus gemidos bajos se escuchaban desde el baño y hacia allí corrí. —Wi…liam… mmm… me duele… —Nena, calma, calma. Ay, Diosa… —sentía mi voz temblar al verla metida en la bañera, su rostro d
NARRADORALa pareja de Claire era el heredero de esta importante manada del Oeste; sin embargo, estaba más interesado en su carrera de medicina y en vivir tranquilo con su pareja, que en el puesto del líder.Sin hijos biológicos, ni más hermanos y con su padre muerto, le correspondía por linaje ser el Alfa.Si él no aceptaba, le tocaba a su primo, un guerrero con los sesos vacíos y aires de grandeza.Las cosas no estaban resultando muy bien, incluso llegaron rumores de que serían expulsados de la manada él y Claire en cuanto rehusara el derecho a ser el Alfa.Ahí es donde entró Luca, como su hijo adoptivo y para tomar el control de esta importante manada.Retó al otro candidato y a varios guerreros más, mostrando su valor. Se le consideró digno y hoy era su ceremonia de ascenso.Además, el apellido Langford era sinónimo de riquezas y poder, que un Langford tomara el control de la manada, de repente no resultó mal negocio para nadie.—Yo… yo creo que no me salió muy bien, mejor… mejor
NARRADORA —Triny, sí, sí, no te preocupes, solo que los pies me están matando —confesó entre resoplidos—. Ya Morgan fue a buscarme las bailarinas. —Si te sientes mal, puedes irte a descansar, Megan, todos entenderemos… —No, ¿cómo crees que le voy a hacer ese feo a Luca? No te preocupes —Megan le hizo una señal con la mano, como que todo estaba bien. —. La verdad, te envidio. No sé cómo, siendo humana, pudiste dar a luz a tres cachorros de lobo de una vez. Triny se sentó a su lado para acompañarla en lo que regresaba su mate. —Pft, ¿qué te cuento? Y con la condición especial de River, casi muero. Gracias a Dios por esa medicina milagrosa —le confesó, recordando los tormentos del pasado. Aún tenía pesadillas con ese mundo de oscuridad, tan frío, donde estaba encerrada, a la deriva y se sumía más y más en el olvido. La sombra de la muerte acechándola, hasta que esa voz tenaz la llamó una y otra vez, la sacó a la fuerza de las tinieblas, le dio ganas de vivir y de luchar para salva
NARRADORALos gemelos Alfas que posiblemente dirigieran juntos en el futuro, Nathan tenía pavor de que se repitiera la historia de él y Logan.Por suerte, sus hijos habían crecido en un ambiente lleno de amor, nunca fomentaron la competencia entre ellos.Nathan jamás repetiría los errores de su padre.—Te dejo entonces, querida. Ahí llega tu hombre —Triny le señaló con la cabeza a Morgan, que venía apresurado.Su rostro, siempre serio, ahora denotaba un tinte de preocupación.Trinity los dejó a solas; un Alfa con su hembra preñada era muy sobreprotector.Se encaminó finalmente al jardín, buscando a Nathan, que charlaba con July y William. Se preguntaba dónde estarían Scarlett y Moni, no las veía entre los invitados.Esas dos desaparecidas, hum, de seguro tramaban algo, y ciertamente, Trinity no estaba muy equivocada.*****Mónica estiró el cuello, haciéndose la que se servía ponche de la mesa de catering, cuando en realidad esperaba ansiosa que Scarlett regresara.En cuanto vio aparec
NARRADORASu padre y su madre biológica a su lado, Trinity se había quedado con los niños observándolos desde abajo, cediéndole este momento a Claire.Scarlett le pasó un pañuelo de papel que siempre llevaba en el bolsillo para limpiarle las manos a los pequeños.—Gracias hija, menos mal que este maquillaje es a prueba de agua, si no ya me hubiese convertido en la Llorona —Scarlett sonrió ante las ocurrencias de su madre.Trinity siempre había sido su heroína, su modelo de fortaleza y superación, su madre era increíble.Su mirada se dirigió entonces hacia el joven que se cortaba la palma de la mano y derramaba su sangre poderosa sobre la estatua sagrada a la Diosa.Luca se veía tan apuesto, tan masculino y sexy. El pecho de Scarlett volvió a apretarse de esa manera incómoda.Observó a su madre de soslayo, como siempre que se sentía culpable.A medida que crecían, los sentimientos por su “hermano” fueron cambiando.No supo cómo, ni cuándo, pero esos celos infantiles por Luca ya no eran
NEW YORK TRINITY Mi futuro iba a ser brillante y todo se arruinó en un segundo. Estaba nerviosa, mirando furtivamente en el pasillo a las otras chicas candidatas para el puesto de secretaria de esta gran compañía, todas regias y estiradas. — Celulares apagados y listas, estaremos pasando al primer examen en unos minutos – salió una mujer dando ese anuncio. Mi corazón casi se paralizó de la ansiedad. Abrí mi bolso para comprobar el móvil y vi que había un mensaje. La peor decisión que pude tomar en mi puñetera vida fue revisarlo. «Trinity, lo lamento, de verdad me lo he pensado mucho para enviarte esto, pero creo que mereces saberlo» Silvia, una buena colega de la universidad me escribió. Me levanté de la silla asombrada, no me importó llamar la atención y que todas me miraran. Mi cuerpo entero enfriándose y mis dedos temblorosos hacían zoom a las fotos tomadas desde lejos. Frente a la puerta del Plaza Hotel, un hombre de cabello castaño, abrazaba y besaba apasionadam
TRINITY — ¿Qué pasó? ¡Logró robarte los pocos ahorros que te quedaban! – Mónica, mi compañera de piso y mejor amiga, agarró mi teléfono revisando la app del banco nerviosamente. — No, no, pero vació mi tarjeta de crédito, me dijo ayer que se le prestara para una emergencia, que me lo devolvía luego, ¡y yo como idiota se la di con contraseña y todo! – agarré mi cartera con ira y saqué la tarjeta haciéndola trisas. — Me pasaré meses pagando todos sus caprichitos y perfumes caros, ¡incluso se compró un móvil que ahora ni me responde! Dios, como pude ser tan estúpida e ilusa. — También está la factura del hotel - Mónica agregó, torciendo la boca con una expresión sarcástica - Trinity no te parece que es muy coincidente, digo, hacer esto de la tarjeta lo delataría y luego exhibirse delante de nuestras amigas, como para que te lo dijeran. — Quieres decir… claro… ni los cojones tuvo para cortarme él mismo y dejó que me enterara por otras personas, que cabrón Dios mío. Caí derrotada al