NATHAN Nadie habló mientras el ascensor personal de la dirección comenzó a descender. Admitía que moría por interrogarla, preguntar todas las dudas en mi mente, pero no sería yo quien pareciera desesperado. Llegamos al estacionamiento subterráneo y caminé hasta mi auto, porque vine hasta sin mi chofer. Seguido siempre por su presencia, aunque toda la situación se había tornado un poco incómoda. Creo que hubiese sido mejor no adelantarme y venir con Juliana. Al final, nunca puedo predecir cómo terminarán las cosas cada vez que mi mundo colisiona con el de la Srta. Miller. ***** TRINITY No puedo creer que por un segundo dejé que mi atracción sexual volviera a vendarme los ojos con este hombre arrogante. Subimos a su coche y me pasé todo el camino mirando por la ventana, tantas cosas pendientes y yo aquí perdiendo el tiempo en sus caprichitos. Pensaba constantemente en decirle qué me sucedió aquella noche en el club, parece que le dolió en su orgullo, pero si é
TRINITY —¡Espere, señorita Miller! —¡Yo me voy adelantando! Me arrojé prácticamente del auto en marcha y comencé a correr lo más rápido que pude. Llegué a la recepción y pregunté por mi hija, buscando a Mónica por todos lados.Subí hasta el tercer piso como me indicaron y ya estaba sacando el móvil para marcarle cuando escuché la algarabía. —¡No quiero una disculpa o que paguen las facturas, quiero que expulsen a esa niña salvaje! Los gritos alterados de una mujer me guiaron por el pasillo vacío hasta una de las consultas.Los reclamos se filtraban por los resquicios de la puerta. —Señora Brown, no puede referirse así a una niña pequeña, ya le dije que fue un accidente, su madre… — era la voz de Mónica. —¡Su madre!, a saber cómo debe ser la madre de una niña con esos instintos tan violentos… — Mónica, ya estoy aquí —abrí la puerta sin pararme a escuchar más.Me encontré con un hombre, un niño medio oculto y esa mujer despotricando e insultándonos sin control. —¿Qué sucedió?
TRINITYSu mano apretó mi cadera y la otra dominante, sobre mi nuca, controlando mis movimientos, obligándome a recibir sin resistencia el saqueo ardiente de su boca. Abracé su espalda y lo pegué más a mí, sus fuertes músculos contraídos en tensión, contra mi abdomen ya podía sentir la dureza de su erección y esa colonia embriagante me tenía con la cabeza dando vueltas. — Nena no te imaginas cuando te deseo, mmnn… — apretó con fuerzas mis nalgas, pegándonos como si quisiera fundir nuestras pieles, rozando eróticamente su duro miembro contra mi pelvis.— Muero por montarte mi ardiente pelirroja … ver tu rostro mientras te corres con mi polla adentro jodiéndote bien duro… — lamía mi oído y susurraba oscuras seducciones.Joder, me estaba encendiendo en llamas, mis bragas por completo humedecidas. Sonidos lascivos, húmedos y gemidos reprimidos se escapaban de entre nuestros labios, pero en medio del mayor recalentamiento de mi vida, el rechinar de una cama me trajo de vuelta a la reali
NATHANTratar con esos pelagatos en busca de más dinero fue pan comido para mí y me aseguraré de que esto no se quede así. No después de entrar y ver cómo la estaban haciendo trizas y a esa pelirroja, solo puedo torturarla yo. —Juliana, no vayas a Atlantic Bites, pasa a buscar a Luca y tráelo al hospital Moonlight… no, no es para una consulta, es para visitar a una persona que él quiere mucho —llamo a mi hermana y le doy instrucciones. Este día ha sido de locos. Había ordenado a la enfermera prepararle una habitación a la pequeña, que la miraran bien y hacia allí me dirigía. De repente, William llamando a mi móvil, pero juro que entré y al ver a Trinity, todo quedó en un segundo plano. Recordé cómo me había llamado por mi nombre, con esa boca hechicera y sus hermosos ojos, que por un segundo dependían de mí.Siempre la he visto fuerte, orgullosa, esa parte vulnerable y necesitándome, encendió algo dentro de mi pecho. Cuando reaccioné, ya la tenía acorralada contra la pared, peg
TRINITY —Trini, buenos días —escuché la voz cantarina de Juliana. —Buenos días, Srta. Langford —le respondí con respeto, observándola mientras caminaba hacia mi escritorio. Ella podía llamarme como quisiera y jugar a ser la secretaria, pero no debía olvidar que era la hermana del jefe y una heredera millonaria. —Buenos días, Srta. Miller —la voz masculina me saludó detrás de ella. —Buenos días, Sr. Langford —ni siquiera lo miré y volví a concentrarme en el computador. Sentía su mirada fija sobre mi rostro, pero me hice la que no era conmigo y luego escuché sus fuertes pisadas yendo hacia su oficina, justo delante de mi escritorio. Solo tenía que alzar la vista y observarlo a través de ese cubículo de paredes acristaladas, que ahora por suerte tenía las cortinas bajadas y no se veía hacia el interior. —¿Está bien la niña? Luca hoy estaba queriendo ir a jugar a tu casa —Juliana se acercó, sentándose en la esquina de mi escritorio y comenzó a hablar sin cesar. La verdad e
TRINITYSe quedó en silencio por un segundo y yo quería morderme la lengua por idiota, ahora pensaría que era una celosa despechada.—No… no es que me interese con quién se acuesta, pero al menos si voy a tener sexo con un hombre, me gustaría ser la única en su cama por el tiempo que dure, aunque sea una noche. No comparto, Sr. Langford, no soy tan open mind. —¿Quieres ser la única en mi cama, sin embargo, te fuiste con un tipo después de que casi lo hicimos en ese club? —¿Qué tiene que ver eso con…? —le respondo con incredulidad, esta conversación torciéndose a más no poder. Solo me mira con tormentas en el fondo de sus ojos, nuestras respiraciones aceleradas y las palabras dichas entre dientes. —Lamento que te hayas quedado con la imagen de que era una puta que se follaba a varios en un día —le respondí a punto de saltar a morderlo y no en el mejor sentido. —Esa noche que tanto me echas en cara, fui secuestrada bajo tus narices, metida en un auto a la fuerza y casi me matan a g
TRINITY —Yo no creo en solo decir “lo lamento”, soy un Alfa de acciones, por eso intenté arreglar las cosas de una manera útil para ti. Pensé que era mejor mostrarte mi sinceridad —me dice, repentinamente. Sus labios sobre los míos, su pulgar recorriendo mi boca. —Yo más bien creo que eres un orgulloso que no baja su cabeza ante nadie —lo reto mirándolo de cerca a esos ojos depredadores. Lo deseo y mucho, de una manera tan intensa que siempre me asombra, pero si no le doy una lección a este Alfa, no estaré en paz. —¿Quieres que te pague lo del hospital? Lo haré —le digo y agrego antes de que abra la boca — pero a cambio te disculparás a mi manera. Levanto la barbilla desafiante, nuestras miradas enfrentadas, luchando por dominar al otro a pesar de que mi corazón se quiere salir y aprieto las manos sobre el escritorio con los nudillos casi en blanco. —¿Así que a tu manera? —sonríe un poco ladeando la cabeza. Observo esos afilados caninos animales tan cerca, me pued
NATHAN En medio de la oscuridad del desolado establecimiento subterráneo, la tengo abrazada a mi cuello y pegada a mis labios como una boa constrictor. —¡Haley! —la tomo con brusquedad de los brazos para quitármela de encima porque estaba demasiado intensa. —Sabes muy bien lo que siento por ti, Nathan, no seas tan frío conmigo, estoy dispuesta a aceptar lo que me pidas, si es solo sexo lo podemos intentar… —No —le respondo sin dudar un segundo. Podré ser lo que sea, pero siempre hablo de frente con las mujeres. —Haley, creí que te había dejado bien claro que éramos solo amigos, no deseo herirte —le aseguré con el ceño fruncido y soltándola. Nuestros padres eran socios desde hace años y nos conocíamos de cachorros, pero nunca me ha gustado. —Yo, pensé que habías aceptado esta colaboración para darnos una oportunidad… —Pues te equivocaste —la corté rotundamente —Acepté, porque es un proyecto bueno que expande las áreas de mi compañía, para ustedes igual es lucrativo, pe