TRINITYSe quedó en silencio por un segundo y yo quería morderme la lengua por idiota, ahora pensaría que era una celosa despechada.—No… no es que me interese con quién se acuesta, pero al menos si voy a tener sexo con un hombre, me gustaría ser la única en su cama por el tiempo que dure, aunque sea una noche. No comparto, Sr. Langford, no soy tan open mind. —¿Quieres ser la única en mi cama, sin embargo, te fuiste con un tipo después de que casi lo hicimos en ese club? —¿Qué tiene que ver eso con…? —le respondo con incredulidad, esta conversación torciéndose a más no poder. Solo me mira con tormentas en el fondo de sus ojos, nuestras respiraciones aceleradas y las palabras dichas entre dientes. —Lamento que te hayas quedado con la imagen de que era una puta que se follaba a varios en un día —le respondí a punto de saltar a morderlo y no en el mejor sentido. —Esa noche que tanto me echas en cara, fui secuestrada bajo tus narices, metida en un auto a la fuerza y casi me matan a g
TRINITY—Yo no creo en solo decir “lo lamento”, soy un Alfa de acciones, por eso intenté arreglar las cosas de una manera útil para ti. Pensé que era mejor mostrarte mi sinceridad —me dice, repentinamente.Sus labios sobre los míos, su pulgar recorriendo mi boca. —Yo más bien creo que eres un orgulloso que no baja su cabeza ante nadie —lo reto mirándolo de cerca a esos ojos depredadores. Lo deseo y mucho, de una manera tan intensa que siempre me asombra, pero si no le doy una lección a este Alfa, no estaré en paz. —¿Quieres que te pague lo del hospital? Lo haré —le digo y agrego antes de que abra la boca — pero a cambio te disculparás a mi manera. Levanto la barbilla desafiante, nuestras miradas enfrentadas, luchando por dominar al otro a pesar de que mi corazón se quiere salir y aprieto las manos sobre el escritorio con los nudillos casi en blanco. —¿Así que a tu manera? —sonríe un poco ladeando la cabeza. Observo esos afilados caninos animales tan cerca, me pueden desgarrar en
NATHAN En medio de la oscuridad del desolado establecimiento subterráneo, la tengo abrazada a mi cuello y pegada a mis labios como una boa constrictor. —¡Haley! —la tomo con brusquedad de los brazos para quitármela de encima porque estaba demasiado intensa. —Sabes muy bien lo que siento por ti, Nathan, no seas tan frío conmigo, estoy dispuesta a aceptar lo que me pidas, si es solo sexo lo podemos intentar… —No —le respondo sin dudar un segundo. Podré ser lo que sea, pero siempre hablo de frente con las mujeres. —Haley, creí que te había dejado bien claro que éramos solo amigos, no deseo herirte —le aseguré con el ceño fruncido y soltándola. Nuestros padres eran socios desde hace años y nos conocíamos de cachorros, pero nunca me ha gustado. —Yo, pensé que habías aceptado esta colaboración para darnos una oportunidad… —Pues te equivocaste —la corté rotundamente —Acepté, porque es un proyecto bueno que expande las áreas de mi compañía, para ustedes igual es lucrativo, pe
NEW YORK TRINITY Mi futuro iba a ser brillante y todo se arruinó en un segundo. Estaba nerviosa, mirando furtivamente en el pasillo a las otras chicas candidatas para el puesto de secretaria de esta gran compañía, todas regias y estiradas. — Celulares apagados y listas, estaremos pasando al primer examen en unos minutos – salió una mujer dando ese anuncio. Mi corazón casi se paralizó de la ansiedad. Abrí mi bolso para comprobar el móvil y vi que había un mensaje. La peor decisión que pude tomar en mi puñetera vida fue revisarlo. «Trinity, lo lamento, de verdad me lo he pensado mucho para enviarte esto, pero creo que mereces saberlo» Silvia, una buena colega de la universidad me escribió. Me levanté de la silla asombrada, no me importó llamar la atención y que todas me miraran. Mi cuerpo entero enfriándose y mis dedos temblorosos hacían zoom a las fotos tomadas desde lejos. Frente a la puerta del Plaza Hotel, un hombre de cabello castaño, abrazaba y besaba apasionadam
TRINITY — ¿Qué pasó? ¡Logró robarte los pocos ahorros que te quedaban! – Mónica, mi compañera de piso y mejor amiga, agarró mi teléfono revisando la app del banco nerviosamente. — No, no, pero vació mi tarjeta de crédito, me dijo ayer que se le prestara para una emergencia, que me lo devolvía luego, ¡y yo como idiota se la di con contraseña y todo! – agarré mi cartera con ira y saqué la tarjeta haciéndola trisas. — Me pasaré meses pagando todos sus caprichitos y perfumes caros, ¡incluso se compró un móvil que ahora ni me responde! Dios, como pude ser tan estúpida e ilusa. — También está la factura del hotel - Mónica agregó, torciendo la boca con una expresión sarcástica - Trinity no te parece que es muy coincidente, digo, hacer esto de la tarjeta lo delataría y luego exhibirse delante de nuestras amigas, como para que te lo dijeran. — Quieres decir… claro… ni los cojones tuvo para cortarme él mismo y dejó que me enterara por otras personas, que cabrón Dios mío. Caí derrotada al
TRINITY Mis labios abiertos eran chupados y lamidos; el sabor amargo y vibrante del whisky invadía mis papilas cada vez que su lengua se colaba en mi boca devorándome. Por todos los cielos, este hombre me estaba enloqueciendo, nuestros cuerpos expresaban los calientes y lujuriosos deseos que sentíamos. Mi centro mojado se molía excitado contra esa dura erección en su entrepierna, mientras mis caderas se movían adelante y atrás sensualmente, montada sobre sus muslos, con las piernas abiertas y el vestido subido indecentemente. —Aaahh —gemí, levantando la cabeza y cerrando los ojos en éxtasis cuando sus manos bajaron el tirante de mi vestido negro por los hombros y su boca se cerró sobre la copa de mi brasier, mordisqueando el duro pico de mi pezón y lamiéndolo. —Más, gime más que quiero escucharte, no te reprimas —me ordenó con esa voz animal y las copas de mi sujetador fueron haladas hacia arriba, dejando expuestos mis senos que cayeron rebotando. —Ssh, joder que calient
TRINITY Mi cráneo entero se estremeció, mareada y viendo solo sombras frentes a mis ojos, aproveché para ponerme de pie, tenía las manos atadas, pero no mis pies. Me dolían las rodillas llenas de raspones, pero forcé mis piernas a una carrera explosiva, repleta de adrenalina y las ganas desesperadas de sobrevivir. No llegué muy lejos, ella lanzó unas órdenes como los ladridos de una perra loca y escuché los pasos de mis captores. No conocía este lugar, miraba a todos lados confundida, mi mente en caos, pero creí ver una estructura a unos metros, quizás si lograba llegar podría esconderme, sin embargo, alguien agarró mis piernas y por mucho que resistí, terminé cayendo al suelo, pesada y dolorosamente. A partir de ahí solo pude recordar los golpes que llovieron sobre mi cuerpo porque ni siquiera tuve la oportunidad de ponerme en pie. Me acosté en posición fetal contra la grava, protegiéndome la cabeza pegada a las rodillas e instintivamente el estómago, apretando los diente
TRINITY Desde la ventana del autobús observo el caos del tráfico en la ciudad, perdida en mis pensamientos. Dada de alta del hospital hace más de una semana y aún convaleciente, me enfrento a una realidad abrumadora: estoy embarazada de Ethan y sigo sin trabajo. A pesar de haberme cuidado siempre, incluso con mi diagnóstico de ovarios poliquísticos que heredé de mi madre, aquí estoy, esperando un bebé híbrido en el peor momento posible. Ethan era un hombre lobo. Cuando supe de su origen, no me alteré porque ya conocía a Mónica y ella también es parte de esa raza. Por razones que desconozco, ambos vivían recluidos en el mundo humano, apartados de sus llamadas “manadas”. La voz mecánica anuncia que mi parada es la próxima, mi estómago se revoluciona con un hambre voraz y los tacones me están matando. Llevo toda la mañana dejando currículos. He ido a varias entrevistas, ocultando los moretones con maquillaje, pero solo encuentro rechazos. Algo no está bien; parece que solo