Hacia un mes que Derek vio a Liesel por última vez, y en verdad que lo estaba pasando terriblemente mal, no era lo mismo alejarla por su estúpida creencia de que la estaba protegiendo, a saber, con toda certeza que no podía acercarse nunca a ella por pertenecer a mundos divididos, sentía que estaba traicionándose y traicionándola, pero jamás arriesgaría a Liesel, aunque su corazón se partiera de dolor.
Pero la vida no se detiene y debía seguir adelante, porque eran muchas personas que dependían de él, de que las empresas Steiger pudieran seguir proporcionando la estabilidad económica y la seguridad que su raza tanto necesitaba; no podía tirar por el caño todo lo que habían logrado solo porque a él sintiera como si le hubiesen arrancado el corazón.
Por primera vez en toda su vida adulta no sabía que hacer; sabia perfectamente lo que
Derek salió a toda prisa de la casa de los Dunham, ahora lo sabía, había sido un error ir hasta ahí, pero sobre todo seguir el aroma embriagador de Liesel y casi entrar a su habitación.«En qué carajos estaba pensando, maldición», no paraba de reprocharse por la imprudencia que acababa de cometer, lo bueno es que nadie lo había encontrado o tendría que dar muchas explicaciones de las que no le daba la gana hablar.Rápidamente subió a su vehículo y lo puso en marcha, Iba tan concentrado en sí mismo que casi pasa por alto al vehículo de color negro que estaba estacionado muy cerca de la entrada de la casa de los Dunham, de pronto pensó que lo seguían a él, y que mientras más rápido se marchara sería mejor, pero se llevó una gran sorpresa cuando el auto no hizo el intento por seguir su coch
Kurt Von Steiger, junto sus manos mientras las colocaba sobre el imponente escritorio de cedro, se quedó mirando al hombre sentado frente a él, lo que estaba por decir no era fácil, pero era hora de ser honestos, por lo menos en ciertas cosas.—Debo decirte algo que estoy seguro que no te va a gustar, se trata de tu hija, Liesel.—¿Qué pasa con ella? —La actitud de Eliot Dunham era conservadora, aunque en el fondo estaba impaciente por lo que le iban a decir, acaso habían descubierto a Liesel.—La seguridad de la empresa se ha percatado de que la han estado siguiendo durante algún tiempo—¿Siguiendo? ¿Quiénes? —Eliot no sabía si suspirar tranquilo o ponerse más nervioso, «seguir a Liesel ¿Quién y por qué?, la Hermandad», se respondió rápidamente, no podía ser nadie más
En casa de los Dunham, Liesel no estaba para nada contenta con lo que acababa de decirle su padre.—Qué tengo que hacer ¿qué cosa? —Liesel no daba crédito a las palabras de su padre, cómo se atrevía a decirle que tenía que irse con Derek von Steiger, acaso se volvió loco en las últimas 24 horas y ella no se había enterado. —Lo siento papá, pero yo no voy a ir a ningún lado con Steiger y mucho menos si no me das ninguna explicación.—Liesel soy tu padre y harás lo que te diga.—Ya no estamos en el siglo XVII papá, no tengo porque hacer nada que no quiera, soy una mujer adulta por si no te has dado cuenta tengo 24 años, y si vivo en su casa es porque hasta ahora nos habíamos respetado en muchos sentidos, pero si así serán las cosas de ahora en adelante, comenzare a buscar departamento.—No m
Liesel se encontraba completamente desnuda en medio de su habitación y en frente del único hombre del que siempre había estado enamorada, en otras circunstancias eso habría sido un éxito, pero ahora solo quería que la tierra se la tragara.Ella pudo ver como los ojos de Steiger se tornaron más negros, como se dilataron sus pupilas y como cambio el ritmo de su respiración. El cuerpo de Liesel se puso en tensión y se le erizo la piel, solo habían pasado unos pocos segundos, pero le estaba pareciendo una eternidad.Derek alzó su mano con clara intención de tocarla.—No te atrevas —Fue lo único que logró salir de su cuerpo inerte —eres un patán arrogante y descarado otro en tu lugar ya habría cerrado los ojos.—Y perderme de la vista que por cierto es bastante agradable, ¿no lo creo?Sin decir nada Liesel se aga
Liesel comenzó a sentir un poco de nervios cuando el hombre en cuestión le dedicó una sonrisa que no tenía nada de amigable, sino todo lo contrario. Se le ocurrió usar el celular y lo busco dentro de su bolso, «Maldito aparato, siempre estaba perdido dentro de su cartera cuando más lo necesitaba.»El hombre, soltó una risa maliciosa una vez más, era el rictus de alguien que se sabe que saldrá vencedor de aquello que quiere llevar a cabo.Liesel dejó de sentir nervios para darle paso al miedo, nunca antes estuvo en esta situación, que tal que querían secuestrarla como a su amiga Tatiana. Para cuando su cuerpo y mente reaccionaron en un intento por salir huyendo de ahí, ya fue un poco tarde, solo logró dar la media vuelta cuando el hombre de casi dos metros de altura llegó hasta ella de dos zancadas, la sujetó por el brazo impidiendo su hui
Liesel se dejó llevar por Derek, él tenía razón en lo que estaba diciendo, solo que ella se negaba a aceptarlo y por eso estaba siendo una cabezota, pero de no estar él aquí, quién sabe qué hubiese pasado con ella, no era algo en lo que quisiera pensar.Cuando llegaron a la casa de los Dunham, Liesel se fue directo a su habitación, no quería tener que darle explicaciones a su madre y le había pedido a Derek que no les comentará nada, claro que fue algo en lo que Steiger para nada estuvo de acuerdo.«—Son tus padres y tienen todo el derecho a estar enterados de que casi fuiste secuestrada, es su obligación velar por tu seguridad, no siempre voy a estar yo para salvar tu trasero, entiéndelo por favor»Palabras más o palabras menos, pero algo así fue el discurso que salió de su boca, tratándola a ella como una cr&i
Derek era un cúmulo de sentimientos encontrados, por una parte, el estrés de saber a Liesel en peligro, por otra que ella que no era una colaboradora feliz y de último que pese a todo lo que estaba sucediendo ella se encontraba a su lado. Él pensaba recuperarla, hacerle ver que ella solo podía estar junto a él; y él estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para conseguirlo, si había que jugar sucio, que así fuera.Liesel estaba impaciente dentro de la camioneta, la espera le causaba un poco de ansiedad y que Derek no viniera a informarle nada le provocaba frustración; se mordió la cara interna de la mejilla por décima ocasión y decidió que ya era suficiente, tomó la manija de la puerta y salió de ahí. Él aire fresco le golpeó la cara y alborotó un poco su cabello suelto, cosa que agradeció, ya que ayudó
Ella se sentía de todo, menos a salvo, nunca estaría a salvo y mucho menos entre los brazos de Steiger. Lo más seguro para ella era alejarse de él lo más pronto posible, pero cuando Steiger la miraba de la manera en como lo estaba haciendo justo en este momento, le hacía estremecer el cuerpo entero; Liesel sabía que podría perderse en la profundidad de sus ojos negros y esta vez caería para siempre.Finalmente pudo levantarse de su regazo, aun cuando lo único que deseaba era quedarse entre sus brazos, ese no era su lugar, nunca lo había sido y nunca lo ser&