Stella:
—No señora —ella asiente y toma nota. Carraspeo un poco y reacomodo el cabello oscuro que se ha escapado de mi oreja.
—¿Novio? —frunzo el ceño
—No señora.
—¿Hijos?
—No señora.
—Tengo entendido que usted vive en Arizona, debo dejarle en claro que en este trabajo viajará mucho. De hecho pasamos la mitad del año recorriendo el país debido al trabajo de mi hijo, ¿hay algo que le impida acompañarnos a la totalidad de esos viajes? —mi cara debe de ser un poema, la verdad es que estoy muy confundida y sorprendida pero al final me recuerdo de contestar.
—No señora —asiente con una gran sonrisa y deja el bolígrafo en la mesa para después tomar mi mano.
—¿Le interesa el trabajo Señorita Clarke? —pregunta la mujer de envidiable cabello rubio.
—Por supuesto Señora.
—Perfecto, necesitamos que se encargue de mi nieto de 8 de la mañana a 8 de la noche, es un niño único y su padre… mi hijo es… bueno, ya lo conocerá. Cabe señalar que este es un trabajo muy exigente lo sé, pero valdrá la pena será muy bien pagado —esbozo una sonrisa y asiento sintiendo que aún no tengo idea en lo que me estoy metiendo. La señora Rogers extiende frente a mí una hoja más.
—Bueno, este es su contrato, léalo cuidadosamente Stella, incluso las letras pequeñas, no toleraremos violencia, puede ser demandada si llega a tratar mal a mi nieto, aunque sinceramente lo dudo, puedo ver en su rostro que es una buena mujer— mis ojos se abren como platos y ajusto mis gafas de pasta una vez más, termino de leer el contrato y garabateo mi firma—. Gracias Stella, ahora…
Comienza a buscar de nuevo en el folder y no dudo que sea otro contrato más.
—Este es el programa que tenemos que seguir —extiende frente a mí el calendario de Noviembre y Diciembre—. Son los lugares que visitaremos, le hago entrega de esto para que tenga listo el equipaje sin retrasos. Mi hijo es un maniático de la puntualidad, si no quiere problemas solo esté a tiempo.
Asiento mientras miro las fechas:
Jueves 10 de Noviembre, 7:00 am Utah
Sábado 12 de Noviembre, 4:00 pm Colorado
Viernes 17 de Noviembre, 3:00 pm Nuevo México…
y así hasta llegar al 23 de Diciembre.
—Tus vacaciones… bueno, la verdad es que este año no te podremos otorgar vacaciones, espero que estés de acuerdo y tu familia no se disguste —carraspeo, ¿está diciendo que pasaré navidad sin mi madre? Esbozo una sonrisa y asiento sin estar muy segura, pero de verdad quiero un buen trabajo—. Me alegro de haberla encontrado Stella, espero esto vaya de maravilla como creemos, ¿Qué te parece si vamos a conocer a Ángel?
—Claro —digo poniéndome de pie. Estoy a punto de sacar mi cartera pero la señora Rogers me detiene
—Por supuesto que no querida —llama al mesero—. Cárgalo a la habitación 518. Y que alguien lleve esto a…
No puedo escuchar lo que está diciendo pero ha apuntado hacia mi maleta. Doy un paso al frente pero ella me toma del brazo guiándome hasta salir del lujoso restaurante. Puedo observar como uno de los botones toma mis maletas mientras cruzamos la recepción hasta llegar al ascensor, pulsa el botón y esperamos.
—Te encantará, es un niño muy dulce, aunque debo decir que es desconfiado —asiento sonriendo tratando de parecer segura y no tan confundida como me siento, los chicos con déficit de atención tienden a solo “ver” a su familia—. Vamos.
Stella:Llegamos a un enorme pasillo con solo dos puertas, deben ser lugares muy reservados.—Por aquí querida —dice abriendo la puerta con una tarjeta.Me adentro en el lugar y como imaginé, se trata de un casi-departamento. El recibidor está iluminado de forma asombrosa, la señora Rogers me anima a adentrarme hasta la sala y tomar asiento en el sillón.—Llamaré a Ángel —asiento y dejo mi bolso a un lado. Tomo una larga bocanada de aire y estiro mi cuello, hace un poco de frío aquí y me siento muy tensa, sinceramente creo que la entrevista fue muy rápida aunque con muchos contratos y especificaciones. Sobretodo me siento bien al ver la confianza que he generado en la señora Rog
Stella:—Hola campeón —dice mientras lo toma entre sus brazos. Jamás me imaginé al padre de Ángel así. Lleva ropa deportiva, tenis y su cabello revoloteado es tan oscuro como el de Ángel. Su tez es morena, como la canela, el mentón está tenso y bien formado. Rostro afilado y una nariz perfecta que juntos a sus profundos ojos oscuro lo hacen ver bastante atractivo, su mirada se profundiza aún más con las pobladas cejas y pestañas que la adornan.—Ella es Stella —dice la señora Rogers. El padre de Ángel me da un repaso con la mirada haciéndome sentir incómoda. Carraspeo y camino hacia él para después extender mi mano.—Stella Clarke —con un brazo carga a Ángel y con
Aaron:—¡¿Has traído a esa niña a cuidar de mi hijo?, ¿de verdad?! —mi madre acomoda su ropa con tranquilidad. Hay decisiones que toma y no logro entender.—No es una niña, de hecho tiene 25 años —bufo—¿Verificaste su pasaporte?, ni siquiera debe de estar preparada mamá, quiero una tutora para Ángel no una madre —ya, lo he dicho y me arrepiento al instante.—¿Una madre?, ¿no me digas que te ha gustado la chica? —mi madre suelta una carcajada y yo gruño.—No puedo hablar contigo en serio, ¿estás consciente de que puedes arruinar la educación de mi hijo, verdad?, de tu ni
Stella:Son las 7:55 a.m. y salgo del elevador, me planto en la puerta de la habitación de la señora Rogers y llamo dos veces. En segundos abre la puerta con su enorme sonrisa.—Buenos días Stella, pasa, ¿cómo has dormido? —me invita a pasar mientras cierro la puerta tras de mi.—Bien señora ¿y usted? —vacila un poco—No muy bien, Ángel tuvo pesadillas anoche y…—¿Es común? —pregunto de inmediato, la veo caminar hasta la cocina mientras toma un taza para después servirse café. Ese detalle no me lo habían mencionado, la señora Rogers asiente—Desp
Stella:Estamos a punto de despegar con dirección a Utah en el Jet privado de los Rogers. Llevo una semana siendo su empleada.Aaron se ha comportado igual de frío, apenas y me dirige la palabra. Sebastián y yo nos llevamos bien, descubrí que es más pequeño que yo, aunque no lo parezca con su 1.85 metros de estatura y es muy agradable.Maya (la señora Rogers) y yo nos hemos vuelto más cercanas, últimamente cocinamos siempre juntas y todas las tardes tomamos un café mientras Ángel hace sus ejercicios.Todo parece ir bien, incluso con Ángel. Ha dado un paso enorme, ahora pronuncia mejor las palabras y su lengua casi no se traba, también ha aprendido 3 nuevos colores. Estoy muy feliz con &ea
Aaron:—¡Por Dios Aaron concéntrate! —escucho gritar a Matt, mi entrenador. Tiro golpes pero no tengo fuerza, no puedo dejar de pensar en esos hermosos ojos con gafas. Ocupan mi mente desde hace días. Solo quiero llegar al hotel y mirarla, escuchar como canta las canciones infantiles para Ángel, verla sonreír, mirarla hacer la comida y fruncir el ceño al probarla y captar esas majestuosas caderas moverse al compás de alguna nueva coreografía infantil. Niego varias veces y me recargo en la pared, no sé qué me pasa.—¿Qué tienes he?, ¿necesitas follar?, vale más que te compongas Aaron si no quieres perder esta pelea —niego entre jadeos y limpio mi frente con una toalla.—No voy a perder.
Stella:Son las 6 de la mañana y llevo dos cafés, no puedo más con el sueño, ya que no he dormido nada desde que salí de la habitación de Aaron ayer por la noche. No he dejado de reproducir mentalmente esa escena… me dijo hermosa, le parezco hermosa.Miro por la ventana del restaurante del hotel. Es una mañana lluviosa y nublada, el frio cala hasta los huesos.Hay pocas personas en el lugar, la mayoría son personas de la tercera edad y yo… pensando en los oscuros ojos de Aaron, sus palabras y su cercanía. No está bien que esté pensando en mi jefe de esta manera, no es correcto. Pero es tan atractivo.Ayer vi por primera vez su torso desnudo, en mi mente lo reproduje hasta el c
Stella:He dejado dormido a Ángel, me he despedido de la señora Rogers y ahora voy en dirección al bar del hotel. Necesito una copa. Estoy fuera de mi horario de trabajo así que puedo hacerlo.—Una margarita por favor —digo al hombre de la barra, me acomodo en la incómoda silla y veo llegar mi bebida, le agradezco y doy un sorbo, es deliciosa, trato de acallar mis pensamientos y libero mis ojos de las gafas, la verdad es que no veo nada bien pero tampoco deseo hacerlo.Después de un tiempo y con el cuerpo más relajado pierdo la cuenta de cuantas margaritas he tomado y junto a mi hay hombre bastante agradable con el que estoy charlando.—Así que ¿vienes con tu familia? —asiento, después