Stella:
Son las 6 de la mañana y llevo dos cafés, no puedo más con el sueño, ya que no he dormido nada desde que salí de la habitación de Aaron ayer por la noche. No he dejado de reproducir mentalmente esa escena… me dijo hermosa, le parezco hermosa.
Miro por la ventana del restaurante del hotel. Es una mañana lluviosa y nublada, el frio cala hasta los huesos.
Hay pocas personas en el lugar, la mayoría son personas de la tercera edad y yo… pensando en los oscuros ojos de Aaron, sus palabras y su cercanía. No está bien que esté pensando en mi jefe de esta manera, no es correcto. Pero es tan atractivo.
Ayer vi por primera vez su torso desnudo, en mi mente lo reproduje hasta el c
Stella:He dejado dormido a Ángel, me he despedido de la señora Rogers y ahora voy en dirección al bar del hotel. Necesito una copa. Estoy fuera de mi horario de trabajo así que puedo hacerlo.—Una margarita por favor —digo al hombre de la barra, me acomodo en la incómoda silla y veo llegar mi bebida, le agradezco y doy un sorbo, es deliciosa, trato de acallar mis pensamientos y libero mis ojos de las gafas, la verdad es que no veo nada bien pero tampoco deseo hacerlo.Después de un tiempo y con el cuerpo más relajado pierdo la cuenta de cuantas margaritas he tomado y junto a mi hay hombre bastante agradable con el que estoy charlando.—Así que ¿vienes con tu familia? —asiento, después
Aaron:Miro como el elevador se abre. Estoy tirado en el suelo y a mis espaldas tengo la puerta de Stella. Veo a Sebastián, Matt y Evan, mi familia en el octágono.—¿Que mierda paso?, Aaron…—La golpeé —escupo, mientras las lágrimas cae por mi rostro, miro mis manos aún con marcas de la pelea de esta noche, pero nada se compara con lo que hice. Una estuídez.—¡¿Qué hiciste qué?! —Matt bufa y comienza a caminar de un lado a otro—. ¿Cómo pudiste hacer eso Aaron?, ¡es una mujer!, ¡JODER, ¿QUE CREES QUE TODAS SON IGUALES A JULIA?!—¡CALLATE! —grito y me encuentro
Stella:—Adelante —me indica Sebastián y subo con Ángel en brazos.Se ha quedado dormido. Miro el asiento donde siempre voy y decido sentarme ahora en el lugar de Carlos.Siento la mirada de Aaron a mis espaldas, acurruco a Ángel en mi regazo y comienzo a acariciar su rostro, tú no tienes la culpa de esto pequeño. Me he encariñado tanto con él, que ciertamente no sé cómo serían mis días sin verlo al amanecer.—Stella —es la voz de la señora Rogers, toma asiento en el lugar que hay frente a mí—. Necesito que seas sincera conmigo, por favor, ¿nos vas a dejar?Sonrío con trabajo debido al dolor que me p
Stella:Hoy por la noche peleará Aaron. Después de lo sucedido ayer, no hemos cruzado ni una palabra, tampoco lo he visto. Después de que se fue comencé a llorar como Magdalena, de verdad me importa, me importa si está mal, me importa si algo le hace daño y… tampoco puedo dejar de pensar en él.Abrigo bien a Ángel para esta noche, acomodo mi chamarra, he seleccionado un pantalón oscuro, botas altas y un suéter holgado, añado una bufanda y terminamos saliendo del hotel.El frío está terrible, tengo miedo de que Ángel se enferme. El camino es bastante corto. Pronto llegamos al lugar y Sebastián nos conduce hacia nuestros lugares. Esta vez no serán muchas peleas, solo 3 y Aaron es el último, según lo que
Aaron:Tengo media hora corriendo y no puedo bajar la ansiedad que corre por mi cuerpo, de nuevo tuve que tomar esas pastillas para dormir.No puedo pensar en otra cosa más que en esos ojos… pero ya es hora de que me olvide de ellos. Tendré que despedirla.—¿Listo? —pregunta Matt y yo asiento. Voy directo hacia las duchas.Lo he analizado un par de horas, terminar con el contrato es la mejor opción y me importa un bledo que corra hacia la prensa, no puedo tenerla ni un minuto más cerca de mí. Tengo que alejarme de ella o me volveré loco.Salgo de las duchas y me coloco mi ropa deportiva, camino hacia el restaurante y escucho los gritos de Ángel
Stella:Vamos camino a Nuevo México, Ángel colorea en una pequeña mesa y yo trato de dormir un poco, estoy muy cansada y confundida. Aún no he seleccionado el momento para confesar lo que de verdad siento a Aaron. Apenas cierro los ojos y cuando menos pienso tengo que correr por Ángel y colocarle el cinturón para aterrizar.Bajamos del avión y justo estamos por cruzar las puertas del aeropuerto para encaminarnos a los autos, una parvada de reporteros nos rodean.—Señorita ¿Cuál es su nombre? —tomo a Ángel en brazos y Aaron lo cubre con una manta—. ¿Cuándo comenzó su relación?, ¿es usted la verdadera madre del pequeño?, ¿es la nueva y definitiva madre?, ¿hay boda en puerta?
Stella:Aún no puedo recuperarme de lo sucedido ayer por la noche. Sigo sumida en el profundo beso de Aaron. En sus manos sosteniendo mi cintura y… suspiro mientras tomo un trozo de fruta y lo llevo a mi boca.Ángel va y viene por el comedor. Se ha despertado muy inquieto, no ha parado ni un solo segundo y eso que solo son las 9 de la mañana.—Ángel detente, vas a golpearme —dice la señora Rogers y él comienza a gritar—. Por Dios, no sé qué le sucede a este niño.Le sonrío y sigo comiendo de mi tazón con fruta.—¿Cómo has dormido? —tengo que obligar a mi cabeza alzarse y suspiro
Aaron:Vuelvo del entrenamiento vespertino, han pasado un par de días desde la petición de Ángel, de vivir pegado a Stella y juro que esto no es suficiente.Son las 8:30 de la noche, paso la tarjeta en el lector y la puerta se abre. Escucho la televisión de la sala encendida, debe ser Stella.He reservado la habitación de al lado para mi madre, no pareció disgustarle la idea, lo cual agradezco.Camino por la sala y no visualizo a nadie en la cocina, ni en la sala, sigo hasta la habitación de Ángel y lo veo dormir, doy beso en su frente y salgo. ¿Dónde está Stella?, voy hacia mi habitación y no hay rastro de ella.—¿Pero qué mie