Ann Gutiérrez es una joven de 22 años, recién graduada de la universidad. Su más grande sueño es trabajar en la cadena hotelera más importante del mundo: el corporativo Constantino. Sus esfuerzos por mantener su nuevo trabajo se ven en peligro cuando la audaz joven conoce al hermano menor de su jefe y todo su mundo se pone de cabeza. Ahora Ann tiene que enmendar su error y asumir las consecuencias de estar con el hombre equivocado.
Leer másTodos miran a la joven que sostiene su vientre con sus dos manos, mientras que muestra expresión de dolor y al mismo tiempo de felicidad. Ann mira a su esposo y le dice: —Creo que es una contracción. Yo… estoy entrando en labor de parto - les informa. Por unos segundos todos se quedan procesando la información hasta que Maya dice: —Escucharon, bebe Dante viene en camino, todos saben cuál es el protocolo… - dice Maya tomando el control, ya que todos parecen estar sorprendidos, incluyendo al padre. —Daniel, cariño, ve a buscar el auto - ordena y este asiente sale a hacer lo solicitado. —Andreus y Dionela se quedarán con los niños. Alexander y Celia nos alcanzarán con las maletas de Ann y el bebe en el hospital. Jefe, ¿será que puede ayudar a su esposa a ir al auto? - le pregunta y este también asiente. —Bien, entonces todos en acción. Termina de ordenando, logrando que todos salgan de su asombro y se movilicen. Demitrius le da un casto beso a su esposa, mientras su corazón se en
Antenas, Grecia. Cinco meses después… Es hora de despertar; sin embargo, hay dos personas a las cuales cada vez le cuesta más hacerlo. Ya sea porque se sienten muy cómodos estando juntos, o porque pasaron toda la noche disfrutando de unas de las partes más satisfactorias de matrimonio: el sexo. A ella no le importa que ya tenga ocho meses de embarazo y mucho menos él. Ann y Demitrius disfrutan de cada ocasión que tienen libre para demostrarse su amor y el deseo que tienen el uno por el otro. La pareja de esposos se encuentra en la cama desnudos, mientras que la futura madre es la prisionera de un hombre que rehúsa a soltarla. Después del desafortunado evento donde estuvo involucrada Eleonor, quien pronto recibirá su condena, Demitrius agudizó su sentido protector hacia su esposa e hija. No es algo que raye en la obsesión, aun así, en ciertos momentos, para Ann, suele ser molesto.—Bien, es momento de levantarnos - dice Ann, mientras intenta escaparse de los brazos que la cubren. —De
Isla de Paros, Grecia… Los habitantes de Paros, despiertan con una fresca mañana que les indica que el amor está en el aire. Pero ellos no son los únicos, sino que también un grupo reducido de personas, las cuales fueron invitadas para ver cómo dos personas sellan la promesa de amor que se dieron desde el día en que sus miradas se entrelazaron. Demitrius estuvo dormido durante un tiempo, al punto que nunca fue capaz de ver las manipulaciones o los engaños que dos personas ejercían en él. El hombre estaba cansado de llevar un peso en su espalda, así que decidió soltarlo cuando conoció a Ann. Ella fue ese cafecito que tomas temprano en la mañana para despertar todos los sentidos y así llenarte de nuevas energías. Eleonor, está enfrentando las consecuencias de sus actos, lo que pase con ella, no le importa. Por otro lado, está su madre, quien se niega a aceptar a la dulce joven como nuera y la madre de su nieto. Sin embargo, eso al sensato hombre no le importa. Ya le dio muchas oportu
La sensatez es definida como la capacidad de tener juicio a la hora de tomar importantes decisiones. Demitrius Constantino siempre ha contado con esa virtud, es reconocido por eso, entre otras cosas. No obstante, la vida a veces nos pone en la línea de fuego donde toda la cordura se va y solo te queda accionar esperando que pase lo mejor. Por ese motivo es que el gran jefe, el considerado el Dios Zeus entre su mundo, se dirige sin temor hacia el lugar donde tiene recluida a la mujer que ama. Nadie lo hará pasar por segunda ocasión el dolor de perder lo que ama, porque esta vez no podría soportarlo. Solo bastaron dos meses para darse cuenta de que tanto se puede llegar a mar a alguien. —Señor, creo que estamos llegando a la casa. Adelantamos a la gente de su asistente. Erick me indica que los está distrayendo. —Que continúen así, no pretendo durar mucho - dice convencido. La camioneta donde va Demitrius va a tanta velocidad que no lo pensaron dos veces para derivar la reja que p
Demitrius no emite una palabra, solo va hacia la camioneta de color negro, todoterreno que lo espera. Allí se monta y le indica a su chofer que se ponga en marcha. Antes de que pudiera hacerlo, Andreus y Alexander suben para que no lo dejen fuera de la acción. Los dos tampoco dicen nada, por la expresión del sensato hombre; saben que está lleno de rabia, al mismo tiempo que el miedo ha aumentado dentro de él. Se supone que solo se tenía que preocupar por traer a su hija devuelta. Ahora tiene que elaborar otro plan para poder rescatarla a las dos sin un rasguño. —¿Crees que Eleonor se contactó con Ann? - pregunta Andreus.—No, ella contactó a Eleonor.Responde sin decir más. Ahora recuerda la interacción de los dos antes de salir del palacio. Ella sabía las exigencias de Eleonor y se atrevió a tomar la decisión por él. ¿Acaso lo considera incapaz de mantener a su familia a salvo? Piensa Demitrius esperando que pase lo mejor.Por otro lado, dentro de una mansión oculta entre árboles al
¿Qué hace a una persona victoriosa? ¿Será la cantidad de veces que en las que peleó y se salió con la tuya, aun si eso lastimó a personas que no lo merecían? Dice una célebre frase atribuida a Nicolás Maquiavelo: “El fin justifica los medios”. Son palabras que nunca escribió, ni que se tenga la certeza de que las pronunció; aun así, millones de personas las utilizan para excusar sus acciones. Como lo hace la rubia que recibió su primer regaño, al día siguiente de haberle ordenado a Ann, ir hacia la mansión de los Constantino en Orlando por una simple firma. Desde ese momento odia a la joven y es algo que ella no piensa radicar. —Eleonor, pero… ¿Qué hiciste? Pregunta Caesar al ver entrar a una niña que parece estar muy asustada. Él la reconoce bien, sabe que es la hija de Demitrius, la que deduce fue secuestrada por Eleonor. Dafne estaba tranquila hasta que se percató de que se habían alejado demasiado del entorno donde vive. Duraron un promedio de hora y media conduciendo, y al meno
Andreus observa a Demitrius sintiendo lo mismo que él. Es una conexión entre gemelos que le indican que quién es para ellos su primer amor, está en peligro. Solo se descuidaron por unos minutos, se supone que la niña estaba sentada hablando con sus amiguitos y ahora no la ven en el salón. Dionela mira hacia la mesa donde estaba hace un rato. Ella dejó a los niños sentados allí antes de que el incorregible la invitara a bailar.—Quizás esté en el baño.Pronuncia Ann tratando de calmar a los gemelos, aunque ella también tiene un mal presentimiento que empieza a agitar su corazón. Demitrius y Andreus se miran entre sí y sin decir nada corren hacia los baños que están en el salón. Alexander va tras ello para darle apoyo. La joven intenta ir también; no obstante, Celia la detiene. —Espera aquí, deja que ellos la busquen, no debe estar lejos. Hay mucha seguridad - asegura Celia, no tan convencida. —Exacto, vamos a esperar - habla Dionela, pensando lo mismo que Celia y todos.Por otro lado
Demitrius observa la actitud de su madre, sabe que por sus adentros está arrojando maldiciones, palabras que nunca serán emitidas por sus labios. Sin embargo, tanto Demitrius como Andreus tienen por seguro que, sea lo que esté pensando Elena Constantino, jamás la verán tomar una posición que no sea bajo su propio protocolo de cómo debe comportarse una dama de sociedad en situaciones incómodas. Así que ve cómo ella extiende sus manos y le brinda a la joven una falsa sonrisa. —Lo mismo digo, querida.Habla Elena mientras le sonríe a la joven con hipocresía, mientras que Ann sí le devuelve una sonrisa sincera. Andreus mira a su gemelo y con la mirada le advierte que tiene que mantener a la madre de ambos lejos de la joven. Ella es un alma noble que no reconoce la maldad en lo demás. Su madre, aunque le duela, no es la mejor persona y eso ellos lo saben. Demitrius de manera disimulada, asiente. —Papá, iré a saludar a Dionela, ella me prometió ayudarme con mi pintura, ¿puedo?Comenta Da
Como meses atrás, nuevamente hay una chica que se encuentra frente al espejo observando su reflejo en él. La primera vez, estaba ansiosa por conocer cuál destino que le aguardaría trabajar para en el conglomerado Constantino. Tenía pautado que en dos años, luego de un arduo trabajo, se ganaría una posición en la sede más cotizada del mundo, «el Monte Olimpo», como mucho lo denominan. Sin embargo, lo consiguió dos meses después de su entrada, aunque no por las razones con que lo planificó. Eso no sabe si la deja bien o mal parada frente a ella misma. —Vamos, no es hora de dudar y menos si llevas puesto un hermoso vestido - se dice así misma. Ann eligió el vestido Dior color negro, de corte sirena y sin mangas. La delicada pieza tiene un corset que disimula el embarazo de la joven; aun así, resalta su figura. Su cabello está recogido en un elegante moño que muestra su atractivo pico de viuda, y a petición de Celia, lleva en su cabeza una diadema con piedras de cristales en tono azul c